Tumgik
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Nada como verle desnude por primera vez
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Otra vez te quedaste buscando en el otro eso que no está
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Dos sombras se encuentras
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Aca de nuevo.
Muchas emociones para que quepan en las palabras. No me alcanzan las explicaciones para que entiendas lo que tu mirada me produce.
¿Tengo miedo? Seguro. ¿Me tiro a la pileta? No tengo idea. Estoy en ese balanceo donde mi cuerpo aun no decide si me sumerjo o no, y mi cabeza no para de pensar.
Crecer. Esto es mas que tomar tu mano. Esto es mas que entregarte rendida todos mis labios. Esto es mas que tu cara frente a la mia. Esto es más que vos, porque se trata de mi.
Tal vez debería hacer como la ultima vez, cerrar los ojos. Tal vez debería seguir esperando, sentir que conozco todo el horizonte, y asi echarme a correr. Tal vez no hay nada exacto, y simplemente debo quedarme con ese brillo de tus ojos
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Tal vez algun dia dejes de ser tu peor critico, tal vez empieces a abrazarte a ti mismo.
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No lo entiendo, no te entiendo
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Que un tipo se olvide de ser padre no genera tanta revolución como una mujer que decide no ser madre.
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La casa de las abuelas
Abro la puerta, blanca. Estaba sin llave, porque a esa hora ellas me estan esperando. Viene en cuatro patas corriendo a saltarme, apenas lo acaricio, y le digo que se corra, pero él sigue moviendo la cola.
A lo lejos en la cocina esta ella, la más chica, mi favorita. Le gritó que ya llegué, y me contesta con una especie de monosílabo. Dejo la mochila a un costado, y voy por la otra.
Esta sentada, ¿Dónde más estaría?. Me mira y sonrie. Me reconoció, hoy sí. Con el tiempo dejará de hacerlo, pero no de sonreír. La saludo, me pongo de espalda a ella, y me ayuda a desabotonar el guardapolvo. Con el tiempo dejé de pedirle que me ayude, me volví más adolescente, me volví más malhumorada, más estúpida.
Me siento a su lado, de la más grande, mi favorita. Cambio el canal sin importarme que estaba viendo, porque ahora miraremos los dibujitos, que a ellas también les gusta. Viene la más chica con la fuente. ”Lo único que se hacer” suele decir. Mucho no me gustaba, ahora daría cualquier cosa por volver a probarlo. Bastaría con decirle que vuelva a cocinar, pero ella ya no tiene ganas.
Comemos, mucho no hablamos. Yo no corro la vista del televisor. En un rato caerá la otra, la de ojos verdes, que se parece a la mayor, pero es mi mayor, porque yo soy la más chica.
Luego de comer vendrá el postre, y la más chica nunca me decepciona. Siempre hay frutillas o helado en su heladera. Es como que no hubiese Coca-Cola para tomar, ellas saben que eso es mi debilidad.
Me tiro a jugar en la cama con su alajero. Ellas no me dicen nada, nunca me enteré si en realidad les molestaba. Les doy la espalda, mientras ellas charlan, levantan la mesa, siguen comiendo, o miran los dibujitos que deje en el televisor. Yo me meto en mi mundo, no me gusta que me molesten, es como un momento para mi sola.
Cuando menos me doy cuenta es hora de irme, pero a mi ni me preocupa, porque volveré mañana. Todos los días, menos los jueves, una fiesta llegar a la casa de ellas, donde todos mis caprichos son cumplidos, donde soy eternamente una niña, donde los más dulces recuerdos permanecerán en algun lugar, el lugar donde siempre pediría volver a estar.
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Este es el de muchacha ojos de papel
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Extrañarte: la sensación de saber que te tengo acá y no puedo ir a buscarte
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Se me hace un nudo en la garganta de solo pensarlo. Nada puede sacarlo de mi cabeza. El nudo avanza por mi cuerpo, no puedo relajar los dedos, quedé prisionera de ese pensamiento.
Volver, ¿Por qué? ¿Cuál es la necesidad? ¿Cuál es el fin? De sólo pensar que puedo volver a verte se me hiela la sangre. No quiero, no quiero verte.
¿Cómo es que te quise tanto y ahora me asquea la idea de volver a cruzarte? Las heridas pueden cicatrizar, pero de solo verlas puedo recordar el dolor. Me da miedo lo que puedas hacerme, lo que no, me da miedo hasta donde puede llegar mi cabeza con todo esto.
Sos el monstruo que puede salir entre la oscuridad, y yo la niña que no quiere apagar la luz. Yo habia hecho todo, pero frente a esto no sé que hacer.
Pensando posibles lugares donde podría volver a verte, imaginar conversaciones, sonrisas fingidas, hacer creerte que todo esta bien. Anticiparme antes que nada, aunque en el fondo ruego que nada pase.
Esto es pasajero, como todo. Aprendo dia a dia a vivir sin vos, no tengo que tenerte miedo. Ya pasará, ya dejará de doler, como ocurrió otras veces.
Bienvenido de nuevo a mi vida...por ahora.
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Después de tanto tiempo, los volvés a encontrar. Coinciden en un lugar, se miran, alzan las cejas sorprendidos, y despues llega él, el tan esperado abrazo de reencuentro. Sonrisas que hace tanto no se cruzaban, chistes internos que no pronunciabas hace tanto, ponerse al dia, alegrarse por los caminos que el otro ha emprendido, que ellos se alegren por los tuyos. Esto es volver a las raíces. Hoy estoy más visceral de lo normal, por eso quiero ser directa.
