Tumgik
#pero es un dolor profundo
olee · 2 months
Text
La Familia De | Enzo Vogrincic
Tumblr media
Cuando descubres la infidelidad de tu novio, aceptas la invitación de tu amiga para pasar unas semanas en su país con su familia. Allí conoces al atractivo hermano de tu amiga, desencadenando una serie de emociones inesperadas.
Desde hace un año, la cafetería que posees en Ciudad de México ha sido tu refugio, un santuario de aromas de café y conversaciones animadas. Tu vida ha tomado un giro maravilloso desde que abriste las puertas de este lugar acogedor. No solo tienes un negocio próspero, sino que también tienes a tu lado a un novio increíble, cuyos talentos como tatuador le dan un toque de arte y rebeldía a tu vida cotidiana.
Entre el vapor de los expressos y los murmullos de los clientes habituales, siempre hay un momento especial cuando tu amiga uruguaya aparece por la puerta. Ella, con su encanto sudamericano y su energía contagiosa, es como un rayo de sol que ilumina tu día cada vez que la ves. Aunque vive en CDMX por trabajo, nunca pierde la oportunidad de visitarte en la cafetería, trayendo consigo los últimos chismes y anécdotas que hacen que la vida en la ciudad parezca aún más vibrante.
En medio de este bullicio reconfortante, te das cuenta de que no estás sola. Tu negocio florece, tu relación amorosa está en su mejor momento y tus amistades te brindan compañía y alegría. La paz y la belleza se entrelazan en tu día a día, recordándote que la vida puede ser realmente hermosa cuando tienes a las personas adecuadas a tu lado.
Sin embargo, un día decides cerrar temprano la cafetería porque no te sientes bien y tienes un fuerte dolor de cabeza. De camino a tu departamento, te sientes aún peor, como si algo estuviera terriblemente fuera de lugar. Al llegar a casa y subir las escaleras, el sonido de ruidos extraños te hace detener en seco. Escuchas un respiro profundo, quizás gemidos. Sin entender completamente lo que está sucediendo, decides apresurarte hacia tu habitación.
Al abrir la puerta, te encuentras con algo que nunca podrás borrar de tu mente: tu novio, en medio de un encuentro íntimo con otro hombre. Es una escena que nunca esperaste presenciar, y sin poder soportarlo, das media vuelta y sales corriendo, sintiendo cómo tu mundo se desmorona a tu alrededor.
Con lágrimas nublando tu vista y el corazón hecho pedazos, marcas frenéticamente el número de tu amiga en tu teléfono. "¿Dónde estás? ¡Necesito verte! Me siento horrible, mi novio… mi nov–", apenas logras articular entre sollozos.
La voz tranquila de tu amiga al otro lado de la línea te ofrece un atisbo de consuelo en medio de la devastación que te embarga. "Estoy en casa. Vení y me contás tranquila", te dice, y sus palabras se convierten en un faro de esperanza en medio de la oscuridad que te rodea. Con el corazón roto y el alma hecha trizas, te diriges hacia la casa de tu amiga, en busca de consuelo y apoyo en medio de la tormenta emocional que te consume.
Le cuentas a tu amiga todo lo que había sucedido y no puedes evitar llorar. Estás en el sofá junto a tu amiga, y te dice mientras te peina el cabello: "(Y/N), tenés que ser fuerte, yo sé que no es fácil. ¿Te acordás de Mateo? Que se fue con otra mina, pues te entiendo completamente".
Pero entre sollozos, respondes: "¡Pero en mi caso es distinto!", y lloras más fuerte, como un bebé. "Y... ahora... tú te vas para Montevideo, y... ¡yo voy a estar SOLA!", sigues elevando el tono de tu llanto. "Y no quiero verloooo, nooo, no sé cómo enfrentarloooo".
Tu amiga intenta calmar tus nervios: "Pero yo me voy solamente por tres semanas, si querés, venite conmigo, yo te pago los pasajes".
"No quiero ser un peso más", respondes entre lágrimas.
"¡Boluda! ¡Te vienes conmigo, que se joda!", te dice ella, tratando de sacarte de ese estado emocional.
"Okkkkaaaayyyy", aceptás entre sollozos, llorando como un bebé.
Llevas ya tres días encerrada en la habitación de tu mejor amiga en Montevideo, con un gatito real al que tratas como un peluche. La familia Vogrincic te han adoptado como una hija más, y su madre se ha convertido en tu proveedora oficial de café y consejos sobre el amor, lo cual agradece tu corazón roto.
En una tarde soleada, tu amiga irrumpe en la habitación como un torbellino, encontrándote en la cama con tu celular, absorta en las fotos de tu ahora ex. "¡Che, bo! Dame ese celular. No quiero verte así", ordena con un tono melodramático. "Tienes que salir de esta cueva. Mami me ha dicho que solo sales para tomar café y luego regresas aquí. ¡Ya basta! Esta noche viene mi hermano desde Nueva York, y vamos a recogerlo al aeropuerto. Tienes que venir conmigo, punto final", declara con autoridad.
Tú respondes: "Ay, déjame aquí con la gatita", y ella te corrige: "¡Esa gatita tiene nombre y es Uma!". Insistes: "Pues déjame con Uma, no quiero ir para allá".
Con un suspiro exasperado, tu amiga agarra tu brazo con determinación. "¡Sos una pelotuda! ¡Vas a venir ahora!", exclama, decidida a sacarte de tu caparazón de autocompasión y llevarte a vivir un poco la vida real, aunque sea a la fuerza.
En el auto, el padre de tu amiga está al volante, con la madre como copiloto, mientras tú y tu amiga ocupan los asientos traseros. La atmósfera está cargada de emoción, ya que toda la familia está ansiosa por recoger al tal Enzo. Por lo que has escuchado, es un actor sumamente famoso. Aunque no estás muy familiarizada con su trabajo, tu amiga siempre ha hablado con orgullo sobre él, y su entusiasmo es contagioso.
Antes de dirigirse al aeropuerto, hacen una parada en un mercado para comprar globos, flores y un cartel que dice "¡Llegó el actor de la casa!". A ti no te hacen mucha gracia las flores ni los globos, ya que te recuerdan a tu exnovio.
Al llegar al aeropuerto, tu amiga asigna tareas: "Bo, aguanta los globos; yo llevaré el cartel y mami, tú llevas las flores", dice con entusiasmo. La madre asiente y el padre, con su típico sentido del humor, pregunta: "Y yo, ¿qué llevo?". La madre, con una sonrisa, responde: "La presencia". Todos ríen un poco, preparándose para la llegada del famoso Enzo.
Justo cuando estás a punto de bostezar por el cansancio acumulado, de repente tu amiga y toda su familia irrumpen en gritos de emoción, corriendo hacia un hombre sorprendentemente guapo. Su piel canela y su cabello medio largo y desordenado lo hacen destacar en la multitud. Él también parece adormilado, llevando una maleta, hasta que se percata de su familia y se apresura hacia ellos.
La escena es conmovedora mientras se abraza profundamente con tu amiga, luego se dirige hacia su madre y ambos comienzan a llorar juntos. Por lo que tu amiga te había contado, no se habían visto durante años debido a la ocupada agenda del hermano.
Mientras esta emotiva reunión tiene lugar en el aeropuerto, tú te encuentras parada como un pingüino, sosteniendo los globos en tus manos, sin saber muy bien qué hacer en medio de tanta emoción familiar.
Ya cuendo van para el auto, tu amiga te introduce al hermano diciendo, “Enzo, esta es (Y/N) mi mejor amiga del alma, y va estar con nosotros por estas semanas” dice mientras ya se van sentando al auto, y Enzo, que al parecer se va a sentar al lado tuyo te dice, “Un placer (Y/N)”
Y así van todos contentos para la casa, para cenar, ya que la madre iba a prepara una pasta.
Al llegar a la casa, estás a punto de dirigirte directamente a la habitación para descansar un poco del viaje agotador, pero tu amiga te agarra del brazo con determinación y te dice: "¡Uh uh no! Te quedas con nosotros en la sala. Nada de cueva". Tú asientes, aceptando su decisión, y decides seguir su sugerencia.
Cuando te dispones a sentarte en el sofá de la sala, observas con curiosidad cómo las gatitas, Uma y Ada, salen de una habitación cercana. Enzo, al verlas, no puede contener su emoción y se tira al piso, hablándoles con ternura como si fueran bebés. La verdad es que Enzo se veía increíblemente adorable en ese momento, y no puedes evitar sonreír ante la escena.
