Tumgik
itsmorganahawkes · 2 days
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tale of two cities part 2.
Kioto, Japan. 1921.
¿Cómo podría describirle? A veces la salvación llega en la forma menos esperada. No es como si lo esperase en lo absoluto, de hecho, creo que en ese momento mi fuerza de voluntad había perdido la batalla, y me dejé llevar por las corrientes oscuras de aquel río.
Pero estaría aceptado el destino de los perdedores, el de los cobardes. Honestamente no quería volver a casa, me esperaría el regaño y mirada fulminante de Yukio. ¿Por qué no se quedó en el servicio más tiempo? Pensé, siempre pienso, pateo rocas, pienso en mi madre echándome del pueblo y casándome con aquel hombre cuyos compromisos siempre fallaban.
Ya entendía el por qué. Pero yo quería un matrimonio, uno feliz, al menos. Es mi culpa que no podamos tener hijos, rezo todos los días para que suceda, pero en realidad no sé qué es peor. No sé si en mis oraciones se oculta un subrepticio deseo de no engendrar nunca, menos con alguien como él.
Pero esos pensamientos se diluyeron en el agua, al igual que mi tinte. Cuando el brazo salió de la nada, el aire se sintió como una bofetada. Comencé a vomitar agua, pero tenía más vergüenza que alivio. Sabía mi destino: si no era la esposa delicada, con aquella imagen que sólo él veía pero que no era yo realmente. No alcancé a detallarle, solo sabía que su cabello era rojo, la voz grave dándome la bienvenida a la vida de nuevo..
Volví a nacer ese día.
Fue sencillo acercarme, comencé por traer frutas, y las preguntas iban y venían, el claro, la muerte en la montaña; él era un extraño al cuál podía confiarle mis problemas, mis sueños. De repente la vida no era tan gris, y el deseo de que todo acabase no estaba presente. Pero hey! Siempre he sido optimista, pero el kitsune conocía mis lados más oscuros, los que nunca veían la luz del sol.
De nuevo, ¿Cómo podía describirle? Incluso si fuese en su forma masculina, femenina, kitsune, es majestuoso. El rojo perdura como fuego y parece iluminar la penumbra más desgarradora, los irises rojos contemplan los secretos del alma; ¡me pone tan nerviosa! La piel es tersa, y blanca como la leche. Fueron muchas tardes bajo ese cerezo, la tristeza que le sobrecogía era notable, y yo me sentía atraída a la misma. No de forma romántica, de algún modo creía que si lo ayudaba, me estaba ayudando a mi también. Mientras ponía vendas en sus heridas, aquellos actos se reflejaban en mi también.
Hablamos sobre el matrimonio. Teníamos concepciones diferentes, por supuesto. Para mí era algo impuesto, un deber: el honor. Debía llevar honor a mi casa y soportarlo, mantener el legado de el gran sol naciente de Japón. Las intermitencias de la guerra arañan todos los rincones de las casas menos favorecidas, incluso los ricos, los cuales antes se ocultaban en suntuosos templos, han recibido parte del golpe.
Por un momento me permití jugar con esa idea, dejaba pequeñas 'ofrendas' en el marco de mi ventana, y esperaba a que viniese. Luego me sentaba en el banco de madera, me observaba desde lejos, y yo lo sabía. De pronto era algo simbólico, jamás había sido de las personas que suelen ser coquetas o escurridizas. Sí que me gusta ayudar, y soy tozuda al respecto, a pesar de las miles de señales que me piden alejarme, me invento otras mil para estar cerca.
Es gracioso, ese breve momento de paz, de contemplación en la oscuridad podía eliminar el sufrimiento que sucedía cotidianamente con Yukio. Al principio solo fue levantar la voz, tirar el desayuno, creer que yo lo envenenaba. Sus momentos de rabia se veían eclipsados por sus abrazos, sus besos, y sus caricias; al principio era maleable, pero después no pude controlarlo.
