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katburton · 8 years

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OFF ROLE: ‘Lo peor llega de noche.’ Parte I

{Des Moines, Iowa – Centro de Atención Sobrenatural – 05 Agosto 2016}

La semana había sido bastante pesada para la chica. Como cada año, se encontraban en las fechas de exámenes, y como profesora, tenía que encargarse que cada uno de sus estudiantes lograra los objetivos de sus clases, por lo que estaba en constante entrenamiento y revisión de pruebas. Había terminado hace sólo unas horas su último turno, y si bien era día viernes, no tenía planes para la noche. Owen estaba por terminar de cubrir su turno, por lo que pensó que sería buena idea avanzar en la cena. Hace meses que habían tenido problemas para coincidir con sus turnos, por lo que aquella noche podrían compartir un poco más. Cuando llegó a la habitación, tomó inmediatamente una ducha, ya que no pensaba en cenar con todo el sudor que había generado durante el día. Se vistió con ropa cómoda, y luego de dejar todo ordenado en su baño, se encaminó a la cocina con la intención de cocinar la cena. Sacó los ingredientes que encontró, y pensó que una copa de vino no le vendría mal en ese momento, por lo que buscó la copa y abrió una botella que tenía hace semanas esperando ser consumida. Tomó unos sorbos y comenzó de a poco a cocinar, ya que aún tenía tiempo antes de que el chico llegara.

Mientras cocinaba, no podía evitar pensar en lo tranquilo que estaba todo últimamente. Ya habían pasado casi dos años desde que el Centro había sido atacado, y desde aquello, no habían ocurrido incidentes. Es más, era todo lo contrario. Desde la reconstrucción, sólo habían sido testigos de matrimonios, formación de nuevas parejas, e incluso la llegada de nuevos integrantes a la familia. No se quejaba, era un alivio poder tener aquella tranquilidad, pero siempre había una parte de ella que estaba en alerta. Trató de evitar aquellos pensamientos y se concentró en la cocina, hasta que una voz masculina llamó su atención. - Muy bueno para ser cierto, ¿uh? –dijo irónicamente, como si supiera exactamente lo que la chica estaba pensando hace unos segundos. – Nos costó, no voy a mentir. Hicieron un gran trabajo con la seguridad, pero… -se encogió levemente de hombros, avanzando lentamente unos centímetros- - ¿Quién eres? ¿Qué quieres? – impuso. Si bien había pasado tiempo desde que se enfrentó a alguien, el miedo sabía esconderlo perfectamente y trabajaba desde ya en su ataque.- - ¿Para qué preguntar…si siempre lo has sabido? –dijo con el mismo tono de voz, esta vez acercándose con mucha más de prisa, dispuesto a terminar con lo que venía en mente. La chica, inmediatamente bloqueó un golpe y comenzó a defenderse con los movimientos que sabía, pero debido a que el tipo le doblaba en estatura y peso, cada golpe parecía no afectarle en nada. Es más, parecía conocerla demasiado, ya que lograba descifrar cada movimiento que hacía contra él. Aquello hacía que la chica comenzara a sentir desesperación. Y fue aumentando cuando sintió que la empujaba contra la pared y pasaba su brazo encima de ella, impidiendo que lograra avanzar. Con ambas manos trató de sacárselo de encima, pero sólo sintió como la atraía hacía él para tomarla del cuello. Sin decir nada, el tipo la levantó con extrema facilidad y la dejó caer encima de la mesa de centro, cuyo material era de vidrio. La chica sintió el contacto con el suelo y el dolor comenzó a expandirse por su cuerpo debido al golpe, pero no tuvo mucho tiempo para aquello debido a que el hombre la tomaba de su blusa para acercarla a él. No pasaron muchos segundos cuando notó de reojo que sacaba su espada y de un momento a otro, la sintió atravesar su estómago. Debido al impacto, sólo soltó unos gemidos mientras apoyaba su cara en el brazo del hombre, quien recitaba una frase en latín, la cual no pudo entender debido a que su mente se encontraba en el dolor que sentía en ese momento.

Así como sintió entrar la espada, sintió el mismo dolor cuando se la removió de un movimiento. El hombre la empujó levemente, pero fue lo suficiente para hacerla caer encima de la mesa de centro que había destrozado hace unos minutos atrás. Continuó soltando pequeños gemidos, los cuales pertenecían a la dificultad para respirar que tenía en ese momento. Miró al techo, y no fue hasta varios segundos después que se dio cuenta que el hombre se había marchado de la misma forma como había aparecido: por arte de magia.

