Me robaron mi sonrisa, me robaron mis ganas de salir a caminar, me robaron mis ganas de amar, me robaron mis ganas de bailar, me robaron mis ganas de confiar en alguien más, y lo que más me duele es que yo confiaba y amaba a la persona que me robo.
¿Te parece salir a caminar? Compartir ideas y conversar,es que quiero descubrir tu realidad, aquella plagada de líos y alegrías, tu manera de pensar y un poco de tu vida, ¿Te gustaría ser parte de una nueva aventura y mil maravillas?...
Con más de 50 ¿Por qué querer pareja?
Porque un compañero de vida no es un complemento sexual solamente. Nuestra necesidad va más allá de lo visible y de lo sensible.
Es hallar con quien salir a caminar a un ritmo nuevo. Aprender a caminar al ritmo del otro.
Acostumbrarse a una mano nueva, y a la tibieza y la humedad de otros labios...
Ver el amanecer con la luz de unos ojos femeninos...
Disfrutar una plática intrascendente a tu medida. Alguien con quien beber despacio el té de la mañana.
Alguien con quien sentarse a contemplar el atardecer de cada día, a quién entender entre líneas... ése lenguaje lateral y cómplice que tenemos los enamorados, y que nadie entiende, aún estando entre la gente:
Que cuando me diga "tengo frío "... yo entienda - "abrázame".
Y cuando yo le diga, "ven, tápate ", el sepa que en realidad , le digo "te quiero".
Y si decidimos estar callados... aún en el silencio, podamos escuchar la misma melodía.
Ella dispersó su abrazo, renunció a ser dueña de su propia mano y nunca fue tan suya. No podía despertarlo en ese gorjeo que se pierde más allá del cuerpo, ya no podía alcanzar. Detrás del blanco acechaba otro blanco. Detrás de su silencio hubo silencio.
Su voz cortada, aquellas regiones dirigidas a la separación, adivinándose. Los cuerpos, el suyo, en aquellos mismos muebles. Esa hechura como futuro recuerdo, ya. Aquel talle con la mudez contra su amor, con la tregua contra su vida adolorida, en esa misma cama.
Su calor con dolor a recuerdo, ya.