aj-crou

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Meditación Gamma

El mundo, si es que existe tal generalidad, cada vez me da más señales de que mi destino es un destino que no puede depender de alguien más, que mi trabajo está en casa y dentro de las paredes de mi cabeza. "Ya no doy una más", le doy una calada a mi cigarro y pienso que ya no estoy dispuesto a seguir y seguir cayendo en los mismos hoyos. He sido tan deshonesto conmigo por tantos años que simplemente ya no doy una más. He tenido que vivir por más de diez años en un sistema que me aísla y me restringe a lo que "se debe de hacer". Cuántas veces he escuchado de personas decir la palabra "toca"… "es lo que toca hacer para vivir, para sobrevivir". Cuántas personas, creo, han dejado sus sueños por tener que sobrevivir en este país tercermundista que no nos garantiza ni la vida. Conozco personas que se hubiesen suicidado por menos, pero yo he defraudado a tanta gente, que no me defraudaré a mí mismo. Y menos cuando sé que tengo potencial para muchas cosas, pero la que más saboreó es la necesidad de escribir, y no escribir por hobby, escribir por profesión. El lenguaje es el perfecto ejemplo de la libertad, que este país no posee, es por eso que el índice de lectura es bajísimo, porque las letras nos dan un amplio espacio de trabajo, y el sistema nos enseña que la concentración sistémica en pro de un objetivo específico es la mayor entre las virtudes.

Odio este maldito sistema que no me permite estudiar por las mañanas a los grandes filósofos, tener un trabajo decente de medio tiempo por las tardes y tener las seguridades de poder regresar a casa en metro leyendo a Murakami, sin tener que estar volteando a ver, con miedo, si alguien quiere apropiarse de mis pertenencias. Odio saber que si me pasa algo, iré a morir a un hospital en donde nadie se interesa por la vida y la potencia de esa vida. Odio este país, porque no me ha dado nada. Y no tengo miedo de decir que esté no es un país, es un paisaje, pues todo lo que la gente valora de aquí es algo o que ya existía antes de la civilización o que es comida.

En el colegio me decían que yo era bueno para todo, para todo, excepto para ser constante, y es que me gusta de todo, se me hacía fácil muchas cosas, y no lo considero una virtud, lo considero una cadena de bola pegada a mi tobillo. Recuerdo con cariño mis comprobaciones de literatura, cuánto esperaba mis clases de filosofía, y también cuán insulso encontraba calcular la fuerza de un auto ficticio chocando contra una pared de mentiras. Siempre me pregunté por qué no podía tener más de lo que me apasionaba, y fue hasta mucho después que me enteré de que en muchos países si existe ese sistema. En cambio, acá, nuestro sistema educativo está roto, tan roto como nuestra sociedad, que nos aísla a tener que hacer lo que sea para vivir "bien", que nos clasifica por notas, que nos empareja según promedios y tipos de carreras: las que dan de comer y las que no… Si no hubiese sido por los libros, estoy seguro de que mi vida hubiese sido más gris de lo que es. Cuando era joven pasaba largas horas leyendo libros de fantasía o de autores que no eran para mi edad, pero que me dejaron una huella indeleble en la mente.

Cuando digo que se me hacen fácil las cosas, me refiero a que está dentro de mi ser acoplarme fácilmente a las circunstancias y superarlas, pero luego llegan las benditas musas y me ensamblan otra idea en la mente y me convencen de que puedo hacerlo, y es que, en verdad puedo, pero andar saltando de idea en idea ya solo me sirve para escribir. Me gusta escribir, es lo que más deseo, pero las letras son tan infravaloradas en las sociedades tercermundistas. La gente prefiere ver a un diseñador hacer un "arte" que puedan ojear en dos segundos y seguir sus vidas, que dedicarle dos minutos a leer las letras del que escribe. He crecido, he vivido, he peleado y he perdido, algunas veces también he ganado, pero lo mejor de todo es que he escrito y sea que alguna vez pueda vivir de esto, me llena de alegría saber que he podido hacer, por momentos, lo que más me gusta en el mundo.

Por último, gracias a todos ustedes qué me leen y sienten algo al hacerlo. Miles de gracias.

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