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En el crepusculo de la enfermedad

la única luz que vislumbré,

se asemejaba a una sonrisa,

que me dejaba sin aliento,

Exhausta

Exhausta

Exhausta!

Y la voz de un supuesto docto

me repetía víctima,

no es verdad,

Tómate esto.

Como agitada por una tormenta,

yo, sin ser más yo, nunca más,

salí expulsada de mi mente,

y la sonrisa desapareció,

y al docto no lo escuché más.

Me sentí como piedras

acariciadas por un río

>Invisible

>imperceptible

>increible

Después, fui clara como el agua,

quería reflejar el día y la noche,

Y volví en algo, no en mi,

Y volví en algo, color vida.

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La gata y Nietzsche

Un gata callejera se adentra en una casa,

la casa tiene un lamentable piso de deudas

y esta, hace el piso suyo en cada pisada,

la vivienda también es laberinto y madriguera

y la gata se refugia donde también se marea,

el lugar es bullicioso, se llena con verbosidad

y la gata sin necesidad, aprende a maullar.

La construcción tiene un subterráneo oscuro

Y la minina desciende a él por sus escaleras

se fija en los pilares que soportan su morada,

los constituyen un montón de vidas enajenadas.

La felina siente claustrofobia en su encierro,

busca la puerta para volver al exterior,

solo es entrada ese pesado portal de hierro

pues nota que por dentro no hay tirador.

La gata halla unas gradas hasta la azotea,

allí la gata se siente otra vez gato y gatea

añorando el desamparo de su vida anterior

se arroja torpe y cae en el patio posterior.

En el jardín se topa con otros de su especie

todos maullan, son lindos y bien portados

hasta que un gato extranjero dentro irrumpe

Y estos se transforman en demonios abnegados.

Los felinos se constituyen en manada

para defender su patio de la invasión

mientras a nuestra micha emocionada

le recuerda a aquellos días sin preocupación.

La gata piensa ¿y este gato por donde entró?

decide seguirlo y ve que el gato nunca salió,

solo se negó a dejar de ser salvaje

y por eso la sociedad de gatos lo apartó.

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Correr de consciencia 9

Sea como sea que críes a un niño, este va a ser libre, porque nos creemos el cuento de que nos condicionan la vida, y es verdad que quizás no para todos las oportunidades sean las mismas, por eso cada uno vive un mundo aparte, pero dentro de ese mundo si somos libres, hacemos lo que se nos da la gana hasta que nos topamos con los bordes de nuestro propio universo. ¿Las limitaciones realmente se pueden considerar como cadenas que nos impiden ser libres? Porque a final de cuentas no podríamos entender otra libertad que una que no esté normada, ya sea por los límites del conocimiento, las leyes de la física o la norma social. En lo personal me parece que la libertad no es más que una ilusión de un dios intangible e inalcanzable que nos inventamos para creer que estamos en control, que todo lo que pase en nuestra vida podría, a través de la libertad, ser manejado por nuestras decisiones ¿Pero acaso eso no es negar el caos ineludible del universo? El mero hecho de considerar que debemos estar en control de nuestras propias vidas nos convierte en prisioneros de nuestra consciencia, porque a final de cuentas la vida es como un juego de poder, algunos cuando no son capaces de tener poder sobre ellos mismos, se afanan con el poder sobre otros, y los que no pueden tener poder sobre otros se afanan con tener poder sobre sí mismos, creando una lucha interminable entre dos polos, quizás podría tener esto que ver con la lucha de clases, pero a mi me parece más una lucha entre personas que no tienen idea que están haciendo en la vida y les vuelve locos la idea de que nada en el mundo está en control, que cualquier esfuerzo por mantener el control no es más que la negación de la felicidad, una felicidad sin significancia, felicidad a secas, sin sentido, sin sufrimiento y sin lucha.

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El que dijo que el alcohol no puede curar a nadie no sabe nada de polisemia… Ni de corazones rotos.

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Sobredosis

Te consumo como si fueras droga,

tiemblo cada instante sin tocarte

cómo si fueses una pieza de arte,

cómo el aire para quien se ahoga,

cómo hambrienta quiero comerte.

Déjame hacerme adicta a tu ser

y que tenerte sea alivio en mi alma,

ponte en mi mano y vuélvete arma,

y que tras de ti me pueda proteger.

Me gusta que me lo des de a poco,

pero ahora no hay nada que temer,

tú sabes que lo nuestro es recíproco

y ya la tolerancia no puede arremeter.

