Tumgik
#una vitrina llena de tesoros
Text
Bienvenidos a Barbie Land
¡Hola a todos! No sé si alguien me leerá, lo comprendería totalmente, esto lo deje completamente abandonado. Digamos que… la vida. ¿Qué ha cambiado? Que estoy enferma, en cama, con covid (sí, ahora) y sin fuerzas para mucho pensé en este rinconcito. Paso la mayor parte de mi tiempo en Instagram, la fotografía me encanta y quiero pensar que he mejorado un poco. ¡Ahora mismo estoy en proceso de…
Tumblr media
View On WordPress
2 notes · View notes
Text
Tumblr media
JULIO 2023 | Tema Global:  TESORO
El tesoro toma muchas formas, tanto físicas como intangibles. El tuyo puede ser un anillo que te haya sido transmitido por tus antepasados. Un manantial de agua escondido en una tierra árida. La confianza incipiente e implícita de un nuevo amigo. Nuevas fotografías de la galaxia más amplia, llena de remolinos iridiscentes de materia y luz. Las ruinas de un pueblo de un tiempo y lugar lejanos.
Nuestro instinto es agarrarlos con fuerza. Sellamos nuestros tesoros en vitrinas, para preservarlos del deterioro del tiempo, para exhibirlos como testimonios de nuestro valor. Tememos su pérdida, sin embargo, en este miedo, perdemos nuestra capacidad de apreciarlos. Debemos suavizar nuestro control y magnificar el tiempo que pasamos en su presencia, precisamente porque nada se quedará con nosotros. Eventualmente, incluso las joyas de la corona se convertirán en polvo.
¿Qué sucede cuando expandimos lo que atesoramos más allá de lo raro, lo hermoso y lo precioso a lo ordinario y lo desapercibido? Incluso la poesía pintada en el costado de una parada de autobús es una reliquia de alguien que pasó por allí, dejando rastros para que los futuros arqueólogos excaven. ¿Qué tesoros solo tú puedes discernir?
Nuestro capítulo de Brisbane eligió el tema Treasure de este mes y Spectator Jonze lo ilustró, presentado por Mailchimp.
0 notes
abymoka · 1 year
Text
La vitrina de la abuela.
Esa vitrina, blanca, contenía tesoros..
Aunque a cambiando el valor de ellos conforme fui creciendo.
Mi abue tenía fama de tirana, ya que te levantaba los juguetes que salían en chocó sorpresa, y después cambió a huevo kinder, también "protegía" nuestros juguetes de reyes, aquellos (como mi polly pocket) que se pudiesen perder.
De niña veía esa cosa como mi lugar predilecto para tocar, aunque obviamente a escondidas.
Figurillas de porcelana llenas de historias.
Velas, que al abrir las puertas de cristal inundaban el ambiente con una escamocha olfativa, entre canela, flores....
De ahí saque mi gusto por guardar flores marchitas, y "pitufipendejada".
Recuerdo el girasol marchito que dio semilla.
O las rosas que alguien le dio.
La taza de hipopótamos y el disco con un dibujo de gardfiel.
Había un patrón repetido en los 90. Dentro de ese lugar.
Parejas, dibujos, y otros enceres, que estaban en pareja y gordito.
Como ejemplo la taza, y aún, recuerdo a mi abuelo y diciendo "mira güera, nos encontré en foto"
El Gardfiel no se por que llego, pero se quien lo llevó, mi abuelo.
Decía la frase "conquistare tu corazón, y voy a permanecer en el".
Pensar en esa vitrina, me hizo recordar que mi abuelo no era romántico, ni besaba a mi abuela como pepe lepu.
Y que ni le gustaban los arrumacos.
Pero, demostraba su amor en forma de detalles, pequeños, pero con gritos que aún están en mi memoria.
Y que mi abuela, al saber esto, le dio un lugar, junto a sus demás tesoros, de todos nosotros.
Maneras distintas de demostrar amor.
La vitrina de mi abuela...
1 note · View note
diarioderopas · 5 years
Text
THE RUMMAGE ROOM
Tumblr media
¿Ustedes tienen algún rinconcito, cajón o cuarto donde van guardando sus tesoros?
¿Qué hacen con esos objetos que alguna vez fueron importantes en sus vidas?
¿Han coleccionado algo?
Nosotras  somos unas coleccionistas, guardamos juguetes, papeles, decoración, trapos, fotografías, libros, cartas de amores y desengaños… Deshacernos del pasado es un trabajo complejo en algunos casos también son herencias o representan nuestros recuerdos.
Vamos encontrando ese espacio destinado para guardar chucherías llenas de valor estético y sentimental. Esa intuición que algo nos va a ser útil parece s��ntoma de acumulador, la diferencia está en el cuidado que damos a esas cosillas.
Una mañana fría de primavera fuimos a The Rummage Room, el cuarto del desorden, del reblujo, chécheres o como lo quieran llamar. Allí llegan todos esos objetos y prendas de personas que tuvieron el valor de soltarlas para que sean utilizadas por otros.
Los que visitamos lugares como este, solemos ir con la ilusión de encontrar algo, pero no cualquier cosa, algo maravilloso y singular. Nuestro primer encuentro fue con una vitrina que parecía una ilustración de cuento infantil: muchos conejos, flores, brillos y un vestido amarillo sutil y encantador.
Tumblr media
Después de cruzar la puerta, allí estaban Janeth y Josephine dos voluntarias de un grupo de mujeres que se encarga de organizar y decorar el espacio para convertirlo en un laboratorio de ideas. Ellas con su amabilidad, son unas cómplices de la diversión.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
The Rummage Room es un espacio, donde nos podemos sentir en la comodidad de medirnos, combinar, probar, imaginar y soñar con decorar una casa, un set, vestir a nuestros personajes, poner música y ambientar las fotos, soltar el cuerpo y bailar con sonidos de long plays.
Nos encontramos con una selección de carteras antiguas en perfecto estado, ropa organizada por estilos, tallas y colores, música, libros, pinturas, historias, posters y curiosidades.
Tumblr media Tumblr media
Entrar al cuarto del desorden es descubrir otras épocas, viajar al pasado. Allí encontramos una y mil maravillas. Recuerdos casi olvidados e historias narradas desde los objetos. A veces nos llenamos de melancolía e ilusión.
Por último, disfruten sus colecciones, pues de lo contrario llegan a cubrirse de un manto de tristeza y abandono que acabará su potencial inicial... todos hemos escuchado ese “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.
