magasalvaje

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a veces tengo tantas cosas en mi mente y en mi corazón y me crece un deseo de escribir tan urgente, pero, no tengo muy claro que (me) quiero decir ni logro discernir qué cosa es más importante y requiere mi atención y en ese proceso, pierdo el impulso, me quedo sin escribir y con una pequeña sensación de frustración, como si me estuviera aguantando una necesidad física. Últimamente intento sostener una relación fluida y libre con la escritura, dejando que mi cuerpo la busque por instinto, permitiendo que el flujo de palabras salga cuando quiera salir, cuando estén listas, no cuando creo que deberían salir y me convenzo de que quiero escribir y no, no quiero. Con la fluidez a la que me refiero, lo que quiero es confiar en mi energía creativa que sabe cuando debe salir y cuando debe resguardarse, nutrirse y procesar. A veces siento y lo he escrito en mi diario, que busco a la escritura en un afán desesperado por exorcizar y desaparecer un sentimiento y no quiero convertir esta parte tan importante de mí en un escape de mí, no quiero poner expectativas sobre lo que debería darme, no quiero que escribir contenga la responsabilidad de resolver algo porque lo que busco cuando escribo es ser, sentirme, pensarme, acompañarme, abrazarme, cuidarme, escucharme, ser compasiva conmigo misma, expresarme radicalmente, descubrirme, explorarme, conocerme, planearme. Quiero que escribir sea una fuga a este sistema de mierda, un refugio que construyo constantemente y no un lugar para seguir reproduciendo lo que el mundo me impone: productividad, deber ser, alineación, perfección, afán, lucha. Por eso es que, conscientemente, he decidido que solo voy a escribir cuando sienta ese feroz instinto y en vez de pensar en por donde y cómo empezar, estoy empezando a dejar que la mano y el alma tomen su curso y me llevan hacia donde necesito ir. Escribir es un viaje, definitivamente. Y es el viaje que amo y que elegí.

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magic.

my favorite type of love🖤❤️.

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SOBRE LA CONTRADICCIÓN Y LA INCOHERENCIA HUMANA. wow, hay tantas cosas dentro de mí que quieren salir en forma de palabras que realmente no sé cómo ni por donde empezar, he tratado de ser muy paciente conmigo misma las últimas semanas, dejándome sentir y procesar antes de escribir y reflexionar, reconociento los síntomas de mi cuerpo frente a las emociones que despiertan las verdades sobre mí misma que he estado descubriendo y asumiendo desde hace meses, pero que se han intensificado estos últimos dos meses. Lo que va del año ha sido interesante, intenso y por momentos/días, caótico. Me siento habitando una contradicción y una incoherencia infinita, lo que por un lado me conecta con mi más pura humanidad y por otro lado me genera culpa, que me lleva a la autoexigencia. Quiero tantas cosas a la vez y necesito encontarle un orden a mi deseo, un paso a paso para acercarme a la congruencia conmigo misma. Sí, creo que esa era la palabra que estoy buscando vivir con seriedad, congruencia. Es difícil encontar el balance entre el ser flexible conmigo misma y el ser disciplinada con mis rutinas, es difícil hacerme consciente de patrones de comportamiento obsoletos y no saber cómo empezar a actuar diferente, es difícil darme cuenta que aplicar mis aprendizajes terapeúticos está costando mucho más de lo que creí. Es difícil reconocer ciertas partes de mí que no quiero ser, pero hacen parte de mí, también soy eso. Lo puedo cambiar, sí, pero soy el antes del cambio, el durante—que es donde me encuentro ahora— y el cambio en sí mismo, cuando esté completamente integrado en mi vida. No puedo negarme ni cerrarme a ninguna etapa porque es como ignorar un pezado de mi ser y pretender que así lo elimino y la vida me ha enseñado ya de tantas formas que todas las versiones que he sido, aunque sea cortísimas, son importantres y tienen una razón de ser, ignorarlas es ignorarme y perderme la gran oportunidad de conocer más de mí y de los por qué, que tanto me apasionan/aprisionan. Hace días volví a leer un fragmento de un poema de una artista que sigo en instagram, ''toca ser tan dichosos como tristes'', el poema completo es hermoso y tan humano. Me gusta volver cada tanto a ese fragmento porque me recuerda todo, el misterio de la vida. Aunque mi dimensión intelectual y mi ego se sientan confundidos e ignorantes, hay una parte de mí que sabe que en el fondo del caos, hay un orden que se está gestando y encontrando la forma de equilibrar mi vida, mi ser. Hay cosas por cambiar, transformar, mejorar, renunciar. Hay cosas por cuidar, empujar, fortalecer, encausar. Hay tanto que se está getando y muriendo adentro de mí que me entran ganas de mandar todo a la mierda, pero esa no es una opción. El compromiso principal que tengo en este momento es asumir la total responsabilidad de mi vida y este compromiso puede ser tedioso, abrumador e intenso, sin embargo tare recompensas que se van cosechando lentas pero seguras: libertad, autonomía, autenticidad, cuidado y gozo. Por ahora no tengo nada resuelto, tengo miedo y vértigo por todo lo que ha de traer, eventualmente, la incertidumbre que cargo y que no se si tomarla como una amenaza ( a mi necesidad de control, por supuesto) o un regalo que enseña a fluir, fluir con consciencia y presencia. Estoy habitando la incoherencia de querer compartirme mucho más con mis seres amados y querer psar más tiempo a solas y en silencio, querer compartir lo que escribo y temer la pérdida de intimidad de mi escritura si eso pasa. Querer direccionar mi futuro sin perder de vista al sagrado presente. Querer mostrarme vulnerable con quien me sienta seguro y sentir la resistencia de mi cuerpo ante un acto que siempre ha sido tan lejano para mí. Querer descansar más y al mismo tiempo querer salir, conocer, experimentar. Querer explotar y estar en calma. Querer llorar y que las lagrimas no se asomen. Quiero tantas cosas ahora mismo y debo enfocar mis prioridadades, quiero enfocar mi deseo, quiero enfocar mis acciones, quiero enfocarme en mí.

