Tumgik
senseimajutsu · 3 months
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La superioridad literaria de El Fantasma de la Ópera
El lago por el que vaga y habita el Fantasma de la Ópera es una invitación a navegar por los túneles de la psique humana. Loco, trastornado, desquiciado, así como se lo ve, Erik es totalmente consciente de sus actos delirantes y subversivos que corresponden con el arquetipo que lo representa. Sin embargo, no tiene temor ni dilaciones a la hora de estrangular a alguien que se atreve a invadir su lago. Él sabe muy bien cómo manejarse en sus terrenos acuáticos y subterráneos, en los bajos fondos de la ópera de París. La idea me remite un poco al seis de espadas en el Tarot, la imagen de traspasar el velo, la transición hacia el otro lado del umbral. Espectral y enigmático el F de la O nos abre las puertas hacia los surcos plutonianos de la vida-muerte.
Laiseca hace una maravillosa introducción a este libro en la edición de Gárgola Editorial planteando un concepto interesantísimo. Erik como el monstruo, cuya definición es ‘único en su especie’. Y concluye su despierto análisis contándonos que no hay más nada que podamos pedirle a este libro, en un ápice de romanticismo, hasta incluso alguien muere de amor.
Dependiendo cual cabeza de Gorgona de los lectores universales decida hundirse en este libro, la interpretación puede pasar por varios análisis. Si usamos la vara actual, la dialéctica con la que se filtran hoy en día las cosas, no vamos más allá de una crítica superficial y llana: un tipo desquiciado rapta a una minita, obsesionado, rezagado de la sociedad y con severos problemas mentales: un machiruliento.
En oposición al análisis social de masas propongo otra manera de leer y sentirse interpelados por el libro. ¿Qué género no forma parte de esta obra magna? De alguna manera los engulle a todos. Un clásico gótico con drama, tragedia, horror, misterio, thriller, enigma, ficción histórica y arquitectónica, en conjunto con una trama artística, subversiva con chantajes y miles de condimentos. Podemos decir que absorbe un poco del todo y el libro nos puede digerir o devorar como parte de esa unidad-sabiduría universal.
Destaco del libro su profundidad máxima en todo sentido y nivel. Sin dudas nos pasea hacia un proceso de metamorfoseo y transmutación interior. El libro nos interpela y nos conecta con el delirio de la existencia, la vida-muerte, los enigmas, el juego de las ilusiones, las máscaras y la Verdad en el sentido más digno de la palabra. Leroux nos presenta el Mito de Hades y Perséfone reinterpretado. Mismos arquetipos, distintos personajes. Obra recomendada para aquellas personas con energía escorpiana y plutoniana en sus cartas astrales.
F de la O es un personaje mucho más revelador y abismal que un desquiciado secuestrador y encima mafioso. Pero fácilmente podemos caer en ese tipo de asociaciones si seguimos con la dialéctica posmo de la moralidad con la que vamos a leer en este siglo. Pobre Erik, la cancelación de los progres también formó parte de sus bromas y humor bien under.
Esta es una obra de naturaleza profunda, por eso me gustaría indagar o mencionar algunos de esos temas llamativos y detalles magnéticos:
Lo que hay detrás de uno: el acto de develar, excavar o escarbar en el otro. La obra pone en juego de manera literal el mundo del enmascaramiento. ¿Qué es lo que hay detrás de la máscara y cuál es el misterio atrayente detrás de ella? Y luego de descubrirlo ¿cómo es posible no haya algo más al fondo que sostenga la ilusión? Christine ‘que curiosillas ustedes las mujeres’, con todo su ímpetu decide quitarle la máscara a Erik, revelando que efectivamente lo que hay debajo no guarda ningún encanto y es puro horror porque “es un cadáver quien te ama, quien te adora…”. Acto seguido, parafraseando, en este momento es cuando el mismo sabe que ella ya no volverá a ir a verlo por su propia cuenta: ya se delató la realidad, ya se rompió la ilusión, ya no hay más ángel de la música.
