El ciclo de la tormenta
No quiero ver, pero observo. No quiero saber, pero percibo. Soy mi propio verdugo, construyo mi propio infierno.
Me siento atrapada en un laberinto de elecciones, donde cada paso me lleva más adentro. Intento detenerme, pero la inercia me arrastra hacia el abismo. Engaño a mi mente con promesas vacías: "No lo volveré a hacer". Sin embargo, sé que no puedo resistir la atracción magnética de la autodestrucción.
Es como si mi alma estuviera dividida en dos: una parte que anhela la liberación y otra que se aferra al dolor conocido. El daño que me inflige mi propia mano es paradójico: sé que me lastimo, pero continúo. ¿Por qué? ¿Por qué persisto en este ciclo vicioso?
Quizás sea porque, en la oscuridad, encuentro una extraña comodidad. La familiaridad del sufrimiento se ha vuelto mi refugio. O tal vez, en mi búsqueda de respuestas, me he convertido en mi propia pregunta sin solución.
Así que aquí estoy, en el filo de la contradicción. No quiero saber, pero percibo. No quiero ver, pero observo. Mi mente es un eco doloroso, repitiendo una y otra vez: "¿Cómo hago para no encontrarlo si yo misma lo busco?"
Y así, tomo el riesgo sin dudar. No me detengo. Me lo permito.
En el abismo de mis pensamientos, danzo con la contradicción.
- gissel
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Seguido hablo de ti, seguido te lloro también,
hay días que todo se vuelve difícil y me dueles como si te hubieras ido ayer
me gusta hablar de ti
para no olvidar detalles y que las personas sepan que fuiste bueno
que nos querías a todos
y que a pesar de las cosas malas que he oído nunca te caes por que yo se que me querías y se que te gustaba tenernos a todos juntos en la mesa, conversando, riéndonos, pasándola bien y comiendo rico
se que donde sea que estés
estas con todos
con tus padres
con tu hermano y no estas solo
pero aún me dueles como si hubiera sido ayer
me dueles tan profundo, pero te pude disfrutar tal vez no lo suficiente,
pero tengo muchos buenos recuerdos contigo siempre.
Te amo y besitos al cielo
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Dulzura Primaveral
Hay algo encantador en quererte así,
Ligeramente,
Pesadamente;
Amigo y amante.
Es un amor dulce y ligero,
Como jugo de frutas,
Uno que me inspira a salir a la plaza
Y escribir sobre vos
Sin saber si pensas en mí.
Dulce y liviano,
Como si fuera algo pasajero,
Pero la fantasía nocturna y diaria,
Que me llena la garganta con tierno dulzor,
Me dice que no.
Repito, transformo y reciclo la palabra
Porque no puedo dejar de pensar
En lo azucarado que sos.
Te conté cómo dejé de engullir azúcar,
Ya no me gustaba;
Creo que es porque ahora me gustás vos.
Vos, que tenés una dulzura que me es suficiente.
Y no me importa
Qué tan poco práctico es insistir con vos,
Yo soy así.
Y poco me importa
Que te puedas ir cualquier día,
A mí me gusta vivir.
Así me gusta vivir:
Como si nada supiera,
Que la atrocidad de tu adiós me sorprenda.
Y si sé algo,
Es que no hay algo que no valga la pena,
Es que no hay pena alguna en quererte
Sin perdón.
∩.
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un año más, sin papá.
tres años, tres años..
hace tres años estaba con el corazón atravesado, muriendo en vida, dejando mi alma en manos del destino a mi corta edad.
hace tres años, el mundo paró.
han sido tres años, conviviendo con la palabra “muerte” y creyendo más de lo que debería en las almas después de esta.
hace casi tres años, me fui de mi país, porque la idea de no estar junto a él, sin mi única protección, me rompía.
tres años, caminando por la vida con dos maletas, viajando con una mochila, dos fotos de él y una buena playlist.
tres años, mirando el sunset, tocando el mar, que me permiten cerrar los ojos y verlo, sentirlo a mi lado.
tres años, comunicándome con él, a través de canciones, hablándole sutilmente y esperando sus señales musicales.