¿Sería él el único que me querría? ¿Sabiendo lo que podía ver? Que soy una bomba de tiempo, y que deberían llevarme a los laboratorios dónde la gente experimenta con nuevas armas. Podría ser un arma, una desgracia. ¡Mírate, una bruja! El cabello era el indicativo más perceptible, todos lo notaron incluso en mi pueblo. Un mal augurio: la muerte. A pesar de que luché (desesperadamente) con probar mi bondad hacía los demás, terminó siendo fútil, y mi destino ahora sólo remanecía en sus manos; manos que se estampan contra mi pómulo derecho, mis brazos o mi espalda. Un moretón más, ¿Qué hacía la diferencia?
El tinte se queda pegado a la baldosa y yo imploro por un milagro.
No sé si Kaori sea la respuesta a esas súplicas breves, musitadas a la luna. Ignoro el hecho de que puedo escuchar pensamientos que no son míos, al principio creí que tenía esquizofrenia, pero se manifestaba cuando habían cantidades de gente a mi al rededor: demasiadas interferencias. Al final de tantos abusos no lo pude usar, hasta que Kaori llegó y de repente parte de este poder se iluminó como una vela. Un pequeño cirio encendido en un sótano.
Sé que estoy jugando con fuego. Pero es que ni siquiera me doy cuenta de lo mucho que espero sus encuentros, de lo mucho que para mi significan nuestras conversaciones.
 ─De hecho lo digo en serio: deberías visitarme.
No quería involucrarse. Pude sentir la vacilación en su rostro, sé que lo empujaba a un problema pero aquel deseo simplemente brotó de mis labios. Y murmuré dulces alternativas, un general perdido que condecoraría a mi estúpido marido, o mi amiga cuya belleza hipnotizaba a todas las personas que le veían directamente. A veces recostaba mi cabeza en su regazo, mientras sus delicados dedos desenredaban mi cabello. Una y otra vez, aspiraba su aroma, la figura de su cuerpo distrae pero hablábamos de maternidad.
 ─Yo creo que eso solucionaría todos mis problemas.─Dije, aún con mi cabeza en sus piernas, me aferraba a su kimono de camelias.
 ─Es más complicado de lo que parece, Tsuta.─El cambio en su voz fue notorio. Tanto como para sentir que había tocado un tema sensible.
 ─Yukio quiere un hijo. Carajo, incluso está dispuesto a tener una niña.─Solté una risa seca, quería llorar realmente.─E ido con la boticaria, me he hecho todos esos remedios y mezclas que saben a vómito. He planeado todo en calendarios, no sé si soy el problema.
─Me suena a que es un asunto de tu adorable marido.─El sarcasmo marcado en su voz, se burlaba con sorna.
─¿Y si soy yo?
─Me reservaré los comentarios.─ mirada ahora estaba teñida con una sombra oscura.─Se supone que no debería estar aquí.
No quise aferrarme a ella, sabía que era peligroso el hablar de él tan abiertamente en la casa. Podía aparecer en cualquier momento, su ira se desataba en cualquier momento.
─¿Volverás la otra semana?
Pero esta vez no vi certeza en sus ojos. Sólo una media sonrisa, y un apretón a mi mano derecha.
En ese momento quise estar en el bosque de nuevo. Las veces que Yukio volvía a intentarlo eran violentas, desesperadas, desgarradoras. Hay sangre que bordea las sábanas, y quisiera llorar. La fantasía de huir sigue pendiente, y es algo que he hablado en esas tardes con Kaori, son conversaciones a medio hacer, que siempre juegan entre la mentira más grande del mundo y una verdad valiente, furtiva. Abrazo mis piernas, sintiendo el agua lavar la suciedad de ese acto.
En junio los días transcurren con una quietud inusitada. Seguía bajo la sombra de aquel cerezo, sólo que ahora posiciono una mano en mi vientre, el mismo abultado creaba una esfera en mi kimono, aún me recostaba en el regazo de Kaori.
─La boticaria dijo que eran dos.─Murmuro con los ojos cerrados.
─No hay posibilidad en la tierra que des a luz a dos engendros en ese cuerpo tan pequeño.─Responde Kaori, su esbelta figura femenina contrastaba con la mía.
─Dice que es un guerrero y un rebelde, ¿tienes idea de lo que signifique?