Tu amiga te hace una mueca cómica, como si estuviera acostumbrada a este comportamiento de su hermano, y te dice en voz baja: "Es amante de los gatos, así que no te asustes si actúa así". Tú te ríes suavemente, encontrando la situación bastante divertida y encantadora.
Observas cómo Enzo interactúa con las gatitas, y te das cuenta de que tiene un lado dulce y tierno que no esperabas.
Después de un rato, Enzo se levanta del suelo con una sonrisa, dirigiéndose especialmente a su madre: "Ma, me voy a dar una ducha. Avísame cuando esté la cena", dice con tono amable. La madre asiente con un simple "ok", ocupada con los preparativos en la cocina.
Una vez que Enzo se retira para darse una ducha, te inclinas hacia tu amiga y le susurras en voz baja para que no te escuchen: "Oye, no me habías dicho lo guapo que es tu hermano". Ella te responde con una mueca divertida y te dice: "Te lo regalo si quieres". En un gesto juguetón, la empujas suavemente y respondes con un "ajá", aceptando el comentario con humor.
Ambas se miran y se ríen, compartiendo un momento cómplice antes de que Enzo regrese de su ducha y continúe con la cena en familia.
Después de un rato, mientras estás disfrutando de un vino con tu amiga y ayudando a preparar la mesa, Enzo hace su entrada. Viene con una cámara vintage en la mano, su cabello aún húmedo y desordenado, vistiendo una sudadera cómoda y descalzo. En general, se veía muy relajado y como en su casa; no parecía en absoluto un actor de Hollywood.
Mientras tú te sientas con tu vino en la mesa, Enzo comienza a moverse alrededor de la cocina, capturando momentos con su cámara: la madre preparando la comida, el padre cortando la carne asada, y la hermana charlando contigo. Luego, se dirige hacia las gatitas y llama a tu amiga, "Loca, ven acá, tírame una foto con Uma y Ada". Pero antes de que pueda tomar la foto, la madre interviene: "Enzo, después. Ya vamos a comer". Él asiente en respuesta.
Tú observas todo con asombro, pero al mismo tiempo, te sientes como si estuvieras presenciando algo muy familiar. Enzo se sienta nuevamente junto a ti, y de repente te toma una foto inesperadamente. Tu amiga lo regaña de inmediato, diciendo: "¡Enzo! A (Y/N) no le gusta que le tomen fotos". Con un tono suave, Enzo se disculpa: "Disculpa". Y tú respondes con amabilidad: "No te preocupes".
La atmósfera en la casa es cálida y acogedora, y te sientes cada vez más integrada en esta familia tan especial.
Después de unos 45 minutos en la mesa, todos parecían estar inmersos en sus propias conversaciones, dejándote a ti en un silencio momentáneo. Mientras tomas sorbos de tu vino, escuchas atentamente pero te sorprendes al darte cuenta de que nadie te ha dirigido la palabra en todo ese tiempo. Una sensación de soledad momentánea te envuelve, hasta que de repente, es Enzo quien rompe el silencio.
"Y tú, ¿qué haces?", pregunta Enzo, volviendo su atención hacia ti. Levantas la mirada, encontrando sus ojos, y respondes con sinceridad: "Soy dueña de una cafetería en Ciudad de México". Su expresión se ilumina con genuina admiración: "¡Guau, eso es impresionante!", responde con entusiasmo.
En ese momento, sientes una conexión especial con Enzo, como si sus palabras hubieran creado un puente entre ustedes. A pesar del bullicio de la mesa, te encuentras atrapada en su mirada, sintiendo una chispa de complicidad entre ustedes.
Tumblr media
310 notes · View notes
Text
Querida madre, quizás tienes razón cuando criticas mi forma de ser tan sensible. Quizás debería ser dura como tú y crear una fortaleza para que las personas no entren a lo más profundo de mi. En efecto querida madre, he sufrido múltiples veces las consecuencias de haberle abierto mi corazón a personas que no debía. El resultado de eso, ha sido un corazón que ha sido roto múltiples veces, tanto de amores como de amigos y de familia, y también miles de heridas en mi alma que han sido difíciles de sanar.
No me malinterpretes, no quiero victimizarme como tú siempre lo dices, porque de hecho odio verme en ese papel. Es sólo que cuando siento dolor por tu dureza no puedo evitar sobre pensar sobre que es lo que debería hacer para no sentirme más así, y pienso en que quizá debería sonreirle menos a las personas, quizá debería querer ayudar menos a los demás, quizá debería poner límites y decir muchas veces "no", quizá debería de alejarme por completo de los que me han despreciado sin importar si son familia, quizá no debería de dejar entrar facil a las personas en mi vida y quizá debería centrarme más en mí, sin importar si me llaman creída, odiosa o si me tachan de tener ego.
Sé que incluso podría convertirme en una persona mala si así lo quisiera, podría desarrollar narcisismo y herir sin compasión a los que lleguen a mí, sin embargo, al final siempre llego a la misma conclusión de que es estúpido e inhumano causarle el dolor y los traumas que tú tienes a otras personas.
Querida madre, una vez una persona me dijo que ser tan sensible, amorosa y empatica eran cualidades "de alto valor" y que por ninguna circunstancia cambiara porque un mundo con tanto odio necesitaba de personas como yo; pero oh, esta persona nunca mencionó lo mucho que puedes estar expuesta a que las personas te hieran por tener dichas cualidades.
¿Qué debería hacer entonces? Porque te juro que ya no soporto más el dolor, y ya no me soporto más a mí misma.
— Rose Noire.
179 notes · View notes
stuckwthem · 2 months
Text
cómo te cuida pipe durante el SPM x felipe otaño headcanon
felipe odia verte sufrir de cualquier forma, especialmente con dolor. es como ver a un perrito desesperado dando vueltas alrededor de la cama de su amo cuando quiere cuidar de ti, y esto ocurre a menudo, ya sea un resfriado tonto o dolores menstruales, especialmente cólicos. 
pipe es extremadamente cariñoso y atento, siempre muy preocupado, dispuesto a cumplir cualquiera de tus deseos y a dejar de lado sus propias cosas para cuidarte.
parece como si estuviera programado para mimarte, sobre todo durante el SPM. incluso cuesta creer que el chico sea real. te hace tés, compra analgésicos, chocolate (siempre a la caza de tu favorito) y parece tener una paciencia infinita con tus accesos de llanto cuando tus emociones te superan, encontrando siempre la forma de hacerte reír en medio de ellos. 
ve tus películas favoritas cuando te sientes melancólica, aunque ya las haya visto un millón de veces. incluso a veces las elige él mismo porque sabe que es tu película de consuelo.
es inevitable que cuando estás en SPM acabes sintiéndote fea o descuidada, y felipe odia que te deprimas. por eso pasas constantemente días de spa en casa, con mascarillas a conjunto, para levantarte el ánimo y hacerte sentir bien contigo misma.
cuando el dolor es intenso, te envuelve en sus brazos y no te suelta ni un minuto cuando estáis acostados juntos, y te acaricia suavemente el abdomen para intentar aliviarlo un poco.
felipe siempre es cauto y se preocupa por hacerlo todo bien, pero cuando algo sale mal, actúa con una calma tranquilizadora. la primera vez que acabaste manchando el colchón fue totalmente embarazoso para ti, lo que provocó un ataque de llanto avergonzado. esperabas que se enfadara o se pusiera enfermo, pero no. simplemente aprendió a quitar las manchas de la tela y te aseguró que "mi amor, estas cosas pasan" con un beso en la frente. 
una vez, acabaste manchando tu pantalón claro, y aunque hacía un frío que pelaba, felipe se aseguró de quitarse su chaqueta y atártela a la cintura para que no estuvieras incómoda, sin pestañear.
felipe es completamente devoto a ti, y hará lo que sea para verte bien. para él, no se trata sólo de una obligación como novio, sino de un profundo deseo de verte feliz y confortable en todo momento. ésta es sólo una pequeña prueba de esto.