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mi sueño.

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YO SOY.

[escrito el 14/12/2023] Estoy en el trabajo, hace unos minutos fui al baño, me miré en el espejo, me dije que todo iba a estar bien y creció una ola dentro de mí, decidí escucharla, me volví a encerrar en el baño y lloré con ganas, esas lagrimas salieron de forma tan orgánica y fluida, no fueron lágrimas de tristeza, ni lágrimas de rabia. No sé exactamente de donde vinieron, pero se sentían tan urgentes, tan necesarias. Mientras lloraba, pensé en muchas cosas: en lo excesivamente difícil que está siendo para mí reconocer y asumir la forma en la que me relaciono con mi familia, ver mi parte dentro de todas nuestra dinámicas, darme cuenta de lo condicionada que ha estado mi vida frente a mis vínculos principales; en los procesos fuertes y aprendizajes que me trajo este año, esta edad; en la relación que tengo con la ansiedad; en las transformaciones que he cultivado en la relación que tengo conmigo misma, en mis feroces ganas de vivir y en mi profundo miedo, que se aunque se diluya de a poco, es un compañero muy presente. También pensé en mis abuelas, en lo mucho que las extraño y en su presencia espiritual. En la compasión radical que quiero tener conmigo. Pensé en tantas cosas de mi vida mientras las lágrimas y las emociones salían. Llorar es una experiencia tan catártica y liberadora, no sé por qué me niego tanto a hacerlo. Ayer por ejemplo, mientras hablaba con mi psicóloga sobre mis procesos, sentía ganas de hacerlo, pero por alguna razón no salían. Me es mucho más cómodo llorar en soledad, pero es algo que quiero cambiar, quiero atreverme a ser vulnerable en comunidad, no tener miedo de mostrarme frágil y dejarme sostener por personas que me aprecian y están dispuestas a cuidar de mí. No tengo que hacerlo sola. Soy una mujer bastante compleja y quiero abrazar esta gran complejidad que me habita, darle lugar a todas las voces que hay en mí, permitirme ser quien soy sin querer y buscar ser otra cosa. Me siento muy sensible ahora mismo, muy despierta, muy emocional y con todo mi corazón, quiero dejarme sentir, dejarme ser. Permitir que salga todo lo que tenga que salir y hacerle espacio para que me den los mensajes que se que guardan, dejar de huirle a la incomodidad.