Prometo que te querré por siempre,

pero solo te pido una simple cosa,

que no me hagas sentir culposa

cuando quiera una sobredosis de ti.

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Correr de consciencia 8

Lleno la soledad de mi habitación con el mismo caos que ha llenado el vacío que he sentido en mi interior toda la vida, a veces cuando escribo alucino que las sombras que genera la cochambre acumulada, se acomodan para escuchar mis palabras y así se me olvida el abandono y la tristeza. No tengo la menor idea de qué parte de mi historia fue la que me enlazó de por vida con la nostalgia, lo único que sé es que duele, como si te apuñalaran la fragilidad, no, peor, como si una voz inaudible hiciera un inmenso eco en la cabeza de tu niño interior, incitándolo al suicidio. Juro que me encantaría no seguir divagando con cosas tan tristes, pero una parte de mi sabe que de otra forma no sería yo escribiendo. Durante mi adolescencia nunca noté lo que realmente pasaba, siempre sentí que estaba sola porque no tenía amigos, cuando en realidad si los tenía y estaba sola porque así es la vida, estaba enajenada, las drogas siempre fueron la respuesta, así era como el tiempo que pasaba sobria era un infierno del que quería escapar aunque fuera de la mano de la muerte, y así, de la nada sentía cómo me aferraba a una botella o lo que fuera que hubiese en la fiesta de turno, soñando con que finalmente un día no despertara más ahogándome en mi miseria, pero crecí y le comencé a temer a las drogas, me di cuenta que fueron la lobotomía que me improvisé, que creía que merecía por ser así, por no poder sentirme parte de nada, por no haber sido suficiente para que alguien me amara incondicionalmente y me protegiera. Al final las drogas se transformaron para mi en una analogía del abandono, después de las muchas veces que siendo aún niña, los adultos me dejaron a la deriva, me transformé en una persona obsesionada con mantener el control y con la independencia, las drogas eran mi excusa para sentirme libre y sin culpas por abandonarme a mi misma y dejarme expuesta a los peligros, porque nadie me enseñó a defenderme y en vez de intentar aprenderlo sola, me refugiaba en que una botella de flor de caña me haría olvidar y que al despertar no tendría ningún nuevo trauma, solo la resaca.

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Correr de consciencia 7

Estaba pensando en lo muy extraño que se siente la paz interna, acostumbré muchos años de mi vida no sentir ni un segundo de paz, solo un ruido interminable en mi mente y solo fracasos y decepciones en mi vida, lo más extraño es que de alguna forma pienso en ese pasado con nostalgia, como si ese pasado carente de felicidad me hubiese dado algo que hoy no puedo tener. Después de todo pienso que bueno o malo no son palabras certeras, ni siquiera podemos estar seguros si son términos reales, simplemente son los dos polos de la vida que forman un todo y que por separado solo son mitades, y yo ya no quiero vivir media vida, extraño la rebeldía, la agridulce desobediencia, dejar de fluir, hacer oído sordo al llamado de la vida, porque es la única forma de poder que conozco y la única que creo que realmente existe, nada es más poderoso que la resistencia, esos impulsos que parecen instintivos pero obedecen a lo contrario, obedecen a las ganas de tomar las riendas de nuestras vidas como si fuera algo que realmente pudiésemos hacer, y decidir cómo si fuese algo que no nos aterra, como cuando nos aferramos a una relación muerta y nos resistimos al olvido, al abandono, todo cambio es difícil y aunque lo más sabio sería fluir con el cambio y adaptarse, resistirnos le da cierta relevancia a nuestra historia, una vida turbulenta nos recuerda que estamos vivos pero que no siempre va a ser así, que a veces vamos a estar bien pero que es una sensación efímera, que todo cambia, nada es permanente, y por eso mismo debemos aprovechar cada instante al máximo, porque las oportunidades en la vida son únicas y cada experiencia es aprendizaje por muy malas que se tornen las cosas, así que lo único que queda es vivir la vida sin cuestionarse tanto las decisiones porque a veces el bienestar es la tumba de la felicidad y de la creatividad, por mucho que nos esforcemos, nadie puede llegar a la felicidad plena porque sería una contradicción, vivir es sufrir y para ser felices hay que estar vivos.