Cada segundo que pasaba se sentía más débil, por lo cual sabía que debía actuar rápidamente. Soportando el dolor, se giró de a poco encima de su brazo, hasta quedar boca abajo. Levantó un poco la cabeza, y observó a su alrededor. A pocos centímetros, se encontraba el teléfono que solían ocupar para comunicarse entre habitaciones, por lo que con casi nada de energía, comenzó a arrastrarse por el lugar. Si bien el teléfono estaba a sólo unos centímetros, se le hacía imposible poder llegar hasta él, es más, una parte de ella sólo quería detenerse y dejarse llevar por el cansancio.

Se detuvo un momento, e intentando recuperar energía, aunque sabía que eso no pasaría, se giró nuevamente para quedar en la posición anterior. Para su sorpresa, seguía encima de la mesa de centro. No había avanzado casi nada. A los pocos segundos, sintió una voz a lo lejos que llamaba su nombre. Escuchó unos pasos apresurados y sintió como aquella persona aparecía para mirarla. Era Gabe.

-¡Kat, Kat! –escuchó que decía, e intentó enfocar su mirada en él, pero sólo lograba ver su figura de manera borrosa. Sintió cómo los intentos de utilizar su magia en ella fallaban, por lo que sentía con mayor precisión la desesperación que había en el chico por no poder ayudarla rápidamente. -Pa…para –alcanzó a decir en un susurro al momento que alzaba su mano para buscar la de él. En aquel momento, sólo sintió una presión en su pecho, e intentaba mantenerse despierta, pero sus ojos se empezaron a cerrar por si solos. Lo último que sintió, fue como su cuerpo era sacado de aquel lugar.

{…}

#Kat Burton #Off Role

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katburton · 8 years

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[Centro de Atención Sobrenatural – Octubre- Des Moines, Iowa | 30 diciembre de 2015]

Luego de aquella discusión que había tenido con Gabe, si bien se habían disculpado a las pocas horas y todo marchaba bien, no habían tenido tiempo de reunirse frente a frente, ya que sólo se comunicaban a través del chat.

Su última clase ya había terminado, y como Gabe solía impartir las mismas clases que ella, sabía que también tendría el resto del día libre, por lo que pensó que sería buena idea ir en busca de él para ir a comer algo. Primero fue a dejar sus cosas a la sala donde los profesores dejaban todo lo que utilizaban para las clases, y luego fue a su habitación a cambiarse rápidamente de ropa, ya que se había ensuciado enseñando unas técnicas.

Una vez que estuvo lista, tomó su billetera y un par de cosas para salir en camino a la oficina de Gabe, ya que estaba segura que estaría ahí en ese momento por todo el trabajo que tenía. Cuando se encontraba a unos pasos se detuvo y prestó atención para verificar si se encontraba ahí y su voz le confirmaba. Se acercó de a poco y antes de entrar, asomó una bandera blanca por la puerta por unos segundos, haciendo broma de aquella discusión que habían tenido.

-Hey, ¿cómo estás? –dijo a medida que entraba a la oficina del chico. – Vengo a raptarte –lo señaló con gracia con la bandera- Así que deja lo que sea que estás haciendo y vamos a comer algo. Sé que no tienes clases, así que no hay excusas, Harper –se apoyó en el borde de la puerta con los brazos cruzados, para generar presión.-

Gabe había terminado hace un par de horas los entrenamientos con los chicos. Si bien le gustaba hacer todo organizado y personalizado, también le gustaba armar grupos para poder evaluar lo aprendido; entre ellos mismos.

Se había dado una ducha en la misma instalación y ya se encontraba en la oficina, hablando por el teléfono para traer gente a construir la nueva piscina que Novaleé ya había aceptado para tener algo nuevo e interesante para los chicos.

Observó de medio lado hacia la puerta y sonrió, despidiéndose de inmediato al ver la bandera lo cual le causaba mucha gracia por parte de Kat.

Hizo un gesto con su mano para que pasara y asintió ante la "petición" de comida sin ninguna objeción.

— Estoy muy bien, ¿Y tú? — Fijó la mirada en la chica, de esta manera examinaba su expresión y buscaba algún rastro de la gran discusión que habían tenido hace unos días atrás y que le generaba cierto disgusto. No por su amiga, sino por cómo habían llegado a eso.

