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Yo. Nuevamente.

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24 de abril de 2024 a las 7:50 p.m.

Ojalá no tener que salir mañana, ni afrontar al mundo. Me hace sentir muy nervioso la idea de que, nuevamente, tendré que ir a la universidad y fingir que mi carrera actual, luego del fracaso que fue la anterior, y de los fracasos que estoy teniendo en esta, es definitivamente lo mío. (‘Spoiler’: No lo es, querido lector. Siento que fingir tanto, en lo académico, me ha llevado a un estado en el absolutamente nada me apasiona. Siquiera las artes). Pero tampoco deseo quedarme en casa todo el día, como cada día de lo que va del año.

Yo deseo vivir en mis sueños. Desaparecer de aquí para aparecer en una hermosa casa de campo en la que él esperaría por mí para hacer limonada todo el día, planificar viajes y sanar juntos. Sentir sus manos en mi cintura, y el olor de su cabello recién lavado. Escucharlo pronunciar mi nombre nuevamente. Sentir que existo más allá de los horizontes de mi cuerpo.

Deseo vivir en mis sueños.

[michaelbhen]

24 de abril de 2024 a las 06:46 p.m.

Probablemente sea el clima, o la melancolía buscando algo de calor bajo las capas de mi piel —de hecho, existe una palabra en italiano para describir a aquellos quienes son afectados por el estado del día: ‘metereopaticos’—, pero hoy he estado teniendo esta sorda y profunda sensación de que terminaré, prácticamente, en ninguna parte. De que jamás seré capaz de abandonar este lugar, y estaré destinado a dejar de ser (perecer de forma nostálgica) bajo el mismo atardecer de siempre.

No soy lo suficientemente valiente, hábil o centrado como para conseguir un trabajo y ocupar mi mente todo el día; o valerme por mí mismo como ya muchos de mis compañeros, de preparatoria, lo han estado haciendo estos últimos dos años. No lo sé. Quizá haber asistido al casting en la Ciudad de Las Artes hubiese hecho algo también; o, simplemente, afrontar la vida.

En este último sentido, debo confesar algo: mi vida es el mayor de mis fracasos. Mejor dicho: es el fracaso más grande de mi vida, y de la vida de mis padres —y de sus padres también.

¿Y quién quisiera quererme por eso? Incluso él me dijo que no podría estar con alguien que no supiese apreciar su vida. Mi primer novio. Y es cierto: todos hombres de los que me he enamorado jamás podrían ser con alguien tan profundo como yo […].

[…] Siquiera los más incrédulos desperdician sus días de esta manera. O pordioseando el amor de otros seres humanos. Y El fin del mundo es tan mío. Y… oh, es verdad: no valoro mi vida. No tengo respeto por mi existencia. Cumplí 22 años en enero, y no me siento agradecido con dios. Mis latidos se sienten tan distantes.

[…] y deseo morir pronto, y doblemente.

[michaelbhen]

"De mi cuerpo descompuesto crecerán flores, y yo estaré en ellas; eso es eternidad"

---------Edvard Munch

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04 de abril de 2024 a las 12:13 o.m.

Dejarte ir es lo mejor para mí, citadino. La brecha que existe entre tu sanidad y la mía nos impide empatizar con las palabras del otro. Sin embargo, aún no puedo estar cerca de ti sin sentir que, alguna vez, volverá a existir mi nombre en los confines de tus sueños.

Pero tú y yo jamás volveremos a ser.

[michaelbhen]

01 de abril de 2024 a las 05:05 p.m.

Jamás seré amado por el amor de mi vida, ni por el hombre que decidí amar el verano pasado. De hecho, ninguno de los dos jamás vendrá y me consolarán por no amarme como yo los amé, y he estado amando. Jamás me necesitarán para vivir como yo necesito pensar en ellos para seguir soñando. Y nunca volverán a pensar mí, incluso en ocasos como este, para recordar que son seres dignos de amor…

…Y jamás considerarán dos veces amar a otras personas como ya lo hicieron. Siquiera tres meses serán necesarios para que sigan adelante. Nunca tendrán la iniciativa de encontrar este perfil, y jamás entenderán estas palabras. Siquiera me buscarán para cuando olviden sus nombres propios. Ellos dos son, definitivamente, hombres que están muy fuera de sí. Yo estoy ahogado en mí mismo, y en el pasado. No existo fuera de mi mente.

Bjorn Kattestaart y Mart Schutte.

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01 de abril de 2024 a las 09:29 a.m.