Tumblr media
#rummageroom #diarioderopas #coleccionistas
#vintagestyle #vintagelover #vintageshopping . #checheres #cachivaches #chucherias
7 notes · View notes
wanderitoworld · 3 years
Text
El Chuncho chico De las cosas que extraño de mi ciudad, una de ellas, es la falta de aquellos personajes tan típicos, tan exclusivos, que de alguna manera, formaban parte de nuestra vida. Recuerdo a muchos de ellos. Estaba el "Chabi Chequer", un pobre ciego, cantante callejero, que le tenia un miedo atroz a los temblores y terremotos. Estaba también la "loca Clara", que de una hermosa mujer, de la noche a la mañana, se perdió en su locura, y siempre se la veía deambulando, hablando sola, y hasta bañándose en la pileta de la Plaza Victoria, para el deleite de más de algún travieso. Había muchos de estos personajes. Pero esta vez quiero hablar del Chuncho. El Chuncho vendía pescados en un canasto y siempre por las mañanas, su voz desde lejos, llenaba la vecindad con su típico grito "quiere pescaaaaaaa, fresquita la pescaaaa". Y confiadamente, la gente le compraba sus frescos pescados, los cuales limpiaba en la misma vereda de la puerta de la casera. Su material de trabajo era un plástico, y una cuchilla bien afilada. Una mañana no era completa, si no era escuchada la voz del Chuncho anunciando su mercadería con sus típicos y melodiosos gritos. Trabajaba hasta la hora del almuerzo. Y se iba a los billares. Allí se jugaba toda la plata que ganaba, a veces perdía, a veces ganaba. Para el Chuncho era como una obligación levantarse temprano a trabajar, ir a los billares a jugar, y de noche ponerse a tomar y claro, después ponerse a pelear. Porque era peleadorazo, y en su núcleo, era muy bien respetado. Pasaron los años para el Chuncho también. Se casó, y muy pronto un hijo les llegó. El Chuncho chico era su gran tesoro. Vivía para él. Y cuando el muchacho no iba a estudiar, acompañaba a su padre a trabajar y le ayudaba a gritar los pescados. En ese tiempo, la gente aprendió a querer aun más al Chuncho. Y entre ellos, yo. Hasta que el Chuncho chico terminó su cuarto medio. Sólo eso quería su padre, ahora que hiciera lo que quisiera, lo que más le gustara. Y más de alguna vez, se le escuchó decir..."Yo me crie a la pinta mía, que él haga lo que quiera.." Y lo que más quería el Chuncho chico, era un sueño que tenia desde niño. Se veía jugando al Fútbol, en la Selección Nacional. Ese sueño lo acompañó toda su niñez y su adolescencia, era el sueño de su vida. Y como el Chuncho se esmeraba por todo lo que su hijo quisiera, lucho como león para inscribirlo en una prueba, para ser jugador del club de la ciudad. Y allí llego un día, a probarse en la categoría Juvenil. Sólo necesito de un partido y le dieron el SI de inmediato, firmando un escuálido contrato en la Juvenil del Club Santiago Wanderers de Valparaíso. Que en ese año jugaba en Segunda División. La suerte corría de su lado, porque al final de la temporada y debido a sus habilidades, lo pasaron al equipo titular, es decir, a formar parte del plantel oficial de su querido Wanderito. El Chuncho no daba más de gozo, el Chuncho estaba orgulloso de su muchacho. Partido que su muchacho jugaba, el Chuncho se emborrachaba . Y ya no peleaba. Ahora sólo lloraba. En el año 1995, gracias al valioso aporte de Claudio Muñoz, alias el Chuncho chico, el equipo de Valparaíso, Wanderito, como todos sus seguidores lo llamaban, salió campeón de Chile en Segunda División, y por fin, nuevamente, subía al Fútbol profesional. El chuncho hinchaba el pecho y más lloraba. Se iniciaban en aquel entonces, las eliminatorias para el Mundial de Francia 1998, y la Selección Nacional, en manos de un conocido entrenador, se fijó en el Chuncho chico. Pero quiso el destino aquella vez, jugarle una mala pasada al muchacho. Después de un pésimo juego del equipo, al finalizar casi el partido, pusieron al Chunchito, en reemplazo de una gran estrella de nombre Zamorano y sólo jugó 13 minutos. Fue cuando Chile logró un bochornoso empate ante Venezuela. A las dos semanas, el chuncho chico es vendido a un equipo de segunda división que jugaba en México.  Era apartado de su País. Casi olvidado por la Selección. Después de una seguidilla de malos partidos, el entrenador de la
Selección Chilena es sustituido de su cargo, y comienzan a ventilarse nombres para dirigir a la Selección. Y el que asume, jamás pone en su lista, el nombre de Claudio Muñoz. Pero en México, el Chuncho chico seguía cosechando éxitos, y nuevamente haciendo de las suyas, saca campeón a su equipo, y lo sube a Primera División. Y comienza a escucharse su nombre. Mientras en Chile, su padre, el Chuncho, ya no vendía pescados. Las cosas en materias económicas, mejoraban, el Chuncho chico respondía. Y se juntaron un montón de factores. Muchos jugadores lesionados, se buscaban nuevas variantes, el asunto fue de repente, llamaron nuevamente a integrarse a la Selección Chilena, a la brevedad posible, al Chuncho chico. Chile nuevamente jugaba contra Venezuela, y había mucho en aquel partido. Estaban esos puntos, que eran obligados. Estaba también la moral del equipo, que aún no se ajustaba como era necesario a la tranquilidad de la nación toda. Estaba la necesidad de un delantero estable, habilidoso. Estaba todo Valparaíso esperanzado en aquel muchacho. Estaba mi barrio entero rezando por el Chuncho chico, recordando sus grititos, cuando vendía pescado siendo un niño. Estaba el Chuncho, lucido como nunca. Su casa llena de amigos, con su mujer de la mano, mirando la tele, esperando ver su muchacho. Y también estaba yo, en un país lejano, deseando lo mejor al Chuncho chico. Nadie aún sabía la formación del equipo. Nadie sabía si Claudio Muñoz entraría jugando, factor importantísimo para un profesional que debuta, es la más clara muestra de fe para un jugador. El estadio Nacional estaba repleto y las imágenes del partido, serían transmitidas a nivel mundial. Ese era el gran desafío de Claudio Muñoz, esa era su mejor vitrina. Era hoy o nunca para el Chuncho chico. Y sale Chile a la cancha con Ban Ban Zamorano a la cabeza. Y de inmediato, las manos del Chuncho se apretaron con las de su mujer y un nudo seco se poso en su garganta y sus ojos se llenaron de lagrimas, porque allí, justo detrás de Zamorano, con una pelota en la mano, corriendo hacia el centro de la cancha, iba su adorado muchacho, su Chunchito iba a jugar. El estadio de pie aplaudía, la televisión lo enfocaba en un primer plano, era la nueva gran esperanza, su pelo flotaba en el aire azotándose en sus hombros, la misma cara de niño. Al fin su sueño estaba realizado. El Chuncho seguía llorando, sus amigos todos gritando y su mujer a su lado abrazándolo y también llorando. Y quise eternizar ese momento, dedicándole al Chuncho estos recuerdos. Aquella memorable noche Chile gano 6-0. Claudio Muñoz fue el héroe indiscutido. Pero allá lejos en mi barrio, como en tantos otros más, la noche trajo un recuerdo. Evocaban al Chuncho gritando "quere pescaaaa, fresquita la pescaaaaaa... Y no se pudo en muchos rostros lograr contener, alguna lágrima que quiso escapar. Como tampoco yo lo pude evitar, al hoy, escribir y recordar. F I N
0 notes
ivanrosadx · 4 years
Text
“La Constelación de lxs Amigxs”: un cuento inédito de Fer y Francis
El Gato Forzudo se trepaba a las puertas, bajaba los picaportes y finalmente entraba a una casa encantada que parecía de muñecas. Por todas partes había adornos, peluches, vitrinas llenas de bibelots, piedras semipreciosas, muñecas hechas con palmeras y mullidos sillones con almohadones de plumas bordados. Las paredes de la casa estaban tapizadas de obras de arte maravillosas, las lámparas del techo hacían un movimiento de vaivén como si estuvieran esperándolo desde siempre para darle la bienvenida. El Gato Forzudo se subió a un sillón y se relamió los bigotes mientras pensaba en un joven ratón que ansiaba comer desde hacía tiempo. Después corrió hasta los pies de una chica que se llamaba Fernanda y despacito, muy despacito, se trepó por sus piernas cubiertas con una pollera de lana que le llegaba hasta el suelo, cubriéndole los pies calzados con unas chinelas doradas, y cuando ya estuvo a la altura de su cabeza, se acercó a unas de su orejas y le dijo algo en secreto. Y después los dos se tiraron en la cama, y era como que el Gato quería algo más…
Entonces Fernanda, la dueña de esa casa de ensueños, caminó hasta su cocina, abrió la heladera y sacó una caja de leche, puso un poco en un platito y se la llevó al Gato Forzudo, que se la tomó en un instante.
Por la ventana de su cuarto que parecía el camarote de un barco, ya el sol estaba cayendo, y las nubes se teñían de color caramelo. Y el Gato Forzudo estaba contento por haber hecho una nueva amiga en el barrio y Fernanda también, ya que la presencia del felino llenaba a su hogar de una energía nueva y encantadora. El Gato entrecerró los ojos y se relajó. Pero estaba muy atento a los movimientos que hacía Fernanda por su cuarto. Después dijo “miau!”, como despidiéndose y se incorporó sobre sus cuatro patas para ir a hacer caca en el techo de una vecina. Y Fernanda lo saludó haciendo ondear un pañuelo desde su ventana.
¡Ya era casi de noche! Y pronto había que dormir. “Descansá, amiguito”, le gritó. “¡Te quiero mucho!, ¡Qué suerte que nos conocimos!” Pero el Gato unos minutos después ya había vuelto a su lado, entrando por una claraboya del techo.
Y Fernanda al verlo se cubrió los ojos con el pañuelo, haciendo un rito mágico para curar todas sus tristezas. Y afuera, en la calle, los árboles empezaron a soltar sus hojas como ojitos que vieron todo lo que ella había vivido. Múltiples aventuras, alegres y tristes. Porque así era la vida. La copa de la existencia se colmaba de placer y de dolor y “había más torrentes de llanto por las plegarias atendidas que por las desatendidas”, como dijo Santa Teresa, mientras recogía en una estampa su velo multicolor, desde la página de uno de los libros favoritos de Fernanda, y se ponía de rodillas para atarse los cordones de sus zapatillas de lona, con pequeñas alitas, que la hacían desplazar a todos los lugares adonde se dirigía con una velocidad asombrosa.
