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#María Alché
umfilmibom · 1 year
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Familia sumergida
Familia sumergida
María Alché
Argentina
2018
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movienized-com · 3 months
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Puan (2023)
Puan (2023) #MariaAlche #BenjaminNaishtat #MarceloSubiotto #LeonardoSbaraglia #JulietaZylberberg #MaraBestelli Mehr auf:
Jahr: 2023 (Oktober) Genre: Drama Regie: María Alché, Benjamín Naishtat Hauptrollen: Marcelo Subiotto, Leonardo Sbaraglia, Julieta Zylberberg, Mara Bestelli, Alejandra Flechner, Cristina Banegas, Héctor Bidonde, Damián Dreizik, Andrea Frigerio, Camila Peralta … Filmbeschreibung: Der Protagonist ist mit der neuen Realität auseinandersetzt, als alles, was er kannte, anfängt, zusammenzubrechen…
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cinemedios · 4 months
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'Puan', ¿La Filosofía está Muerta?
Este 19 de enero llega a pantallas mexicanas una de las películas argentinas más esperadas del año pasado, habiendo sido estrenada desde octubre en su país de origen, la expectativa en otras latitudes era alta, no sólo por su trama, sino por sus reconocimientos, siendo Los Premios Forqué y el Festival de Cine de San Sebastián algunos de los más destacables, además de ser la seleccionada para representar a Argentina en Los Premios Goya. Acompáñanos a descubrir si 'Puan' es la comedia filosófica de la que todo el mundo habló tan bien o si es una colección de chistes sin gracia.
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filmografie · 1 year
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Favorite films watched for the first time in 2022:
Adoption (1975), dir. Márta Mészáros
An Unmarried Woman (1978), dir. Paul Mazursky
The Red and the White (1967), dir. Miklós Jancsó
Three Sisters (1970), dir. Laurence Olivier
Port of Shadows (1938), dir. Marcel Carné
A Family Submerged (2018), dir. María Alché
Stroszek (1977), dir. Werner Herzog
The Story of a Three-Day Pass (1967), dir. Melvin Van Peebles
The Round Up (1966), dir. Miklós Jancsó
The Collection (1976), dir. Laurence Olivier
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lobuenodepuertorico · 5 months
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Película puertorriqueña “La Pecera” es nominada a la mejor película iberoamericana en los Premios Goya
Es la primera vez que un filme puertorriqueño es nominado en estos premios.
Madrid. Argentina, Venezuela, Chile, Puerto Rico y Portugal optarán al Goya a la mejor película iberoamericana en la 38 edición de los premios del cine español.
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Los actores Luis Tosar y Anna Castillo anunciaron este jueves las nominaciones de la próxima edición de los Goya, cuya gala se celebrará el próximo 10 de febrero en la ciudad de Valladolid.
Se trata de “La memoria infinita”, de Maite Alberdi (Chile); “Puan”, de María Alché y Benjamín Naishtat (Argentina); “La pecera”, de Glorimar Marrero Sánchez (Puerto Rico); “Simón”, de Diego Vicentini (Venezuela) y “Alma viva”, de Cristèle Alves Meira (Portugal).
La película que gane el premio seguirá la estela de “Argentina, 1985″, de Santiago Mitre, vencedora el año pasado.
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Fuente: Primerahora.com
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lafiguraentutapiz · 1 year
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Familia Sumergida. María Alché. 2018
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cinelandia · 1 month
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Entrevista con María Alché y Benjamín Naishtat, directores de "Puan" (2023).