La obsesión y devoción por el otro. Un proceso que trae consigo la idealización, idolatría ciega al otro. La soledad, sentimiento de abandono extremo y la desolación absoluta es una de las razones por las cuales Erik se encapricha con una mujer tan mediocre. Además de esto, se pone en juego lo temerario de lo vincular y la superficialidad de las relaciones. ¿Qué es lo que le pasa realmente a Christine más allá de su ensimismamiento y profundo magnetismo? Ni ella misma lo sabe, ya que no ha penetrado en las partes más profundas de su interior. Sin embargo, sí hay un dialogo donde Raoul lo hace notar, casi aceptando su derrota con una persona que ni es rival (Erik está por fuera de todos los esquemas). “¿Para qué hablar? ¡Usted lo ama! Su miedo, sus terrores, todo eso es también amor, y del más apasionado. De los que no se confiesan. De los que se estremecen cuando se piensa en él.” El dialogo sigue con Christine expresando que F de la O la ama de manera intensa y trágica, que la raptó y encerró bajo tierra por amor.
Cabe mencionar que el tono mismo del libro es atípico. Caracterizado por un drama tremendo, atravesado por una tragedia ¿romántica? dentro de una capa sutil de humor bien underground y ácido, que quizá entre medio de tanta carga te haga sacar alguna risa. El humor del Fantasma destila su genialidad, la cual es, de alguna forma su sanación-redención o su destrucción. Esta figura mítica del personaje que se erige creando un símbolo inolvidable. Su genialidad misma lo condena, porque claramente no podía representar lo común o el statu quo, todo su arquetipo representa un potencial oculto sin descubrir. Aquí no vale preguntarse qué hubiera sido de él, genio musical, si su cuerpo físico hubiera acompañado la belleza de su voz al cantar, si no hubiera sido apartado, marginado a lo más hondo y disparatado de la escala social. ¿Victima, culpable, mártir, genio, monstruo? Decididamente hay que compadecer al Fantasma de la Opera, ya que su memoria nos habla de la liberación y el perdón a través de la expiación.
“El Fantasma de la Opera existió…” y yo elijo creerle.
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senseimajutsu · 7 months
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Develando la carta natal de Alberto Laiseca.
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Laiseca encarna con un Sol en Acuario emplazado en la casa 3. Sus cualidades son de renovación, cambio, ruptura de paradigma en el ámbito de la casa que le corresponde, la escritura. Viene a hablarnos de su camino: toca destacarse por su originalidad, por ser distinto y no encajar en los estándares del mundo literario por el cual orbitaba.
Mercurio, planeta por excelencia de la escritura, el conocimiento, el aprendizaje también se ve posicionado en casa 3 (lo escrito). Era inevitable quizá el potencial de encontrarse construyendo una figura literaria, que en parte, era su identidad (SOL). Mercurio es regente de su Medio Cielo. A este punto la carta de Laiseca es no solo evidente sino literal. ¿Realmente existía otro ámbito en el cual el podía sentirse enfrascado? El conocimiento, lo literario, lo escrito y la creatividad interpelan la carta de Lai en todo sentido.
El Mercurio en Piscis vincula a Laiseca con algo más sensible, hasta incluso melódico en su interior. En “Poemas Chinos”, considero que el logra desplegar completamente el potencial de ese Mercurio tan acuático, sentimental, sutil y hasta hipnótico.
Si hablamos del espectro literario de Laiseca se nos suman muchos elementos. Nos encontramos con una cuota atemporal muy Uraniana-Merc en Piscis. Quien podría contradecirnos que adentrarse a su obra no fuera una experiencia de carácter onírico, casi de ensoñación extrasensorial. La Literatura de Laiseca tiene esencia de descubrimiento, sorpresa, novedad, genialidad y juego. En cierto punto nos preguntamos si Laiseca no es una especie de entrometido cósmico universal que escribe desde un ámbito sellado y hermético.
Tanto el Sol como el Mercurio en casa 3 abren esta posibilidad de expresarse a través de lo escrito. Escritura original, pero también con tintes espirituales, de canalización. Los astrales, el denominaba así a sus capacidades de acceder a los registros del mundo, del universo. Tanto así que en su obra el incluía sus canalizaciones de mala fama, que luego el poder visionario de la profecía y la verdad sin velo le dieron la razón. En efecto, los egipcios sí tomaban cerveza (La hija de Kheops).
En el ámbito de la casa 5 (las creaciones, los libros que son por defecto mis hijos) nos encontramos con 3 actores fundamentales: Júpiter, Urano y Saturno. Y cada uno de estos mencionados cumple un rol manifiesto. Realismo delirante define Laiseca como su género literario por excelencia. Saturno es la realidad. Urano es lo delirante que rompe con las estructuras saturninas, precede el cambio. ¿Y Júpiter? Lo que no es exagerado no sobrevive. Eso es Júpiter que da la nota del exceso, la exageración, “hybris”. Interesante como los arquetipos hablan por sí solos.