— Justo te iba a buscar, — Respondió enfatizando la primera palabra y se levantó con su chaqueta en su mano. — Tenemos que hablar, vamos — Murmuró esperando que volteara para apoyar su mano en su hombro para salir junto a la chica de la oficina.

Se corrió del borde de la puerta a medida que asentía – Estoy bien, terminé hace poco las clases y tengo la tarde disponible –comentó mientras se acercaba al escritorio del chico para dejar la bandera, ya que no quería llevarla a todos lados. – Te leí la mente, por eso llegué antes –dijo con total seriedad, para dejar la duda si en realidad lo había hecho o no, ya que esa habilidad era una que ambos poseían, pero por temas de privacidad no la utilizaban.

No pudo evitar mostrar una mueca ante lo último que escuchaba - ¿Vas a terminar conmigo, Gabe? –respondió con el tono de ironía que la caracterizaba al momento que se volteaba para comenzar a caminar junto a él- Bueno, en ese caso podemos ir a comer al centro. Digo, ya sabes, fuera de acá. No es que tenga algo en contra de los lugares de acá, para nada. Es sólo una idea –se encogió de hombros levemente- ¿Tienes clases a la tarde o podemos salir sin estar pendientes del reloj? –elevó su mirada al chico, esperando que respondiera para decidir dónde comer-

— Es el primer día luego de lo que sucedió, que ambos estamos aquí. Pensaba que también tenías que hablarme. Me refiero, — Dio una pausa intentando no parecer idiota al hablar tan enredado. — A ese silencio que se da cuando algo pasa y lo que cuesta sacar adelante. No te quiero evitar por esa vergüenza — Le respondió asintiendo ante lo que decía, específicamente a que sabía que no leía exactamente sus pensamientos. Avanzó hacia la salida, esta vez yendo a su lado para poder conversar.

— ¿Tenemos que hacerlo? — Preguntó sonriendo ampliamente y negó con su cabeza. No quiso ahondar más en el tema porque ya iban a tener suficiente cuando comieras, así que sólo se enfocó en el lugar adonde irían.

— ¿Centro de CAS o Centro de la ciudad? — Preguntó algo confuso y sonrió, esperando que mirara hacía él para contestar su última pregunta.

— Es tarde administrativa, no se hace nada — Dijo bromeando pero era cierto.

-Ay, no te preocupes. Créeme que he pasado por vergüenzas peores, -se encogió de hombros y luego alzó su mirada para contestar a todas sus preguntas. – Es chistoso todo lo que te enredas con facilidad –bromeó- Vamos fuera, así no nos interrumpen en caso de que salga una reunión sorpresa, -dijo para luego caminar junto a él hasta la entrada, donde registraron sin problemas la salida.

Una vez fuera, sacó de su bolsillo las llaves de su auto y caminó hasta él. Subió con rapidez y esperó que el chico también lo hiciera para comenzar a conducir hasta el centro de la ciudad, donde se encontraba un local donde la chica siempre iba cada vez que quería almorzar afuera. Estacionó cerca y se bajó de un salto, para luego activar la alarma. – Vamos, estoy muerta de hambre- dijo mientras caminaba hasta la puerta.

Entró al lugar y buscó en las esquinas hasta encontrar un lugar desocupado, por lo que caminó hasta ahí para tomar asiento. A los pocos segundos, una camarera aparecía para tomar su pedido. Observó la carta y luego de unos segundos, pidió una bebida con una porción de papas fritas. – Súper sano, ¿no? –bromeó mientras él pedía lo suyo-

La miró con recelo ante su comentario pero tenía un poco de razón a lo que mencionaba.

— Tu me enredas con facilidad — Le explicaba cuando salía del lugar. Se encogió de hombros y la miraba de reojo, casi como si aquel acto respondiera todo.

— No sabía que decir cuando te vi recién, es diferente lo que sale de tu boca y lo bien que suena en tu cabeza — Bromeaba, asintiendo cuando salían del lugar y su firma la hizo muy rápido para cambiar de aire. Algo que realmente necesitaba.

Se subió al vehículo y se quedó muy tranquilo en el asiento de al lado, observando el lugar que hace tiempo no visitaba; especialmente aquellas paredes que habían vuelto a ser construidas desde el último ataque.