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timriva-blog · 5 months
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Puan
  Argentina-Italia-Alemania-Francia-Brasil, 2023, 111′ Dirigida por María Alché y Benjamín Naishtat Con Marcelo Subiotto, Leonardo Sbaraglia, Julieta Zylberberg, Alejandra Flechner, Mara Bestelli, Cristina Banegas, Andrea Frigerio, Gaspar Offenhenden, Héctor Bidonde, Damián Dreizik y Camila Peralta. Escrito por Marcos Ojea En busca del sentido Existen por lo menos tres maneras de acercarse a…
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inveterade · 5 months
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Puan: Confira entrevista exclusiva com elenco e diretor do sucesso argentino
“Puan” é uma comédia, dirigida e escrita por María Alché e Benjamín Naishtat, e uma das produções indicadas ao Prêmio Goya Ibero-americano 2024. Com mais de 100 mil espectadores na Argentina, “Puan” é uma coprodução da Bubbles Project (Brasil), Pasto Cine, Pucará Cine e Infinity Hill (Argentina), Kino Produzioni (Itália), Atelier de production (França) e Pandora Film Produktion (Alemanha), com…
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hedonismoaudiovisual · 5 months
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Soltando amarras
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De "Dos, cero, uno (transas)" a "Niebla del riachuelo", el recorrido  de Marcelo, el protagonista de Puan (María Alché, Benjamin Naishtat, 2023) puede encontrarse alegorizado en ese par de canciones que cubren de punta a punta el film. Un licenciado en filosofía que dedicó toda su vida a su profesión y a sostener sus ideales y que, tras la muerte del jefe de cátedra de su asignatura (Filosofía política en la sede de la UBA que da título a la película), iniciará un proceso de duelo por quien fue también su maestro a la vez que deberá confrontar con otro profesor arribista y lobista recién llegado de Europa para quedar al mando de la materia. Comedia crítica, política, urbana y por momentos apocalíptica (la vulnerabilidad extrema de la universidad pública se vuelve escalofriante en determinadas secuencias), Puan trasciende cualquier pose nerd o puaner y, desde su enunciación, se torna además defensora de la educación gratuita y de la memoria del país, intención que queda explicitada en ese plano fijo bressoniano que muestra el mural homenaje en Filo a los desaparecidos en la última dictadura militar argentina.
Inteligente, minuciosa, sensible, la obra de Alché y Naishtat devela con comicidad los entramados de poder y los tejes -las transas- subyacentes en la vida académica pero nunca abandona el que parece ser su tema principal: la relación maestro/alumno y las preguntas que se abren ante la partida de quien fue inspirador y mentor en un contexto actual del país donde los derechos públicos parecen vulnerarse, el Leviatán de Hobbes aventaja al contrato social de Rousseau y la esclavitud por los dólares es acuciante. Un talante melancólico, hasta nostálgico (y aquí es donde resuena el interés del personaje principal por el tango), que, amalgamado al humor y a la calidez de algunos vínculos que despliega el film (Marcelo con su esposa y su hijo, la sorprendente benignidad del académico recién llegado), constituyen una obra lúcida, única y singular.
"Un día volverá a las fuentes (no creo que pueda dejar de protestar)" dice la canción de Charly; "Nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí. Esa misma voz que dijo adiós" expresa el tango de Edmundo Rivero. Ambas estrofas reflejarían, así, algo de la dialéctica interna, del devenir del alma de un protagonista que, en medio de la desolación, intenta seguir viviendo y buscar experiencias con sentido para atravesar la angustia, para evitar la caída.
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Por Gabriel Yurdurukian
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luci88 · 7 months
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AL MAESTRO CON CARIÑO
Entre los ruidos de un edificio social que se desmorona inevitablemente, como decía Arlt, nace Puan, retrato de un profesor universitario, homenaje a la educación pública, deja vu de lo que va a venir, toma de posición, bandera y también, sobre todo, una comedia impecable. 
En Los misterios de Rosario, César Aira escribe la vida de Alberto Giordano, un profesor de Letras de la Universidad Nacional de Rosario, que da un seminario de especialización a muy pocos alumnos en un primer piso que da al patio del edificio. Alberto camina por la calle Entre Ríos -vive a unas pocas cuadras de la facultad, en la misma calle- con un hastío desmesurado. No tiene camino alternativo, solo debe caminar unas pocas cuadras en línea recta, y esa comodidad agrega monotonía a su jornada. Cuando llega a su clase, mira ansioso por la ventana: son muy pocos alumnos y si falta alguno se sume en una especie de depresión repentina que lo deja un rato en suspenso. Después viene una tormenta de nieve y, como siempre pasa en las novelas de Aira, el naturalismo estalla por los aires para dar el salto a la aventura. 