─No creo que eso tenga un significado, realmente no creo en eso.─Dijo, aún le dolía, el hecho de que no le hubiese contado hasta que fuese evidente. Le evité por meses, mientras planeaba cómo decirle. Yukio ahora es suave, incluso prepara comidas de vez en cuando.
─Yo sí lo creo.─Dije, con media sonrisa.─Creo también en la posibilidad de que existan dos personas que nazcan el mismo día, y estén destinadas a estar juntas. En todas sus vidas, o quizá en alguna de las mil versiones que tengan de sí mismas.
Kaori guardó silencio, pero la observó a los ojos. Habían tantas palabras que morían en mi lengua, y sé que le sucedía también a Kaori. Sujetaba sus manos de vez en cuando, sin líneas para interpretar, parte de su vida era un misterio. O quizá la complicidad que existía entre nosotros probablemente se debía a un acto de caridad, prolongado por todo ese tiempo.
Los encuentros se hicieron menos frecuentes con el tiempo, y la llegada de los bebés estaba pronta. El hecho de estar ocupada despejaba mi mente de Kaori, y lo mucho que anhelaba que estuviese aquí. Habían mil peligros aún rondando mi mente, pero esta es la vida normal, la vida tradicional que brindaría honor a mi familia. ¿La maldición se había roto?
El sudor se pega a mi frente, mientras pujo. Nunca había experimentado un dolor semejante, y nunca podría compararlo con algo más que no fuese desgarrarse en carne vida, mi corazón parece detenerse y quiero desmayarme. Pero continuo, es tan punzante que por un momento veo la luz al otro lado, pero cuando finaliza no tengo energía ni siquiera para abrir los ojos. Sólo escucho el llanto de dos niños en mi regazo: un rebelde, y una guerrera. Sonreí débilmente hacia mi esposo que se extiende tomando al varón en sus brazos como un trofeo de guerra, los gritos inundan la casa y de repente siento tanto cansancio que podría morir.
Sé que tengo que irme. La llamada del vacío se hizo presente mientras tomaba a mis hijos en brazos, ambos aparentemente normales, ofrecí tanto por esto que ahora me siento incompleta.
¿Dónde estás? ¿Dónde estás para felicitarme? ¿Para observarme con melancolía o tristeza? Debo olvidarte... Pero tengo miedo de hacerlo. Tengo miedo de que si trato de olvidarte, realmente lo haga, y luego cuando intente recordar tu rostro no pueda, y eso me rompa el corazón. Tanto como se rompe un fragmento en el momento en que no estás.
Pensé: ¿Y si muero, y no estás? ¿Y si enfermo, y no estás? ¿Quién va a acariciar mi cabello? ¿Quién va a bromear sobre mi torpeza? ¿Quién me ayudará a sanar ahora? Porque pretender me cansa, y contigo nunca tenía que hacerlo.
¿Crees que en otra vida sí podamos intentarlo, Kaori? Me refiero, a que quizá en otra vida me gustaría pensar que estamos juntos. De cualquier forma. En otra vida tú estás en mi casa sin un resquicio que te haga escapar porque no puedes estar ahí. Porque es nuestra casa, nuestro mundo. Y yo no tendría que avergonzarme por algo que soy, y tú no tendrías que ocultar tu pasado, porque te aceptaría tal como eres. Yo te abrazaría en la mañana y percibiría tu aroma.
Tal vez en otra vida yo no estaría condenada a eventualmente tener que olvidarte. En otra vida me permitiría sentir lo que sea que siento por ti hasta que mis días finalicen.
Sí sé lo que siento, pero si le pongo nombre, ¿dejaría de existir? ¿Se iría esta punzante necesidad de ocultarlo?
En otra vida ambos seríamos felices, sin que fuese un estado alterable. Seríamos felices y ya.
Puedo ver tu rostro en mis pensamientos, riéndose de esto si los estuvieses escuchando. Que patética es Tsuta, con sus creencias estúpidas. No sé cuánto tiempo me queda, y francamente quise decírtelo a la cara.
Aunque soy como la hiedra, la que se implanta en el jardín y va creciendo, cubriendo las superficies que toca. Espero alcanzar esos resquicios de luz, espero que en otra vida aprecien realmente tu bondad.
