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Para tratar de entender la razón de que me diera de baja en la universidad debemos regresar a conocerme desde niña.

La Estre del kinder y de la primaria era una niña líder, popular, mejor promedio. Era la morra que elige primero y siempre gana, hablaba hasta por los codos (real mis maestros ponían eso en las boletas). Los niños querían andar conmigo, los de la escuela, mis vecinos, los del parquecito 😂. A mí me encantaba ser su amiga, jugar fútbol con ellos, ir a las maquinitas, andar en bici todo el día pero jamás me gustaron. Desde que tengo uso de razón supe que me atraían las niñas. Obvio no era algo sexual o físico y nunca me gustó alguna amiga, pero sentía que debía respetarlas más, protegerlas, cuidarlas 🤷.

La transición de niña a adolescente me costó mucho. Odiaba cada cambio que había en mí, que me crecieran los pechos, la cadera y comenzar a menstruar 😖. No me sentía cómoda con mi cuerpo.

Llegaron los 15 años y también que las chavas empezaran a maquillarse, usar vestido, tacones, tener novio. Con todo eso, traté de encajar, me ponía algún gloss ligero, una blusita, zapatos que se vieran femeninos. Y tuve un novio, guapo, mayor que yo, un poco raro jaja, pero fue la relación más incómoda que he vivido. Me sentía de otro planeta.

Comencé a rezagarme. Prefería no salir antes que tener que "arreglarme". Y dejé de hablar, me daba pena y miedo todo.

No sabía cómo seguir los temas de mis amigos porque yo no salía, no tomaba, no tenía parejas. Me pausé y de alguna manera no estaba viviendo.

Hice un muro enorme con el que nadie podía conocerme de verdad. OJO: A PESAR DE TODO, NUNCA EN NINGÚN CÍRCULO DE AMIGOS QUE HE TENIDO ME HAN HECHO MENOS, SIEMPRE ME HAN QUERIDO UN MONTÓN ❤️.

En este punto Bruno se volvió mi mundo. Mi primer año de prepa lo hice en el turno de la tarde, así que era la única disponible para cuidarlo. Una morrilla de 15 años pasaba toda la mañana con un bebé de 1 año. No sé cómo ni cuándo hacía mis tareas y estudiaba pero nunca reprobé en la prepa. Tenía buenas calificaciones pero no las mejores porque jamás me esforcé de más, el estudio se me daba fácil, sólo me bastaba leer para pasar y eso era suficiente.

Pero no me conocía y no me expresaba. Jamás fuí consiente de que debía salir del clóset y hablar de lo que sentía con alguien.

Entré a la universidad al primer intento. Me mudé a León con unos de mis primos favoritos y su hija pequeña. No me cobraban mucho de renta y me daban de comer 😊. No me iba mal en las clases. Pero, no tenía ningún amigo 😟. Todos me caían súper bien, las chavas eran muy buena onda y me invitaban a estar con ellas pero yo me negaba.

Mi baja autoestima, mi falta de identidad y todo lo que estaba guardando me gritaban que yo no encajaba con nadie, y me enviaron a un rincón frío y oscuro, en el que no convivía más. Además de que extrañaba mucho a Brunito. Todo eso en conjunto me fue sumiendo en una tristeza, no sabría decir si llegó a depresión, que sentía a cada momento.

Lloraba todos los días, iba como robot a la escuela y les juro que en el camino el mundo se veía gris. Casi no hablaba, andaba siempre sola, al comer, al ir a la biblioteca, al baño, a cualquier lugar. Pero aún así, al llegar el fin de semana, ponía una cara feliz en mi casa y fingía estar bien.

Hasta que tuve la peor semana.

El tío F, un profesor, coordinador de la carrera, tenía un proyecto en el que no podrían participar todos, obviamente yo sí quería hacerlo pero, extrañamente, jamás me di cuenta cuando armó la lista y quedé fuera. Después habló conmigo, dijo que yo podía entrar pero tendría que esforzarme más que los demás, debía ir al ISSSTE a la hora que él me lo dijera, así fuera en la mañana, tarde o noche. Iba a entrar antes y a salir después que todos. Dijo que sería su mano derecha, así que eso implicaba estar todo el tiempo con él. Yo no sabía cómo sentirme con eso.

Esa misma semana, mientras iba a la facultad de medicina, un chavo me acosó en la oruga. Se acercaba demasiado a mí, yo me movía y él me seguía, me respiraba en el cabello. Y cuando se bajó, me embarró algo en la mano 😓. Y yo no supe cómo reaccionar, de hecho, es la primera vez que lo cuento. Con todo lo que yo estaba pasando. Sólo sentía más confusión, asco, tristeza y ganas de no estar ahí.