Cuando leí la novela no lo podía creer. El año anterior había cursado el Seminario de Metadiscurso de Alberto Giordano en el aula del primer piso de Letras que daba al patio. Todo lo que pasaba en la novela yo lo había vivido hacía unos meses en ese sucucho de durlock tres por dos donde lo único valioso eran esas clases de los docentes: la vehemencia con la que Héctor Piccoli traducía un verso de Rilke o la abulia con la que Giordano desplegaba su pasión por las Letras. Me excuso por el regodeo con la contradicción. En el caso de Giordano, es un modo en el que intento describir esas clases iluminadas que tomé hace más de veinte años, donde nos regalaba, monótono, un saber paciente y amoroso por el ensayo, que él maneja con maestría, sobre todo amor por Ángel Rama y Roland Barthes, o eso recuerdo.
Al ver Puan, la excelente película escrita y dirigida por Benjamín Naishtat y María Alché, sentí que algo de Alberto Giordano (el personaje de la novela de Aira y el profesor que me había dado el Seminario de Metadiscurso) volvía a presentarse en Marcelo Pena (ay, ese apellido, ay la polisemia) el profesor de Filosofía política de Puan interpretado como los dioses por Marcelo Subiotto (si es que los dioses saben actuar así). En Puan vemos quiénes sostienen con el cuerpo esa frase hermosa que repetimos con orgullo: educación pública.  
Las últimas noticias que tenía de los directores de la película, Alché y Naishtat, eran auspiciosas. A ella, una de las niñas de La niña santa, la vi en Las facultades, un documental hermoso de Eloísa Solaas que puede verse en tandem con Puan, como cuando las plataformas estrenan el documental del true crime y la ficción al mismo tiempo. En este caso, como siempre en la artesanía narrativa, todo es más sutil y por eso, creo yo, hermoso, profundo y verdadero. En Las facultades la vemos a María, estudiante, leyendo un texto complejo. El trabajo de lectura se ve con lupa, porque claro, es cosa seria, es la semilla de lo que luego serán los títulos universitarios, los diplomas, las competencias.
De Benjamín Naishtat, el otro director, conozco Rojo, su película de 2018. La vi una vez y no la olvidé más: son los días previos al Golpe de Estado de 1976 en un pueblo del interior del país. La opresión y la violencia se sienten en cada plano. Los diálogos, y más aún los silencios, te van hundiendo bien abajo, en un pozo donde solo puede hundirte la realidad. 
Ambos, Benjamín y María, saben de lo que hablan y saben lo que quieren contar. Puan es la historia de Marcelo Pena, un profesor de la carrera de Filosofía de la sede Puan de la Universidad de Buenos Aires que, luego de la muerte del profesor titular de su cátedra, debe luchar por ese cargo contra Rafael Sujarchuk (atinadísimo Leonardo Sbaraglia), ex compañero de clase de Marcelo recién llegado de Alemania. El villano es perfecto: altanero, seguro de sí, grandilocuente, con euros en los bolsillos, o sea, el espejo negativo del pobre Marcelo, tan sobrio, siempre en notas bajas, como con vergüenza de ser, extraño en todos los espacios menos en el aula: ahí Marcelo Pena puede ser quien es, o al menos quien eligió ser. Es una película que en el fondo habla de la identidad. ¿Qué nos define? ¿Cuál es nuestro ser? Pena le cuenta a la señora al borde del sueño que a eso Heidegger lo llama Dasein, y después les cuenta a los chicos de la villa y al gendarme que Platón creía que eso era el alma: aquello que seguía siempre igual a sí mismo. Marcelo Pena todavía sabe de qué se trata eso que a él mismo lo sostiene, aunque conoce la historia completa de la filosofía. 