— ¿Sales muy seguido? — Preguntó muy de la nada. Dejando que quitara la curiosidad que sentía. Sólo se bajó del auto cuando detuvo el motor y caminaba detrás de la chica muy sereno, revisando cada persona que había a esa hora.

Se sentó observando el celular un minuto y luego se lo guardó en el bolsillo del pantalón para que no les interrumpiera. Puso sus manos en la mesa y sin revisar la carta pidió lo mismo que su amiga, la única diferencia era un sandwich de pollo al grill. Suponía que vendían algo así también. Luego agradeció cuando confirmó su pedido.

— Muy sano, — Le siguió con su voz peculiar y apenas divisaba que la chica se iba a dar la orden para hacerlas en la cocina se acomodó mirando fijamente sus ojos.

— Ahora si, ¿Cómo has estado? — Decía relajando sus hombros y le sonrió, atento a su respuesta.

Esperó que la chica se retirara y se acomodó en el respaldo del asiento, relajándose por completo ahora. – Yo he estado bien. Ya sabes, con muchas cosas por la fecha en la que estamos, pero nada fuera de lo normal. –Asintió conforme iba hablando- Lo que se siente raro. –admitió-

Recibió las bebidas que la mesera les había traído y le entregó una al chico para luego aclarar lo que decía- No digo que quiero que pase algo extraño, para nada. Es sólo que tú sabes que el concepto de normalidad no va de la mano conmigo, -ironizó, bebiendo un par de sorbos luego-

-¿Y tú? ¿Cómo vas con el trabajo y el embarazo? –preguntó con delicadez, ya que la última vez que habían conversado sobre aquel tema había terminado en discusión.

Se quedó en silencio, por mucho más tiempo de lo que imaginó, pero el problema no era por no querer responder sino en que si era el momento adecuado para decirle lo que llevaba pensando hace mucho tiempo y necesitaba poder desahogarse con alguien. Kat siempre había sido esa persona.

— Te entiendo, a veces siento lo mismo — Respondió con un leve movimiento de su cabeza y le sonrió, sabía muy bien que el estar tantos meses tranquilos la chica comenzaba a impacientarse.

— Pero disfrútalo, no se sabe que puede pasar mañana y desearás un poco esta normalidad — Remarcó notoriamente en la entonación de su voz las últimas palabras. Decidió mentalmente que esperaría un poco más antes de decirle.

Gabe abrió sus ojos ante su última pregunta y dejó que primero pusieran los pedidos en la mesa antes de responder.

— He terminado de llenar las carpetas... es lo que más odio de tener que dar clases.. — Farfulló arrugando su frente y sonrió. — Lo demás está muy bien, Bethany ha tenido un buen embarazo y eso me tiene bien. Ha sido un buen año en general — Respondió ampliando su sonrisa.

Comenzó a comer sus papas fritas una vez que llegaron y se mantuvo en silencio mientras el chico contestaba. Al escuchar el tono de su voz, y la forma en como hablaba, pudo notar que algo estaba pasando, pero quiso esperar un poco, para ver si el chico hablaba antes de sacar ella conclusiones.

-Oh, sí. Las carpetas y los informes son la peor parte, -asintió mientras bebía su refresco.- Me alegro que todo ande bien, te lo mereces. –volvió a tomar su vaso, pero esta vez para hacer una forma de ‘salud’, para apoyar lo que estaba diciendo-

-Entonces… -dijo mientras dejaba las papas fritas de lado y se tocaba las manos para limpiarse la sal y aceite que quedaban al comer- ¿Me vas a decir que está pasando o tendré que meterme a jugar con tu mente? –preguntó con tranquilidad mientras apoyaba sus codos en la mesa- No puedes esperar que luego de tantos años no me dé cuenta de que estás pensando en algo –afirmó-

Lo primero que hizo fue beber de su vaso la bebida que había sido servida. Se notaba que estaba helada y era la forma en cómo le gustaba beberla, así que aprovechó, sin dejar de prestar atención a lo que su amiga le iba diciendo acerca de todo lo que estaban hablando.

Arrugó su frente, luego negó con su cabeza para dejar en claro que no era necesario que se pusiera a leer lo que en su mente estaba pasando porque hasta para él era confuso entenderse. De todas maneras esa advertencia le hizo mucha gracia y se notó cuando una sonrisa apareció en su rostro.