220 notes · View notes
depoesiaypoetas · 4 months
Text
Me ha apretado mucho el alma este año. Me ha dado retortijones de tripas y dolor en el mediastino. Perdí muchísimo. Vuelvo a la frase que dice que soy una colección de derrotas. Cami ha muerto, si tengo un dolor profundo es que no hubo despedida y sus patitas ya no suenan en la casa. Aún me estremece el corazón si le pienso. Abrazar a Andrés daba tanta paz y sentir su pequeñito corazón con aire de gaviotas aligeraba mis días, y luego se inmortalizó del mundo y me enseñó la forma más pura de amor que he conocido hasta entonces; siempre tendrá un lugar en mi aurícula derecha. Ya estoy llorando. El amor romántico no es el único que puede romperte el corazón, y no tener una casa a la que llamar hogar ha terminado por romperme los intestinos. Demasiadas pérdidas para trescientos sesenta y cinco días. Mucho amor propio que recoger. Pero entre el paso de los días, haciendo huequitos de esperanza, la primavera, el aprendizaje, el chocolate caliente, cantar en carretera, conocer a los sobrinos, ser valiente, mirar el mar, subir a la montaña y temblar las piernas, cruzar el puente, perderse en libros, pintar lo que nos duele, me brota la idea que ha dolido 2023, muchísimo, pero los destellos de luz en forma de personas y hechos, son las desfibrilaciones diminutas que el corazón requiere para sentirse menos pesado. Nunca hago propósitos porque duelen las promesas incompletas, y a veces no sé cumplirlos, pero si puedo desearme algo, es que nunca me siga faltando la esperanza...
Clara Ajc
274 notes · View notes
chiquititamia · 9 days
Text
Make you feel better, parte 2
Tumblr media
Holaaaa, aquí les traigo la segunda parte de mi último fic, espero que les encante y me comenten qué cosas le gustan y qué cosas puedo mejorar. Gracias por leer!💕
+18
❤️‍🔥Por fin sucede
💞Enzo x fem!reader
⚠️Warnings: sexo menstrual, sexo sin protección, sexo oral, algo romántico también.
Make you feel better, pt.2
Tratabas de dominar tu respiración, los nervios te la estaban alborotando. Enzo estaba encima de ti, mirándote con esos ojos oscuros y profundos, su pelo negro enmarcándole el rostro.
-Tranquila, chiquita…
Soltaste una pequeña risa para intentar hacerle caso y darle a entender que deseabas esto tanto como él.
-Está bien si te toco? – preguntó con esa voz suya que era como chocolate negro derritiéndose y cayendo sobre tu piel. Asentiste sin quitarle la mirada de encima, pero, cuando su mano rozó tu cuello y fue bajando con la punta de los dedos hacia tus pechos, tuviste que cerrar los ojos. Su otro brazo le sostenía, apoyándose junto a tu cabeza y acariciando tu mejilla para intentar, de una vez, que estuvieses tranquila.
-Cómo no me llevás sujetador, nena? - provocó con media sonrisa de diablo.
-Me dolía…
-Ah, te dolía…-sonaba a falso reproche, a que te iba a enseñar porqué eso era una temeridad y estaba mal. Procedió a serpentear su mano por debajo de la vieja camiseta hasta llegar a tu pecho, el cual abarcó sin esfuerzo. Masajeó como si fuera un experto y lo tuviese todo bajo control, sin embargo, aunque lo ocultase mejor que tú, él también estaba nervioso, y sobre todo embelesado por lo que estaba pasando. Mientras pasaba el pulgar por encima de tu pezón, con cuidado de no hacerte daño, notabas como exhalaba su aliento caliente como fuego en tu cuello, indicativo que se estaba quemando por dentro tanto como tú. No era lo único, naturalmente, también podías sentir su erección, imposiblemente firme contra tu muslo, la cual hundió un poco más para su propio alivio y para hacerte saber cómo te deseaba. Eso provocó que gimieras en su oído.
Antes de que te dieras cuenta, Enzo se había desecho de tus shorts.
Un pensamiento cruzó tu mente como un rayo, ¿estarías sangrando? Aunque las molestias y el dolor habían comenzado, el sangrado no lo había hecho, según tus cálculos, lo más probable es que empezara mañana o esta noche, pero eras consciente de que no era una ciencia exacta. No podías aceptar la idea de que quizá manchases a Enzo, te morirías de la vergüenza y desearías que te tragase la tierra. Cuando éste deslizó tu ropa interior lentamente por tus piernas lograste echar un vistazo y comprobaste que no había restos de sangre, pero sí de toda tu excitación, lo cual él se tomó como un halago no verbal.
-Sigues teniendo cara de preocupada, chiquita… - dijo con una voz que te sonó aún más grave, pero como si casualmente no estuviera acariciando tu monte de venus.
-Es que no quiero mancharte, boludo-te reíste, al fin siendo tú misma con él.
-No sé con que clase de nenes has salido vos, pero a mí un poco de sangre no me asusta.
¿Es que acaso estaba dentro de tu cabeza para saber exactamente qué decir para prenderte aún más?
Tanteó con la punta de los dedos tu entrada, y la humedad que él había provocado en ti se adhería a su piel, pequeños hilos transparentes adornando sus dígitos. Poco a poco se introdujo en ti haciendo que te estremecieras y arquearas la espalda. Él resopló y te miró frunciendo el ceño.
-Ufff… qué apretada que estás, nena…-acercó su boca a tu oído provocando un nuevo vuelco en tu corazón- ¿Así me vas a apretar la pija?
Dios. DIOS. Un gemido que fue casi un grito escapó de tu garganta sin que tú pudieras (o quisieras) hacer nada por evitarlo. Hubieras jurado que cualquier pibe que te hablase sucio se hubiera ido de tu casa con una patada en el culo, pero joder, cómo te había prendido que Enzo dijera eso. De hecho, como si tu cuerpo quisiera darle la razón, tu interior se contrajo alrededor de sus dedos, provocando una risita maliciosa en él. Los movía con habilidad, dibujando el típico gesto de “ven aquí”, encontrando y masajeando un punto muy sensible de tu centro.
-Enzo…-gimoteaste.
- ¿Qué, nena? - contestó con la respiración agitada, notando, desde hace un rato como su líquido preseminal estaba formando una mancha húmeda en sus bóxers negros, su erección, pulsando dolorosamente.
Querías contestar, pero el placer te nublaba la capacidad de hablar, solo podías gemir y agarrarte con fuerza a su espalda, reparando en lo firme que era, y lo pequeña que parecías debajo de él. Le miraste a los ojos suplicante, queriendo comunicar tus deseos sólo con tu mirada.
-Ya sé, ya sé... – se apiadó él. Se apartó de ti con cuidado de retirar sus dígitos suavemente para no herirte. El vacío que dejaron te molestó intensamente, pero sabías que simplemente el aperitivo había terminado: ahora venía el plato fuerte.  Arrodillándose en tu cama comenzó a desabrocharse el cinturón. Iluminado solamente por tus tenues luces azules y la pantalla de tu televisión, la figura de Enzo era escultural: su cabello largo y oscuro, su torso definido y bronceado. Incluso el vello de sus axilas te pareció intensamente atractivo cuando alzó los brazos para sacarse la camiseta. Su aroma, su aroma parecía tener temperatura, emanaba calor, y un olor riquísimo a madera y café, a hombre.
Se bajó un poco el pantalón vaquero, y, aunque su intención era levantarse para desprenderse de él por completo, un instinto súbito tuyo se lo impidió. Te incorporaste y gateaste hasta que tu rostro quedó a la altura de su cintura. Acariciaste la tela de su bóxer, notando su dureza, cómo su anatomía estaba provocando que la prenda estuviese tirante. Cuando Enzo procesó lo que estabas a punto de hacer suspiró. Su caballerosidad no quería dejarte continuar, esta noche se trataba de ti, pero ¿cómo te iba a decir que no? Tu boquita debía sentirse como el cielo en la Tierra.
Apenas te tomaste un momento para admirar cómo su miembro se erguía ante ti, inflamado, expectante de tu atención. Lo tomaste con delicadeza en tu mano derecha e hiciste que entrase en tu boca, tus labios haciendo de cálida bienvenida para él, tratando de relajar la lengua para que pudieras acomodar su tamaño más fácilmente.
-Ay, sí…- gimió con voz ronca.
Sonreíste para ti misma, no era algo de lo que pudieras alardear en cualquier conversación, pero sabías que era algo que se te daba muy bien hacer.