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Correr de consciencia 6

Me pregunto cómo escapar de la carcel del amor socialmente aceptado, las relaciones sociales miradas con los lentes de la norma, y es que hace un tiempo vengo deconstruyendo completamente mi idea del amor, intento no empañar mi idea del amor a través de la consciencia plena con las historias del amor que nos llevan años contando, pero cómo se puede hacer eso mientras mantienes una relación normada a través de la más pequeña de las cárceles, la de la monogamia, porque todas las otras relaciones no dejan de ser carceles desde que se las norma como relaciones, las relaciones humanas deberían simplemente fluir sin etiquetas, es por eso que me cuestiono, por qué yo decido tener una relación monógama a pesar de entender todo esto. Es complicado tratar de llevar una vida más consciente y libre de las ataduras de la moral cuando una de las cosas que considero más relevantes en mi vida, ni siquiera responde a mis creencias, parece contradictorio pero de todos modos puedo convivir con estas dos posturas, en un principio creía que mi demisexualidad era lo que lo facilitaba, pero hoy pienso que quizás la moral no se topa con la consciencia del ser, porque una cosa es ser un ser consciente y otra es ser conciente, creo que puedo convivir con la monogamia porque el amor es más fuerte, porque siento que a pesar de que me siento presa, también me siento muy plena y segura, porque no sobrevaloro la forma en la que me relaciono con las personas, prefiero trabajar lo que siento y cómo lo siento, antes de buscar fuera lo qué hay infinitamente dentro de mi, da igual el modo en que lo exprese, siento un amor infinito dentro de mi y eso no tiene que ver con nadie más, y es ese amor que da igual si se lo entrego a una o mil personas, va a seguir siendo el mismo porque no puedo ser nada más ni nada menos que lo que soy. Amar y relacionarse están lejos de ser lo mismo, y creo que cuestionar la forma en la que se han desarrollado mis relaciones, no es más que un impedimento de mi ego que trata de normarse a sí mismo, mis relaciones y cómo se han normado no responden a nada más que mi historia, la cual determina las cosas que considero confortables y no confortables, vivo en la monogamia porque me crié en un mundo donde mi sistema de valores se amoldó para sabotear cualquier otra forma de ver el amor, y aunque parece algo muy terrible yo siento que no tiene mayor relevancia, yo sigo siendo quien soy y nada de lo qué pasa fuera de mi mente afecta mis sentimientos y pensamientos.

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Correr de consciencia 5

El día que finalmente decidí abrirme al perdón, a disculpar con todo mi corazón a quienes me hicieron daño, fue cuando me di cuenta que nadie puede ser más de lo que es y que finalmente las personas no cambian, que si me espero toda la vida guardando rencor por gente que creo que hace el mal, me voy a morir con ese sentimiento oscuro dentro de mi, de hecho creo que yo misma hago el mal sintiéndome así, cómo puedo pretender que el otro cambie si yo misma sé que no puedo ser algo distinto a lo que soy, a veces tengo la sensación de que soy muy vieja, que sé mucho, de la vida, del universo, pero que no encuentro siempre toda esa sabiduría dentro de mi, siento que mi paso por la vida no es más que yo tratando de encontrarme y saberme por completo, creo que realmente no puedo cambiar, solo puedo reaprender lo que ya debería saber, que soy la misma, con los mismos conocimientos en el pasado y en el futuro, solo que a medida qué pasó tiempo conociéndome, soy capaz de definir quien soy. Hoy, mañana y cuando nací soy, seré y fuí un ser que guarda todos los secretos de la existencia y la base de todo, mi mera existencia es el origen, porque cuando siento no hay ninguna barrera que me separe del resto de la existencia, lo que siento resuena infinitamente en el universo porque el sentir y el pensar no está limitado por la carne o la materia, soy todo, soy tú, soy yo, soy los peces, soy los ricos, soy los pobres, soy todo lo que puedo llegar a ser y todo lo que fui antes de que supiera incluso qué soy, también soy quienes me hicieron daño, soy los abusadores, violadores, soy mis padres y soy todos quienes son, porque soy todo lo que puedo llegar a ser, porque no puedo ser ni más ni menos de lo siempre seré. Las espectativas, el hacernos victimas de la vida, aislarnos y separarnos de nuestra consciencia colectiva no hace más que volvernos seres sufrientes que ven la vida pasar y no se insertan en ella, ser conscientes de nuestra consciencia nos permite deformar el curso de los acontecimientos a través de la significancia que damos a lo que nos pasa, para pasar de ser víctima a superviviente hay solo un perdón de distancia, los perdoné y me logré perdonar.