Y la gente al verla pasar decía: “Ahí va Santa Teresita, seguro tiene una cita”. Y  también: “Qué Santa tan hermosa, su piel es del color de una rosa”. Mientras ella iba como en un círculo dorado, del convento, al bar, de ahí a la biblioteca de su pueblo y nuevamente al convento. Donde convivía con otras monjas y la Madre Superiora. Santa Teresa ya había hecho pequeños milagros. El más conocido había sido convertir a una paloma de yeso en una de verdad, pero como era muy tímida trataba de ocultar sus poderes. Pero igual todo el mundo la saludaba y le pedía mil cosas. Pero la Santa tenía su mente ocupada por una chica que se llamaba Sabrina. Y su corazón afiebrado la llevó a comandar una revolución. La del amor total al Padre y al Hijo y a Sabrina, que era la hija de María Marta, una empleada del convento. “Y su deseo partía de una necesidad, como parten los trenes por las vías férreas impregnando el aire con el humo negro de su locomotora”, reflexionó Fernanda cerrando el libro de golpe, lo que hizo que el polvo acumulado en sus hojas de oro se dispersara por el aire, dándole a la escena una atmósfera muy peculiar, como de cuento de hadas.
Pero su lectura había sido solo para la Luna, que se veía enorme a través del vidrio de una de las ventanas de su cuarto, con la cara apenas rasguñada por las ramas de un árbol muy amado, que crecía en su vereda y cuya copa se extendía hasta la terraza de su casa. A su lado el Gato Forzudo, para quien ella había leído ese fragmento de la vida de la Santa, dormía como un bebé, sobre el edredón decorado con un pavorreal, que abrigaba su cama.
Fernanda se levantó sin hacer ruido, puso el libro sobre el mármol rosado de su mesa de luz, agarró un cigarrillo y caminó por la oscuridad de su casa para servirse un vaso de fernet con coca-cola. “Ese Gato Forzudo seguro que va a dormir un buen rato, porque es muy remolón”, se dijo, mientras se sentó en uno de los sillones de mimbre de su living, con un cigarrillo en la boca a saborear la espuma amarilla de su trago helado.
Y pensó en todas las cosas que le hacían cosquillas en la panza y brindó por su amigo, con el que ahora escribía este cuento por chat y que la saludaba desde la pantalla. El también tenía un trago en su mano y estirándola hizo con ella un brindis lleno de magia. Y su amigo sonreía, y ambos sonrieron pensando en el tesoro del amor y la amistad.
Entonces se acercaron y se dieron la mano con esos iconitos amarillos que traen los teclados de las computadoras y los celulares. Para sellar un pacto nuevo que desde hacía tiempo los estaba esperando. Y sus vasos aunque distantes entre sí, pudieron entrechocarse y el sonido que hicieron se proyectó hasta el espacio, donde una enorme cantidad de estrellas estaba naciendo en ese instante, impregnadas de amor y fantasía. Y a ese grupo de estrellas recién formado unos astrónomos le pusieron de nombre “Constelación de lxs amigxs”, y años después miles de niñas y de niños las verían con sus telescopios escolares en las noches de insomnio, en el hemisferio austral, formando la figura de dos personas entrechocando sus vasos en un brindis fraterno y delicado.
Algunas personas veían copas de cristal llenas de champagne burbujeante, y otras vasos de cerveza. Las estrellas de esta constelación se movían y acunaban en las noches en que la gente estaba sola, con sus cabezas llenas de ilusiones y sueños que después al otro día se les cumplían. Un mensaje infinitamente dulce recibían y eran las estrellas mismas quienes se los mandaban. Lxs amigxs alimentaron toda esa locura con sus vidas y sus poemas llenos de ternura. Y brindaban los unicornios que no existen para que el tiempo cuide lo amado!  
Fer y Francis
1 note · View note
erodriguez1421792 · 6 years
Text
Fábula
A mi hija adolescente
Érase una vez un poderoso monarca en algún lejano reino en medioriente –estos personajes en los cuentos suelen provenir de ese rincón del mundo-.
Este rey lo tenía todo: un país muy rico, habitado por mucha gente trabajadora, un lujoso castillo y lo más preciado la más rica y completa colección de joyas. Poseía los más hermosos diamantes, las más brillantes esmeraldas y zafiros. En fin nada faltaba, creía él, en aquel tesoro. Cierto día caminaba por las inmediaciones de sus dominios y pensaba que sería hermoso encontrar una nueva joya que capturara el azul del cielo, el brillante rojo de las rosas, la frescura del agua que corre presurosa por los jardines reales y el tono plateado de la luna llena del otoño.
Mientras caminaba sus ojos vieron una piedrecita singular. Sobresalía entre todas las que se encontraban en la márgen del río. Se detuvo a mirarla. El agua que la banaba le daba un brillo singular, la corriente la había pulido hasta darle una forma geométricamente perfecta. Conforme la luz del sol la iluminaba adquiría la hermosura de los diamantes, el brillo de esmeraldas y zafiros.
Intrigado la levantó del piso y la observó de cerca. Era misteriosa y cálida. La transportó a su castillo, donde observó asombrado que la piedrecita de río cambiaba y absorbía la belleza del entorno que la rodeaba. La colocó entre las joyas de su colección y, en forma automática aquel guijarro se convirtió en la piedra más hermosa de la colección, todas las anteriores piezas parecían haber perdido su belleza.
El rey organizó una solemne cena para presentar a la sociedad su hallazgo. Sin embargo bastaron unas pocas horas para que la piedrecita convencida que no había nadie como ella, se llenara de soberbia, se sintiera grande y poderosa e intentara abandonar el castillo, suponiendo que todos los reinos se rendirían ante su belleza. Pensando de esta manera hizo esfuerzos para salir de la vitrina en la que había sido colocada. Fue tanto su deseo que lo logró y cayó al piso, donde absorbió el color del polvo, la consistencia de la basura y la obscuridad en la que había caído.
1 note · View note
bun-bujo · 5 years
Text
t´estimo BCN
Si la aventura llama y la compañía es buena hay que decir siempre "sí" Así no existe madrugar que moleste. (Quiero en mi futuro muchos cafés en el aeropuerto) •[el 13.02 📍 Málaga]•
Tumblr media
Es la primera vez que estoy a tantos metros sobre la tierra y no voy a olvidar haberme emocionado tanto mirando las nubes y sintiéndome feliz estando lejos de todas las cosas que me preocupaban abajo.
📍   Metro de Barcelona en Universitat. Estrechito, como un secreto. Acostumbrada a la pequeñez del de Málaga, donde ya me lío a veces, no sé cuántas veces me perdería en este. Conejito de campo que se ha criado con dos líneas de bus urbano cada media hora/tres cuartos.
Tumblr media
📍 Uno de esos segundos que sabes que durarán años en tu retina: salir del metro a la luz, recolocándose la bufanda por el viento, sabiendo más o menos lo que vienes a ver pero que el momento decida no darte tiempo a hacerte a la idea; en el último escalón te giras y a mi espalda ya estaba ahí, alta y llena de grúas con el sol detrás. Sagrada familia. Miro hacia arriba y estoy tan cerca que tengo que doblar el cuello para llegar al final como para necesitar volver a tomar aire.
📍   De quedarse sin pulmón desde antes de llegar al parque Güell nos salvó un señor que nos indicó una escalinata mecánica más adelante. . Empieza suave para darte tiempo a recuperar vida, con un terreno parecido al cerro de mi pueblo y unas vistas ofreciendo mar y los tres edificios más grandes alineados como en una constelación de ciudad. Otro hombre ofrece botellas de agua; yo prefiero esperarme a la fuente que descubriré más adelante rodeada de un grupo de escolares y de una pareja de turistas como nosotros. . Al adentrarse en los troncos, los subibajas, las escaleras de piedra y madera vas descubriendo in crescendo el tesoro de Gaudí. Pienso en si a los niños que viven aquí les resultará tan soporífero como me resultaba a mí subir cada año nuestro cerro con el colegio. Van a apareciendo en la ruta más rocas, más tallas, más colores. Ahora pienso en un dinosaurio estirando el cuello por detrás de esas construcciones que parecen prehistoria. Después pienso en llevar un cuaderno y dibujar.