— Quiero atacar a quienes nos hicieron daño en el centro. Es un pensamiento muy egoísta y es por eso que no lo hago tan público — Le explicaba aún sin mirarla a los ojos hasta que pudiera explicarse de mejor manera a que se refería.

— Siento que estamos dejando un muy mal mensaje, que todos puedan creer que no somos capaces de defendernos. Tampoco pido que me sigan porque no me perdonaría perder más de lo que ya hemos perdido. Sólo que... — Se quedó en silencio e hizo una mueca. — Lo voy a hacer — Soltó lo último con mucho cuidado y luego se atrevió a mirarla a los ojos.

Mientras esperaba, tomó un par de papas y se vio interrumpida mientras masticaba cuando escuchó lo que realmente pensaba su amigo. Agradeció que en ese momento no la estuviera mirando, ya que continuó masticando e intentó que no se notara en su expresión lo sorprendida que estaba por lo que estaba escuchando. Pero al cabo de unos segundos, le encontraba sentido a lo que decía.

-Bueno, ha pasado más de un año, y desde que pasó nos hemos asegurado que la enseñanza sea más estricta y que abarque todo lo que pueda pasar, entonces… creo que la mayoría de los chicos está preparado para algo como esto. Pero…¿le has comentado a alguien más? ¿Susan? Ya sabemos lo que pasó con ella y seguramente quiere venganza, pero… ¿querrá? Nada nos asegura que saldremos victoriosos –hizo una mueca mientras tomaba su vaso para beber un sorbo de su bebida-

-Si me preguntas a mí… te apoyo. Me gusta la venganza, y si bien tuve la suerte de que no me pasara nada, quiero que el lugar esté seguro y que no sea recordado por el lugar que atacaron. Ahora somos muchos más seguros y creo que deberías dar tu idea. Al menos en la mesa de reuniones, donde estamos todos los ‘profesores’ y podemos tomar una decisión. Los alumnos tendrán que adaptarse y por último escogemos a los más inteligentes para que vayan. Así no arriesgamos tanto -se encogió de hombros, ya que sólo se trataba de una idea-

Negó con su cabeza, a pesar de poner la mano al frente para que se detuviera la bajó solo para escuchar lo que tenía que decir pero, meter a los chicos en esto no estaba parte de sus pensamientos y mucho menos en los planes, ni a corto ni a largo plazo. Jamás se perdonaría el involucrarnos en una venganza que era de los grandes.

— En esto no hay probabilidades de salir ganadores en nada — Frunció el ceño notoriamente, era algo que se sabía pero que odiaba con todo su ser. Suspiró e intentó buscar la forma de explicarle lo que pasaba por su cabeza.

— No voy a involucrar a los chicos en una idea suicida, son jóvenes y tienen mucho que vivir y no voy a ser autor de sus últimos momentos — Murmuraba con su mandíbula más apretada de lo normal. — Eres la primera persona con la que puedo decir lo que deseo hacer, tal vez Sue quiera entrar en ello porque es una de las personas que más dañadas quedó y aún es un peligro para nosotros mismos pero… — Bajó su voz y lo dijo con mucho cuidado. — No quiero meter a nadie, ni siquiera a ti — Propuso más tajante de lo normal.

Se quedó en silencio, mirando con detención a la chica. No era porque no creyera en las capacidades de autoprotección de su mejor amiga pero su instinto siempre iba en jamás arriesgarla si fuese su decisión y esta no iba a ser una excepción. Bebió un par de sorbos y se encogió de hombros, como si la idea la fuese a tomar como última opción.

— Lo haré o intentaré hablarlo, por ahora intento que pasen las fiestas y que todo el mundo tenga lo que merece tener. La unión de la familia que hemos formado. Una que nos ha costado tener — Respondió buscando una excusa a su silencio, luego se dedicó a comer de las papas fritas y del sándwich que había pedido.

