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LA ESCUELA CLÁSICA: ADAM SMITH

DATOS BIBLIOGRÁFICOS

Adam Smith, el fundador de la escuela clásica de economía, nació en Kirkcaldy, Escocia, en 1723, y su madre le proporcionó un hogar hasta su muerte en 1784.

Smith realizó estudios en Glasgow College y Balliol College, Oxford, antes de regresar a casa y continuar con estudios independientes en Edimburgo.

Fue profesor en Glasgow College, primero de lógica y luego de filosofía moral, durante casi doce años.

Posteriormente, se convirtió en tutor del hijastro de Charles Townsend en Francia y estableció amistades con fisiócratas como Quesnay y Turgot.

Smith publicó su obra más influyente, "La riqueza de las naciones", en 1776, lo que le otorgó fama inmediata.

Después de la publicación de su libro, Smith pasó tiempo en Londres y posteriormente fue nombrado comisionado de aduanas en Escocia.

Smith era conocido por su generosidad y caridad, así como por su hospitalidad al recibir a amigos en su casa para cenas.

A pesar de su éxito, Smith destruyó la mayoría de sus manuscritos no publicados poco antes de su muerte en 1790.

INFLUENCIAS IMPORTANTES

Adam Smith fue influenciado por varias corrientes de pensamiento en su época.

El Siglo de las Luces, un movimiento intelectual, influyó en Smith y promovía la capacidad de razonamiento de las personas y la creencia en un orden natural en la sociedad.

La influencia de los fisiócratas, especialmente Quesnay y Turgot, se refleja en la admiración de Smith por su crítica al mercantilismo y su apoyo a la eliminación de barreras comerciales.

Francis Hutcheson, el instructor de Smith en Glasgow College, influyó en su concepto de ética y la idea de que las personas pueden descubrir lo que es éticamente bueno.

La amistad y las conversaciones con David Hume también contribuyeron al desarrollo intelectual y las ideas económicas de Smith.

TEORÍA DE LOS SENTIMIENTOS MORALES

Adam Smith publicó "La Teoría de los sentimientos morales" diecisiete años antes de "La riqueza de las naciones", y ambos libros representan facetas diferentes pero complementarias de su pensamiento.

"La Teoría de los sentimientos morales" se centra en las fuerzas morales que frenan el egoísmo y unen a las personas en una sociedad viable, mientras que "La riqueza de las naciones" se enfoca en cómo el individuo está guiado y limitado por las fuerzas económicas en una sociedad justa.

Smith explora el concepto de simpatía (o empatía) como un factor que vence al egoísmo, haciendo que las personas se interesen por la suerte de los demás y hagan su felicidad necesaria para todos.

Smith distingue entre pasiones sociales (como generosidad, humanidad, bondad, compasión y amistad) y pasiones no sociales (como odio y resentimiento), y argumenta que las primeras generan simpatía y aprobación en los espectadores indiferentes.

Smith discute cómo las personas tienden a mostrar sus riquezas y ocultar su pobreza debido a la búsqueda de atención y simpatía, lo que lleva a una valoración desigual de los ricos y los pobres en la sociedad.

Smith destaca la importancia de la justicia en la sociedad y argumenta que, aunque la beneficencia es valiosa, la injusticia puede ser más perjudicial para la existencia de la sociedad.

Smith aborda el problema del egoísmo y cómo las pasiones egoístas pueden llevar a una perspectiva limitada en la que se valora más el propio interés que el de los demás.

Smith introduce la noción de la "mano invisible" como un concepto que se aplica tanto en "La Teoría de los sentimientos morales" como en "La riqueza de las naciones" para explicar cómo el propio interés individual puede conducir a un bien social sin la intención directa de hacerlo.

LA RIQUEZA DE LAS NACIONES

Adam Smith escribió un tratado económico de 900 páginas llamado "Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones," comúnmente conocido como "La riqueza de las naciones."

Este libro se publicó en 1776, el mismo año en que se declaró la Independencia estadounidense.

"La riqueza de las naciones" fue la obra que estableció a Adam Smith como uno de los principales pensadores económicos en la historia del pensamiento económico.

El texto sugiere que los puntos de vista contenidos en "La riqueza de las naciones" son de gran importancia y requieren un escrutinio más cuidadoso.

La división del trabajo

Adam Smith inicia su obra "La riqueza de las naciones" con el concepto de "división del trabajo," que considera es fundamental en el aumento de la productividad y la eficiencia económica.

Describe la división del trabajo a través de un ejemplo detallado de una fábrica de alfileres, donde diferentes trabajadores desempeñan tareas especializadas para producir alfileres.