📍 Y es en el último tramo cuando ya nos vamos a comer cuando entramos en la ciudad-palacio de hadas. Me pareció justo eso, un pueblo de cuento. Una calle hacia abajo llena de muros gruesos y curvos con mosaicos de colores, así me imagino la fantasía. Las casas gordas, la geometría, las farolas, los setos. . Nos quedamos por allí a reponer, comemos nachos y bocatas en Güell Away, donde la pared es de roca, el personal amable, la comida barata y puedo escuchar a metros de mí al cocinero batiendo con tenedor mi tortilla mientras me pregunta si quiero sal.
📍 Volvemos a la Sagrada familia, pero dentro de las tripas. Ocasiones en que me haya sentido abrumada por belleza de manera similar: la primera vez estando frente a Las meninas, cuando vi fuegos artificiales con los tobillos hundidos en el mar oscuro, las incontables veces mirando hacia arriba para ver estrellas. Casi todas las cosas bonitas están al levantar la cabeza.
Primero pensé "Es como si hubiera una cáscara de huesos creciendo por encima de la iglesia" Como si se la fuera a comer. Me acordé de los cráneos que se abandonan al morir el animal, cómo después crecen hierbas o son tragados por la tierra. Al fin y al cabo, todo es transformación. . Después me sentí dentro de un cuadro, en otro mundo, rodeada de esa luz.
Tumblr media
El taller de restauradores y proyectistas de la Sagrada Familia, tan lleno de maquetas, con un ambiente tan conocido me resulta en estar en casa en él.
📍 El musical de la familia Addams. Me encantan los sitios que te reciben con carteles luminosos y moquetas. El contexto de llegar con un abrigo pomposo. Me saca totalmente de mi medio, pero el glam de vez en cuando es divertido.
•[el 14.02 📍 segundo día en Barcelona]•
Tumblr media
Una de las cosas que más me gustaron -además de las fachadas y de la sensación no agobiante que sí me da Madrid- son los taxis. Tan amarillo y negros, pasando constantemente. Eran como un recordatorio intermitente de que seguía allí.
📍  Sentarme a ver barcos y respirar sol, exactamente igual que en mi Sur. Está visto y comprobado que yo no puedo vivir lejos del mar. Salir a él, aquí, fue conectarme enseguida con casa ❤️ Me gustó mucho pasear este puerto, me faltó comprarme un gofre.
Tumblr media
📍 La calle se vuelve estrecha, ves una catedral asomar entre edificios y un neón te da la bienvenida al barrio gótico
📍 Te sale al paso Forneria Tiana y justo es hora de merendar, ves cronuts y pasteles de zanahoria y todos tus sentidos te empiezan a pedir un asiento y café. Te explican qué es cada cosa y me gustan los sitios donde todo es humano y hecho a mano.
Tumblr media
Luego,  el movimiento de los lugares de merendar. Aunque sea ágil -porque quema, porque lo recolocas un poco todo, porque quieres ya la tripa calentita- es un paladeo diferente y más pausado. Quiero decir también que me sentí muy acogida en estos días y a todo sitio a donde fui, todo el mundo es amable, la dueña del local sonreía, un chico muy alto con rastas que chocó conmigo al recoger el café me sonrió, entró una niña muy contenta de ver allí sentada a una señora que sería su amiga; "¡Lily, Lily!" la llamó. Lily estaba leyendo un periódico y la saludó muy feliz en catalán. Recogimos nuestros platos y tazas para dejarlos en el mostrador, y cada "grácies" y "adéu" que han salido de mi boca intentaban devolver un poco de cariño y agradecimiento por estar.
📍 Más fachadas bonitas mezcladas con árboles mezcladas con estatuas mezcladas con sol. ¿Sabéis qué? La Rambla no es cómo me la imaginaba. Y sin embargo Pla de la Seu dibuja mucho mejor la escena que mi cabeza había imaginado la primera vez que la escuché nombrar en una canción de Carlos Sadness (y quería venir desde entonces, claro). Y me cegaba el sol.
Tumblr media
Pero anochecer mientras paseábamos la Rambla también fue la mejor manera de despedirse,ver la luz irse tras Colón.
📍 Especias y dulces al peso, en botes de cristal. Y bombillas y crepes. Paseando por el mercado de la boquería a las 7 de la tarde con el anochecer encima me sentía al margen del tiempo. Imaginaba que a primeras horas de la mañana el ambiente sería muy distinto, ajetreado, despierto. La tarde se guarda un poquito de magia y me la imaginaba apareciendo en cada callejón.
Tumblr media Tumblr media
Y la fruta ya cortada, ahogada en plástico, que parecía tan fuera de lugar. Me acordé cuando de niña, mi madre, traía carne en salsa y patatas en tupper de aluminio del asador del barrio. Después en el mismo envase bajaban sobras a los gatos o se lavaban y se usaban para el día siguiente. Me hizo gracia el contraste porque vitrinas de hielo así las he visto siempre con pescado y almejas. En la verdulería de mi barrio las coles y las lechugas toman el sol y se sacuden la tierra y una vez hace mucho me encontré un caracol.
📍 Finalmente, la cena del último día salida del Carrefour para comer en el suelo del hostal a pierna cruzada por si no me dolían lo suficiente tras tanto caminar.
Tumblr media
Dormimos cuatro horas y a las 5 nos subimos al autobús que nos llevaría -y a otros tantos- de vuelta al aeropuerto, de regreso a una Málaga que ese día olía a alquitrán.
0 notes
Text
La mejor Navidad con Barbie
La mejor Navidad con Barbie
¡Hola a todos! Un sueño hecho realidad. Eso es lo que sentí cuando vi este maravilloso calendario de adviento de Barbie, con muñeca de estilo vintage por supuesto… ¡dos looks! y muchos, muchos accesorios decorativos navideños repartidos en doce cajas (días). No, yo tampoco entiendo lo de los doce días pero me da igual. El otro día mi hombre me preguntó… ¡qué si ya tenía la lista de regalos que…
Tumblr media
View On WordPress
3 notes · View notes
erickllamasblog · 5 years
Text
La armadura de bronce.
Fue en el verano del 2011. Lo recuerdo porque fue de esos cuando el termómetro marca los 45 grados centígrados y el calor es tan inhumano que todos intentan salir lo menos posible de sus casas durante el día, y las moscas apenas vuelan, como si les pesara pasar por sus alas ese aire caliente. Tan inhumano que papá un día compró 10 bolsas de hielo y las aventó al tinaco simplemente para tener un poco de agua fresca con qué bañarnos. Para dormir poníamos tres ventiladores al mismo tiempo a todo lo que dan, pero no servía de nada, pues soplaban el mismo aire caliente que estaba en todas partes. Entonces te tirabas al piso, pero también estaba caliente, como si estuviera ahí, pegadito luego luego al centro de la tierra o al infierno. Todo, absolutamente todo, era ese calor insoportable. Por eso siempre dije, a manera de broma, que si la península de Yucatán tenía uno de los mayores índices de suicidio, era porque seguramente la gente pensaba que si lidiar con los problemas propios ya era pesado, aumentarle un calor así, ya es desesperante y muy probablemente uno se sentiría mejor en cualquier otra parte, incluso en otra vida.
Fue un día que seguramente salimos a nadar a Mahahual, donde una vez, hubo una temporada que no se podía caminar por la orilla de la playa debido a una plaga de agua mala, o Bacalar, al cenote azul, a ese hoyo de agua de más de cien metros de profundidad, en el cual, si te ponías en medio de él y mirabas hacia abajo, sentías estar cayendo en un profundo abismo azul y espeso. Seguramente de regreso también nos detuvimos en el puesto de naranjas y piñas con chile que está por la carretera o en el puesto de aguas de coco y también de las micheladas con el letrero de “Micheladas Chingonas”. Seguramente también pasamos a Huay Pix por un cebiche y a nadar otra vez, y eso causó que estuviéramos fuera más tiempo del que debíamos, aunque en esos entonces nadie nunca estaba demasiado tiempo fuera de casa. Así que llegamos a eso de las 6 de la tarde con el sol apenas poniéndose y algunos mosquitos nada discretos ya saliendo a chingar. Estacionamos el auto en la banqueta frente a la casa, y al bajarnos, la imagen se volvió una fotografía mental para toda la vida, con la puerta de la entrada destrozada y con la poca luz que había iluminando el desmadre que había adentro, mientras mamá comenzaba a llorar. Nos habían robado. Todo estaba tirado, y el pobre casey, el perro pastor inglés que teníamos desde hacía 5 años había sido envenenado. Lo encontramos acostado ahí en uno de los cuartos con la lengua de fuera, toda de color azul y los ojos rojos y saltones. Mamá seguía llorando. Levantamos el relajo y al perro lo llevamos a incinerar y sus cenizas quedarían por siempre en la vitrina de la sala, porque papá no quiso nunca más deshacerse de él. Luego fue componer la puerta con un cerrajero. Para aumentar la seguridad, se decidió que lo mejor era poner una reja que cerrara todo el garage para que nadie pudiera entrar, o mínimo, tardarán un poco más. Esta tarea me fue encargada. Ir con un herrero, amigo de la familia que seguro nos daría buen precio.