Continuaste el movimiento de vaivén, utilizando tu saliva como lubricante, provocando una serie de sonidos que Enzo juraba que le iban a volver loco. Tenía su mano en tu mentón, sin sujetarlo, pero marcando la posición. Notaba como tu boca se llenaba y nunca se vaciaba del todo.
Su respiración, su pulso acelerándose, la forma en la que tensaba los abdominales, eran señales de que le costaría mucho aguantar si continuabas con ese ritmo.
-Basta – sacó su pija de tu boca sin previo aviso, y tú te quedaste con la cara que se le queda a un niño cuando le quitas su juguete favorito – tumbáte – ordenó.
Te dejaste caer sobre la pila de almohadas, que se desinflaron suavemente por tu peso.
No había ya lugar para miramientos o preámbulos, tenía que cogerte ya.
Enzo volvía estar encima de ti, pero esta vez frente a frente. Se mantenía en equilibrio, además de con sus piernas entre las tuyas, con su antebrazo sosteniéndole junto a tu cabeza. Su otro brazo, sin embargo, se perdía debajo de su abdomen, no podías verlo, pero pronto notaste cual era su cometido. Su mano estaba agarrando su propio miembro, pesado, duro, para posicionarlo en tu entrada, que no podía esperar para tragárselo. Sentías su sudor en tu piel, su calor, tus pulsaciones disparadas, la humedad que compartíais. Pero todas esas sensaciones se vieron ensordecidas por la más intensa que habías sentido probablemente en tu vida:
Enzo entrando en ti
Tus ojos y tu boca se abrieron como para sustituir el sonido que eras incapaz de generar.  Tu mirada se encontró con la suya. Él también tenía una expresión obscena, os mirabais incrédulos del placer que os estabais dando el uno al otro. ¿Porqué carajo no lo habíais hecho antes?
Tras un momento de adaptación, tú a su tamaño y él a tu estrechez, las embestidas se tornaron más rápidas y casi todo lo profundas que podían ser sin hacerte daño.
Enzo pareció leer tus preocupaciones (una vez más), y de forma inconsciente, las tomó como si fueran un papelito, las arrugó y las tiró lejos de ti.
-Dios, nena… -dijo con voz grave y entrecortada- ¿te gusta? ¿te alivia un poco…?
-Muchísimo, amor- Mierda. Eso se te había escapado, por mucho que estuvierais haciendo lo que estabais haciendo no debías haberlo llamado así.
-Me alegro, mi vida – al decir esto, besó tu mejilla con calidez, decidiste que su respiración era lo único que querías en tus pulmones.
¿Era posible que te sonrojaras aún más? Sí, era posible.
Habías conseguido entrelazar las piernas a su espalda, acercando más tu cadera a su cuerpo, haciendo que las estocadas fueran todavía más profundas. El movimiento cada vez era más errático, estaba golpeando tu punto más débil, la humedad que había provocado en ti estaba con seguridad creando una gran mancha en tus sábanas, escurriéndose por tus ingles y tus glúteos. Notaste fuego dentro, en tu bajo vientre y en el fondo que Enzo estaba tocando una y otra vez con su glande hinchado. No hacía falta que dijeras nada - tampoco es que pudieras- te aferraste a él con desesperación, como si no quisieras salir volando arrastrada por una corriente de viento brutal. Por instinto te encogiste, escondiendo la cara en su pecho.
-Dale, princesa, miráme cuando te venís- tomó tu cara en su mano y te obligó a encararle.
Como todo un experto eligió un ritmo y lo mantuvo para ayudarte a concentrarte en perseguir tu clímax, mientras tanto, agarró uno de tus pechos, estimulando tu pezón, añadiendo otro foco de placer a la ecuación.
-Vamos nena, dejate ir…-continuó animándote.
Tus labios dibujaron una ‘O’ que no se cerraba más, él miraba tus ojos y después tu boca, la cual se le antojaba la frutilla más dulce que había tenido el placer de devorar. Dios, como deseaba él acabar en esa lengua rosada.
Tu interior se contrajo exponencialmente, atrapándole y, a los gritos, te viniste agarrada a él, en el orgasmo más increíble de tu vida. Si había un cielo podías afirmar que lo habías tocado.
Enzo seguía haciéndote el amor, (por que ya no se podía decir que simplemente te estaba cogiendo), pero la sobreestimulación no te estaba incomodando, querías seguir sintiendo, y de hecho seguías sintiendo muchísimo placer.
-¡Dentro, Enzo!
-Nena, no voy a aguantar…- te miró con urgencia entre gemidos roncos- d-dime…dónde…
Te miró confundido. Estabas disfrutando malévolamente de su preocupación, omitiendo el pequeño detalle de que estabas en la píldora.
-¿Tomás la pastilla? -casi gruñó por el esfuerzo de aguantar su eyaculación.
Asentiste con sonrisa de diabla, divertida.
-¿Te lleno? ¿querés que te llene…? - su respiración cada vez más agitada, su voz, rota.   
En respuesta gemiste aún más alto, encontrando un momento para lamer su cuello, salado por el sudor, y terminar de volverle loco.
Un último quejido salió de su pecho y le obligó a cerrar los ojos con fuerza. Estaba derramándose por completo en tu interior. Jurabas notar los disparos blancos y ardientes inundando tu interior. El pulso bombeando alocadamente en su miembro había hecho que se sintiera todavía más ancho, arrebatando más lloriqueos desesperados de tu boca.
-Ufff… - resopló exhausto antes de unir su torso al tuyo y descansar encima de ti.
-Yo te tenía unas ganas inmensas, chiquita- confesó él por fin- Te quiero, ¿sabías? - remató, haciéndote sonreír inmensamente.
-No me lo puedo creer- te reíste peinando su pelo húmedo con tus dedos- ¿qué hemos hecho?
Le apartaste el cabello de la cara con dulzura para poder verle bien.
-Yo también a ti. - soltaste, sintiéndote ligera después de decirlo.
Una extraña nueva confianza se estaba apoderando de ti, Enzo te hacía sentir como la mujer más maravillosa, y con él en tus brazos, lo viste todo mucho más claro.
Parte 1
tags: @iamjustadoll @andyrubei @madame-fear @miskhalie @karylvsjuanii @koiibiito @quarzitos @voglatte @llorented @deepinsideyourbeing
(me he basado en mis reblogueos e interacciones para hacer la tag-list, diganme si quieren que les agregue o los borre de la misma ;))
73 notes · View notes
solxs · 8 months
Text
Querida como te llames,
Ha pasado muchas cosas desde que no hablamos, al parecer las personas que quería no eran lo que aparentaba ser; muchos se vinieron en mi contra y aún no sé cuál sería la razón de ser, llegué pensar que era brujería o que el universo estaba en mi contra otra vez.
Hubo alguien que me hizo estremecer después de mucho tiempo de no sentir, pero así como mágicamente todo empezó rápidamente todo acabó, la verdad todos los días me cuestiono el porqué del cierre abrupto de este cariño tan profundo y fugaz, solo un día a otro vino y me dijo “Te vi y ya no me siento igual” cuando hacía una semana atrás me decía que me adoraba, no sé qué hice para ocasionarlo y todos los días repaso en mi cabeza aquella última conversación, tal vez nunca tenga respuesta para ello. No me malinterpretes, no volvería estar ahí, pero no me dejo de cuestionar, ¿por qué todos se van de mi lado?
Volví a los malos hábitos, tú sabes, esos desordenes alimenticios que tanto te mencionaba cuando me obligabas comer, alcoholizarme hasta no sentir mis pies, dormir en horarios inadecuados, desvelarme sin motivo aparente, dejar de tomar mis medicamentos, no controlar mis ataques de ira e impulsividad, desaparecerme del psicólogo, imaginar una vida si estuviera muerta, sí, esa clase de cosas.
Volvieron personas del pasado y parecen que más tristes que antes, no sé cómo ayudarlos porque no sé ni cómo ayudarme.
¿Recuerdas mi amor de verano pasado? No el de inicio de verano, sino el de final de este, adivina, se irá no solo de la ciudad, ni del país, también del continente y fui la última en saber, claro, me dolió, antes nos contábamos todo y en este último verano qué pasó perdimos la conexión, se suponía que me quería y era importante para él hace poco, ¿cómo cambio en cuestiones de semanas?, no lo sé, la gente es rara.