Al final de la semana, en el camión de regreso a Valle, iba repitiéndome que todo estaba bien. Traté de poner mi mejor cara pero fallé porque en cuanto puse un pie abajo mi mamá me preguntó qué pasaba. Y ahí, en medio de la central, me rompí, empecé a llorar, de esas veces que no puedes ni respirar. Le conté todo y le dije que no quería regresar, y ella, siendo como es, me dijo que no era necesario que lo hiciera.

Sí, ella pudo ser más dura y obligarme a volver. Sí, pudimos buscar ayuda y arreglarlo de una manera diferente. Sí, fuí débil. Sí, me rendí. Sí, dejé ir una gran oportunidad. Sí, hay días en los que me arrepiento. Pero entiendan, fue una serie de eventos desafortunados que arrastré desde niña, que no supe manejar, me rebasaron y me estaban destruyendo. Hasta el día de hoy lucho con las inseguridades provocadas.

También he aprendido a vivir con las consecuencias, porque la sociedad basa el éxito en conseguir una carrera. Y hay muchísimas personas que te ven menos por sólo tener la prepa. Incluso tengo familia que se avergüenza.

Reconozco que es un tren que dejé pasar, sé que me tengo que esforzar mucho más y las cosas se pueden tornar muy difíciles para mí, pero confío en los tiempos perfectos de Dios.

- Ev.

(junio/2020).

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Apesta que no aprendamos algo de la situación que estamos viviendo, que a pesar de todo no cambiemos.

Mira que hay que ser muy mierda para causarle sufrimiento a un corazón inocente que sólo tiene amor para darte.

¿Todavía no nos damos cuenta de la fragilidad de nuestra vida? Todo cambió de un segundo a otro. Deberíamos estar aprovechando cada momento porque, aunque esperamos pasar este mal rato, nadie sabe si saldremos de esta todos, completos, juntos, sanos.

- Ev.

(abril/2020).

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Un día desperté y lo supe: ¡había vuelto!

Antes de eso no sabía muy bien dónde encontrarme. Los días transcurrían sin sentido y de alguna extraña manera no lograba hacer que mi alma conectara con mi cuerpo. Me repetía constantemente que no estaba mal porque no tenía problemas, porque no sentía dolor pero tampoco sentía algo más.

<<<<< El único ser que podía notarlo era aquel de 10 años al que llamo mejor amigo. Siempre me preguntaba si estaba bien y yo respondía que sí, porque quería que él lo creyera y deseaba creerlo yo también, pero su mirada reflejaba mi rostro desencajado. Él intentaba mantenerse conmigo, distraerme, abrazarme y cada vez que sentía que me habían lastimado me decía que soy la mejor tía que Dios le pudo dar. Entonces estallaba de amor pero me rompía el corazón porque ahí estaba yo, ofreciéndole un 50% y él contraatacando con un 150%. >>>>>

Después de un tiempo tratando de dar más pero sin conseguirlo, regresé, completamente diferente a lo que imaginas que fuí, que soy o que seré, pero en paz conmigo y con todos. Sonrío y siento amor, mucho amor.

¡Mi espíritu está feliz!

- Ev

(agosto/2019)

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🛡️

¿Por qué representé a mi mamá como un escudo en mi tatuaje?

Historia reciente:

Nos llevaron a una habitación que parecía para los acusados, con una silla frente a otras dos. La persona que nos hablaba se sentía incómoda, expondría temas que no quería ni sabía cómo tratar. Evitó llamar las cosas por su nombre y, a mi parecer, sólo insinuó que algo "incorrecto" pasaba.

Mi "defensa" solamente logró aumentar su preocupación. Es que no iba a disculparme, yo no estaba actuando mal. En ese momento, su mirada buscó ayuda en mi madre. Para eso la había llevado ahí, ¿no? Si alguien podía ponerme un alto, sería ella.

Mi mamá volteó a verme, respiró profundo y, 💥 💥 💥 🛡️ detuvo las balas por mí.

Mi escudo, ¡mi guaja! La que sabe perfecto quién soy, con quién me junto y qué hago. Dudo que la tomen por sorpresa. Te amo ma!

- Ev

(julio/2019)

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Carta de Bruno a abue.

Para la mejor abue del mundo. (Perdón si no le entiendes a mi letra).

Te amo mucho, demasiado.