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Correr de consciencia 4

Podría arrancar ahora un montón de pasto con mis manos y te parecería un acto terriblemente insignificante, hasta que te mencione que acabo de terminar con la vida de un montón de cuerpos y eso quizás te pondría un poco triste, porque sé que eres tremendamente sensible y empatico, porque si fuera algún ser querido a quien le quité la vida, eso sería tremendamente doloroso para ti, eso te rompería el corazón, pero aunque te diga que esos muchos cuerpos a los que les quité la vida al arrancarlos, además tienen su propio lenguaje, desconocido para nosotros, nacen, viven, interactúan con su entorno y mueren, sería algo que probablemente olvidarías no en mucho tiempo, porque solo sentimos a través de relaciones mediadas por egos, empatizamos con el otro cuando se abre y comparte su dolor, cuando se desprende de su ego a través del amor y su historia pasa a formar parte de la nuestra, es solo a través del amor que podemos deshacernos de las barreras del ego, y quizás eso sea algo que no mucha gente quiera experimentar, porque deshacernos del ego es doloroso, desnudarse y quitar las barreras conlleva si o si un sufrimiento, pero la utilidad de este tiene relación con finalmente comprender nuestros sentimientos y dejar que simplemente nos dominen, perder el miedo al llanto liberador, a ese exceso de energia acumulada, perder el miedo a soltar, al abandono, a la soledad y a la muerte, porque sabes que cuando sientes el corazón roto y el dolor te consume, no hay nada más que puedas hacer, solo llorar y darte cuenta que le das un montón de valor a cosas que en el rumbo del universo son insignificantes, pero que tus sentimientos le dan un lugar importante en una historia que va a trascender a través de tu arte, de tu efímera y mortal vida, te haces consciente de que eres una coincidencia única en el universo, que tus relaciones con otros seres vivos son una red de encuentros y desencuentros que solo se dan una vez en la vida, y que cuando mueras todo eso va a quedar atrás, es solo a través del amor que te vuelves consciente de tu mortalidad y de las muchas cosas maravillosas que pasan por tu vida, aprendes a valorar el sufrimiento y cualquier otra experiencia que deribe del camino de tu vida. Parece loco, pero estoy agradecida de todo el dolor, me dio todas las preguntas que necesitaba y cuando me hice consciente de su importancia, también me dio las respuestas, me dió el amor.

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Correr de consciencia 3

¿Sabes por qué las palabras de aliento a veces no sirven? Porque cuando nos dicen que todo va a estar bien, no tenemos idea de lo que eso realmente significa, y esperamos que la palabra bien sea sinónimo de no sentir dolor, pero no es así, lo que esas palabras quieren decir es que la vida va a seguir su curso, que nada de lo que podría pasar está realmente mal, que a pesar de que el universo es un caos y existen muchas posibilidades de que eventos realmente dolorosos y traumáticos se topen en tu camino, tú puedes controlar cómo reaccionas ante ello. Porque en el mundo realmente no te pasan cosas, solo pasan cosas y tú te topas con esos eventos y marcan tu historia, simplemente son las huellas de tu camino a la inevitable muerte de la forma en la que tu consciencia se unificaba en tu cuerpo, y no hay forma de fallar en eso, no hay forma de fallar en la muerte, como tampoco hay forma de fallar en la vida, porque simplemente son el comienzo y el fin formando parte de un todo, un todo inevitable e infalible, la energía de vida del universo creando un ciclo interminable en que las consciencias conviven creando egos para no abrirse al otro, para empoderarse falsamente de sus energías y unificarlas en una identidad, porque acaso no es la vida un constante lucha de nuestros pensamientos e ideologías contra la verdad que está impresa en nuestra estructura más pequeña hasta en el complejo funcionamiento de las estrellas y el universo completo, la verdad de una eternidad de ciclos y repeticiones, de inicios e inevitables finales, la verdad es que no puedes cambiar el curso de la vida, estás programado para hacer dos cosas y no hay manera en que lo hagas tan mal que falles en el propósito, dicho esto todos los cuestionamientos, todas las penas no son más que una coraza para protegernos de nuestra propia falta de identidad, nos definimos a través del sufrimiento, porque solo de él aprendemos y logramos salir del laberinto en que nosotros mismos nos encerramos, y donde escondimos la verdad que siempre hemos sabido, que es que tenemos la capacidad de perdonar, perdonarnos, amar, amarnos y finalmente sanar, porque esa es la herencia de la vida, porque aunque parezca decepcionante la vida no tiene más sentido que ser vivida y tú decides cómo recorres el camino, tienes en tus manos el regalo maravilloso de la consciencia en una forma de vida completamente insignificante, y no hay nada mejor que eso.