Volví a ver a mi primer novio, sí, ya sé lo que me dirás, pero no tenía más que hacer, me hizo recordar cuando tenía 14 años, bien sabes que fue la peor época de mi vida gracias a él, me recordó porqué no quiero volver estar nunca junto a él; mi mejor amigo estaba que lo molía a golpes porque se estaba comportando como el imbécil inmaduro que siempre ha sido y me juraba haber cambiado para bien, veo que a pesar de que pasen los años hay cosas que nunca cambiarán.
El otro año me voy del país, a probar mi suerte en un lugar lejos de aquí, donde las personas no me conozcan y crean una nueva percepción de mí, creo que te mandaré una postal, no prometo nada.
La vida ha estado más complicada y dolorosa que de costumbre, me he decepcionado más veces de las que puedo contar y me siento sola aunque a mi alrededor haya gente; he estado buscando entretenerme con relaciones sin sentido que no irán a ningún lado, pero nada funciona. Mi mejor amiga me dice que está mal ese ritmo de vida y la forma de afrontar las cosas pero, le hago caso omiso porque no sé otra manera de ignorar que estoy volviendo a caer a este terrible vacío donde no siento nada más que dolor.
Deseo a veces acabar con todo, pero me siento amarrada a personas que me impiden hacerlo y no es agradable el sentimiento; a veces siento que la enfermedad metal me llevará a mí y todos los que me rodean y realmente eso me aterra.
Ya esta carta se está poniendo depresiva, así que mejor es acabarla.
Te hablaré en otra ocasión si sobrevivo a tanto dolor.
Att: -Ay, Carolina.
248 notes · View notes
caostalgia · 1 year
Text
Septiembre XXX
Viernes, 30 de septiembre, 2022.
Quise regalarte el mundo. El mundo que en mi ensoñación excesiva creé solo para ti y para mí.
Ese que se llena de vida y eventos mágicos, un arcoiris, una aurora boreal, la extraña y hermosa vida marina, animales del bosque, flores que inventé y árboles en color durazno.
El aroma de las flores flotando por doquier cuando la primavera llega. El canto de los pájaros.
Humedad en el aire. La calidez del clima que vuelve tu piel más miel y la mía más canela en verano.
Maple, dorado y ocre en las hojas que adornan el gris del asfalto en otoño.
Copos de nieve en las copas de los árboles, los techos en las casas, en tus pestañas. El chocolate humeante que tomaríamos frente a la chimenea, envueltos en frazadas, tu risa y la mía. El baño caliente que con gusto íbamos a compartir, el vapor intentando escapar. La película que veríamos hasta pasada la media noche, acurrucados en la oscuridad de la habitación. La luna abriéndose paso durante la madrugada, y tú y yo en el sueño profundo de cualquier noche de invierno.
Quise regalarte ese mundo, uno donde la palabra "dolor" no existiera en el diccionario y tampoco hubieran motivos para ser creada. Ese donde ser felices juntos fuera la única razón de ser. Donde nada de todo aquello que te ha hecho daño tuviese lugar, donde todo aquello que me hace ser lo qué soy no estuviese atado a mi tobillo.
Quise regalarte el mundo y darte cada gramo de amor en mi ser, esperando que eso fuese suficiente para mover los tejidos más remotos en ti.
Quise regalarte el mundo y pintarlo en color rosa, usar destellos coloridos para crearte galaxias que solo se podrían ver en nuestro cielo. Que el mar fuese en color amarillo, solo por ti.
Un monumento inspirado en ti.
Quise regalarte el mundo... pero en su lugar terminé por regalarte mi mundo.
Ese en el cual un desastre natural diferente azota cada lugar en el mapa a diario.
Ese en el cual solo basta un terremoto para que toda mi estabilidad se derrumbe, mis sentimientos y pensamientos se hacen trizas, caen a pedazos y destruyen todo a su paso.
Ese en el cual un arrebato de impulsividad provoca un tsunami y con ello las inundaciones me ahogan, te ahogan, ahogan a cada persona a mi alrededor.
Mis ojos son como presas rotas y no hay forma de parar la fuga.
En el cual la primavera no tiene sentido porque las flores permanecen marchitas, el verde ya no es vida.
Donde el calor del verano es tan sofocante que no deja a nadie respirar, quema y amenaza con hacer arder a toda aquella señal de vida que se haga presente.
Donde el otoño ya ni siquiera existe porque los árboles siempre han estado caducos. El viento sopla y ya no tiene ni una hoja que arrastrar.
Donde el frío que amerita una buena taza de café, pasa a ser una era de hielo más.
Ese donde la vida ya no prolifera.
Te regalé mi mundo, lleno de caos, maldad y egoísmo.
Repleto de incendios de norte a sur, de huracanes de este a oeste. Destrucción en lugar de vida y odio que sustituye el oxígeno.
Ese donde se sufre porque no hay más. La posibilidad de ser feliz es nula.
Donde hago daño, lleno las calles de una neblina de toxinas, entrego cicatrices, insuficiencia y arrepentimiento. Donde me rompo y te rompo.
Donde la definición de amor está tan distorsionada a causa de mi psicosis, de mis delirios, de mi ansiedad y anhelo del sueño eterno.
Quise regalarte el mundo... pero en su lugar terminé por regalarte mi mundo. Y este... ha estado en apocalipsis desde el 2009.
- Cafeína para el papel.
- I.
Coldissweet
328 notes · View notes
jorgema · 2 months
Text
Ecos de amor: el reflejo de un corazón ausente
~ Por un breve parpadeo inconsciente, crees que el dolor no será tan agudo como antes, pero de repente una melodía, una letra, una canción en particular, te parte el corazón en mil pedazos. Y no, no se trata de un dolor de «mal de amores», es algo diferente, mucho más profundo; es el anhelo de escuchar su voz que ahora reside entre mil estrellas, en el corazón de Dios. Es por extrañar su presencia, solo por el regalo milagroso de su cercanía, sabiendo muy bien que ahora habita en un lugar distante del cual no puede regresar, aun cuando lo necesitas. Es por añorar su risa, sus locuras, incluso sus momentos de mal humor. Entendiendo que pasará tiempo antes de que nuestra esperanza en la fe nos vuelva a reunir, pero hoy, aquí, se te extraña de la manera más dulce y honorable. En esta tarde de viento pre-primaveral, padre mío, mi viejito, cuánto te echo de menos.
— Confesión Poética 53 || @jorgema
Posdata: La canción que provocó lágrimas por eco de su amor fue esta, de Rozalén (feat. Fernando Velázquez).
42 notes · View notes
derramandolonodicho · 1 month
Text
Amor, aunque hayas cometido miles de crímenes, todavía te amo.
Oh amor, eres un atormentador implacable, un captor despiadado del alma. Has cometido innumerables crímenes contra mí, dejándome destrozada y maltratada. Sin embargo, a pesar de todo, no puedo escapar de tu alcance. Tu control sobre mí es inquebrantable y me siento atraída hacia ti con un fervor que no puedo explicar.
¿Por qué me persigues tanto, amor? ¿Por qué tejes tus intrincadas redes alrededor de mi corazón, sólo para ver cómo se deshacen en agonía? ¿Qué cruel placer obtienes al verme sufrir en tus manos, una y otra vez?
Me has dejado cuestionando todo, dudando de mi propia cordura mientras sigo añorándote, a pesar del dolor que infliges. ¿Qué hay en tu encanto que me hace abandonar toda razón, toda lógica y entregarme a tus caprichos?
Busco respuestas en lo más profundo de mi alma, pero todo lo que encuentro es el eco de tu nombre, reverberando en las cámaras de mi corazón. ¿Es esto amor entonces? ¿Una danza masoquista de alegría y tristeza, placer y dolor, entrelazados en un ciclo interminable de éxtasis y desesperación?
Oh amor, eres un misterio que quizás nunca resuelva, un enigma que quizás nunca desentrañe. Sin embargo, a pesar de la oscuridad que te rodea, no puedo evitar sentirme atraída por tu luz. Porque aunque has cometido miles de crímenes contra mí, todavía te amo. Y quizás, en ese amor, esté la respuesta a todas mis preguntas.
.
49 notes · View notes
tinta-rota · 9 months
Text
Carta De Despedida: Liberando Un Corazón Atrapado. Un Adiós Necesario.