Al día siguiente tomé el auto y me dirigí al lugar, el pinche calor estaba igual, ni un grado más, ni un grado menos, pero era el mismo pinche calor. En el camino pensaba - ¿Quién en su sano juicio sería herrero en este clima? ¿Quién querría estar cerca del fuego, en el fuego donde vivimos? – Supongo que así como hay funerarias para enterrar a los muertos, psicólogos para la gente con problemas, y abogados que salven a la gente de sus actos, también tiene qué haber quien ponga los fierros de una ciudad. Llegué al lugar. Por fuera era una casa, pero el garage estaba hecho un taller. Entré libremente, entorpeciendo las tareas de las personas que estaban trabajando ahí. Adentro había más calor, casi no entraba aire. Comencé a sudar más. Unos chavos pasaron cargando unas varas de fierro frente a mí, uno me miró como diciendo ¿qué se te perdió? Y entonces aproveché para preguntarle por Mario, el conocido de mis padres. Él miró hacia atrás, silbó a otro chavo que respondió al silbido volteando, y le dijo - ¡Anda y dile al patrón que lo buscan! – Mientras se tropezaba un poco por haberse distraído de su camino.
Se escuchó una puerta abrirse y cerrarse. De esas de madera que rechinan y suenan huecas por dentro. Después se escucharon unos lentos pasos. Por el fondo se comenzó a dibujar una figura de alguien chaparro y regordete que se dirigía a mí. Llegó, me extendió la mano y me dijo – Entonces tú eres el hijo de Cuauhtémoc. Me acaba de hablar para decirme que venias. Me lo saludas mucho, por favor. ¿En que te ayudo? – Le conté lo sucedido, mientras el sudor aparecía repentinamente en él, escurriéndole por la frente, y la playera de PRI de las pasadas elecciones que tenía puesta, comenzaba a empapársele. Finalmente me dio un presupuesto aproximado, me dijo que estaría en quince días y que el precio a lo mejor variaba un poquito si las medidas no eran como ellos suponían. Le di las gracias, nos extendimos la mano. La suya estaba sudada y me la limpié en el short intentando que no lo notara, mientras agradecía que ya iba a salir de ahí, esperando que afuera hubiera algo de brisa que me refrescara. Estaba por irme cuando vi que alguien estaba forjando una armadura. Mario se dio cuenta y me dijo:
- ¿Te gusta?
-Se ve bien. -Contesté.
-¿Sabes?, Siempre quise ser un caballero.
Esto me dio risa, pues su físico tenía más de Sancho que de Quijote. Creo que notó un poco mi mueca de burla. Así que comenzó a hablarme más seriamente.
-Cuando haces una armadura, tienes que saber qué materiales vas a usar en ella. Esta es de bronce. Pero no cualquier bronce. Mira, ven conmigo, te voy a enseñar algo.
Me llevó hacia su oficina. Al entrar noté que había un aire acondicionado, sentí alivio de pensar que lo prendería, pero sólo puso un ventilador que tenía ahí, argumentando que si lo ponía nos íbamos a enfermar. Después me indicó con la mirada que me sentara en un sillón de piel que tenía, mientras de un cajón sacó un montón de cosas hasta dar con una caja. El polvo de la búsqueda me hizo estornudar.
-Salud.
-Gracias – dije.
-Mira, aquí está.  – me pasó la caja y luego dijo – Ábrela. Ya verás.
La abrí. En realidad no había nada sorprendente en ella más que trozos mal cortados de metal. Pedazos amorfos, nada geométricos puestos en una caja, como quien guarda clips o alfileres en una oficina. El ventilador refrescaba, pero el sillón de piel no ayudaba nada. Intenté apurar la conversación y le pregunté, intentado parecer asombrado para salir rápido de ahí.
-¿Qué son?
-¿No lo sabes?
-No. No tengo idea. Son pedazos de metal.
-Es bronce, muchacho. Este es mi tesoro.
-¿Cuesta mucho el bronce?
-No hablo de eso. Es mi tesoro, porque con esos pedazos pienso hacer mi armadura.
-¿Qué tienen de especial esos pedazos?
-Ahora te digo. – dijo.
Le pasé la caja, y él comenzó a sacar cada pedazo y luego a contarme la historia de dónde los había conseguido.
-Mira, este lo tomé de la escultura del pescador, aquí en el malecón. Para que a la armadura nunca le falte tenacidad, así como en el viejo y el mar. Este otro también lo agarré del malecón, es una de las trenzas de Bob Marley, para que de entre todo el caos, siempre pueda encontrar algo positivo. Esta la tomé de la espada de la estatua de Carlos IV, de la ciudad de México y este otro, del ángel de la independencia, para tener la libertad siempre conmigo; estos otros de varias de las esculturas de Leonora Carrington y también de Salvador Dalí, porque la realidad no siempre es lo que sabemos; del toro que está en wallstreet tengo un pedazo de su cuerno.
Ahora, mira. Esta la tomé del pensador, el auténtico de Rodín, porque siempre hay que encontrar la concentración y la contemplación; también tengo un pedazo de El beso, y de La sombra. Esta es de Judith y Holofernes y también el David, de Donatello; este lo saqué de un Cristo de la catedral de un pueblo mágico que ahora no recuerdo; y este del Bartolomeo Colleoni en Venecia, y esta de Marco Aurelio. Esta del Mío Cid, en Burgos, y aquí de la Loba Capitolina; esta de un altar, de la catedral de Michoacán y este también de un altar de la iglesia en Jeréz, Zacatecas. ¿Te das cuenta? Son más que pedazos de bronce. Son extractos de obras únicas y llenas de significado. Hechas por maestros y verdaderos artistas del bronce, y ahora van a estar en mi obra, y todavía mejor, serán parte de mí. Irán conmigo a todas partes.
Al terminar de decir esto, se quedó quieto como unos quince segundos con la misma expresión emocionada con que finalizó su discurso y esa frase. Se quedó ahí inmóvil señalándome, tal cual vuelto en una estatua sudorosa de carne y como si quisiera seguir la historia pero no hubiera más en ella, o esperando que yo argumentara algo con el mismo nivel de emoción con que lo contó. Pensé que tal vez fue a propósito para seguirme haciendo sentir incómodo, pero también apuré a decir algo nuevamente aprovechando la oportunidad para salir de ahí:
-Suena bien, ¿eh? Espero verlo cuando lo tenga completo. – Contesté, por decir cualquier cosa para irme.
Al decir esto, salió de su trance y retomó el final de la conversación:
-Claro que sí. Yo te aviso. En la semana pasamos para lo de la reja. Otra vez, saludos a tus papás.
-Yo les digo. Muchas gracias y suerte en el proyecto.
Me levanté con el short completamente sudado a causa de ese sillón de piel. ¿Quién compra un sillón así, con este clima? – Pensé. - Además, era obvio que mentía y que nunca había estado en esos lugares y que me estaba inventando esos nombres, y que seguramente los solventes con que trabajaba y el calor, lo habían trastornado. Volví a casa sin contarle a mis padres del asunto, por respeto a su amigo. Un mes después teníamos la reja en la casa y nunca más volvieron a entrar a robar y también, nunca más se sintió una ola de calor como aquella, pero por si acaso preferí huir de él y terminé viviendo en la Ciudad de México.
Los años pasaron y como dictan las nuevas aspiraciones y logros humanos, hice un viaje a Europa a conocer el mundo con mi novia y mi hermano. Fuimos quince días a visitar Barcelona, París y Madrid, conociendo a Gaudí, la Barceloneta, el museo del prado; tomando cañas de 5 euros y comiendo tapas y las mismas patatas bravas de siempre, y uno que otro día una hamburguesa en McDonalds, extrañando como nunca unos buenos tacos. En París, además de ver un desastroso y nada atractivo juego de luces de la torre Eiffel mientras nos moríamos de frío y sentirnos como en la torre de babel durante los trayectos en el metro y pasar a ver la tumba de mi general Porfirio Díaz en Montparnasse que estaba llena de billetes de veinte pesos a manera de burla, porque en ellos estaba impreso su eterno enemigo, Benito Juárez, también fuimos a ver la escultura de “El pensador”. Al estar ahí frente a ella, de inmediato me hizo recordar aquella anécdota del herrero loco y mi mente comenzó a jugarme la broma de hacerme ver que le faltaba un pequeño pedazo en el pie u otro lugar, aunque me repetía que eso no era posible, que no podía ser cierto. Después una pequeña risa se apoderó de mí, por estar creyendo y por pensar que tal vez, muy a su manera ese herrero loco que vivía en un pequeño hueco con calor infernal, se estaba haciendo su propio espacio en la historia.