Smith enfatiza que la división del trabajo conduce a un aumento en la productividad por tres razones: la especialización lleva a una mayor destreza en una tarea, se ahorra tiempo al no cambiar constantemente de tarea y se permite la invención de maquinaria para aumentar la producción.

Este enfoque en la división del trabajo y la producción contrasta con las nociones económicas anteriores, como el mercantilismo y el pensamiento fisiocrático, que se centraban en el intercambio de bienes y la producción agrícola, respectivamente.

Adam Smith destaca la importancia de la fabricación y la productividad del trabajo como temas clave en su obra, que marcan una desviación de las corrientes de pensamiento económico previas.

Armonía de los intereses y gobierno limitado

Adam Smith observa que los participantes en la economía, como empresarios, consumidores y trabajadores, tienden a buscar sus propios intereses personales y beneficios económicos.

Smith introduce el concepto de la "mano invisible" que, a pesar de la búsqueda de intereses egoístas individuales, canaliza la conducta de manera que se genera un bienestar social. La competencia en el mercado juega un papel fundamental en este proceso.

La competencia entre los productores y consumidores conduce a una asignación eficiente de los recursos y a la reducción de los precios de los bienes.

Smith argumenta que la intervención del gobierno en la economía es innecesaria e indeseable en la mayoría de los casos. El gobierno debería limitarse a tres funciones principales: proteger la sociedad de ataques extranjeros, administrar la justicia y erigir y mantener obras e instituciones públicas que no sean rentables para los empresarios.

A pesar de su enfoque en el laissez-faire, Smith no descarta completamente el papel del gobierno y acepta algunas intervenciones razonables, como la regulación de los bancos, el control legal sobre las tasas de interés y la garantía de la seguridad del arrendatario agrícola.

Smith también aboga por la educación pública gratuita como una forma de contrarrestar los efectos negativos de la división del trabajo en la sociedad.

Para financiar las actividades del gobierno, Smith propone un sistema de impuestos proporcionales al ingreso, predecibles, uniformes en términos de momento y forma de pago, y que generen costos mínimos para el gobierno.

LEYES ECONÓMICAS DE UNA ECONOMÍA COMPETITIVA

Al desarrollar la economía de mercado, Smith desarrolló varias ideas que los economistas posteriores clasifican como leyes económicas. Ya se ha hablado de tres de esas ideas, la división del trabajo, la ley de la conducta egoísta y la ley de la ventaja absoluta en el comercio internacional. Otras leyes incluyen aquellas que tratan del valor y el precio; salarios, utilidades y rentas; el papel del dinero y la deuda, y el desarrollo económico.

Valor

Adam Smith plantea la "paradoja del agua y el diamante" para destacar la existencia de dos clases de valor: el valor en el uso y el valor en el intercambio.

El valor en el uso se refiere a la utilidad de un objeto en términos de su uso directo, mientras que el valor en el intercambio se refiere al poder de un bien para adquirir otros bienes a través del comercio.

Smith no resolvió la paradoja del valor y se centró en analizar el valor de intercambio, que determina el precio relativo de un bien.

Smith argumentó que el valor de intercambio o precio relativo de un bien está determinado por los costos de producción, lo que implica que las perlas tienen valor porque las personas deben sumergirse para obtenerlas.

Smith desarrolló una teoría del valor para economías tanto "primitivas y rudas" como avanzadas, considerando la acumulación de capital y la influencia de la tierra en la determinación del precio de los bienes en una economía más avanzada.

La teoría del valor-trabajo en una sociedad primitiva

Adam Smith argumenta que en una sociedad en la que el trabajo es el único recurso disponible, el valor relativo de un bien se determina por la cantidad de trabajo necesaria para producirlo.

Smith elabora la "teoría del valor del costo del trabajo", que sostiene que en una economía primitiva, el valor de un bien se basa en el trabajo requerido para producirlo. Si matar un castor requiere el doble de trabajo que matar un venado, entonces naturalmente un castor valdría dos venados.

Smith también presenta la "teoría del valor trabajo exigido", que establece que el valor de un bien para una persona que lo posee y desea intercambiarlo equivale a la cantidad de trabajo que puede adquirir o demandar con ese bien. Por lo tanto, el trabajo es tanto la fuente como la medida del valor de intercambio en una economía primitiva.

La teoría del valor en una economía avanzada

Adam Smith reconoce que el incremento de capital y la introducción de recursos de tierra en una economía invalidarán una simple teoría del valor basada en el costo del trabajo.

Smith plantea un ejemplo hipotético en el que dos bienes, A (papas) y B (hilo de algodón), requieren igual tiempo de trabajo para su producción, pero el bien B involucra una inversión significativa de capital. En este escenario, si ambos bienes se intercambian en el mercado, las personas preferirían producir papas, ya que no requeriría una inversión de capital importante y ofrecería el mismo rendimiento por hora de trabajo.