y aunque el dolor me atraviesa, como si hubiese sido ayer cuando lo tenía en las manos,
cuando mi amor pudo y derribó todos los impedimentos para verlo unos minutos más en ese hospital,
tuve que fingir ser enfermera (con el uniforme de una de ese hospital y pedir el carnet a una de ellas) para sólo así entrar a sala de cuidados intensivos, la cara de mi padre al verme, está tatuada en mi corazón, ese momento.. esos últimos abrazos, esas palabras,
no era la primera vez que pasábamos una situación asi, él en el hospital y yo cuidando de él. pasamos unas cuentas veces más así, tanto, que..teníamos un chiste en común para esas situaciones, yo le decía: “¿papá no te vas a morir, no?” y él me respondía siempre “no todavía no, no está en mis planes morir, mi amor” seguido de risas.
ese día, hace tres años, fue diferente.
no hubieron risas.
tengo las últimas fotos, siento el último abrazo, siento las oraciones, entre lágrimas y ataques de ansiedad.
recuerdo tanto y quiero llevarme tan poco.
recuerdo tanto y quiero regresar el tiempo.
fui la mejor hija y él, el mejor padre, con el tiempo entendí que..las historias hermosas, también tienen final y hoy quiero pensar, que nuestro final, se encuentra ahí, arriba, entre las estrellas infinitas, donde termina el mar y se pone el sol todas las mañanas.
cuando cierre mis ojos y de mi último respiro aquí, iré feliz hacía él, cantando en voz baja..
“Al partir un beso y una flor
Un "te quiero", una caricia y un adiós
Es ligero equipaje
Para un tan largo viaje
Las penas pesan en el corazón
Más allá del mar habrá un lugar
Donde el sol cada mañana brille más
Forjarán mi destino
Las piedras del camino
Lo que nos es querido siempre queda atrás
Buscaré un hogar para ti
Donde el cielo se une con el mar
Lejos de aquí
Con mis manos y con tu amor
Lograré encontrar otra ilusión
Lejos de aquí”
y ahí, sólo ahí, cuando lo vuelva a ver, me volveré a sentir viva, porque, estaré nuevamente, de la mano, con el amor de mi vida.
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Ilusion and destruction
Longing for deep emotion I need your devotion
Fallen into the absorption of an absolute destruction
Always thought I was indestructible
End of stories depraved of glory
All the wrong things keep feeding me with deep illusion that at the end will make me sick
I thought lust would kill me and in the end I was wrong, my skin’s still warm and my heart seems to be beating, because I eventually understood that death is only for the lucky ones
Ilusión y destrucción
Anhelando una emoción profunda, necesito tu devoción.
Caído en la absorción de una destrucción absoluta
Siempre pensé que era indestructible
Fin de las historias depravadas de gloria.
Todas las cosas malas me siguen alimentando con una profunda ilusión que al final me enfermará.
Pensé que la lujuria me mataría y al final me equivoqué, mi piel aún está caliente y mi corazón parece latir, porque al final entendí que la muerte es sólo para los afortunados.
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Cada nuevo año es la oportunidad para reflexionar en todo aquello que acumulamos durante 12 meses de vivencias; entre las que se cuentan horas de incertidumbre, algunos triunfos al alcanzar sueños que tomaron formas concretas, tristezas por días en la luz del alma fue nublada por una que otra experiencia negativa, algunas lágrimas de dolor al ver que quienes amamos pasaron por algún traspié y la recuperación de la alegría desbordada en risas al vivir momentos de júbilo en que la dicha al fin regresa.
Eventos tanto internos como externos de todo tipo que hicieron de esto 365 días nada planos y aburridos, resultando cada día la oportunidad para despertar con esperanza de poder reiniciar el reloj y hacer que cada segundo cuente.
Días de altos y bajos que como latidos de vida le pusieron sabor a la existencia.
Horas que se sumaron a las ya acumuladas experiencias en que a pesar de los tropiezos, terminaron por pulirnos y lograron que evolucionáramos sacándonos desde el fondo de quedarnos sumidos en la miseria.
Un año más que nos enseñó a valorar el regalo de disfrutar de la vida, de reconocernos y asumir que sin importar lo que aún tengamos que vivir en el siguiente periodo, estaremos listos para afrontar con paz, amor, fe, esperanza y entereza; lo que venga.
Gracias a cada uno de los que hicieron parte de ese mi 2022 y bienvenidos a los que siguen aquí conmigo en el 2023, a ver que nos trae el tiempo consigo.
¡Feliz Año Nuevo!
Ruth Priscila Alcivar
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