0 notes
plaza13 · 6 years
Text
El Museo de Historia Frazier se complace en presentar una ambiciosa retrospectiva sobre el estilo de la millonaria Mona Bismarck, una belleza que se rodeó de exquisitas pertenencias, espléndidos jardines y amigos devotos a su estilo, gracia y buen gusto.
Nacida en Louisville, Kentucky, en 1897, Mona se casó cinco veces; sus matrimonios la impulsaron constantemente hacia arriba en la sociedad internacional.
Su tercer matrimonio en 1926 con Harrison Williams, el hombre más rico de América, le dio la plataforma que aseguró su lugar como el primer ícono de la moda en el mundo.
Famosa por su característico pelo plateado, sus ojos color aguamarina y su inflexible sentido de la moda, Mona fue la primera estadounidense en ser declarada la Mujer mejor vestida del mundo en 1933, distinción que le otorgaron luminarias del mundo de la alta costura.
Bismark fue mencionada en películas, letras y aludida en libros. Una de las celebridades más fotografiada en su época es el centro de atención de este espectáculo el cual contará con imágenes extensas, encargadas por Vogue de los fotógrafos de la época como, Steichen, Horst y su querido amigo, Cecil Beaton, ademas de retratos personales del artista Salvador Dali y Savely Sorine, que colgaron en los salones de las casa y apartamentos de esta.
La muestra abarcará cinco décadas de la alta costura personal de Mona, comenzando con sus años dorados de la década del 1930 y concluyendo en la década del 1970 cuando se jubiló de la vida pública.
Con muchas piezas nunca antes vistas por el público, este archivo se centrará en la íntima colaboración de Mona con el gran modisto Cristobal Balenciaga, quien fue el diseñador que mejor definió su impecable personalidad, así como Madeleine Vionnet, Hubert de Givenchy y joyas finas de Belperron y Verdura.
Hasta el día de hoy, el ‘Bismarck Sapphire’ de Cartier de 100 quilates de Mona está en exhibición destacada en el Museo Americano de Historia Natural.
Como regalo a la ciudad de Louisville, Mona donó su correspondencia a la Sociedad Histórica Filson.
La correspondencia es un tesoro de cartas llenas de  humor, y amoroso sentimiento  a personajes y celebridades como; El duque y la duquesa de Windsor, Jacqueline Kennedy, Diana Vreeland, Marlene Deitrich, Gore Vidal y Elsie de Wolfe, por nombrar algunos.
Magnificent Mona Bismarck Kentucky Style Icon
La exhibición estará en vitrina hasta el mes de julio en el:
Frazier History Museum
829 West Main Street
Louisville, KY 40202
Se exhibe un tesoro de moda y joyas de la primera BEST DRESSED, la gran Mona Bismarck El Museo de Historia Frazier se complace en presentar una ambiciosa retrospectiva sobre el estilo de la millonaria…
0 notes
instagramerviajero · 6 years
Text
El Museo nacional del Bardo es una joya del patrimonio tunecino. Está ubicado en un antiguo palacio Beylic que data del siglo XIX. Traza, a través de sus colecciones, una gran parte de la historia de Túnez (desde la Prehistoria hasta la época contemporánea) y contiene la mayor colección de mosaicos del mundo, incluido el famoso mosaico que representa a Virgilio, el poeta. El visitante puede descubrir allí una abundante colección de joyas púnicas, así como una galería de sarcófagos romanos y baptisterios cristianos.
Uno de los puntos culminantes de la visita es un cargamento de un barco romano naufragado frente a la costa de Cabo África, frente a la ciudad de Mahdia, con sus obras maestras de arte griego helenístico: piezas de bronce, esculturas de mármol y muebles. Este fue el resultado de excavaciones submarinas realizadas durante la primera parte del siglo XX con la participación del Comandante Cousteau.
El Museo Nacional del Bardo es un museo encantador en Túnez, la capital de Túnez. Bardo tiene el placer de contar con la colección de mosaicos más grande del mundo de la época romana. La mayoría de estos mosaicos y artefactos se trasladaron al museo desde sitios en Túnez y el norte de África, como la legendaria ciudad de Cartago, donde ahora se encuentra Túnez.
El edificio que alberga la colección del museo es una pieza de historia en sí misma. Alguna vez fue un palacio y data del siglo XIII. Sin embargo, la arquitectura más antigua del museo se ha actualizado a una mezcla de arquitectura morisca de los siglos XVII y XVIII. Aunque el diseño exterior del edificio es atractivo, palidece en comparación con las reliquias que alberga.
Prehistoria
Al entrar al Museo Nacional del Bardo, el interior no se parece mucho a un museo; de hecho, la arquitectura interior hace que parezca como si se hubiera arrancado de un entorno más futurista.
Sin embargo, luego de una exploración más profunda, los visitantes se encuentran entre una de las colecciones más antiguas del museo: el departamento de Prehistoria. La exposición, ubicada en la planta baja, ofrece una visión general de los ricos y variados sitios prehistóricos de Túnez.
Este período duró desde el comienzo del Cuaternario hasta finales del siglo XII a. C., cuando los marineros fenicios trajeron consigo el uso de la escritura. El museo compiló una buena colección de artefactos antiguos de las civilizaciones prehistóricas de Túnez desde el siglo XIV a. Estos incluyen estatuillas básicas talladas, máscaras de barro y herramientas básicas de las primeras personas de la tierra.
Sin embargo, la exhibición de la Prehistoria es, con mucho, el departamento menos impresionante del museo. No es que los arqueólogos y los directores de Bardo no sean diligentes en su búsqueda, sino que muchos de los documentos y tesoros de la historia pre-cartaginese fueron destruidos por los romanos durante las Guerras Púnicas. Esto ha hecho que la investigación de la prehistoria en Túnez y el norte de África sea bastante complicada.
Era púnica
También en la planta baja, hay un conjunto de salas dedicadas al área de la historia púnica en el norte de África. Estas habitaciones incluyen la Sala de Baal Hammon, que es una sala completa dedicada a la cerámica de la época. También hay una sala compuesta completamente por joyería púnica, y un corredor forrado con piedras funerarias Neo-púnicas que conectan las habitaciones.
Estos objetos fueron recolectados de sitios como Carthage, Hadrumetum, Utica y Cap-Bon. Muchos de estos artefactos viajan entre otros museos de Túnez, como el Museo de Cerámica y el Museo Nacional de Cartago, todos los cuales trabajan en cooperación entre sí para mostrar la rica historia púnica de la ciudad.
Dentro de la Habitación de Baal Hammon, el primer elemento que llama la atención son las tres estatuas del Dios principal de Cartago, Baal Hammon, una con él sentado en su trono del siglo I aC, y dos de él de pie con su mano extendida desde principios del período prerromano. ¿Cómo sobrevivió un Dios de Cartago a la ocupación romana? Cuando el Imperio Romano tomó el control de Cartago, se entendió que Baal Hammon era una interpretación del Dios romano Saturno, por lo que sus estatuas se mantuvieron principalmente intactas durante toda la ocupación.
Estas estatuas, al igual que otros artefactos en gran parte del museo, están encerradas en vitrinas de vidrio con iluminación personalizada de temperatura y aire para que tengan la seguridad de que durarán para siempre. La habitación tenuemente iluminada permite ver no solo las estatuas, sino también el hermoso trabajo de cerámica púnica. Estas cerámicas incluyen tabletas de arenisca que muestran fonéticas antiguas y pequeñas estatuas que han conservado una impresionante cantidad de detalles, incluso si tienen miles de años. Sin embargo, la reliquia más llamativa, además del propio Baal Hammon, es la gran serpiente de arenisca retorcida que alguna vez adornaba un edificio.
Afuera, la sala de cerámica de Baal Hammon es un corredor revestido con piedras de todas las formas y tamaños. Tras una inspección más cercana, los visitantes podrán ver imágenes vagas e iconos antiguos. Estas piedras sirvieron como marcadores de sepultura para los residentes de la Cartago prepúnica. Los residentes de las tumbas que una vez marcaron estas piedras han sido excavadas y estudiadas desde entonces y las piedras en sí mismas se han conservado y han encontrado hogares permanentes en el Museo Bardo.