Habitan los sueños en los latidos del alma. Los sueños son deseos de otras muchas vidas. «Muchas otras vidas» son el sueño de aquellos que viven en el pasado. El pasado no existe en este plano de la realidad. Un choque de realidad se escabulle, sigilosamente, al pensamiento central. Los sueños se condensan en la cúpula del pensamiento. El pensamiento piensa un poco sobre la realidad verdadera. La realidad verdadera agrieta la mirada. Por la destrozada mirada escapan los sueños en estado líquido. Los sueños son salados como el agua del mar. Salada es la sensación de aceptar la vida propia. El ser reacciona al encontrarse en las fronteras de su mente y la realidad. El alma se evapora. Muere un sueño.

[michaelbhen]

01 de abril de 2024 a las 08:53 a.m.

Desde el 17 de marzo he soñado, al menos, dos veces con él, y una con el fantasma de a quien quise antes de él. Soy asechado por los fantasmas de tiempo. Y el tiempo, dentro de esos sueños, se siente extremadamente denso e infinito. Cuando regreso a lo que, sospecho, es el mundo real, siento un profundo vacío cargado de nostalgia y quiméricos deseos. Es el hoyo negro de los sueños de lo que pudo ser y, simplemente, no fue.

Es como si mi cerebro me llevase a lo largo de una inmensa galería de vidas, y me mostrase todo lo que yo pude haber tenido si, al menos, una cosa fuese diferente. Y me hace sentir algo desesperanzado con mi proceso de sanación.

Me pregunto si alguno de ellos dos habrá sentido este mismo sentimiento. Probablemente jamás soñaron conmigo a la semana de haberme dejado ir.

[michaelbhen]

17 de marzo de 2024 a las 01:35 a.m.

“Destiny does as destiny does”. Esa fue tu cortante respuesta ante todas mis cartas de nostalgia y amor —respuesta que, aún en este tiempo, parte de mis sueños no asimila que fue escrita por ti: aquel místico y cálido ser del que surgía todo el amor.

Lo confieso: tengo la horrenda costumbre de idealizar a aquellos que viven en el pasado; y tengo miedo de jamás volver a encontrar a alguien que me haga sentir como tú. Que no me ame como tú. Que no sea tan alto como tú. Que su voz no sea tan profunda como la tuya, o que no experimente al mundo de la misma forma en que tú y yo, por fortuna, lo hacíamos. Y… he estado cayendo en cuenta de que, en muy pocas ocasiones, realmente me he sentido conectado con aquellos hombres que alguna vez me han pretendido. O que, siquiera, se han atrevido a llamarme «amor mío». Cuando pienso en ello, sólo puedo imaginar esto: el arte de llenar este vacío con cualquier presencia humana…

…Y luego de pensarlo mucho, y de haber sufrido como nunca, y haberte soñado tanto, y escrito un millón de cartas, y observado más de 40 atardeceres seguidos, e inundar toda la ciudad de Panamá —desde la ventana del apartamento 312 del hotel Ojos Del Río— con estos ojos míos que, en mucho tiempo, quizá no dirán nada: te dejaré ir, mi Mart. Y es cierto: cada vez es más notorio el hecho de que esos, que conversaban todas las noches sobre sueños y viajes, ya no existen. Este amor trasatlántico se pierde al subir la marea;y tú ya no eres ese ser de quién yo me enamoré. Él aún sigue queriéndome en alguna parte del universo. Y yo ya no soy ese chico de quién te enamoraste (si es que alguna vez lo hiciste a la misma profundidad que yo).

…Y lo he entendido cada vez que pienso en lo mucho que recuerdo los iris de tus ojos: este amor ha continuado vivo, y siendo uno en este mundo, porque esta alma mía ha soñando con él cada noche. Así, sé también que aún existe alguna canción, en alguna parte, que ha protegido a este nostálgico sueño del paso del tiempo, y la muerte. Pero, como sabrás, sólo muere el amor que ha dejado de soñarse…

…Pero vivir con este sueño es no vivir como un ser humano. Otorgarle a estos latidos el sonido de tu voz es fundirse con alguna esquirla del pasado que aún vive en mi alma. Entonces decido darle suicidio espiritual a todas esas quimeras de amor por ti. Al amanecer, abriré una fisura en mi pecho, y dejaré que este amor se escape y pierda con el tiempo que jamás regresa. Que se transforme en alguna otra cosa, y desapareza en los confines de los años, y su esencia se vuelva mustia con la nostalgia de todos esos amores que nunca pudieron haber sido…