En las últimas dos semanas, he experimentado un llamado de mi cuerpo, se manifiesta en síntomas. Dolores de cabeza, una que otra noche de insomnio, un deseo sexual exacerbado, corazón acelerado y una reaparición—mucho menos intensa que antes, lo reconozco— del miedo. He sentido el llamado cuando salgo de mis sesiones de psicoanálisis, en la necesidad que me nació este año de incorporar el movimiento constante a mi cotidianidad y decidí meterme al gimnasio, cuando estoy sola en mi cuarto, pongo música y bailo sola por unos minutos, cuando me quedé sola en casa hace unas semanas y me puse a cantar a todo pulmón las canciones de Briela Ojeda, cuando en la temporada escorpio, sentí que mi cuerpo me pedía orgasmos todo el tiempo y recientemente, el llamado se ha intensificado con la toma de dos microdosis de psilocibina. Ahora, mientras escribo esto, puedo darme cuenta de que, tal vez, mi cuerpo me está sacudiendo con fuerza para que yo lo atienda, lo escuche y le de voz.

La microdosis —que espero hacer un ciclo con ellas en el 2024— logró intensificar todo mi mundo emocional, y a las patadas, porque en verdad no ha sido nada fácil, al principio, las dos tomas crearon bastante turbulencia en mi interior, pero me está ayudando a salir del sobre pensamiento, a salir de la mente para conectarse con el sentir, con el cuerpo, con mis sensaciones físicas, con mi chakra garganta y corazón, que son mis brújulas, con las emociones que a veces se sienten como intrusas pero comprendo que es la manera que han encontrado para que yo las vea y no continúe ignorandolas, como antes acostumbraba a hacer, con mi entorno, la naturaleza, los seres humanos que acompañan mi caminar, mis recuerdos, mi historia. He pasado la mayor parte de mi existencia, viviendo desde el pensamiento-sentimiento y acción lógica, desde una estructura mental muy rígida que quería clasificar y entenderlo todo para no tener que sentirlo y atravesarlo con a través de mi cuerpo emocional y espiritual, desde un ego arraigado, terco y casado con el arquetipo de víctima que no me permitía habitarme en el placer, en la ternura, en la suavidad, en el error, en el perdón. Mi mente ha sido una gran aliada que me ha dado grandes posibilidades, capacidad de aprendizaje y un conocimiento que me deja boquiabierta a veces, pero también ha sabido ser mi enemiga, mi zancadilla, mi mala influencia. Haberle dado tanto espacio a la mente por encima de mis otras dimensiones, haberle creído por tanto tiempo a las trampas del ego, haberme relacionado con mis vínculos(inclusive el propio) desde un lugar de idealización, competición, victimismo y miedo ocasionaron que en mí se creara una desconexión con mi intuición, mi sensibilidad, mi sensualidad y mi soberanía. Durante este año, herramientas sanadoras como la psicoterapia, la escritura, el mantra YO SOY, el cannabis, los hongos, la autoindagación, las nuevas amistades, las conversaciones profundas que he tenido con mi pareja, mi mejor amiga, mi mamá y mi hermana; también las experiencias dolorosas y transformadoras como la muerte de mi abuela Edilma y mi abuelo Juan, y tantas cosas que he ido integrando con mucha lentitud, me han dado estas enseñanzas sobre mí que no han sido cómodas, ni rápidas, ni fáciles de asumir, todo lo contrario, pero también nació en mí esta seguridad en la vida, en lo divino, en mis guías espirituales, que me brinda una certeza de que todo lo que estoy viviendo, así debe ser. Aunque duela, aunque queme, aunque de miedo, aunque me resista, aunque parezca que no tiene un sentido claro, aunque me sienta diferente, aunque los otrxs no lo entiendan, aunque a veces me sienta hundida y confundida, a pesar de todo lo difícil que esté haciendo confrontarse, conocerme, cuestionarme, cambiar, romper patrones, es lo que necesito vivir, es el camino que me está trayendo de vuelta a mí, es la siembra de los frutos que ya han llegado y los que sé que llegarán, es la limpieza de mi propio jardín que algún día estará decorado a mi medida.

Elijo creer en mí. Elijo estar disponible para mí incondicionalmente, elijo escuchar a los llamados de mi cuerpo y alma, elijo reconciliarme y perdonar una y otra vez a mi mente/ego y brindarme compasión en el proceso, elijo soltar la culpa para asumir la responsabilidad de mi vida, elijo seguir buscando(me), elijo mi propio camino, mi propio lugar, mi propio ser. Me elijo a mí. SIEMPRE.

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el dolor y la incomodidad como portales.