Frunció el ceño a medida que iba escuchando su respuesta. Por una parte le molestaba que quisiera hacer todo por su cuenta, pero por otra, lo conocía lo suficiente para saber que esa iba a ser su postura desde un comienzo, por lo que esperó unos segundos antes de responder. – Sí, supongo que puede esperar un poco, pero… ¿tú crees que Novalee va a acceder a que lo hagas solo? –Dijo con tranquilidad, para no convertir la conversación en una discusión-

-Quieras o no quieras la gente va a querer participar. Quizás dejamos fuera a los chicos, pero en cuanto a todos los que pertenecemos a CAS, ni locos te dejaríamos ir solo. Afortunadamente ninguno de los dos salió muy perjudicado del ataque, pero hay gente que sí, y quizás su única tranquilidad sea ser parte de eso. Por más frío que suene. Y te lo digo porque lo he vivido. Cuando murió Eric, la única vez que me sentí tranquila fue cuando acabé con quien lo había matado. Y si no lo hubiera hecho yo, seguramente me seguiría atormentando su muerte. Al menos ahora lo puedo sobrellevar porque hice algo al respecto. –Afirmó mientras bebía su bebida-

-Y en lo personal, tampoco te dejaría ir solo. ¿Acaso estás loco? Tienes un hijo, Gabe. Y otro en camino. Piensa en eso. ¿Qué va a pasar con ellos si algo te pasa? Tú tienes mucho más que perder, y quizás sí, tienes todas las facultades para poder defenderte, pero nadie es inmortal. Nos dimos cuenta con el ataque cuando los que menos pensábamos que podrían morir, murieron. Eres fuerte, pero somos más fuertes juntos. Así que quieras o no, la gente se va involucrar. Al menos yo lo haré –dijo utilizando el mismo tono tajante que él había usado hace unos minutos atrás-

— El punto de esta conversación no era para ir a avisarle a Novaleé de mi idea, era desahogarme contigo de lo que quería hacer. De mi “idea”, no era una propuesta concreta — Respondió sin cambiar el tono de su voz porque ya había pasado por la fase de estar enojado con la chica y sabía que no sacaba nada bueno con eso sino todo lo contrario, siempre se culpaba por hacerla enfadar.

— Sólo intento que trates de entenderme por qué no deseo arriesgar a nadie en esto — Suspiró sin querer defenderse más. Saco un poco de sus papas fritas y alzaba su vista para mirarla mientras hablaba. Tenía razón a lo que decía, porque parte de su venganza era para poder disminuir la sensación de que mucha gente murió en vano y en ese momento tuvo que irse a llevarse a los niños a un lugar seguro. Ni siquiera había tenido una pelea decente.

— ¿Y si les pasa algo durante el ataque? No poder estar ahí y que ellos acaben muerto, ¿Cómo seguimos? ¿Crees que me sentiré bien sabiendo que yo los metí en esto? — Preguntaba con sus labios fruncidos y comenzaban a dibujarse las arrugas en su frente como siempre sucedía que algo no le gustaba. Lo último que menciono hizo que mirara fijamente a sus ojos y no pudo ni sonreír porque eso le había llegado directamente.

— Eso no fue justo, Kat. Sabes que siempre mis hijos son mi prioridad pero atacó mi ego, nuestra lucha y sólo quiero hacer algo para no sentirme inútil y que ellos crean que pueden arrebatarnos todo cuando quieran — Se encogió de hombros, sabía que podía morir pero no le tenía miedo a aquello. Siempre dejaba las cosas claras por si algo sucedía, siempre.

— No te vas a involucrar, yo te lo prohíbo — Gruñó enojado, no se sentía de esa manera pero era la única forma de intentar protegerla sin tener que usar esas palabras específicamente.

-Tú no tienes solamente ‘ideas’, Gabe –hizo las comillas con sus dedos- Siempre cuando cuentas algo es porque ya estás casi seguro de que lo harás. –negó levemente con su cabeza mientras se apoyaba en el respaldo del asiento, tomándose unos segundos para escuchar lo que decía. Lamentablemente, sin poder estar de acuerdo con él.

-Entiendo que no quieras arriesgar a nadie, pero no es justo tampoco. Yo también sentí mi ego dañado, ¿acaso crees que hice mucho en aquel momento? Nadie tuvo tiempo de reaccionar. Mira, -dijo incorporándose hacia delante nuevamente, para no tener que alzar la voz- al momento del ataque, vinieron por las hermanas Henstridge, ¿no? Ya sabemos cómo terminó eso. Estuvieron meses intentando volver a la normalidad, y tuvimos suerte de que mantuvieran su deseo de quedarse en el Internado, el cual supuestamente era su respuesta ante el desastre que había fuera. ¿Sabes cómo les afectaría saber que fuiste en busca de ellos y no lograste volver con vida? ¿Tienes una idea del mensaje que vas a transmitir en el Internado? –Dijo con un tono firme, pero sin demostrar enojo, ya que no lo sentía, sólo quería asegurarse de que se hiciera esas preguntas-