El corredor de lápidas lleva a la exposición final del departamento de la era púnica, y es brillante. Esta sala entera está dedicada a exhibir los diversos collares, pendientes y otros adornos corporales que se encuentran en todo el norte de África. Incluso tiene una pequeña colección de monedas de oro utilizadas durante el período de tiempo.
Los visitantes pueden ver iconos de Tanit hechos de oro y decorados con joyas preciosas. Un estilo popular de cuello de Cartago presentaba amuletos o cadenas de cuentas de aspecto extraño, diferentes cabezas pintadas. Algunos representan dioses diferentes, mientras que otros tienen un significado y origen poco claros. Incluso hay algunas cuentas en la cabeza que se parecen un poco a los extraterrestres de la ciencia ficción, proporcionando combustible para algunas teorías extraterrestres entretenidas sobre civilizaciones antiguas.
Romano
Los visitantes de la planta superior encontrarán no solo la exposición más grande, sino la exposición más importante del museo: el departamento romano.
A través de sus esculturas, cerámica, joyas y otros artefactos, ofrece un testimonio vivo de la evolución de las empresas artísticas en Túnez bajo la ocupación romana. Gran parte de la obra de arte combina notables influencias romanas, pero parece que incluso bajo la ocupación, los artesanos se mantuvieron fieles a las tradiciones de diseño del pasado.
Los visitantes encontrarán habitaciones llenas de esculturas, como la monumental estatua de mármol de Apolo Citroño, un busto de Septimus Severus, que fue un emperador de origen africano, y una estatua de bronce de un sátiro. En otros lugares, los visitantes pueden encontrar salas dedicadas a los artículos más útiles de las ocupaciones romanas, tales como cuchillos de afeitar hechos de bronce, armadura romana dorada y una gran cantidad de objetos pintados.
Si bien los artefactos son impresionantes, son los mosaicos dejados por Roma los que atraen a los visitantes del Museo Nacional del Bardo. A lo largo de las paredes, techos e incluso en los pisos, el Museo Brando muestra su impresionante colección.
Es muy parecido a mirar un libro ilustrado de la valiosa información de vida, social, económica, religiosa y cultural de la vida romana en Túnez durante este tiempo. Algunas de sus obras maestras incluyen el mosaico de Virgil escribiendo La Eneida, la boda de Poseidón y Anfitrite, las actividades diarias de Seignior Julius y una pieza de Dionisio superpuesto a una pantera que ha sido restaurada.
Todos estos hermosos mosaicos no han sido tomados del corazón del Imperio Romano en Italia: todos fueron excavados en Túnez y otros sitios en el norte de África. Si bien tienen fuertes influencias romanas, tienen marcas definidas de que fueron hechas en la región.
Antes de pasar a otras exhibiciones, asegúrese de visitar la recreación de Bardo de una zona de baño romana. No hay agua real en el área, pero sí sirve como un lugar excelente para exhibir algunos de sus mosaicos menos conocidos.
Cristianismo
También se encuentra en el piso superior la exposición cristiana dedicada a mostrar la vitalidad del cristianismo africano a través de su obra de arte.
Esta exposición es pequeña debido a la presencia más bien breve del cristianismo en la historia de Túnez, pero todavía es bastante vibrante. Además de varios sarcófagos bellamente decorados, esta exposición muestra principalmente azulejos de terracota y mosaicos de influencia cristiana. Los mosaicos que decoran las paredes y los techos representan temas bíblicos, hagiográficos y simbólicos.
Losas cristianas representan una imagen del difunto y una historia básica de su vida. Esto ha ofrecido a los arqueólogos una visión sin precedentes de la vida de los residentes antiguos. Pero la joya del premio de su colección cristiana es un baptisterio que se encontró en Kelibia. Esta piscina de azulejos ornamentada tiene símbolos cristianos, así como los nombres de sus donantes.
Islam
El departamento que representa la historia y la influencia islámicas en las obras de arte abarca tanto la planta baja como la superior. Como el departamento está separado en dos plantas, también lo está su colección.
La sección en la planta baja muestra varios objetos y obras de arte de la influencia musulmana de la Edad Media. La mayoría de los objetos mostrados en esta sección fueron excavados en sitios en Raqqada y Sabra en la región de Kairouan.
Hay hermosas gafas fatimíes del siglo XI, fragmentos de cerámica que representan figuras que forman parte de algún tipo de historia, astrolobes e inscripciones cúficas. El premio de esta colección incluye una versión única del Corán escrito en papel vitela azul. El guión está escrito en letras cúficas doradas y es realmente una joya.
La segunda colección de artefactos musulmanes ubicados en los pisos superiores muestra las artes y las tradiciones populares de otras épocas en la historia musulmana de la región. Los visitantes pueden admirar objetos hechos de cobre martillado, como armas e instrumentos musicales, y ver hermosas joyas de plata, vestidos ceremoniales y adornos de antiguos rituales tunecinos. En esta sección también se encuentra una colección de azulejos y cerámica vidriada en China, pero procedente de Túnez, Asia Menor y España.
Viajes a Túnez – Museo del Bardo el mejor del mundo por su colección de mosaicos romanos El Museo nacional del Bardo es una joya del patrimonio tunecino. Está ubicado en un antiguo palacio Beylic que data del siglo XIX.
0 notes
batelareaexperience · 6 years
Photo
Tumblr media
#DIA 16
Ferropolis / Halle Saale / AC Parking en Heidelberg
Laura nos despertó con unos pretzels que había comprado después de haberse hecho unos largos en la piscina municipal de Gräfenhainichen, justo al lado de donde habíamos aparcado a Vagalume. Nuestra conductora estaba fresca como recién salida del spa, y con ese ánimo nos dirigimos por la avenida Ferropolistrasse hasta nuestro siguiente destino. A medida que nos acercábamos a Ferrópolis, empezaron a emerger a ambos lados de la carretera edificios industriales con grandes retratos pintados en sus muros. Nos llamó la atención el de una mujer de rostro duro y mirada decidida. Llegamos a la entrada de la antigua mina de lignito de Ferrópolis. Allí nos esperaban las dos responsables del ahora museo industrial al aire libre: Isabella y Karin. Hay gente atenta, hay gente amable, y luego están Isabella y Karin: desde el primer momento se pusieron a nuestra disposición, explicándonos el origen de aquellos mastodontes de hierro y engranajes, y la vida en la mina de sus operarios. Nos hablaron de aquella mujer de mirada penetrante que nos miraba desde los muros pintados: la primera mujer que manejó uno de aquellos monstruos metálicos, allá a finales de los 50. Nos subimos a las máquinas extractoras y nos enseñaron las salas de transformadores que solían dar energía a las bestias: grandes habitaciones llenas de paneles de control, condensadores, cables… parecía el decorado de una peli de ciencia ficción salida de la mente de Phillip K. Dick o Lovecraft. Y en medio de aquellas salas de control eléctrico, una vitrina con un tesoro excepcional: el esqueleto de un mamuth, que había sido descubierto en una de las extracciones de la mina. Fue, realmente, un momento mágico, donde se tocaron por un momento la niebla de la prehistoria con el tremor de un viejo futuro distópico.Karin nos comentó que en Ferrópolis se celebran cada verano dos macrofestivales, uno de tecno y otro de heavy-metal. La verdad, no podemos imaginar mejor lugar para el disfrute de un metalero!Después del tour, nos dejaron a nuestro aire para filmar unas pequeñas secuencias entre las máquinas. Al acabar, bastante congelados por el frío teutón, Isabella nos ofreció café con galletas dentro de su oficina, mientras Karin nos enseñaba en el ordenador las fotos del último festival realizado en Ferrópolis. También hizo un par de llamadas para intentar conseguirnos un contacto. Roi, el director, está interesado en filmar a algún wandergesellen, jóvenes que pertenecen a gremios de oficios tradicionales (carpinteros, canteros, etc), que deben pasar un periodo de tres años lejos de sus localidades de origen, caminando y buscándose pequeños trabajos en su peregrinar. Es una manera de iniciación y perfeccionamiento en su oficio y en su conocimiento de la sociedad. Son reconocibles por sus pintorescos trajes tradicionales con sombreros de copa y pantalones acampanados. Karin nos informó que había un bar en donde se reúnen regularmente, a unos 40 minutos de Ferropolis, en la localidad de Halle Saale.Después de fundirnos en un abrazo y prometer volver en primavera para el rodaje, nos metimos en Vagalume, preparamos rápidamente unos bocatas y tomamos carretera hacia Halle Saale.