Uff, no sé ni por donde empezar. Tengo meses sin dejar mis registros por aquí, incluso he considerado abandonarlo y retomar en otro blog, más moderno y con más personas escribiendo. Aquí ya casi nadie escribe y eso, a veces, me aburre. Quiero leer a más mujeres que deciden confiar en la escritura para documentar su experiencia de vida, mujeres de diversos contextos, edades y formas de pensar. Leer a mujeres es una de mis cosas favoritas en la vida, me regala una lucidez, una compasión y una sensación de conexión única, que no encuentro en otras partes. Motivada por las newsletter a las que estoy suscrita, quería irme a otra plataforma para sentirme más cerca a otras mujeres escritoras, pero, recientemente, una amiga creó su cuenta en tumblr, me compartió su primer escrito y leerla fue tan inspirador y conmovedor para mí, que me recordó por qué, inicialmente, decidí crear un blog. Va mucho más allá del lugar digital en el que escribo, este es solo el contenedor, el espacio que me facilita mi expresión, lo que realmente importa, está dentro de mí. Leer a Cami acá me hizo ser consciente de que no estoy lista para abandonar este blog, hay tanto de mí aquí. Seguiré leyendo a otras mujeres en distintos formatos, e-mail, blogs, post de instagram, libros físicos, libros digitales, etc, pero aquí seguiré, hasta que sienta que el ciclo termine y decida mutar a otro espacio virtual.

Hoy es primero de noviembre, estamos en temporada de escorpio, mi luna natal y claramente, mis emociones están muy despiertas e intensas; más que entenderlas, quiero sentirlas. Sentir con todo mi corazón abierto y dispuesto a entregar y recibir, sentir con fuerza y mirar de frente a mi interior, dejar de correr, dejar de huir, confrontarme compasivamente y poner toda mi atención y presencua en lo que está pasando dentro de mí. No es fácil y no es algo que me fluya con naturalidad, se siente más natural bloquearme y estar en automatico, pero, soy muy consciente de que es una actitud insostenible para mí y solo crea cúmulos de malestar que terminan explotando de formas inesperadas y agresivas. Esta mañana conversaba sobre eso con mi compañera de trabajo, no hay forma de que yo retroceda en este camino de abrir mi corazón y conectar con mi mundo emocional, que es ampliooo, profundo y tan real. No hay forma de que yo elija volvera vivir desde la evasión y el miedo, son lugares que conozco perfectamente y no quiero volver ahí. Permitirme sentir a veces se torna tan incómodo y genera una sensación física tan extraña, que noto como inconscientemente, me resisto y nuevamente, intento cerrarme o efectivamente lo hago. Sin embargo ahora cuento con el poder del autoconocimiento y la elección y cada vez que me percato de que estoy reproduciendo este patrón, lo suelto. Una y otra vez y no niego que cansa y frustra, pero es muchísimo mas agotador y agobiante quedarme en un estado de frigidez mental y emocional permanente.

En dos meses, exactamente, cumplo 24 años y tengo tantas cosas que sentir y decir sobre el dosmilveintitrés. Este ciclo de mi vida ha sido sumamente caotico, enriquecedor, confrontador, doloroso, armonioso también, he experimentado caos internos que, eventualmente encuentran su orden. Mi abuelita falleció y ahora no tengo abuelas vivas, la estoy duelando con mucha calma. Me gradué de la universidad, cumplí tres años con mi novio, encontré un trabajo que me gusta y está alineado con quien soy hoy, he avanzado en mi proceso terapeutico, he escrito mucho, comí hongos y pude experimentar su poder y mi propio poder. Ha sido un año intenso, y ahora, en noviembre y bajo la influencia escorpiana, me siento bastante sensible y nostalgica, mi camino no ha sido sencillo, he atravesado tantas cosas, tanto miedo y tanto dolor, pero, sin duda, toda la oscuridad de los últimos años/meses me ha dado un entendimiento de mi misma, una sabiduría y una conexión con el todo tan sagrada, que empiezo a ver esa oscuridad que hay dentro de mí, esa sombra que me acompaña desde siempre, como una maestra que me ha guiado hacia mis deseos, mi amor, mi belleza, mi profundidad, mi ser. No puedo estar en guerra con el dolor y la incomodidad porque también son mis amigas, están y estarán. Estoy emprendiendo un nuevo camino ahora, el de la aceptación radical. Aceptación de la realidad, tal cual es. Aceptación hacia mi familia, a todes, con sus luces y sombras, especialmente a mi mamá. Aceptación de los tiempos del universo, por decirlo así. Aceptación de las bendiciones que me llegan, no cuando yo las quiera, implore y necesite, si no cuando esté lista y dispuesta a recibirlas y compartirlas. Aceptación de esa energía que me sostiene, de Dios. Aceptación hacia la vida en general y absolutamente todas sus manifestaciones y también, aceptación de la muerte: física, de creencias, de hábitos, de relaciones, de espacios, de patrones y dinámicas que no me permiten evolucionar, en fin, A C E P T A C I Ó N. Ese es uno de mis propósitos en este momento de mi vida y quiero seguir cultivandola con completo compromiso y entrega. Hoy, dentro de una hora, tengo sesión con mi psicologa y espero encontrar claridad y compasión hacia mí, le estoy cogiendo mucho amor a ese espacio.

