haruless - Tumblr blog

haruless · 6 years

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✏ Historia:

Haru nació en una familia tranquila, cálida y amorosa. Siendo una madre frágil pero siempre alegre y un padre bromista y trabajador, ambos se habían encargado de crear un pequeño negocio de panadería/café en medio de un barrio tranquilo de Tokio. Primero nació su hija, Kohana; hermosa, lista y educada; era todo lo que una familia querría de su hija, una persona que simplemente cumplió con todas sus expectativas. Luego nació Haru, era producto de un error, no fue calculado pero habiendo nacido en una familia así, de inmediato aceptaron aquello como un regalo de los dioses y no un fallo. Con una hermana siete años mayor que él, ella prácticamente lo vio crecer, le ayudó en todo lo que necesitó porque era un sol de persona. Dos años después llegó Jun, el tercer hermano. Haru empezó a tener celos en cuanto creció un poco empezando a entender que sería el del medio y por tanto el que ni sería mimado por ser el mayor, ni el menor. Claro que aquel chico era de buena naturaleza, siempre se esforzaba por alcanzar a su hermana y por proteger a su hermano. No se le daba bien estudiar, siempre se distraía con todo y era bastante torpe, sin embargo ponía sus horas privándose de otros caprichos que los niños a su edad tendrían. Después llegó la adolescencia, etapa que fue muy dura para él porque recibió bastante acoso, sin embargo siempre manteniéndose fuerte, más cuando su hermano empezó a asistir a la escuela. ¡Tenía que ser fuerte! Claro, aunque costase tanto... Aunque cada comentario que le hacían lo derrumbase, hiciera que se encerrase en un caparazón que él mismo creaba. No, no tenía muchos amigos sin embargo esos eran buenos. Jamás fue una persona de pertenecer a un grupo grande de gente, aunque sí que se juntaba con personas muy distintas las unas de las otras. Todo cambió cuando a los 17 años Kohana no volvió. Pensaron que tal vez después de una pelea familiar por culpa del hermano menor de todos ella solo necesitaba tiempo, pero no volvió. La encontraron muerta, desangrada en uno de los rincones más oscuros de Tokio. Para la familia aquello fue un golpe demasiado fuerte; la inestabilidad se volvió parte de sus vidas, las peleas, los golpes... Haru de pronto tenía que lidiar con el papel de hermano mayor, de hijo mayor y de la panadería que iba a ser de Kohana... Él siempre quiso estudiar artes, pero al parecer no podría ser. A los 18 años comenzó a estudiar gastronomía mientras trabajaba en la panadería a tiempo parcial, siendo él a veces mesero y otras tantas veces ayudando a sus padres en la cocina. No lo desagradaba la carrera que estudiaba pero no se sentía pleno. Todos tenían los ojos puestos en él, tanto su familia como los externos como los tíos, abuelos... La presión se hacía cada vez más fuerte y él más débil. No estaba listo para tanta responsabilidad, jamás lo estuvo. ❝ Cierra los ojos, no dolerá. ❞ Aquel tipo le prometía fuerza. Lo miraba con esos ojos rojos que le quitaban la voluntad, que lo volvían un muñeco sin alma. Entonces él solo cerró los ojos y se dejó hacer, hipnotizado. Sintió como el veneno entró en su cuerpo mediante un mordisco en el cuello, como su corazón a los minutos dejaba de latir. La próxima semana fue extraña. Despertó en un cuarto oscuro, tumbado sobre un sofá. El hombre que conoció aquella noche justo antes de perder la razón lo miraba y él sencillamente no sabía qué tenía que ahora mismo lo sentía tan... superior. Tan... irresistible. Pocos minutos le faltaron para darse cuenta de todo. Ese era su creador y no se podía negar a nada de lo que dijese. Para aquel vampiro Haru era un objeto con el que se divertiría, la joya que completaría su bar de striptease. Lo que más gracia le hacía era ver lo inocente que era en ese aspecto, lo tímido que se ponía. Un año después Haru ya tenía la experiencia suficiente bailando y desnudándose para personas como para tener su propio cuarto en el que lo visitaban clientes. Su madre cada vez más débil, su padre de mala leche... Haru no dormía con tal de estar en aquel bar, de día se esforzaba en la escuela y de tarde en la panadería. ¿Cuánto duraría así? Todos sabían que aquel chico tenía demasiada presión sobre sus hombros, era cuestión de tiempo que explotase.

Con la llegada del año nuevo la madre de Haru murió, su padre se fugó. En la mente de aquel pequeño vampiro estaba la idea de matar a su creador para así librarse de una vez por todas de él y sus trabajos forzosos.

Incluso llegó a estar prometido del hijo de su creador, mas considerando lo mal que se llevaban, aquello jamás pasaría.

Tuvo el pensamiento suicida de asesinar a su amo y suicidarse después, mas como siempre, jamás podía llevar a cabo aquellos planes por culpa del miedo.

Con su hermano viajaron fuera de Tokio con tal de escapar de todos los vampiros que lo perseguían y querían matar, y es que, considerando que había matado a su creador, ahora todo su poder.

ㅤ❝ Oigo voces... ❞

La primera vez que se dio cuenta de ello fue cuando alguien con voz similar a la suya comenzó a darle consejos sobre el hombre lobo con el que se había encaprichado. Desde entonces, no dejaba de sonar en su cabeza la voz de varios que siquiera reconocía. No sabía si se trataba de una enfermedad mental o era algo real, sencillamente no quería lidiar con ello.

No le quedaba nada, solos su hermano y él tenían que buscarse la vida tras perder la cafetería y su casa... Vio una forma de solucionarlo todo con Babel, una comunidad dirigida por un hombre lobo y una bruja que acogían a gente extraña como ellos a cambio de sus servicios, los cuales la mayoría de veces eran matar.

Con un hermano que ahora era hombre lobo y alguien de quien gustaba que era de la misma raza que él, Haru tenía constantemente que vivir con los licántropos y llegó a un punto en el que se acostumbró a ellos.

Sin embargo algo estaba creciendo en su interior, una oscuridad que no reconocía en sí mismo. Una máscara de Kitsune y alguien que pareciera tomar el control de su cuerpo cada vez que asesinaba.

Haru no era consciente, solo se decía que lo que pasaba cuando se ponía aquel antifaz no era su culpa sino de ese Kitsune.

Trataba de reconstruir su vida, incluso se había ganado muchas amistades ahora que acababa sus clases de cocina y comenzaba a cursar la carrera de Bellas Artes.

Entre ellos un día se cruzó con Isaak, un adorable chico que tenía increíble habilidad con la pintura y un secreto que a Haru le tenía intrigado.

ㅤㅤㅤㅤ❝ Solo quiero una vida tranquila. ❞ ㅤㅤ━ Haru.

#historia

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