Hoy me enfrento a la difícil tarea de plasmar en palabras lo que mi corazón lleva tiempo sintiendo. Ha llegado el momento de despedirme, de soltar aquello que tanto anhelé pero que, con el paso y peso de la realidad, se ha vuelto inalcanzable. Cada letra que escribo duele, como si cada palabra fuera un recordatorio tangible de lo que pudo ser y no fue.
A lo largo de este camino, mi alma te buscó incansablemente. En cada amanecer y en cada atardecer, tus pensamientos han sido mi compañía constante. Sin embargo, la indiferencia, el desinterés y la distancia que percibí de tu parte, se convirtieron en espinas que rasgaron el delicado tejido de lo que sentía por ti. Fui como un barco a la deriva en un océano de emociones no correspondidas.
Ansiaba que en tus ojos encontrara la respuesta a mis preguntas, que en tus gestos hallara la confirmación de lo que mi corazón susurraba. Sin embargo, sé que nuestros caminos se bifurcaron en algún punto y ahora debo tomar el rumbo que me aleje de este dolor latente.
No puedo continuar pretendiendo que somos solo dos amigos que se reencuentran. Lo que compartimos en el pasado, las chispas que encendieron nuestros sentimientos, son más profundos que la simple amistad. Y aunque mis palabras no pueden cambiar el curso de lo que fuimos, espero que puedas comprender el tormento que me embarga.
Es hora de dejar ir, de permitir que el viento arrastre mis lágrimas y que el tiempo sane las heridas. No puedo forzar el amor donde ya no encuentra morada, y es por eso que hoy me despido. Espero que encuentres la felicidad que mereces, que tu corazón encuentre el amor que busca y que tu camino esté lleno de sonrisas y momentos que te hagan sentir completa. Yo intentaré sanar y encontrar mi propia paz en esta despedida.
Me llevaré conmigo los recuerdos y los momentos que compartimos, pero también me llevaré la enseñanza de que el amor no puede ser forzado, ni exigido. Y que el amor comienza siendo propio.
Con un nudo en la garganta y la esperanza de que el tiempo traerá la paz que necesito, te digo adiós.
Eternamente atado en el recuerdo, Axel.
104 notes · View notes
fragmentos-literarixs · 6 months
Text
Why you left?
Te conocí por primera vez a finales del 2018, y cuando te ví quedé fascinada, pues ese un efecto común que causas en las personas que te ven. Desde la distancia te admiraba, y en mi corazón tenía un anhelo de tenerte, asó que empecé a dedicarte escritos extensos y profundos, creyendo que nunca los ibas a leer y mucho menos ibas a saber de mi existencia.
Sin embargo, pasaron los años y la vida hizo una gran jugada: tú te enteraste de mi existencia, y no sólo eso, también te causé interés. No entendía muchas cosas, mi euforia era tan grande que a penas podía respirar, pero también tenía ese amargo presentimiento de todo que terminaría mal, porque para ser honestos, cariño, los chicos como tú no se quedan con chicas como yo.
Y así fue: cuando me proclamaste tus sentimientos y luego yo hice lo mismo, te alejaste de la nada por un tiempo, y cuando eso sucedió mi corazón se destrozó. Recuerdo que lloraba mucho y me odiaba al sentir el dolor de una ruptura, cuando lo nuestro había sido sólo un corto "casi algo".
Muchas veces me pregunté si en algún momento te dolió como me dolió a mí, si de alguna manera te afecto ver que empecé a salir con alguien después de que te fuiste, si lloraste como yo lo hice, si escribías textos ebrios cargados de furia y de dolor como los que quedaron en mis borradores; pero luego soy razonable y llego a la conclusión de que no es así, porque si me hubieses querido lo suficiente no te habrías ido como ese día.
Últimamente pienso mucho en ti, y me gusta imaginar como hubiese sido si las cosas hubiesen funcionado, pero luego vuelvo a la realidad y sigo en mi vida donde no estás tú, donde sólo quedaron ecos de lo que alguna vez fuimos tú y yo.
No te guardo rencor, al contrario, sé que de alguna manera yo te quiero, porque aunque lo nuestro no funcionó, no se puede olvidar el hecho de que muchas veces fuiste una luz para mí en momentos oscuros de mi vida.
Lo que nunca pude decir IV; Euphoria.
160 notes · View notes
mar-7 · 1 year
Text
Hay muchas cosas que quiero decirte y no sé por donde comenzar, una disculpa puede ser un buen principio.
Te pido perdón desde lo más profundo de mi corazón, sé que te herí y que no te lo merecías, sinceramente nunca vi lo que realmente estaba pasando y obviamente no tenía claro lo que estaba sintiendo, sé que nada de lo que escriba estas noches puede compensarte por el dolor que te causé, pero dentro de todo este huracán que vivimos no solo hubo desastre, también hubo momentos especiales, que de ninguna forma desaprovechamos.
Me gusta creer que la gente que conocemos nos marca de manera importante, para de esta forma crecer, que aunque muchas veces salgamos lastimados, todo pasa por algo y de todo podemos aprender.
Las personas cometen errores y yo no soy la excepción, a lo largo o corto de mi vida he sabido que soy un ser humano acostumbrado a equivocarse pero que sepas que trato de corregirlo, soy consciente que no todo se puede reparar pero trato de aprender de todas las veces que la cago.
Perdóname por no poder ser la persona que necesitabas, por dejar que idealizaras una personalidad diferente a la mía, por no poder expresar lo que verdaderamente sentía, por no poder ocupar el lugar de la persona que merece estar a tu lado, por ilusionar y alimentar un amor , por ser tan mediocre y no hablar de frente, por ser cobarde y no controlar la situación, por confundir todos mis sentimientos, y sobre todo por haberte hecho llorar; te puedo jurar y aunque puedes no creerlo, nunca nada de lo que hice fue mi intención, en su momento traté de hacer lo mejor para los dos y en la mayoría de las veces quise priorizar y evitar que sintieras dolor, ahora sé en todo lo que me equivoqué y, NO, te prometo que no miento, no espero que lo creas, por lo menos quiero que lo leas. (Tranquilo que tampoco espero que me perdones y mucho menos olvides.)
Siendo sinceros, siempre nos llevamos muy bien en la relación no podria explicar lo bien que se sentía estar en la relación, es una sensación que no eh vuelto a tener, era una paz y tranquilidad y ansiedad por verte al otro día para abrazarte y besarte.
Mi postura en la vida siempre ha sido no juzgar a nadie, no puedo hacerlo porque no conozco las experiencias ajenas, así que nada de esto es reproche, al contrario me gusta ser clara y estar disponible cada que alguien me necesite, como lo dije desde un principio.
Es importante para mi decirte que no mentí cuando dije que te amaba porque así fue y así es, no mentí cuando dije que me gustabas en serio, no mentí cuando dije que contigo viví momentos especiales, no mentí cuando dije que me encantaba estar contigo... Como lo dije siempre, contigo hice cosas que no había hecho con nadie, conocí lo que es una relación desde otra perspectiva, me sentí en paz por largos periodos, viví tranquila. Atesoro muchos recuerdos de nuestra historia, porque como lo dije antes, todas las personas nos marcan y yo trato de siempre sacar lo mejor que podemos vivir.
El tiempo que pasamos juntos he de confesar lo mucho que te admiré y me sentí tan orgullosa de ti, pues te cumpliste tantas cosas que sé que en el presente o en el futuro te iban a hacer feliz e independiente, creciste como persona de una forma exponencial, me fascinó estar para ti y poder ver tan maravillosa parte de tu vida. Conocerte fue una de las mejores cosas que me pudo haber pasado, aprendí mucho y quise ser mejor persona, me inspiraste y aun lo haces, porque como dije cuando nos conocimos yo siempre voy a estar cuando me necesites, te agradezco por todo lo que me permitiste vivir y me dejaste conocer.
Claro que con este texto no pretendo que olvides, ni que regreses, simplemente quiero que conozcas por primera vez la única forma que conozco de expresar lo que siento, sé que siempre quisiste hacerlo y yo no pude brindártelo. En estos días oscuros que vivo escribirte esto me deja un poco de paz, pues ahora sé que conociste un pedacito de mi y aunque no compense nada es algo que quería expresar.
Al final y como siempre te deseo una vida increíble y llena de aprendizajes, que día a día puedas mejorar y conocer la verdadera felicidad, que te superes como solo tu sabes hacerlo, que aprendan a amarte y que tú también aprendas a amar. Que sigas siendo ese chico lleno de arte y sentimientos que eres pero con una perspectiva de vida diferente, y aunque no sé si lo desees aquí siempre tendrás a alguien que te escuche y si quieres que te aconseje, no soy sabia mi mucho menos pero me conoces y me esforzaré para que tú puedas sonreír y ser feliz, siempre lo haré. Te amo.