En una sociedad en la que la inversión de capital y los recursos de tierra son significativos, los bienes se intercambiarán a precios que cubran salarios, rentas y utilidades. Las utilidades dependerán del capital invertido. El valor de los bienes ya no se puede medir por la cantidad de trabajo en su producción, pero se puede medir por "la cantidad de trabajo que cada uno de ellos puede comprar o exigir."

Smith sostiene que, a largo plazo, la demanda no influye en el valor de los bienes. El costo de producción, que incluye salarios, rentas y utilidades, es el único factor determinante del valor. Esta proposición se basa en la suposición implícita de Smith de que la producción se mantiene a un costo constante por unidad de producción. La competencia reduce los precios a los costos, incluyendo una utilidad normal.

Sin embargo, Smith señala que si los costos de producción aumentan o disminuyen a medida que la industria se expande, el principio de que la demanda no afecta el valor se vuelve insostenible. Un aumento en la demanda puede resultar en un aumento o disminución del precio a largo plazo del bien, dependiendo de cómo cambien los costos de producción con la expansión de la producción.

Precio de mercado

Adam Smith distingue entre el precio intrínseco o natural de un bien y su precio de mercado a corto plazo. Los índices naturales de salarios, renta y utilidades en una sociedad o vecindario son los índices naturales de cada uno y determinan el precio natural de un bien.

El precio natural es el precio más bajo a largo plazo al cual los emprendedores ya no seguirían vendiendo sus bienes. Si el precio de mercado es superior al precio natural, más bienes llegarán al mercado y lo bajarán. Si es inferior al precio natural, algunos factores productivos se retirarán, disminuirá la cantidad suministrada y el precio de mercado subirá hacia el precio natural.

El precio de mercado depende de las fluctuaciones de la oferta y la demanda a corto plazo y tiende a girar en torno al precio natural de los bienes.

Smith también distingue entre el precio real de un producto y su precio en dinero o precio nominal. Incrementos en la cantidad de dinero en la sociedad pueden aumentar el precio en dinero de los productos y recursos, pero el precio real de un bien se mide por su demanda de trabajo, no su demanda de dinero. Un aumento en los precios no aumentará la demanda de un bien en términos de trabajo si los salarios también se duplican.

Salarios

Adam Smith abordó tres facetas del concepto de salarios: el nivel total de salarios, el crecimiento de los salarios a lo largo del tiempo y la estructura de los salarios.

Introdujo la teoría del fondo de salarios, que implica que los salarios actuales se pagan desde un fondo de capital circulante que proviene de los ahorros de los capitalistas y depende del ingreso de la producción previa y las ventas.

Los salarios mínimos deberían permitir a los trabajadores con familias sobrevivir y mantener la oferta de trabajo, pero cuando la demanda de trabajo aumenta, los salarios pueden superar este mínimo.

El crecimiento económico y la acumulación de capital son vistos positivamente por Smith, ya que llevan a un aumento de los salarios y se oponía a la doctrina de salarios bajos del mercantilismo.

Smith argumentó que mejorar las circunstancias de la mayoría de la población no es un inconveniente para la sociedad y es justo que aquellos que proveen bienes y servicios reciban una parte del producto de su trabajo.

Smith destacó que los salarios altos fomentan la salud y la fortaleza de los trabajadores y los motivan a desempeñar un trabajo de mayor calidad, lo que se conoce como economías de salario saltos o salarios de eficiencia en términos contemporáneos.

Smith reconoció que las negociaciones desempeñan un papel en la determinación de los salarios, y que en una sociedad con libertad, las ventajas y desventajas de diferentes tipos de empleo tenderían hacia la igualdad, basándose en la teoría de "igualar las diferencias" o compensación de los diferenciales de salarios.

Amenidad de la ocupación. Smith argumentaba que mientras más difícil, más sucio, más desagradable y peligroso fuera el trabajo, más altos eran los salarios pagados, si todo lo demás era igual.

Costo de adquisición de las capacidades y conocimientos necesarios. Smith señalaba que una máquina costosa debe producir un rendimiento que cubra tanto su costo inicial como las utilidades sobre la inversión. De manera similar, decía, el ingreso de las personas debe pagar por el costo de su educación y capacitación y todavía proporcionar una tasa de rendimiento sobre la inversión. Los trabajos que requieren más educación y capacitación pagarán salarios más altos que los trabajos para los que no son necesarias esa educación y esa capacitación. Esta teoría del capital humano en embrión es otra más de las contribuciones de Smith al pensamiento económico contemporáneo.