Espero que en otra vida pueda confesarte realmente lo que siento.
Creo que estoy emocionada por conocerte de nuevo, ¿no es algo ilógico?
Te veré allí, entonces.
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itsmorganahawkes · 12 days
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So I lied to you last night. I said I just wanted one night with you. But i want every night with you. And thats why I have to slip out of your window now, like a coward. Because if I had to tell you this to your face, I couldnt make myself go.
I dont blame you if you hate me, I wish you would. As long as I can stil dream, I will dream of you.
-Cassandra Clare, City of Glass
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itsmorganahawkes · 13 days
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Clace - Through the Years
↳ The Mortal Instruments (2007)
↳ The Dark Artifices (2012)
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itsmorganahawkes · 15 days
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"I don't have any friends from my school days. But then, a friend from those days came into my life. I now have a friend to reminisce about the past with."
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itsmorganahawkes · 15 days
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Doctor Slump X Text Posts
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itsmorganahawkes · 18 days
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Entregó el cambio con manos temblorosas, repasando una y otra vez que las cuentas estuviesen exactas. Desde que Sakura había muerto hacía un año, Ivy hacía malabares y milagros con las cuentas; es decir una chica de último año no debería preocuparse por ser el sustento de su casa: pero lo era. Su padre llegaba en la noche y probablemente alcoholizado, despilfarrando la quincena que recién habían pagado. Debería preocuparse por cosas triviales como el examen de matemáticas que tenía mañana; Ivy mantenía el libro abierto mientras repasaba las ecuaciones en su mente. El dueño era amigo de Sakura y le había dado un permiso especial para trabajar, había sido flexible con sus horarios pero su paciencia tenía un límite.
━━¿Cuántas veces tengo que encontrar la encimera desorganizada? ━━Dijo con aplomo, Ivy corrió hacia el estante mientras ponía todo en su lugar, los gritos incesantes de su superior le hacían agachar la cabeza con vergüenza. No podía permitirse perder ese trabajo, pues eso afectaría realmente a cuatro personas. Ahora tendría que cubrir horas extras para arreglar su desastre.
Diez de la noche, había tenido una llamada corta con sus hermanos para que se fuesen a dormir. Por suerte Ivan e Inaki eran auto-suficientes. Organizó los onigiris por marca mientras sostenía sus manos como rezando para que no se viniesen encima.
La campanilla sonó mientras una figura se adentró al local. Ivy corrió a ponerse detrás del mostrador.
━━¡Bienvenido señor! ━━Dice con la última gota de entusiasmo que le queda, para sus adentros está maldiciendo mentalmente el sujeto que se atrevió a entrar cuando ya casi cerraba. Sus ojos estaban medio puestos en las ecuaciones, los pasos de las botas contrarias resonaban en aquel local vacío. En realidad no era un lugar tan transitado al encontrarse en un barrio de bajos recursos a las afueras de kioto.
Quizá fue su cabello el hecho que más llamó su atención, los piercings brillando en su oreja derecha, mientras el sujeto tomaba uno de los onigiris que ella había organizado -mal-. Para su desgracia, los demás se vinieron encima y terminaron por caer al suelo.
No podía ser cierto...
Ivy corrió de nuevo mientras intentaba recoger los ítems
━━No se preocupe señor... Yo lo tengo.━━Murmuró, sus dedos rozaron la mano contraria por accidente, y ella casi se echa de para atrás. Balbuceaba disculpas mientras ponía todo en su lugar.
━━Deberías organizarlos por tamaño así no se te caen la próxima vez que alguien trate de tomar algo. Hasta el viento los puede derrumbar.━━Se encogió de hombros mientras le ayudaba a organizarlo, el nuevo sistema ahora parecía infalible. Ella enrojeció de verguenza, su jefe le estaría mirando por las cámaras para recalcarle que un cliente hizo mejor su trabajo.
━━Lo-lo siento señor..━━Hizo una reverencia, en realidad sentía pena.
━━No te disculpes.━━Su voz era gélida, tanto como el clima afuera. Ivy alzó la vista solo para encontrar el rostro contrario observándole con algo de diversión; ella por su parte notó varios moretones y el labio hinchado del contrario, las cejas de Ivy se alzaron con confusión.
