Tumgik
krn-krz-blog · 7 years
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Me voy
Hace un año atrás me estaba despiendo de todas las personas que conformaron mi mundo, el personal, el que uno construye, donde tenés personas cercanas, gente vecina y otros que conforman un exterior del tipo: "sé alguna que otra cosa que vi publicada en Facebook". Una especie de frontera imaginaria entre "los seres queridos" y "los conocidos". Lo estaba haciendo porque me había decidido a recorrer el otro mundo, ese que está en los mapas planisferios, con fronteras estudiadas en Geografía, pero que no está en nuestras retinas, ni en nuestras mentes, mucho menos en nuestros sentimientos... Me despedí de mis amigas y mis amigos, quienes aparecen primero en este relato porque realmente son mi círculo más cercano y contenedor en la vida entera (amigos: desde 1989 cuidando de mi destino). Despidiéndome de mi familia legal: mi hermano, su mujer y mis sobrinas, dando comienzo, agarrada de sus manos, al 2016. Como cuando con tus amigas te agarras de las manos al caer de una montaña rusa, o como cuando le agarras de la mano a alguien que no sabes cuándo vas a volver a ver, porque se te metió en la cabeza irte a recorrer Latinoamérica. Y despedi a mi 'Chucu de capital'... Nunca supe qué tipo de relación tuvimos, porque grachabamos (y muy bien) en primer lugar, pero además capaz que cenábamos, escuchabamos música, hacíamos pochoclos y mirábamos una película de terror (las cuales odiabamos, lo hacíamos porque teníamos que sacarnos el disgusto de verlas y lo teníamos que hacer juntos); y yo eso no lo hacía con mis garches... Con mi garches no nos conocíamos más que las llamadas "partes íntimas" pero íntimamente nunca nos conocíamos (yo nunca supe de los otros, por ejemplo, si odiaban los tomates como el Chucu odia). Del Chucu fue la despedida más larga. Y ahora este relato se transforma en el menos feminista de la historia... Estuve un mes despidiéndome, diciéndole lo enganchada que me tuvo todo el año, lo mucho que encantaba y lo feliz que me hacía verlo. El último día de despedida nos íbamos a encontrar en algún momento de la madrugada y yo en cualquier estado alcohólico, ese fue el acuerdo. Finalmente llegué temprano, y sumamente sobria... Él no estaba, porque cumpleaños de su amigo... Yo me fui llorando a dormir a lo de una amiga... El me llamó a la madrugada: -sí, estoy bien. Quédate tranquilo, no pasa nada. Ya fue. Te mando un abrazo fuerte. Sí, estoy bien. Te tengo que dejar porque esto es un monoambiente y ella duerme. Prácticamente no dormí, pensando que en 48 hs me iba y no tenía ninguna posibilidad de volverlo a ver, y de todas las despedidas esa era la más chota en cómo se dió. Al otro día madrugué, me fui hasta su casa, le toqué el timbre... Y él no respondía. El portero, que me conocía, me dejó ir hasta su departamento. Subí el ascensor, pensando que ya no estaba y las lágrimas me empezaban a salir... Abrió la puerta, todo dormido y en boxers: -No quería irme ni triste, ni enojada con vos.
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