🫀✨️
285 notes · View notes
sinfonia-relativa · 3 months
Text
Escribo sobre el amor, a base de la falta de este mismo en mi vida. He de decir que me ayuda, es como tener una lejana ilusión de lo que puedo llegar a sentir y dar a un alma que como la mía no tema arder en el fuego del más profundo amor. Escribir sobre un amor que únicamente yo he sentido es un consuelo de alguna manera masoquista y extraña. Pero he de confesar que es un anhelo profundo como el océano mismo, el desear recibir eso que tanto entregue a almas tibias que tuvieron miedo a mi fuego ardiente. He conocido personas a las que temen amar pero que disfrutan ser amados. Egoístas y mediocres en el arte y la magia del amor. Escribo sobre el amor a base de dolores, traiciones y las múltiples decepciones que he experimentado, más que no han apagado el fuego ardiente de mi corazón. Pero que mucho me han servido para darme cuenta de que no todas las personas están listas para amar y hacer de este amor un abrazo entre dos almas, si no que en cambio, solo quieren la piel, a estos los detecto con facilidad ahora que tantas cicatrices adornan mi corazón.
Moongirl
35 notes · View notes
coolpizzazonkplaid · 2 months
Text
Lin Kuei (MK 1) x lectora Alice Liddell.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Primero antes que nada, quiero decir que lo que escribí pasó en el videojuego, obviamente tuve que ingeniarmelas para que entrara el personaje.
Segundo, sinceramente, esto es apenas un fragmento de lo que es este juego. Además siento que no toqué muy bien las cosas como lo hizo el creador del videojuego. Recomiendo mirar el gameplay o si quieren las cinemáticas, también el análisis de lo que contiene el juego. Es una verdadera joyita y disfruten tanto de esto como del juego
Dejo aquí y aquí donde saqué las frases de los personajes y otras cosas más importantes que usé de la wiki.
Contexto: Tras el incenddio de tu familia, la culpa y el dolor te carcomen hasta que necesitas desesperadamente volver a buscar en las cenizas de tu memoria del incidente. No crees que fue un accidente y tu pareja intenta ayudarte en tu búsqueda y te refugias en lo que llamas País de las Maravillas y tu pareja descubre este sitio(no sabemos cómo logras hacerlo, pero se hace y punto. Magia)
Bi Han:
Tumblr media
Bi Han conoce apenas de tu pasado, pero conoce cuanto fue tu dolor. No sabe cómo darte el consuelo que necesitas, lo único que puede ofrecerte es el escuchar. Verte con cada recaída por los recuerdos de esa noche trágica, le hace sentir un inútil. No quieres contarle las cosas que atravesaste por la pérdida de tu familia y Bi Han respeta esa decisión.
Tu amado sabe que vas con un doctor para que lidiar con tus emociones. No entiende la función de los psicólogos, no quiere afrontar con sus problemas personales y prefiere tenerlos ocultos en lo más profundo de su mente (no hagas eso, necesitas que psicólogo te ayude a procesar los problemas).
Las veces que lo escuchaba no le agradaba: “El equilibro es la dorada mediocridad de las cosas”. Ver que también en su consultorio esperaban un montón de jóvenes e incluso niños para olvidar los problemas era algo sumamente extraño a ojos de Bi Han, a pesar de eso siempre te esperaba a que tu sesión terminara.
Sabía que sospechabas de la muerte de tu familia, que había pasado algo más y debías recordar esa noche espantosa. Decías que si recuperabas esos recuerdos tu País de las Maravillas se salvaría al igual que tu o que si no lo lograbas sería tu destrucción.
Muchas veces te veía soltar frases de según tú, los habitantes de tu País de las Maravillas. “Mi mente está destrozada” “Un nuevo día un nuevo sueño quizás.” “Si la ausencia hace más afectuoso al corazón, ¿qué hace la presencia?” Decías que peligraba por una corrupción que estaba acrecentando tras la muerte de tu familia.
No cree la existencia de ese sitio, piensa que es algo que sueñas por las noches y tu mente recuerda ese sueño vívido. Esos pensamientos quedan callados cuando sales del templo Lin Kuei, seguías algo y Bi Han no sabía que era. Comienza a seguirte para saber que era lo que estabas persiguiendo, no esperaba ver que el paisaje frío de Artika cambiara a cálido, con hongos gigantes y criaturas extrañas pasando alrededor suyo. Te das cuenta que te había seguido y solamente dices:
“Parece que seguir a criaturas peludas hasta agujeros oscuros es ya una costumbre. Espero no aficionarme.”
“¿Qué es este sitio?”
“Bienvenido al País de las Maravillas” No tiene palabras por lo que está viendo, era mucho para asimilar (tampoco tanto, vive en un páramo congelado y defiende a la Tierra de otros mundos). Animales extraños, hongos gigantes, una estatua tuya con agua saliendo de sus ojos y teteras sirviendo el té por sí solas.
Bi Han jura acompañarte en tú búsqueda por los confines de este mundo extraño. “Promete solamente lo que puedas cumplir”
 Esas palabras las mantiene a toda costa y te sigue. El lugar en el que cayeron que lo llamabas Valle de Lágrimas. Bi Han vio memorias tuyas, algo muy personal para compartirle.
Vio los momentos hermosos que pasaste con tu hermana, tu madre y tu padre. Las aventuras que inventabas con tu País de las Maravillas o las tantas conversaciones que tuviste con tu hermana. Observó los recuerdos de cómo acompañabas a tu padre a sacar fotos o a tu madre comprar vestidos.
También tus peores momentos, el incendio, tu estancia del psiquiátrico y las ruinas de tu País de las Maravillas. Vio cómo intentabas encontrar a tu familia en las llamas de lo que fue tu hogar y oyó los gritos de tus padres tan vivido como si estuviera en el incendio. Observó como querías salvar a tus padres, pero corriste hacia la salida. Presenció cómo los médicos trataban tus quemaduras y cómo la pena y el dolor te absorbieron por completo. Fue testigo de tu silencio por diez años en el manicomio, cómo los doctores te maltrataban y usaban diferentes métodos horribles para hacer que te recuperaras. Escuchó tu llanto cada vez que los enfermeros se llevaban tu conejo de peluche, tu consuelo.
Bi Han tiene intenciones asesinas hacia las doctores y enfermeros que empeoraron tu dolor. No le importaba que lo hacían con la intención de mejorar tu salud, incluso él sabe que era una farsa. Desconocía cómo pudieron quebrantar el espíritu que tenías y eso lo pone colérico.
Ver esas memorias le hace sentir un profundo respeto y admiración hacia a ti. Sobreviviste a un infierno en la tierra y no sabe cómo lograste salir adelante. Bi Han no sabe cómo expresar sus sentimientos hacia ti, no tuvo mucha experiencia en las parejas, pero quiere hacer lo que pueda para que te sientas amada y puedas superar tus tormentos.
En el camino se topan con el Gato Sonriente, Bi Han está sorprendido por el animal y la sonrisa enorme que adorna su cara. El Gato te muestra la Espada Vorpal y te dice: “Enfréntate a lo que te ofenda o asuste: la charla imprudente o insultante nunca debería quedar sin replica.”
Bi Han no puede ir en contra de ese dicho y le resulta curioso el arma que el Gato te entrega. Un cuchillo con salpicaduras de sangre no le ve un valor de arma poderosa, pero eso queda en el olvido cuando los enemigos los amenazan y usas el cuchillo con una gran habilidad.
Le sorprende las armas que consigues durante el viaje. No sabe cómo es que un pimentero puede aturdir a los enemigos o como un conejito a cuerda puede ser una bomba y a su vez un distractor de enemigo. No lo entiende, pero si funcionan no le dará más vueltas.
Mientras pasaban por el Valle de Lágrimas se encuentran con una parte de aspecto oriental hasta encontrar un pequeño monasterio del tamaño de una espada. Del diminuto techo, emergía humo tranquilamente. Al costado del diminuto monasterio había una pipa de la cual absorbes el humo hasta que llegue a tus pulmones y Bi Han hace lo mismo.