Gracias por darme todo tu amor. Gracias porque de chiquito me cargabas. Gracias por comprarme siempre lo que yo quería. Gracias por soportar algunos berrinches que hacía antes. Gracias por tener todo ese amor y regalármelo. A veces pienso, en serio, a veces pienso que eres una superheroína por todo lo que has podido soportar, por todos los golpes que has tenido y por todo. Cuando estoy enojado siempre encuentras cómo contentarme. Te amo muchísimo.

(marzo/2019)

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Carta de Bruno.

Te amo Estre. Para ti, la mejor tía del mundo y que pudo existir. (Perdón si no le entiendes a las letras).

Gracias por cuidarme. Gracias por darme todo tu amor. Y tú ya no estés triste porque Diana te dejó, tú no te preocupes, ella se pierde de lo divertida que puedes ser, del amor que tienes, de una gran persona que eres. Gracias por siempre decirme "esto está mal, esto está bien". Gracias por protegerme. Gracias por darme tu amor. Perdón por antes enojarme tanto, tanto, porque ganabas en los juegos pero ya no soy así, antes quería ser el número uno y siempre ganar pero ya no, ya aprendí a perder y a ganar. Te amo.

(marzo/2019)

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Una hermana pasó a contar su testimonio este domingo en mi iglesia. Trató de que su casa se quemó por completo, una casa de plástico en una colonia donde no cuentan con servicios básicos, además el fuego terminó con todo lo que tenía. Sin embargo, ahí estaba de pie en la iglesia, dándole la gloria a Dios porque en el momento del incendio ella y sus hijos no estaban ahí.

Él me está rodeando de personas llenas de fe y convicción.

- Ev

(enero/2019)

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Dios obrando.

El domingo en la iglesia mi mamá me pidió que diera un testimonio, lo cual no hice. Se trata de una persona tan orgullosa que jamás se retracta ni pide perdón. Antes de irnos a Ixtapa esa persona discutió, sola porque yo nada más la escuchaba y oraba. Entonces regresando del viaje se disculpó con nosotras y no exagero al decir que nunca había pasado eso.

Ayer me sucedió algo similar con otra persona. Así que concluiré con dos palabras: Dios obrando.

- Ev

(diciembre/2018)

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Central del Norte CDMX - Junio 2018

Ella me vió con tristeza y dijo algo como: "No me gusta esto, siento que piensas que nos estamos despidiendo para siempre".

Y, amigos míos, así fue.

- Ev

(noviembre/2018)

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Si existiera un avión que me llevara justo 2 años atrás en el tiempo, no lo tomaría. Eso equivaldría a perder la mitad de lo que soy.

No me arrepiento de mis decisiones.

He vivido de tal forma que diario, cuando me despierto, sé que estoy en mi mejor momento. Soy feliz y tengo paz, conmigo, con el mundo.

Puedo asegurar que, el día de hoy, no siento miedo aunque sé que los problemas surgen, las cosas cambian con el tiempo, a veces la vida se esfuerza en complicar todo pero yo elijo siempre buscar una solución.

No tengo miedo de equivocarme, no tengo miedo de amar, ¡no tengo miedo de VIVIR!

Hace 10 meses escribí: "Porque mis viajes se despausen", y gracias a Dios y a mi madre, así fue, se despausaron junto con mis ganas de experimentar, aprender y, ¿por qué no? También mis ganas de volar...

- Ev

(octubre/2017)

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¡Qué triste que todo lo que fuimos termine en nada!

Veo lo que hace y sólo se me viene a la mente ésta imagen.

No me aferro a la relación que tuvimos, eso hace tiempo lo solté. Lo que me duele es que la amistad que forjamos durante un año antes no pueda sobrevivir. Me causa conflicto el pensar que ella quiere eliminarme de su vida pero forma parte del círculo social más importante en la mía.

Bueno, van a quedarse los que tengan que hacerlo y los que Dios quiera que permanezcan.

La recordaré como la conocí y sé que estaría feliz de saber que estoy haciendo algo, ocupando mi tiempo y ganando mi propio dinero, además de que he aprendido cosas nuevas. Le encantaría saber lo cerca que estoy de Dios y que mi familia también se ha acercado.

Y no, amigos, no es enojo ni algo así, pero si no lo escribo me hace daño.

Voy a terminar de escribir, estaré bien y continuaré mi vida. Y no la leerán más en mis letras.

- Ev

(octubre/2018)

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"Se me empezó a dormir un dedo, luego éste y después ya eran tres. Luego se me durmió el brazo, hasta el codo. Después la mitad de la cara, la boca y la lengua, tenía sensación de hormigueo".

30 segundos después volvía a contar la misma historia. Ayer la escuché al menos 20 veces, utilizaba exactamente las mismas palabras, los mismos movimientos corporales. Me preguntaba las cosas una y otra vez, y olvidaba calles cercanas y nombres de personas que conocemos de toda la vida.

