Hoy tocó verse al espejo y darse ánimos. No siempre habrá alguien motivándote, no siempre habrá un “estoy orgulloso” de alguien externo. Hoy tocó levantarse del suelo.
“Llevaba tanto tiempo escondiendo esta intensidad en el pecho que se me había olvidado que hace parte de mí. Y sobre todo, que me hace sentirme genuinamente feliz expresarla con quién me nace.”
Amar a alguien es arriesgarse constantemente con tus emociones. Cuando encuentras a la persona adecuada, con la que sabes que quieres estar, esa persona vale la pena el riesgo.
Aquí estoy viendo caer la lluvia desde la ventana, y dentro de mí una tormenta que ruge con truenos y relámpagos. Concluyo que estamos hechos de estaciones, o solo yo.