━━Señor... ¿Está bien?
━━Oh, sí de maravillas.━━Respondió de forma sardónica.━━Así paso todos los jueves, en puebluchos encontrando comida.━━A pesar de que su respuesta le tomó por sorpresa ella señaló el labio que brotaba un hilo de sangre.
━━E-espéreme aquí, ya vuelvo.━━Dijo, sus manos volviendo cargadas con el botiquín pequeño en caso de emergencias. Sacó un algodón que humedeció en alcohol mientras pedía permiso con la mirada para curarle. Él pareció perturbado al principio, pero eventualmente lo dejó pasar, como rindiéndose ante la mirada persuasiva de la chica.
━━Yo me hago esas heridas también... cuando me golpeo caminando hacia alguna puerta de cristal o se me caen las cosas encima.━━Dijo Ivy, llenando el súbito silencio que se había formado entre ellos. El pelirrojo soltó una pequeña risa, un tinte de ironía en su voz.
━━¿Y también te tropiezas de repente con una cáscara de banana? ━━Replicó ahora soltando una carcajada, probablemente la imaginaba en esa situación. Ella terminó de poner una curita en su rostro y limpiar su labio inferior.
━━¡Qué! ¿Cómo sabe? ━━Dijo en un susurro.
━━¿Es en serio? ¿Eres acaso el personaje gracioso de un anime o algo? ━━El tipo siguió riendo pero ella se quedó impávida, se puso en pie mientras volvía al mostrador, sintiendo la mirada de su jefe a través de las cámaras, dejándolo acuclillado en el pasillo.
Ivy siguió repasando sus lecciones hasta que el ruido de una canasta le distrajo. Era el hombre abatido, con el cabello cubriendo su frente, desordenado. Traía un paquete de cigarros y un encendedor.
━━¿Eso es todo, señor?
Él asintió con la cabeza, guardando el paquete en su bolsillo.
━━Son 500 yenes.
El hombre depositó los billetes frente a ella, como si no pesaran nada para él.
━━Toma.━━Murmuró mientras encendía un cigarro.━━Lo que sobre es tu propina.
Ivy contó el dinero: 50.000 yenes. ¡¿Acaso había perdido la cabeza?!
━━¡No! ¡No señor! Es muchísimo dinero ¡No puedo aceptarlo!
━━Es por tus servicios de enfermería.━━Masculló con el cigarro danzando en su labio hinchado.━━Trata de empujar las puertas antes de irte de cabeza hacia ellas.
━━No... No sé cómo agradecerle en serio no debería tomar este dinero.. no está bien... Y usted ¿no lo necesita?
Pero sus plegarias y angustias se quedaron sin respuesta, pues el hombre ya había desaparecido de su vista. Eso alcanzaría para el mercado de dos meses, y la pensión en la casa de otros tres. Guardó los billetes en el bolsillo de su uniforme mientras sonreía con alivio.
Esperaba que, cualquier tormento que él tuviese fuese solucionado pronto. Y esperaba agradecerle quizá después... Si la vida los volvía a encontrar.
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itsmorganahawkes · 22 days
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itsmorganahawkes · 22 days
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She felt her lip quirk slightly at the side. There was something so Jace about his reaction, his strange mixture of arrogance and vulnerability, of resilience and bitterness and devotion.
Cassandra Clare, City of Heavenly Fire
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itsmorganahawkes · 2 months
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marcos
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itsmorganahawkes · 2 months
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chosoyuki week day 6 - blood
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itsmorganahawkes · 2 months
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getting ready for a bar date❤️
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itsmorganahawkes · 2 months
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here I am again with touch-starved Choso agenda
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itsmorganahawkes · 2 months
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I love them your honour!! 😭
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itsmorganahawkes · 2 months
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a:tla southern raiders episode
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itsmorganahawkes · 2 months
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I'm delusional, but Lumi gives Childe his vision back IN PERSON
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itsmorganahawkes · 2 months
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Noragami + text posts part 39: Yatori special
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itsmorganahawkes · 2 months
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That dancing episode, but with Sokka and Suki 🥰🥰🥰
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