-Desde que comenzamos a recibir chicos para educarlos, lo primero que les hemos dicho es que no deben actuar por impulso, que deben ser un equipo, ¿no? –Frunció levemente el ceño- Si vas a buscar a esas criaturas por ti solo, desatarás un problema dentro. Independiente de cómo te vaya. Si logras acabar con ellos, se sentirán invencibles y querrán hacer todo por si solos. Y si fracasas, querrán justicia para su profesor –se encogió de hombros, retomando su postura anterior.-

-Creo que me conoces lo suficiente para saber que no me dejo llevar por unas palabras. Si vas, iré contigo. Quieras o no –sentenció, para luego terminar de comer sus papas fritas-

La miró con su rostro sin expresiones, si bien entendía la postura que había adquirido por lo dicho, no entendía por qué no podía entender lo que trataba de hacer por el resto.

— No lo voy a hacer todavía, Kat. No vas a despertar mañana sabiendo que he atacado un lugar sin ningún plan. No soy un suicida — Le reprochó recordándole que en la actualidad no hacía esa clase de cosas. Aún tenía la capacidad para pensarlas y luego hacerlas.

— Estoy seguro que hiciste más, de todas maneras tú tienes que cuidarte. Mira, — Dijo poniendo sus manos para que le diera el momento de explicarse, no quería hacerle creer que no pensaba que no pudiera cuidarse porque lo tenía claro, lo había visto y aún podía recordar las palizas que le había dado semanas atrás.

— Eres buena, en todos los sentidos, en ataques, en defensa y en la capacidad de poder reaccionar independiente de la situación y en la cantidad de personas que existan. No te lo discuto — Le decía tosiendo para aclarar su voz y aprovechar de buscar bien las palabras. — Sólo quiero que entiendas que eres importante para mí, cada pelea nos arriesgamos no sólo a morir sino a desencadenar un sinfín de cosas que estamos recién aprendiendo, cuando ya suceden — Le decía con su voz totalmente apagada, odiaba tener que expresar sus sentimientos para que pudiera darse cuenta de lo que intentaba hacer.

— Si quieres que vaya y que seamos un equipo, bien. Pero al menos contigo, tendrás que hacerme caso como quiera hacerlo, no ir por tu lado y lo aceptarás, de otra manera busco cualquier jodida excusa y hago que te quedes. No pido que te mantengas sin hacer nada, sólo pensar, como equipo — Le decía como reproche pero Gabe era así, cada reproche iba con una mezcla de preocupación excesiva por su parte.

Tomó el vaso de bebida que aún le quedaba y comenzó a beberlo de a poco a medida que iba hablando. Acorde su tono se iba haciendo más duro, prefirió mantener silencio y no interrumpirlo, ya que lo conocía lo suficiente para saber por qué hablaba de esa forma.

-Por supuesto que entiendo eso, Gabe. Tú también eres importante para mí, y por eso mismo te estoy diciendo todas estas cosas, porque me odiaría si te apoyo ciegamente y luego algo sale mal –comentó con tranquilidad mientras dejaba el vaso en la mesa nuevamente, para luego apoyar sus brazos en ella y así inclinarse un poco, prestando atención a lo que continuaba diciendo.-

Cuando terminó de hablar, se quedó en silencio unos segundos y luego asintió levemente con su cabeza – Está bien, puedo hacer eso. Vamos bajo tus reglas, no tengo problemas con eso, ya no soy tan impulsiva como antes. Podré controlarme –afirmó, ya que era cierto. Luego de todo lo que le había pasado en los últimos años, ya había madurado en ese sentido.- Bien, entonces cuéntale a Novalee y si acepta, coordinamos cómo iremos, ¿vale? –esperó que asintiera y luego ella lo hizo también- Eeeen fin. No sé tú, pero quedé con hambre, así que pediré algo más, -le sonrió para luego realizar una seña a la chica que los había atendido. Si bien en parte continuaba con hambre, quería cambiar rápidamente de tema sin que se diera cuenta, ya que no quería que cambiara de opinión ante su participación, que a pesar de que sí o sí lo haría, prefería mil veces tener su aprobación.

#off role #off rol #actus

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