#autocuidado #psicoterapia

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Son tantos los procesos de duelo y cambio que estoy viviendo, que me cuesta aceptarlos en totalidad y entregarme a la experiencia de dejarme marchitar, dejarme sentir y dejarme ser; ayer noté esa resistencia, cuando me encontré buscando excusas para cancelar mi sesión de psicoterapia. El auto saboteo es un tema que estoy abordando con seriedad y profundidad. Hace un tiempo que estoy familiarizada con el concepto, lo escuchaba en conversaciones, lo leía en post, situaba a mis amigas y familiares allí, reconocía el concepto como algo muy humano y presente a lo largo de la vida, pero por alguna razón —que me encuentro indagando— no lo relacionaba directamente conmigo. En verdad sentipensaba que no tenía que ver con mi historia y mis decisiones, que mi mente era fuerte, que el saboteo venía del exterior y nunca de mi misma, ahora se un poco de donde viene esa distancia auto impuesta con el concepto y tengo que reconocer que me está costando mucho asumirlo.

Hace semanas, en medio de una sesión con mi psicóloga en la que hablábamos de el nivel de estrés y ansiedad que me genera el miedo y la preocupación irracional constante, que es algo que me ha acompañando la mayor parte de mi existencia, Mari mencionó que toda esa atención, energía y disposición que le dedico a anticiparme a las situaciones y preocuparme por cosas que estás fuera de mi control, representan una forma de autosabotaje inconsciente y ahí fue, en ese instante, en el que por fin pude ver; ponerle el apellido de inconsciente me dio el espacio que necesitaba para empezar a navegar esas aguas, no es sencillo aceptar que mis patrones no resueltos me han llevado a profundos estados de confusión, miedo y fragilidad mental. No es sencillo confrontarme, pero no desde la rabia y la impotencia por haberme puesto mi propia zancadilla en múltiples ocasiones, sino desde la compasión y compresión hacia mis antiguas versiones que solo estaban buscando protegerme con las herramientas y el conocimiento que tenían disponible en ese momento.

Ahondar en esto ha generado una sensibilidad y sensación de resistencia en mí. Mi diálogo interno no es tan suave, paciente y dulce como me gustaría y tambien me he encontrado con que tengo que construir nuevas formas de cuidarme y escucharme y que si quiero enfrentar, avanzar y abrazar este proceso, tengo la responsabilidad de estar cien por ciento disponible para mí, sin excusas, estar siempre de mi lado, aún cuando tenga sentimientos desagradables y no me caiga muy bien.

#cambios #angel number 555 #autosabotaje #psicoanálisis

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amándote ❤️‍🩹

Tu amor me hace mucho bien, papasito🌱💚

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healing is never ending

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🍀 333 🍀

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Tengo las maletas listas pero no me quiero ir…

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Junio 20, 2023.

Hoy estoy de aniversario con el negro. Ya son 3 años juntos. El tiempo es algo que se desvanece y sin embargo, su paso se siente papable y lo que va dejando, mucho más. Me alegra que no seamos de esas parejas que todo lo celebran con notoriedad, de hecho ni nos habíamos dado cuenta, supongo que estamos demasiado concentrados en cómo vivimos la relación y no en cronometrar meses, días, años; aunque tres años es como un nivel de compromiso que nunca había experimentado, pero estoy tranquila, sin ansiedad y eso es una buena señal.