0 notes
gestaltsinfronteras · 7 years
Text
5o día de la Semana de celebración de la vida. Un lugar especial.
“Las raíces de un árbol de familia comienzan con el amor de dos corazones.”
Hoy toca honrar la vida a través de un lugar significativo. A lo largo de mi historia han existido muchos lugares especiales que me han permitido celebrar la vida desde que era un niño: La casa de mis tías, hermanas de mi papá, donde pase 
los mejores momentos de mi niñez escuchando los cuentos que me contaba mi tía Tere y saboreando su exquisita comida estilo Michoacán: pozole, enchiladas, corundas… o los postres deliciosos que también ella preparaba: chongos zamoranos, buñuelos, cajeta y capirotada.
Otro lugar especial, al que también ellas me llevaban era el mercado del barrio, donde un día me sacaron una foto arriba de un burro, lo cual me llenó de terror y de eso queda memoria en alguna fotografía donde salgo con cara de terror.
Para consolarme y que se me olvidara el susto, me compraron un juguetito en alguno de los puestos, aunque casi siempre que íbamos me dejaban escoger algún juguete. Sin necesidad de tener que treparme en alguna bestia antes, lo cual me hacía muy feliz.
Aunque sería una larga lista de lugares en el pasado hoy elegí un lugar del presente que es parte de mi celebración de la vida: la casa de Cuernavaca, a la que hemos bautizado como La casa del árbol, y donde tú y yo hemos construido nuestro hogar, junto con Manchitas.
La Casa del árbol representa para mí un refugio, un oasis, un regalo de la vida. Llegar a ella significa sentirme en paz y feliz… es mi hogar, nuestro hogar, donde más disfrutamos los tres de ser familia.
Amamos nuestro jardín, con su enorme y frondoso árbol, las plantas y las flores que hemos cultivado nosotros mismos.
Junto al jardín tenemos una pequeña terraza, con sendos sillones donde, a la sombra de la tarde, saboreamos bebidas refrescantes y, generalmente los fines de semana, la deliciosa comida que preparamos a veces juntos, aunque la mayoría de las ocasiones es elaborada por ti.
El comedor es muy agradable, no es muy grande de tiene muchas cosas, pero algo muy significativo de este lugar es que aquí se encuentra el reloj de péndulo, herencia de mi madre.
A nosotros nos gusta escuchar las campanadas cada 15 minutos y, durante las noches, sentimos que nos arrulla, sin embargo, muchas veces a nuestras visitas les estrena escuchar su tic tac que dicen, es bastante fuerte, y las campanadas cada cuarto de hora, por lo que tenemos que detenerlo durante la noche cuando tenemos alguna visita sensible a su sonido.
Desde la mesa del comedor se puede ver las demás áreas de la casa y, a través de los grandes ventanales, nuestro jardín. Hoy, por ejemplo, disfrutamos durante la comida de nuestro visitante favorito, un petirrojo que vino a posarse unos segundos sobre nuestra barda y nos regaló un momento de magia, al igual que hacen los colibríes cuando vienen a chupar el néctar de nuestras flores más coloridas. Desde que llegamos a esta casa hace 6 años recuerdo que nos visita este petirrojo siempre por la misma época, aunque también puede que se trate de algún descendiente del primero que llegó en aquella época.
En el interior nuestra casa tiene varias habitaciones y áreas comunes. La sala es fresca y confortable, aún en las épocas calurosas y también tiene una bella vista al jardín. Ahí acostumbramos tomar el café, realizar nuestras meditaciones diarias o charlar al lado de una copa de vino por las noches escuchando música tranquila.
Nuestra cocina es lo suficientemente grande para cocinar ambos sin atropellarnos demasiado y donde preparas tus deliciosas paellas y yo, en ocasiones, frescas ensaladas. Detrás de la cocina, hay un patio grande donde duerme Manchitas y donde está él área de lavado.
También en la planta baja (la casa es de dos pisos) está un baño de visitas y mi consultorio, que es a la vez, el cuarto de huéspedes con un sillón grande de color azul rey y una butaca individual con brazos de madera y de estilo algo retro. En este mismo cuarto tengo un librero con algunos de mis libros y la vitrina antigua, herencia de mi madre, donde conservo mi colección de sillas miniatura de todo el mundo con casi un centenar de coloridas sillitas.
En la planta alta hay tres habitaciones y dos baños completos. Al baño de visitas le llamamos “el baño de las sirenas” pues ahí tenemos una colección de sirenas que se fue formando poco a poco, con sirenas que Noa han regalado llegando familiares y amigos y con otras que hemos traído de diferentes lugares.
La recámara principal es de muy buen tamaño. Por el ventanal se puede ver la copa de nuestro árbol y los amaneceres. Tenemos una pantalla muy grande HD, donde disfrutamos de películas y nuestras series favoritas en las noches, antes de dormir, o los fines de semana.
Las otras dos habitaciones las hemos convertido en nuestros despachos, uno para ti, donde tienes todos tus libros, casi todos, el resto está en un librero en lo alto de la escalera, en la zona que une las habitaciones de la planta superior, y que son tu mayor tesoro. Tu ventana da a un kinder y, cuando es día laboral y de escuela, te diviertes escuchando a los niños y los regaños de las maestras.
Frente a tu despacho está el mío (que es distinto al consultorio de la planta baja). Ahí tengo mi escritorio al lado de una ventana por donde también se puede contemplar la copa de nuestro árbol y donde suelo escribir los artículos para mi blog o, de vez en cuando, dar las sesiones de terapia por Skype. También tengo una mesa de cristal, un sillón de dos plazas donde Manchitas  (nuestra perrita) duerme sus siestas, o pernocta las noches que no se quiere salir a su casita en el patio porque oye truenos y hay tormentas.
También ahí tengo un librero maravilloso de pared a pared donde están la mayoría de mis libros -los preferidos- y un closet donde ambos guardamos cosas.
El baño de la habitación principal es lo que siempre soñé: espacioso, iluminado, con un lavabo grande y moderno y su regadera con un cancel abierto de cristal. Los techos son altos y con tragaluces que permiten que haya mucha luz, al igual que en el resto de la casa.
Me siento muy afortunado de que hayamos decidido adquirir esta casa fuera de la Ciudad de México y en un lugar que tiene fama de contar con un clima privilegiado gracias a ser la ciudad de la eterna primavera.
Pero lo más bello de esa casa no son los cuartos, ni los muebles, ni los adornos que hemos colocado en todos los rincones y que hemos recolectado a lo largo de nuestros viajes. No son nuestros adorados libreros, ni nuestro maravilloso árbol. Lo más maravilloso de nuestra casa es el amor con la que ambos la hemos construido y adornado, y que todos los que nos visitan respiran desde el momento.
Sí, nuestra casa es bella porque está llena de amor, cariño, comprensión, respeto, compromiso, felicidad y paz. Es la casa de nuestros sueños, nuestra casa y de Manchitas. Nuestro refugio. Nuestro templo. El lugar de puertas abiertas en donde recibimos con gran alegría a nuestros seres queridos a quienes nos gusta atender y hacer sentir como en su casa.
Por todo eso yo, hoy, honro y celebró la vida con la casa del árbol, la casa de Cuernavaca, nuestro hogar y nuestro espacio sagrado.
Espacios especiales: un motivo más para celebrar la vida. 5o día de la Semana de celebración de la vida. Un lugar especial. "Las raíces de un árbol de familia comienzan con el amor de dos corazones."
0 notes
Text
La cuarta Barbie de la Pink Collection
La cuarta Barbie de la Pink Collection
¡Hola a todos! El diseñador de Barbie Robert Best mostró, hace no mucho, su última creación para la colección Pink (todo rosa a aburrir, con más o menos acierto): una muñeca afroamericana elegante y con toques al pasado. ¿Podría sobrevivir Barbie sin el rosa, su rosa? Yo creo que no. Te puede no gustar el rosa, evitarlo a toda costa en tus muñecas pero Barbie es lo que es. ¡#Barbiecore! Esta…
Tumblr media
View On WordPress
3 notes · View notes
Text
La Barbie de Jane Goodall
La Barbie de Jane Goodall
¡Hola a todos! Continuando con la colección “Mujeres que inspiran”, Mattel y más personalmente Carlyle Nuera han decidido homenajear en vida a la increíble doctora primatóloga Jane Goodall con una Barbie. ¡Toma inspiración para todos! La muñeca representa a la británica de joven, en los años 60, cuando inicio sus investigaciones y sus esfuerzos por la conservación de los chimpancés y su…
Tumblr media
View On WordPress
4 notes · View notes