…Y te deseo lo mejor del mundo, Mart. Ojalá este persona especial te dé aquel amor que tanto mereces y buscas. Ojalá cumplas todos esos deseos que alguna vez confiaste en mí. sin embargo, sería muy poco pasional de mi parte desearte lo mejor del mundo. Es por eso que te maldigo, amor mío. Te maldigo para que me encuentres en todos los lugares del mundo: en la luna menguante, en la canela recién molida; en todos los tonos de verde y en cada tipo de nube que llueva sobre las mediaciones de Hardenberg. Te maldigo para que pienses en mí cada que conozcas a alguien cuyo nombre rime con el mío, y en cada palabra que exista, tanto en neerlandés como en español, y utilices en tu día a día. Te maldigo para que me recuerdes cada vez que suene el coro de ‘Kyoto’, y para que me veas, Incluso, en las conversaciones sobre el universo —y que tu único consuelo sea el pasado que jamas podrás tocar.

Te maldigo para siempre, amor mío.

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08 de marzo de 2024 a las 10:39 p.m.

«No importa si cuando llama el amor yo estoy muerta.

Vendré.

Siempre vendré si alguna vez llama el amor».

–Sabes perfectamente a quién le pertenece esto.

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08 de marzo de 2024 a las 11:59 a.m.

Estoy nostálgicamente aceptando la realidad de los hechos. Pero pienso, constantemente, en el áspero sonido de su voz. Y pienso también en ti. Me pregunto qué tendrás tú que habrá llamado su atención. Probablemente la cercanía y el idioma jugaron a tu favor. En este sentido, el no tendría que traducir su amor. Y eso me duele tanto.

Aún así, te pido algo: ¿podrías cuidarlo por mí, por favor? Él aún sigue siendo el amor de mi vida. Y yo aún recurro a ese amor a través de mis sueños.

Sus latidos significan mucho para mí.

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07 de marzo de 2024 a las 06:01 p.m.

Hoy el pasado volvió a filtrarse en mi mente a través de las grietas de mi mirada. Eran somnolientas y distantes las fisuras del recuerdo. Pensé en aquella vez que él talló mi inicial, y la suya, sobre una pequeña roca que formaba la punta de una torre de piedras en alguna playa de Czechia que no conozco.

Quizá esté adjudicándole un significado metafísico a esto, pero no puedo evitar pensar que su amor, y el mío, aún existe en este mundo. Sólo que él no lo sabe. Decidió dejar de saberlo.

Y pienso en que ese hermoso hombre ya no existe. No es él a quién amo. No es él quien busco amor en alguien más. Él murió a comienzos de Diciembre. Y yo me siento en un continuo estado de luto. Abrazándome como mis costillas.

[michaelbhen]

07 de marzo de 2024 a las 01:53 a.m.

Ojalá la vida nos hubiera regalado más tiempo. Realmente necesité escucharte decir que todavía me querías.

(Y aún me pregunto si me extrañas aunque sea un poquito. De mi parte, pienso en ti constantemente).

[michaelbhen]

04 de marzo de 2024 a las 05:02 a.m.

Siempre me dolerá recordar aquel día en el que le mostré mis pensamientos, y él me dijo que no podría estar con alguien que no supiese apreciar su vida. Mucha penumbra. Y me sentí profundamente solo. Hasta el día de hoy no puedo dejar de preguntarme «¿cómo pudo decirme eso el amor mío? […]

[…] ¿Y por qué lo haría?».

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04 de marzo de 2024 a las 2:34 a.m.

«No quiero ser esclava de la nostalgia, pero me da miedo ser la única que recuerde […] todo este amor […]».

– A quien sea que corresponda la autoría de una viruta de mi nostalgia.

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03 de marzo de 2024 a las 11:56 p.m.

Dios. Dios mío. ¿por qué?

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03 de marzo de 2024 a las 11:43 p.m.

La noche es profundamente oscura. Los astros se desvanecen en la lúnula del recuerdo. Le rogué al tiempo, desde todas mis vidas, pedirle que no me deje morir sin antes haber observado sus dilatadas pupilas. Necesito que él sepa que yo aún existo. Que no me deje ir sin antes haber experimentado su voz. Anhelo que él escuche a mi alma latirle aquellos sueños por los que he vivido. Necesito que su corazón sepa cuánto lo amo; que significa todo para mí.

Pero él no me quiere ver. No desea saber que yo existo. ¿Y… por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué él no me ama, si yo lo amo tanto?