La vida de Laiseca siempre estuvo atravesada por la hoz castigadora de Chronos, o Saturno. Regente de su Ascendente y por ende, de su carta. La vida trae una concepción de mito de Sísifo cuando uno se encuentra encarnando este ascendente capricorniano. El nativo nacido bajo la influencia de esta energía viene a aprender la estructura, el trabajo duro, la superación personal. Pero todo eso viene a costa de un gran esfuerzo y experiencias duras de la vida, la vía de la responsabilidad, del rigor, aprender a ser su propio padre. Sus experiencias estuvieron atravesadas por esta carga de dificultad, limitación, rechazo y frustración. Esta energía evoca a su padre. Castigador y tirano, mi padre enloqueció, dice Laiseca (SOL CUADRATURA URANO). La rebeldía contra el padre, el desapego, ¿el desafío hacia el padre o contra uno mismo?
La Luna de Laiseca se encuentra en Leo, en casa 8. Planeta de la madre en la casa de la muerte literal. A veces se quiere aligerar el significado de esta casa hablando de lo simbólico. En este caso la astrología muestra de manera muy vivencial la energía de esta casa. La madre de Laiseca fallece cuando el tenía 3 años, Plutón en tránsito acercándose en conjunción a su Luna natal casi partil cuando esto sucede, si bien Laiseca ya cuenta con esta conjunción natal. Siendo lo lunar sus necesidades, su refugio emocional nos muestra algo muy interno que tenía que ver con el reconocimiento. Luna en Leo: quiero ser reconocido por mi potencial creativo. Esta necesidad de prestigio, honor, de trascender en el ámbito literario estuvo muy presente en el. Sin embargo, nos encontramos con frases que demuestran un descontento, una lucha, restricciones. Todos seremos escritores injustamente olvidados, no me siento respetado como escritor en la Argentina, la pena por no haber sido traducido. Todo esto no solo sale de ese Ascendente al estilo 10 de bastos, mito de Sísifo sacrificial. La Luna en casa 8 denota esta cuestión de lo reprimido, lo negado. ¿Es posible que Laiseca sintiera culpa de sus deseos ocultos de fama? Su Luna está justamente en cuadratura a Saturno, regente de su Ascendente. Es una traba. El no poder salir, no poder maniobrar. El rechazo de la comunidad de escritores mainstream hacia Laiseca. El no encajar. La carta de Laiseca trae esta dicotomía: romper o no romper con lo establecido. El régimen Saturnino dictatorial vs la liberación Uraniana. ¿Raro, no? O acaso alguien reconoce estas temáticas en su repertorio literario…
Laiseca se embebía también de un halo de misterio que envolvía su figura. La Luna en 8, conjunción Plutón trae estas reminiscencias al estilo fantasma de la ópera. El genio maldito, el genio tapiado, el genio sellado y velado. Efervescencias en el sobre ese lado oculto que guarda en su interior, en alas recónditas y profundas. Sin dudas había un sector de Laiseca que era irremediablemente inaccesible. Asc Capri: construiré cuantas murallas chinas inquebrantables sean necesarias(Luna en 8 conj Plutón) y cultivaré un adentro tan infranqueable que quedará indemne ante tu mirada. Una gran dicotomía entre el querer ser reconocido por lo creativo, pero preservando su adentro a toda costa.
Por último, no puedo no mencionar algo tan potente en su carta como la posición de su Marte. El mundo espiritual de Laiseca que está oculto, pero se nos presenta a través de libros con auras de guerras mágicas, psíquicas, astrales abismales. Todo un nimbo que constituye el universo Laisequiano. Y acá tenemos este Marte en Sagitario, una voluntad espiritual visionaria, profética encausando el ámbito de la casa 12, lo oculto, lo incorpóreo espiritual, el mundo mágico, la hechicería y demás. Neptuno en su carta además de hacer un contacto fuertísimo con Marte, está en su casa 10 siendo regente de casa 4. Esto lo veo como una manera de reinterpretar a Laiseca no solo como maestro literario, sino también como un guía, una especie de maestro y mentor audaz que no soslayó en lo común: Artista y mago.
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