Tumgik
ladybirdnsn-blog · 7 years
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Ay Macarena! capítulo uno
1.
­-¡Sorpresaaaaaa!- Suelto un chillido de auténtica sorpresa al ver que todos mis amigos y mi chico están conmigo el día de mi cumpleaños. Marco se acerca a mí el primero –Feliz cumple mi pequeña- no puedo disimular mis emociones y nos damos un beso de esos que salen en la novelas. Empiezan a abalanzarme y a felicitarme. Así estaba yo mosqueada que no me habían llamado los muy sinvergüenzas, lo tenían todo planeado pienso mientras me tiran confeti y me traen la tarta. Una tarta San Marcos, mi preferida.
-Pide un deseo antes de soplar la vela Maca.- Me dice Ana. Me pongo a pensar, ser feliz. Soplo y me cantan el cumpleaños feliz a la vez, me emociono, no puedo evitar pensar en mis padres, les echo de menos. Marco se pone a mi lado con el móvil en la mano y nos hacemos un selfie. Tengo que regalarle un palo porque menudo pulso tiene aquí mi hombre. –sonríe , mi vida- estiro los labios y pego mi cara a la de Marco, y nos besamos.
Abro los regalos que me van dando, un i-pod, de Marcos; varias camisetas, unas sandalias monísimas de la muerte que tienen pinta de ser súper cómodas, mi Ana sabe bien mis gustos, llevamos muchos años de amistad y es mi socia, la quiero como si fuera una hermana, una hermana que no tengo. Ella y Marco son mi familia.
-¡Ronda de mojitos!- oh sí, necesito bajar el nudo de la tarta con unos mojitos. Hace calor. En Madrid el 1 de junio no suele hacer tanto calor como este año. El cambio climático se está encargando de todo. Me salgo a la terraza. El ático de Ana me encanta, 20 metros de terraza con vistas al Vicente Calderón y al Manzanares. Mi piso está muy bien porque está en pleno centro, pero las vistas son demasiado urbanita. Al momento salen los demás con la música reggaeton y empieza las risas con los bailes y mas rondas de mojitos.
Llevamos un buen rato de risas, somos muchos en la fiesta, aunque hay personas que no conozco. Serán amistades de amistades, pero me da igual. Están mis empleados que se les ve muy animados. Ángela, Marta, Álex…y muy buen ambiente. Santos cuenta los chistes como nadie, su acento andaluz y el arte que tiene nos deja a todos mataos de risa, aunque el chiste sea malísimo a más no poder. A veces para reírnos de los chistes de Santos tenemos que beber más de la cuenta para pillarlos.
  Después de un rato de bailoteo, chistes medio pensosos y un pedete bueno, de dan ganas de hacer pis. Busco a Marco para que me acompañe y así poder estar un ratito con él a solas. Me cojo el mojito con la mano izquierda y con la derecha cojo un par de patatas fritas del cuenco. Puf, estoy algo mareada ya, tengo que comer más Maca que si no voy a pillar un pedal de los gordos. No veo a Marco. Entro en la cocina por si está cogiendo alguna bebida, no está. Qué raro. Avanzo por el pasillo en busca del baño que está al fondo pero antes me detengo en la primera habitación de la derecha, oigo ruido. Alguien ha ligado esta noche, me asomo por la gran curiosidad que me invade el cuerpo por saber quiénes son. ¿Serán Marta y Alex? Ellos se gustaban y llevo rato sin verlos. Abro un poquito la puerta. Se me para el corazón. Se me cae el mojito de la mano. Me da igual, abro la puerta de par en par y me encuetro a Marco y Alicia besándose. Marco tiene una mano puesta en el culo de Alicia y la otra mano dispuesto a desabrocharle los botones delanteros del vestido. Me quedo horrorizada.
-¡Hijo de puta!-me acabo de quedar helada.- ¡En mi propia fiesta has tenido los cojones de liarte con esta cerda!, cabronazo, gilipollas- ...y sigo diciendo todos los insultos habidos y por haber según se me pasa por las pocas neuronas que me están reaccionando en este momento.
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