Los amigos de épocas pasadas te ayudan a recordarte quién sos, esas amistades que nunca se irán, porque algo las hizo eternas, algo las convirtió en marcas de tu vida.
Son los que nunca se irán, aunque las caras no se vuelvan a ver. Tal vez no sepan más de ti, pero les alegrará volver a cruzarte, e instantaneamente vendrá el “¿Qué es de tu vida?”.
Te ayudan a volver al centro, a la raíz, donde todo empezó. Te recuerdan la esencia, lo que siempre fuiste, el niño que eras, el adolescente que atravesaste, y te aseguran que serás un buen adulto.
Te volverán a marcar el rumbo cuando estes perdido, cuando te olvides quien eras, porque sera inevitable para ellos recordarlo. Sonreirás al recordar al fin de la noche al recordar cuantos rostros volviste a ver, y te prometerás cumplir con eso de “Nos tenemos que juntar un día”, pero con el simple reencuentro casual, ya todo esta hecho.
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Diciendole chau a mi chongo narciso
No, no me la banque. En todo caso, ¿Quién si? Esa ausencia de mirada, la resistencia al contacto, que el placer solo sea en su forma mas primitiva y violenta. Que todo acabe cuando solo vos quieras, y yo me quede pensando en qué es lo que acaba de pasar.
¿Por dónde correrá el placer de tus venas? ¿Fluirá de la misma forma que tus melodías? ¿O es que esa es la única forma que encontraste para sentir? Pobre de vos, privarte de semejante placer, hasta incluso del goce. No podés compartir tus deseos, deben ser solo tuyos, ¿Y dónde quedan los del otro? ¿Dónde quedan los míos?
Creí que nos habíamos prometido pasarla bien. Qué egoísta vos, que ingenua yo. Te volvés un nene caprichoso, mostrando tu lado más vulnerable, porque en el fondo sos un niño, con una armadura que puede hacerte tambalear. A veces pienso que tenes miedo, que me tenes miedo. Detrás de tu narcisismo esta tu zona de confort, lo que no te puede hacer daño, pero creo que vos mismo te estas destruyendo de a poco.
De todas formas, creo que la respuesta a todo esto es que sos feliz, y yo no lo sé entender. La felicidad sin palabras, sin miradas, sin gestos de que hay alguien al lado mío. Una buena charla puede hacernos llegar al orgasmo, y no estoy hablando de amor. Pero bueno, no pudo ser. Espero que cambies, para una próxima vez. Adieu, bye bye.
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Mi cabeza y yo
¿Hasta dónde puede llegar? ¿Realmente quiere que la siga? ¿O en el fondo sabe que no me queda otra opción?
Quiso viajar, yo la quise seguir, aunque las dos sabiamos en cierta forma que no llegaríamos a ningún lado. Ella corrió libre, tropezándose con sus pasos, pero sin dejar de mirar hacia lo lejos. Yo la seguía, temerosa. Le dije que me daba miedo, pero no me escuchó, o no quiso hacerlo.
A veces siento que lo hace a propósito, que sabe que a mi me destruye, pero más la puede el deseo de seguir, de construir caminos, redes, mapas complejos que no lleguen a ningún puerto. Es una eterna soñadora; es lo que más amo y odio de ella.
Aún así, siento que no debo controlarla, porque es como cortarle alas, y eso también me cortaría a mí. Somos una, somos dos, somos todas las posibilidades que ella quiera ser. Yo la sigo, siempre lo hago, aunque a veces me canso.
A veces podemos llegar a lugares oscuros, ahí es cuando descubro su valentía. No mide consecuencias, sólo se deja fluir por un río infinito, mientras yo me choco con la corriente. En esos momentos es cuando quisiera dejar de viajar por un rato. Quisiera simplemente detenerme, y disfrutar de la vista. A ella eso tanto no le importa, solo quiere seguir, ver cuál es el paso siguiente en esto. El tiempo no la corre, ella no le debe nada a nadie. Por eso, ¿Cuál es la prisa?
Sin embargo, ella es mi tesoro. No me imagino seguir con otra que no sea ella. Ambas estamos aprendiendo de nuestros defectos. Yo sé que ella busca ser mejor, porque ella soy yo.
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Viernes por la noche
Es como si te hubieras dado cuenta, o como si siempre lo hubieses sabido. Ese lugar, ese momento, vos. Todo eso en algún momento pasó por mi pensamiento.
No hubo palabras. Una vez te pesqué mirándome, deseándome. Sentí poder, control. Sonreí por lo bajo.
¿Habría sido necesario decirnos algo? Tal vez es que ya con estar en ese lugar sabíamos lo que queriamos. El silencio en su forma de incomodar, porque con él todo puede ser, todo se puede pensar. Yo no queria pensarlo, dejé todo para pasar al acto.
Tal vez fue algo único, algo que solo los dos pudimos entender. O simplemente me estoy engañando, creyendo que puede haber un significado, porque en el fondo sólo me encontré con tu real. Algo real en el silencio, en algo tan simple como querer encontrarme, y nada más. Tan simple como no querer hablar, no querer saber, simplemente ser.
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¿De qué me sirve contemplarte si no hay charla?
Marilina Bertoldi
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