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¿El fin?

Tengo una sensación apocalíptica en el cuerpo

¿Tendrá algún sentido pensar en el futuro?

Hoy, el valor es determinado por el dinero,

le llaman riquezas a un papel entintado,

con héroes que no son más nuestros héroes.

Mañana... ¿A qué le daremos importancia?

probablemente no sea la vida o la salud

mucho menos el mundo en el que vivimos,

tengo miedo de este futuro incierto,

miedo de lo que mañana enferme mi cuerpo.

La peste sacando lo peor y lo mejor del mundo,

se ha tornado más oscura con el tiempo,

después de la divergencia que nos había unido

el miedo nos hace individualistas de nuevo.

Mientras esperamos dentro de nuestras casas,

afuera el mundo está cambiando por completo

y lo único que sé es que tengo miedo

de saber que he vivido siempre con miedo.

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Lengua

¿y si te digo que hay lenguas en los que vale la pena desenvolerse?

¿y si te digo que si se puede caminar en versos saltando por las vocales?

¿y si jugamos a ser niños y al ir por la vereda evitamos pisar las consonantes?

¿y si nos tomamos los predicados y ocupamos de sujeto el pronombre “nosotros” para armar este sintagma?

¿y si te digo que ni la métrica puede analizar nuestros morfemas?

¿y si te digo que lo que siento no se puede expresar ni en un millón de poemas?

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Tiempos de cuarentena

Lo que más extraño eres tú,

dormir contigo y fundirme en tu piel,

cocinar algo rico al amanecer

y que pongas esa carita de que te gustó

porque sabes que yo soy muy dispersa,

me pierdo en tu mirada y el sueño de la mañana

y se me olvida apagar el fuego de la olla,

pero te comes igual la comida quemada

porque está llena del amor que me desbordas.

Extraño tu carita de concentración,

frunces el ceño como si estuvieras enojado,

pero tu mirada sigue tan tierna y cálida

que podría derretir el hielo de la Antártida,

la misma calidez que siento cuando me ves,

no por fuera, sino cuando me ves

y siento que estamos solos en el mundo,

y siento que ya no me avergüenza la desnudez,

aunque mi corazón se agita cuando me miras

pero es por el amor infinito que me inspiras.

Extraño saber de lo que te hace humano,

porque en mi mente eres una creación divina

pero es cuando fallas, cuando más te amo,

ver cómo te levantas, aprendes, das la pelea,

y con ese fuego que tienes arrasas con todo,

con la oscuridad y la crueldad del mundo,

transformando todo lo que pisas en una cama

dónde cobijamos juntos este amor soñado.

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La ciudad miseria

Hace tiempo no llora la ciudad miseria,

yace casi sin vida y la piel se le agrieta,

ya se acostumbro a la vieja condena

de ser de otras nada más que una copia.

Que desconcertantes son sus luces

reflejadas en quienes el mundo abandona,

envueltos en sus pútridos perfumes,

sin techo, sobre suelo que se desmorona.

Con su último suspiro la ciudad se levanta,

en su mente una desconocida esperanza

sobre la vida y su debida importancia,

emprende un largo rumbo hacia la nada,

en el camino se encuentra con sus balas,

a pesar del miedo no se siente enajenada,

lleva una pañoleta y una vistosa pancarta

que tiene escrito con un pulso inestable

la miseria no es mía sino de los miserables.

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Tu solitaria compañía

Un pensamiento furtivo dentro de una jaula

se acomoda con la vista hacia una ventana,

ya no le agrada más la idea de la libertad

y se recuesta en el colchón de su soledad.

Un sentimiento apasionado busca su lugar,

lo encuentra con los dedos en un humedal,

se clava como un alfiler en su pequeño vacío

y no vuelve hasta que se le quita este frío.

Una sensación de calidez envuelve su encierro

se lo das tú, con uno de tus besos eternos,

luego le das la espalda para seguir durmiendo

y tus ronquidos los siente cada vez más ajenos.

Una vida entera de este sentir embarullado

se juega las cartas y apuesta a los corazones,

resulta una mala jugada, pierde todo en vano

menos el eco infinito de su triste desamparo.