Casi son las once de la noche y me acabé de dar la segunda ducha del día. Lo hice después de hacer yoga en mi cuarto a la luz de una vela. Ese es un pequeño ritual que a veces incorpora otras actividades como escritura y/o meditación y otras veces solo es un ritual de un paso; la intención es conectar conmigo, con ña cuerpa, con mi multidimensionalidad. Estas herramientas también llegaron a mi vida hace tres años, ahora que lo pienso.

Estos días me acobija una sensibilidad que se siente en todo mi cuerpo y lo permea todo. Todo me está conmoviendo: la belleza, la pérdida, la naturaleza, los animales, el arte y los procesos creativos de mujeres que me inspiran, el amor que siento por mí misma, que cada vez se fortalece, se expande y se enraíza en mi interior, el amor que tengo por mis amigas, mi familia y el negro, el amor por la escritura, el amor mis muertos, el amor por la vida; incluso el dolor me conmueve, porque ahora lo veo o cómo un maestro y puedo ver las enseñanzas que me ha regalado, aunque me cueste integrarlas.

…

Ya llevo 6 meses en terapia, hace cuatro días tuve sesión y pasó algo muy bonito: el reconocimiento de mis logros y mi toma de acción frente a las situaciones/pensamientos/creencias que me angustian. Es la primera vez que le damos espacio a nombrar mis avances en los caminos de renuncia y duelo que estoy atravesando, eso me hizo sentir muy bien. Mari, mi psicóloga, me dijo que veníamos de semanas intensas de mucha confrontación de mi ego, mis apegos, mis miedos y mi resistencia al cambio. En medio de tanto auto enfrentamiento necesitaba ese respiro. Necesitaba escuchar que aunque las cosas no se acomodan ni se resuelven en los tiempos de mi mente egoica, que busca la inmediatez, eso no significa que se quedarán estáticas. A veces, lo que queremos con tanta desesperación, no llega cuando esperamos o pretendamos, llega, cuando estamos preparadas para asumirlas, cuando hay terrero fértil para soltar y crecer. Mi tierra está fértil y mis flores llegarán, solo tengo que respetar y confiar en los ritmos y ciclos de mi propia vida; mi proceso psicoterapéutico es un ejemplo de esta afirmación, llevaba años deseando empezar, anhelando un espacio así para poder expresar toda mi marea emocional, lo pensaba, lo soñaba y lo idealizaba, pero por diferentes razones no empezaba, tuve tres o más acercamientos con psicólogos que no prosperaron, escribía y hablaba con mis amigas sobre la terapia, era algo que tenía muy presente y sabía que la necesitaba, pero las cosas no se daban. Ahora sé que no era el momento, no tenía la apertura mental, emocional y espiritual que tengo ahora, no estaba lista para mirar de frente a todos mis patrones, mis miedos, mis heridas, mis bloqueos. Nada de eso es fácil y seguramente, hubiera desertado. La experiencia me estaba afinando para ahora, poder entrar con fuerza y compromiso a mi inconsciente.

Paso a paso le voy encontrando orden a mi caos. Tengo un compañero maravilloso y hemos construido una relación estable, tierna y amorosa, tengo una familia grande que siempre está para mí, tengo muchas ganas de vivir, conocer y aprender. Tengo amor y magia. Sueños y confianza. Tengo mucho y quiero enfocarme en eso, en la abundancia que habito y me habita, en lo que ya es, no en lo que falta. Todo lo que quiero y anhelo —un trabajo que me guste, una casa para mí, viajes y conocimientos y taaaaanto más — llegarán en su momento. Tengo mis manos abiertas para soltar pero también para recibir. Así es como veo o quiero ver la vida ahora. Bueno, una parte.

#psicoanalisis #autoconocimiento #autocuidado #amor sano

[magasalvaje]

La sensación de vacío, tristeza, y desasosiego que me está generando la lectura de tan poca vida, es algo que jamás había experimentado con un libro.

[magasalvaje]

Mayo.

[magasalvaje]

Sobre viajes hacia adentro.