Regularidad del empleo. Smith afirmaba que mientras menos regular sea el empleo, más alto es el salario. Debido a que la mayoría de los trabajadores prefieren el trabajo regular al irregular, los patronos deben pagar una prima de compensación del salario a los trabajadores que se enfrentan a un considerable riesgo de desempleo y empleo.

Nivel de confianza y responsabilidad. Aquellos individuos, como orfebres, joyeros, médicos y abogados, en quienes se deposita una gran confianza, recibirán una paga más alta que las personas con trabajos que implican muy poca responsabilidad ante otros.

Probabilidad o improbabilidad de éxito. Aquellos que tienen éxito en ocupaciones en las que hay un gran riesgo de fracasar recibirán salarios más altos que las personas que están empleadas en ocupaciones caracterizadas por bajos índices de fracaso.

Utilidad

Adam Smith abordó el concepto de utilidad en la economía, destacando que las inversiones están expuestas al riesgo de pérdida, y el índice de utilidad debe ser lo suficientemente alto para compensar esas pérdidas y dejar un excedente para el empresario.

En países con un rápido progreso en riqueza, la competencia entre los negocios tiende a reducir el índice de utilidad, lo que permite vender bienes a precios más bajos, compensando salarios más altos.

El interés se manejaba como una deducción de la utilidad y debía ser ligeramente superior a las pérdidas ocasionales en préstamos.

Smith presentó varias teorías sobre la renta, pero ninguna de ellas era completa o totalmente acertada. Discutió que la renta entra en el precio de los bienes producidos en la tierra y que es el precio más alto que el arrendatario puede pagar después de deducir gastos.

Aunque la teoría de Smith sobre la renta es incompleta, su análisis de los salarios, las utilidades y las rentas es un intento de formular una teoría de la distribución funcional del ingreso, y fue un avance en comparación con las teorías de distribución presentadas por los fisiócratas.

Papel del dinero y de la deuda

Adam Smith estableció la tradición clásica de no enfatizar la importancia del dinero en la economía. Aunque el dinero es vital como medio de pago y facilita la circulación de bienes, no contribuye directamente a la producción o la riqueza de una sociedad.

Smith argumentó que el dinero, como el oro y la plata, es como una carretera que permite que los bienes se lleven al mercado, pero en sí mismo no es productivo. La producción de papel moneda costaría menos que producir oro y plata, y siempre que el papel moneda sea redimible en metales, una pequeña reserva de metal sería suficiente.

Smith refutó el exagerado énfasis mercantilista en la acumulación de oro, argumentando que un exceso de oro exportado era innecesario y se debía considerar como cualquier otro bien consumible. En su lugar, Smith enfatizó que la cantidad de dinero en circulación debía ser adecuada para las necesidades de la economía.

Smith expresó su preocupación por el crecimiento de la deuda pública y los impuestos requeridos para pagar el interés de esta deuda. Temía que los impuestos gravosos llevaran a los comerciantes y fabricantes a invertir su capital en el extranjero, en detrimento de su propio país.

Smith hizo un pronóstico pesimista de que el crecimiento de la deuda pública a largo plazo podría arruinar a las grandes naciones de Europa. La deuda inglesa que le preocupaba en su época era de 129 millones de libras británicas, y Smith temía las consecuencias económicas de esta carga de deuda.

Desarrollo económico

Adam Smith consideraba la economía como un todo y enfatizaba el crecimiento y desarrollo económicos como objetivos fundamentales.

Smith identificó la división del trabajo y la acumulación de capital como los dos factores principales que promueven el crecimiento de la riqueza de una nación.

La división del trabajo permitía la introducción de maquinaria para aumentar la productividad al descomponer tareas complejas en tareas más sencillas.

La creciente especialización del trabajo y la acumulación de capital aumentan la productividad, lo que a su vez incrementa la producción nacional y, por lo tanto, la verdadera riqueza de la nación.

El aumento en la producción nacional amplía el mercado, lo que a su vez permite una mayor especialización en el trabajo y promueve el comercio internacional.

La acumulación de capital también tiene un impacto positivo en los salarios, ya que un mayor fondo de salarios se traduce en salarios promedio más altos.

Smith distinguió entre trabajo productivo y trabajo improductivo, considerando a los primeros como aquellos que agregan valor a los bienes y a los segundos como aquellos que ofrecen servicios que no se acumulan ni se almacenan. Aunque esta distinción puede parecer desactualizada, Smith la utilizó para enfocarse en la acumulación de capital y el crecimiento económico.

A pesar de su confusión sobre trabajo productivo e improductivo, Smith hizo una contribución significativa a la comprensión de los factores que conducen al crecimiento de la riqueza de las naciones. Su enfoque optimista y su creencia en la armonía de intereses individuales en un mercado libre y competitivo destacan su visión optimista sobre el futuro económico.

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