Salmo 118
Hoy, estamos de regreso reuniéndoos en el templo del Señor nuestro Dios, después de una cuarentena de más de un año y que con todo y semáforo verde aun seguimos en cuarentena. Aun con sana distancia y medidas sanitarias.
La pandemia es suceso que cambió nuestra vida de forma brusca y violenta. Lejos de ser una enfermedad se volvio un azote que fue lastimando muchas áreas de nuestra vida personal y como sociedad, no se diga como congregación.
Nos obligo a alejarnos de la gente, a no poder estar juntos alabando a Dios, nos obligó a muchos a perder el trabajo, nos obligó a muchos a enfermarnos, nos obigo a muchos a perder a un familiar o un amigo. Se encargó de consumir nuestra tranquilidad, nuestra economía, se encargó de demostrarnos que somos frágiles como sociedad y que como individuos somos vulnerables, que como Iglesia de Dios no supimos responder adecuadamente. Perdimos algo o a alguien y ese vacío se nota.
Nosotros como el salmista pasamos tribulaciones (vv. 10-13), los que nos quedamos confinados en casa, vivimos desesperación, apatía, depresión, trastornos de sueño, hasta trastornos alimenticios, fricciones familiares, estres. Y los que tuvieron que seguir saliendo a trabajar para sostener a su familia, vivieron un constante riezgo de contagiarse.
Para el cuerpo de Cristo en el mundo, fue un reto poder ministrar a distancia, transmitir el culto, la doctrina y la consejería. Nada fácil, no todos cuentan con internet o de plano no todos tienen un celular o una computadora para ver los cultos de domingo.
El salmista inicia este canto diciendo “Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.” vv. 1, y es insistente, vv.2, vv.3
Él vivió un momento difícil, el estuvo en tribulación, pero el samista sabia cosas por las cuales alabar a Dios.
1. Dios te escucha – vv.5
a. Salmos 116:1 “Amo al Señor, porque oye mi voz {y} mis súplicas.”
b. Salmos 3:4 “Con mi voz clamé al Señor, y El me respondió desde su santo monte. (Selah)”
2. Dios siempre está contigo – vv.6,7
a. Isaias 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
b. Salmos 139:7-10 – ¿A dónde me iré de tu Espíritu? Y a dónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10 Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
3. Dios es tú refugio – vv.8,9
a. Naúm 1:7 “Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían.”
b. Salmos 46:1 “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.”
4. Dios te proteje – vv.16-18
a. Salmos 121:5-7 “Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. 6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. 7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.”
5. Dios es nuestra fortaleza – vv.14
a. Salmos 27:1 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”
b. Exodo 15:2 “Mi fortaleza y mi canción es el Señor, y ha sido para mí salvación; éste es mi Dios, y le glorificaré, el Dios de mi padre, y le ensalzaré.”
6. ¡Dios es bueno todo el tiempo! Vv.29
a. Lucas 18:18,19 “Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.”
b. Salmos 25:6,7 “Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado; olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, Señor, eres bueno.”
La invitación es esta: Alabar a Dios porque el no nos desamparó todo este tiempo, escuchó nuestras oraciones, nos mantuvo seguros y porque a pesar de las perdidas hoy nos tiene aquí, en su casa, reunidos.
Y ustedes pueden decir: “Si pero me quedé sin empleo. Si, pero me enfermé. Si, pero perdí a un familiar o a un amigo”.
Algo que nosotros como cristianos no podemos negar es que la “voluntad de Dios es buena agradable y perfecta” (Romanos 12:2) .
El Apostol Pablo da testimonio de esto en Hechos 16:22-26-
Porque nosotros, ante todas las situaciones adversas en nuestra vida, la respuesta que debemos dar es “Alabar a Dios”
Habacuc 3:17-19 “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. 19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.”
Salmos 34:1-4 “Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. 2 En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán. 3 Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre. 4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.”
El Señor es Digno de toda adoración y alabanza.
Pr. Oscar Rubén Martínez
@ministerioesporamor
Junio 13, 2021.
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EL DIOS QUE TE BENDICE
Te abre Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Deuteronomio 28:12
El deseo de Dios es bendecir a sus hijos a fin de que ellos puedan ser capaces de ayudar a los más necesitados con la riqueza que Él les ha provisto. Sin duda Dios a cada uno bendice de diferentes maneras y si nosotros permanecemos en su palabra nuestras bendiciones serán de bendición para los demás.
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:23
Un fuerte abrazo y que Dios te sorprenda hoy.
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Cada 17 de enero se celebra el Día Mundial de Bendecir a los Animales, dedicado a la bendición y protección de los animales. Esta fecha de celebración coincide con las festividades de San Antonio Abad o San Antón.
En este día tan especial miles de personas llevan a bendecir a sus mascotas a las iglesias, celebrando de igual manera el Día de San Antonio Abad, patrono de los animales. No se trata solamente de perros, periquitos o gatos los que reciben la bendición.
Puedes encontrar cualquier tipo de animales, como hurones, cocodrilos, serpientes y otras especies inusuales que son llevados a los templos religiosos para que sean bendecidos.
La bendición de los animales domésticos por parte de un sacerdote es toda una tradición que se originó durante la etapa colonial, por parte de los frailes franciscanos. Se reza por su protección y buena salud.
San Antón: el protector de los animales
San Antonio Abad, también conocido como San Antón o San Antoni fue un monje ilustre que vivió en austeridad y tenía por costumbre bendecir a los animales y a las plantas.
Según algunas de las leyendas sobre este santo y su devoción por los animales, sanó a una jabalina y le devolvió la vista. En agradecimiento, el animal y sus crías permanecieron siempre a su lado.
Después de su muerte fue nombrado como patrón o protector de los animales, debido a su amor divino a la naturaleza y a los seres vivos.
Puedes consultar información adicional sobre este tema en los siguientes artículos:
Día Mundial de los Animales.
Día Internacional de los Derechos de los Animales.
Día Mundial de los Animales de Granja.
Calendario de Días Internacionales y Mundiales relacionados con Animales.
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Bendecidos para bendecir a otros...
Cuando hacemos del dar una prioridad, la gracia de Dios se desborda en nuestra vida.
2 Corintios 9.6-15
Las bendiciones de Dios no son solo para nosotros. Él desea que se extiendan a los demás. Este principio se aplica en todas las áreas de nuestra vida, incluyendo nuestra situación financiera. ¿Sabía usted que Dios tiene planes para nuestro dinero?
El Señor nos provee de ingresos para que podamos cubrir nuestras necesidades y, a menudo, nuestros deseos. Pero también quiere que utilicemos nuestro dinero para llevar adelante sus planes. Y uno de sus objetivos es que compartamos nuestros recursos con los demás. Si nos proponemos de corazón participar en sus planes, Él se compromete a darnos todo lo que necesitemos.
Basta con mirar su promesa en el versículo 8 del pasaje de hoy: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. Este es un buen recordatorio de que cuando compartimos nuestras bendiciones con los demás, Dios premia nuestra generosidad.
Una bendición acumulada no se disfruta tan ricamente como una compartida. Usar su regalo para satisfacer la necesidad de otra persona glorifica a Dios. No permita que sus generosas provisiones se terminen con usted. Páselas a otros y descubra la alegría de un ciclo interminable de bendiciones.
(Ps. Charles Stanley).
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