He notado cómo he dejado de frecuentar este espacio virtual con el paso del tiempo, no es que ya no me guste, aquí encuentro cuentas y textos con los que resueno y en general, me transmite más intimidad que cualquier otra red social, o por lo menos, ese ha sido el uso que yo le he dado. Tumblr es chévere, pero en definitiva, ha pasado mucho desde que abrí esta cuenta y empecé a dejar fragmentos de mi vida aquí, sin embargo, nunca me voy del todo. Aquí encuentro una parte muy linda mía, una búsqueda que empezó hace casi cinco años (cuatro de ellos documentados acá) y que ahora le estoy encontrando luces, sentido. En cuanto a la escritura, no hay nada más íntimo que un diario, ese siempre será mi lugar favorito, la privacidad que me regala me permite ser más honesta conmigo misma y amo, amo profundamente eso. Recuerdo que uno de mis propósitos antes de abrir magasalvaje —tenía 19 años— como inicialmente nombré esta cuenta, fue soltar la vergüenza en razón a lo que tengo para decir cuando escribo. Me deshice de muchos escritos míos de adolescente por esa vergüenza y en ese entonces me había nacido una necesidad imperante por conectar con esa faceta nuevamente, ahora se que era una búsqueda del camino hacia mi misma y que empezó escribiendo con la intención de dar orden al caos emocional que me habitaba en ese entonces. En el mismo mes que abrí este blog, murió mi abuela. Ese año fue completamente intenso, caótico y transformador para mí. Volviendo al tema, este blog me ha ayudado mucho en el camino de hacer de la escritura un hábito y no ceder a la vergüenza y también ha sido una alternativa más lenta y amigable conmigo mismo que las redes sociales convencionales de esta época, que aunque una se ponga límites e intente no hundirse en sus asquerosas dinámicas, termina una fritando paletas porque es toda una industria contra ti.

En fin, no venía a hablar sobre esto pero en lindo reconocer mi camino con la escritura, que ha sido una aliada fundamental para mis viajes hacia adentro, que era lo que quería decir hoy acá y me desvíe; como siempre.

Hace dos semanas, S y yo no fuimos a pasar unos días a una cabaña en reserva natural en un pueblo de acá, Antioquia. Fuimos con varías intención pero había una muy clara: consumir hongos y ver lo que nos tenían para revelar. Llevábamos meses queriendo hacerlo, hablándolo, imaginándolo, planeándolo, pero la medicina es bendita y en realidad, llega cuando tiene que llegar, cuando es el momento, cuando tienes suficiente preparación. Que pereza describir nuevamente toda la experiencia, ya lo hice en mi libreta, con mi psicóloga y con S. Más que sólo la experiencia en Zafra, que fue espectacular, profunda, mágica, reveladora, sensorial y hermosisima para mí, aunque también con caminatas densas y un primer acercamiento incómodo con la psilosibina, pero más que sólo eso, que fueron solo dos días, es todo lo que abrió ese encuentro lo que me tiene profundamente reflexiva y me trajo aquí. Ayer le decía a M que no sentía que se hubiera abierto nada nuevo, sino que fue como un giro importante, un punto de inflexión que me regaló la medicina para que me enfrentara con lo que no he querido mirar del todo, con todo ese dolor que me pide atención y valentía para mirarlo, entenderlo, sentirlo y dejarlo ir. S y yo, mientras conversábamos allá, atravesando el viaje, decíamos que nos sorprendía que no se sintiera algo tan extraordinario o alocado y nuestra conclusión fue sabia y real: ya hemos construido un camino de consciencia que nos ha permitido apreciar la vida con ojos de asombro y agradecimiento (por lo menos por momentos) y en definitiva eso no nos hace especiales ni más que absolutamente nadie, pero sí tenemos más apertura que antes a la multidimensionalidad y nos dimos cuenta de eso. Debo sonar re hippie.

Todo lo sé abrió, que como dije es una continuación de mis búsquedas, me está acompañando por estos días y se que será un proceso, pues hay mucho dentro de mí por sacar, hablar, soltar, abandonar etc, y el miedo también va en este tren, me siento sostenida y eso me da confianza y valentía para seguir siendo vulnerable. Sostenida por mis relaciones, por M, que se está volviendo bastante importante, por la inspiración que me genera el arte, las mujeres y la espiritualidad, pero sobre toda sostenida por MÍ. Soy mi mayor sostén y si estoy de mi lado, cómo planeo hacerlo por el resto de mi vida, todo va a estar bien y en caso de que no lo esté, lo resolveré. Ese es el nivel de confianza, amor y auto valor al que aspiro ahora y lo estoy cultivando cada día.

Gracias honguitos 🍄🌀❤️‍🩹

#autoconocimiento #psicodelia #inteligencia espiritual