Sí, obviamente me asusté. Pero, gracias a Dios, está mejor aunque no recuerda haber repetido las cosas.

- Ev

(octubre/2018)

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Fe.

Hoy sentí miedo, mi soporte estaba tambaleante, mi escudo.

Tenía impotencia, se veía tan frágil.

No sabía qué hacer. Decidí orar, clamar a ti Padre, dejé en tus manos todo. Y tú, misericordioso, me recordaste que estás conmigo siempre, y que a través del Espíritu Santo y en el nombre de Jesús, ella estaría bien.

Gloria a ti, Señor.

- Ev

(octubre/2018)

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27/Septiembre/2018

Mi cuñado, mi hermana, mis sobrinos y yo veníamos del cine en el auto, escuchando Miénteme.

Goyo: Ya debería venir Griss a tocar cerca para ir a verla.

Bruno: ¿Y Diana cuándo viene?

Yo: *me quedé viendo hacia la ventana*.

Bruno (insistente): ¡Estre! ¿Cuándo viene Diana a la casa?

Yo (sin sentir un nudo en el estómago): No sé.

Bruno: ¿Crees que venga para las próximas vacaciones o en un año?

Yo (mintiendo): En un año.

Nota: Mi sobrino la adora, y qué bueno.

2 minutos después.

Goyo: ¿Por quién preguntó Bruno?

Chris: Por Diana.

Goyo: ¿Por quién? ¿Por Diana? ¿Diana?

Yo: Sí, Diana.

PD. Bruno continuó hablando de ella un rato más.

- Ev

(septiembre/2018)

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¿Quise?

Quise abrazarte muy fuerte, decirte cuánto te he extrañado y que mi vida no es la misma desde que tú no estás.

Quise acercarme, preguntarte cómo has estado y conocer las cosas que me he perdido desde que no hablamos.

Quise platicarte de mí, hacerte reír y ver de nuevo tu sonrisa que hace un tiempo fue mía.

Ya entrada la noche y con varios tequilas encima, quise acariciarte torpemente, besarte y terminar amándonos a nuestra manera.

No lo hice.

Pero quiero... Mi amor, yo sólo quiero que tú estés bien.

- Ev

(septiembre/2018)

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Ya despertó.

Hace un año, sobrevivía a los que han sido los peores días de mi existencia.

Una de las personas que más amo estaba en el hospital y no puedo decir que luchaba por su vida, ya que, de hecho había tratado de terminar con ella.

El primer tratamiento médico que recibió la llevó a un estado de coma del que, sin importar cuántas cosas le inyectaban, no lograba despertar.

Ya habían pasado 3 días.

Nadie se despegó del hospital, dormíamos algunos minutos en las bancas o en el piso, comíamos poco porque dudo que alguien tuviera apetito. Parecíamos zombies, caminando de un lugar a otro, con la mente perdida y la mirada triste. Ninguno hablaba de lo que pasaría, ¿Qué debíamos esperar? ¿Que despertara? ¿Cuándo? ¿Con qué daños y consecuencias?

Como si no bastara con eso, las medicinas se terminaron. Nos movimos rápido para conseguir más y, gracias a Dios y a la amiga doctora de alguien, las conseguimos.

En cinco cajitas se encontraba nuestra poca y última esperanza. Estábamos derrotados.

Le administraron tres inyecciones seguidas y no pasaba nada, hasta que después de un rato, dos palabras me regresaron el alma al cuerpo, dos palabras que ni siguiera escuché. Sólo leí en sus labios: "ya despertó".

- Ev

(septiembre/2018)

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Te suelto sin dolor

Me tomó 3 años y 3 personas diferentes aprender que cuando alguien ha decidido irse no importa el número de flores que le envíe o los kilómetros que recorra sólo para sentir un abrazo suyo y hacerle sonreír, da igual si son 100 km en auto, 300 en camión o 700 en avión, de todas formas va a marcharse. Pero esta vez es diferente. En dos ocasiones me aferré a sentimientos que únicamente me arrastraban hasta el fondo. Ahora no, hoy suelto mis amarras contigo. Sabes lo que siento, te abrí mi vida y encontraste un lugar en ella, es tu decisión quedarte ahí.

No me malinterpretes, quiero tu amistad, te quiero en mis días. ¡Te quiero! Te quiero y eres consciente de eso, te quiero y sé que puedes sentirlo. Te quiero pero el tiempo no va a detenerse si no estás.

- Ev

(agosto/2017)