El conflicto dramático es clarísimo: ¿Qué quiere Marcelo? Ser jefe de cátedra. ¿Quién se le opone? Rafael Sujarchuk. Esta claridad estructural permite que la historia sea una comedia dramática y no una sesuda reflexión sobre la condición humana. Al contrario: hay escatología, niños que no dejan de joder con la pelota, parlamentos desubicados en el homenaje a un muerto y hasta hilarantes confusiones racistas. Nada de eso le quita profundidad, al contrario. La vuelve humana, asequible. “Comedia existencial” la llaman los productores en sus redes. Porque así es la vida y sobre todo porque así es el cine: un modo de transformar lo real. Lo que hicieron acá en esta peli ambos directores es devolverle la universalidad al nicho del cual salimos los que pasamos por alguna carrera. Siendo criaturas traidoras, dejamos los nombres de nuestros profesores para el mármol, dentro del claustro (esa palabra es tan patente), como si el adentro y el afuera nunca se tocaran: una cosa es la facultad y otra cosa es la calle. Hay un plano bastante ilustrativo. Parecen dos cromas diferentes.
Lo que el personaje quiere no se parece, como suele pasar en las estructuras de comedia, a lo que necesita. Cuanto más se obstina en su objetivo, más falla. Y cuanto más falla, más se acerca a ese último cascarón que había que romper para que esa verdad se le aparezca. Los espectadores ya la vimos, ya lo sabemos, por eso respiramos cada cachito del aire que respira Marcelo para ayudarlo, para acompañarlo, para no dejar solo a nuestro héroe que amamos en tanto se parece a todos nosotros. 
A contrapelo del cinismo de El estudiante, Puan se mete dentro de la facultad con una mirada más amorosa. La película, que empieza con un homenaje al profesor muerto y para mí es también un poco eso, sin ser solemne: homenaje al saber, una defensa de la educación pública sin ser panfletaria y un manifiesto de profundo amor por los docentes sin ser mentirosa ni grandilocuente. Pena no es perfecto ni heroico, no es Robin Williams parándose arriba de los pupitres y cambiándole la vida en el instante a miles de alumnos fascinados (“Oh, Capitan, my Capitan” tiene su versión criolla cuando Sujerchuk le dice: “vos no sos el cacique”), no es Luis Sandrini en “El profesor hippie”. Pena casi no sonríe, tiene miedo, está cansado, es demasiado conservador y cuando le dicen que hable desde la emoción no sabe qué hacer. Es algo autómata. Los libros lo volvieron muy instruido pero también muy torpe. Falla como padre y tiene rencor porque el reconocimiento nunca llega. “Fuera de Puan no soy nadie” dice, y sabemos que lo siente de verdad. En la calle está incómodo, apurado, de paso. 
El otro día encontré entre viejos papeles un trabajo práctico sobre Poe que había presentado en Literatura Europea II. No tenía puntos, ni comas, ni mayúsculas. Los conceptos estaban separados por barras. Un mamarracho juvenil. Cuando vi la nota del profesor, escrita en lápiz, me enternecí. Tenía un 7 y una explicación muy certera de por qué, si bien los conceptos eran correctos, el trabajo no estaba bien escrito. Nunca se burlaba de mi pecado de juventud, sino que me lo devolvía con paciencia y lectura respetuosa. De esa belleza del detalle está hecha también la película, ese mismo gesto guía a Marcelo Pena. Junto a su mujer Vicky y su hijito Manolo (Mara Bestelli y Gaspar Offenhenden, brillantes) revuelve papeles como quien busca un tesoro: en esas cajas está su vida académica, la historia que lo llevó de ser “el estudiante de pelo largo de filosofía” a ser “el profesor pelado de filosofía”. El apetito de Marcelo, presente en toda la película (el pancho del barcito de Puan, los sandwichitos en la casa de la viuda de Caselli, el bife con fritas en el bodegón, las masas finas de Amelia) es su modo de conexión más primaria con el placer, un placer que podría ser casi incorrecto -el retrato de un profesor de sueldo magro y hambre voraz- y termina siendo el rasgo que su ternura y también de exceso, sobre el final de la película, en el momento más patético donde, fiel al pathos helénico, lleva una toga y una corona de laureles. Hay ternura también en sus zapatos gastados, la mochila ya aplastada por los años, el libro de Kant deshojado por haber sido tan leído, también con la misma voracidad: es su alimento.
Sucede muchas veces que de esas facultades es difícil salir. Por más calderero político que haya ahí dentro se desdibuja un poco la vida real. Por eso mismo que yo me fui corriendo por más que no tenía nada adelante, Marcelo se queda, atado a la facultad como si ahí se terminase el mundo, como dice el personaje de la Flechner, tan espectacular con su peinado canoso y sus collares. Porque él quiere que ahí se termine, porque esa burbuja lo hace sentir seguro y en paz. Las facultades son un amparo del mundo, un lugar donde el sentido busca su lugar. Hay orden en el saber, hay esperanza. Conocer es un acto de fe, un templo, una apuesta a futuro. Afuera está la tele, las conductoras son horribles y violentas, los gobiernos achican los presupuestos en educación hasta hacerla desaparecer, la derecha arremete y amenaza todo contrato social y Puan, y todas las facultades públicas, son un amparo.
En los noventa la policía era brava. Las calles también. Cerca del 2000 la crisis arreciaba. Y en las facultades estábamos guarecidos. Ahí la cana no entraba. En Puan la crisis también estalla y, como pasó otras veces en la historia del país, los límites, al final, se corren. Esa separación tan marcada entre adentro y afuera desaparece y los pupitres salen a la calle. No es una fiesta sino una catástrofe, como bien dice la decana, Cristina Banegas, brillante como sus aros color plata. Mientras Jazmin, el personaje de Julieta Zilberberg se pregunta cómo le va a pagar a la niñera, la única respuesta que encuentran es tomar la calle, dar una clase pública, prepararse para lo peor, pero juntos. En una distopía cercana y demasiado creíble, la universidad empieza a desvanecerse: no hay fondos públicos que la sostengan pero los cuerpos siguen ahí, sobre todo el de Marcelo, el cacique de esa tribu imperfecta y empobrecida pero tan rica: la gente que quiere enseñar, la gente que quiere aprender. ¿Existe cosa más noble? 
Al final de esa catástrofe vemos esperanza. En otro lado, con un paisaje urbano diferente, lejos, en Bolivia, hay otras facultades. A Marcelo le dicen que se presente antes de dar una charla. No sabe cómo. Entonces, al fin, canta el tango más difícil que existe. Yo cada vez que escuche Dos cero uno transas y Niebla de Riachuelo voy a pensar en Marcelo Pena, en Alberto Giordano y en todos los profesores que se pararon delante mío y me dieron una clase. Gente que quiere enseñar, gente que quiere aprender y que busca en un libro de hace miles de años una respuesta que nunca termina de cerrarse. Que vivan ellos, para siempre.
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folditdouble · 2 years
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Women in Film Challenge 2022: [8/52] A Family Submerged, dir. María Alché (Argentina/Norway/Germany/Brazil, 2018)
Her eyes are the same as a statue’s gaze / And, for her voice, distant, and mild, and serious, she has / The inflection of dear voices that were silenced.
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maxwelltait · 4 years
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The Holy Girl (Martel, 2004)
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filmografie · 2 years
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Favorite films watched in March & April 2022:
Cousin Jules (1972), dir. Dominique Benicheti
A Family Submerged (2018), dir. María Alché
Bille (2018), dir. Ināra Kolmane
Zero Fucks Given (2021), dir. Emmanuel Marre & Julie Lecoustre
Anne at 13,000 Feet (2019), dir. Kazik Radwanski
Swarm Season (2019), dir. Sarah J. Christman
My Fat Arse And I (2020), dir. Yelyzaveta Pysmak
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bisonteinvencible · 5 years
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La niña santa, Lucrecia Martel, 2004
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femaledirectedfilms · 5 years
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Familia sumergida / A Family Submerged (2018) - dir. María Alché
Deep in the summer heat of Buenos Aires, Marcela is faced with the task of emptying the apartment of her recently deceased sister, all while being drawn into an illicit affair with a younger man.
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