Se sorprende al ver que el mundo que lo rodea se hace más grande y él pequeño. Lo que lo intriga más es la familiaridad del lugar, no sabe cómo pudiste crear este pequeño lugar tan único. Tras subir por el monasterio, ven a la Oruga y solamente les tira el humo en la cara.
“Un gran viaje, comienza con un gran paso.”
La Oruga te muestra una puerta que mostraba llamas desde las pequeñas ventanas. Te diriges a la puerta y entras al otro lado. Mientras Bi Han esperaba tu retorno tuvo apenas un intercambio de palabras con la criatura. Solamente le dijo a Bi Han: “El maltrato es un delito con el cual los fuertes visitan a los débiles.”
El Gran Maestro es listo y sabe el por qué se lo dijo. Muchas veces insultó a Tomas por no ser Lin Kuei y cree que la culpa lo invade solo unos momentos, pero elimina ese sentimiento rápidamente. Además, aparece el Gato Sonriente y antes de desaparecer nuevamente dice: “’Busca y encontrarás’ se dice, pero lo que no se dice es qué encontrarás.”
Esas palabras lo dejan confundido y tiene miedo con lo que van a “encontrar”. Cuando desaparece el animal, regresas de la puerta y tu mirada está confundida. No sabes cómo explicarle a Bi Han lo que descubriste en lo más profundo de tus recuerdos. “¿Qué recordaste?”
“Los reportes decían que mi gato tiró una lámpara de aceite sobre la chimenea y que con eso inició el fuego. Pero estaba conmigo durante la noche, no pudo estar en la biblioteca. Además no dejé una lámpara de aceite en la biblioteca” Eso trajo la incógnita de si alguien puso esa lámpara de aceite para matarlos a todos.
Tienes que volver a la realidad porque era sumamente cansador estar en el País de las Maravillas. Son esos momentos en los que Bi Han quiere mostrarte cuanto te ama. Te trae un poco de té para que recobres fuerzas, te deja dormir para reponer fuerzas, si quieres tener un momento en silencio con él no le importará para nada y estará dispuesto a poder mostrarte su devoción hacia ti (tomándote la mano, un pequeño abrazo o incluso con pequeños besitos).
Después de días de reposo, Bi Han y tú regresan al País de las Maravillas y llegan a los territorios de la Reina Roja. Piensa que esas tierras vieron días mejores con sus rosas secas y podridas, acompañados por sus largos y basto laberintos y la piedra del castillo también estaba descolorida y vio mejores momentos. Durante su camino hacia el castillo, se encontraron con el Ejecutor (una carta gigante con una guadaña), mientras la voz de la Reina Roja les instigaba a marcharse.
En la huida recibiste heridas dadas por el enemigo y sus secuaces. Bi Han quiere cargarte, pero tu aspecto cambia rotundamente. Tus ojos se tornan rojos y emanan lágrimas de sangre, tu piel se vuelve tan blanca como la leche al igual que tu vestido y tus manos se cubren con sangre. Sueltas un grito desgarrador y destrozas a los enemigos, no hay nadie con vida y dejas débil al Ejecutor.
El último ataque lo hace Bi Han congelándolo y rompiéndolo en pedazos después. No puede formar palabras hasta que le explicas que es una defensa cuando estás en aprietos para luego avanzar hacia los salones de donde se hallaba la Reina Roja. Le preguntas con tranquilidad si te puede ayudar con los recuerdos de lo que ocurrió aquella fatídica noche. “Lo que aseguras no conocer es sencillamente lo que has negado”
“Quiero ver lo que supuestamente estoy negando, permíteme ver que lo que no estoy viendo”
La Reina Roja a regañadientes y con muy poca voluntad, te muestra el camino y deja que te dirijas hacia la puerta ardiente. Una segunda vez, Bi Han se queda esperando tu regreso de recuerdos reprimidos. En su espera la Reina Roja le comenta las tantas cabezas cercenó y su basta corte. “¡La autoridad está para ser respetada, o de lo contrario, derrocada!” Esa frase hace que Bi Han no pueda estar más que de acuerdo con eso.
Tras un tiempo, regresas de la puerta y tu mirada es de confusión. Te acercas a Bi Han, antes de marcharse del salón de la Reina Roja. Salen del castillo y sigues desconectada de lo que te rodea. “¿Lograste recordar algo de aquella noche?”
“Mi hermana odiaba las puertas cerradas. Recuerdo que una silueta entró en el cuarto de ella y también creo que se llevó la lámpara de aceite que teníamos para iluminar el pasillo”
Bi Han siente que la cólera lo invade, va a torturar y asesinar al maldito que te hizo esto. El daño que causó te dejó cicatrices y horrores indescriptibles. Pasaste por mucho para poder salir del psiquiátrico y descubrir la verdad.
Querías seguir adelante con tu búsqueda. Después de salir de las tierras de la Reina Roja, llegan a lo que llamas Casa de Muñecas. Para Bi Han es un lugar macabro y de pesadillas, no entiende cómo las niñas tienen afición por esos juguetes. No comprende cómo pudiste crear este horror. Partes de muñecas desperdigadas por todos lados, casas de juguete con fotos horribles y espeluznantes.
Mientras caminaban por los alrededores se encuentran con unos niños de aspecto horrible. Los llevan a un fuerte improvisado que armaron. “Bastante loca. ¿Lo estás viendo? Las semillas de tu destrucción se plantaron hace mucho y ahora él recogerá la cosecha. Tu mente le pertenece; solo la has tenido en alquiler. Debes saldar tu deuda con él”
“¿Quién es él? ¿Es el responsable de esta destrucción?” “Mi mente es solo mía no le debo nada a nadie”
Los niños te muestran la última puerta de tu camino y entras. Por última vez, tu amado se queda esperando, los niños lo miraban fijamente como estudiándolo y suelta algunas palabras con ellos. El Gato Sonriente aparece y le dice a Bi Han: “Lo que se busca de verdad suele ser lo más encontrado; si es ‘encontrable’”
Al desaparecer, una muñeca gigante invade el fuerte de los niños, acompañada por los que tu llamaste ruinas (unas criaturas con rostros de bebé muñecos) y asesina sin dudar a los pequeños. Bi Han se lamenta por las pérdidas y se enfrenta a la muñeca. No pensó que costaría derrotar esa cosa maldita, tuvo que primero congelar y destruir a las ruinas. Después tuvo que congelar parte por parte las extremidades de la muñeca hasta poder eliminarla.
Tras su dura lucha, entierra a los niños con el mismo honor que un Lin Kuei ya que son una parte de ti y del País de las Maravillas. Saliste de la puerta y de tus ojos brotaban lágrimas y tu cara mostraba furia. “¿Qué pasó, querida? ¿Qué descubriste?”
“Fue él. Todas esas mentes destruidas y olvidadas, negué todo por mi dolor. Fui una tonta”
“¿Quién ocasionó el incendio, querida? ¿A qué te refieres con mentes?”
“Mi doctor”
Bi Han resuelve una parte del rompecabezas y está más colérico que tú, es cien veces peor… corrección, mil veces peor. No puede creer que tu doctor, quien debía reconstruir tu salud la esté destrozando para encubrir su crimen. Caminan y se dirigen hacia el Juguetero, la personificación de tu médico y dice: “Ellos están muertos y tú también deberías estarlo”
"¡Me has usado y abusado de mí, pero no me destruirás!”
“Voy a matarte maldito” Bi Han quería encargarse de este asunto, porque no quiere que sufras más, pero lo detienes.
“Para Bi Han. Esta es mi lucha yo quiero encargarme de esto. Yo fui la que estuvo ciega y negué todo. Déjame hacer esto”
Acepta a regañadientes y te deja luchar, no puede intervenir en eso. Antes de que se marche le das uno pequeño beso en la mejilla. Se aleja dejando escarcha por donde pisa y ve a los personajes de su trayecto. Escucha a la Oruga decir que te consumiste por el dolor y no viste lo que ocurría con los niños que sufrían. Oye a la Reina Roja hablar de que le des significado a tu supervivencia.
Te enfrentas al Juguetero con verdadera inteligencia, usando todas tus armas y destruyendo a los esbirros que enviaba como trabas. Dejaste a tu contrincante en un estado débil y lo desmembraste parte por parte hasta que no pudo moverse.
Mientras tanto, Bi Han logra salir del País de las Maravillas. Su enojo funciona más que su cerebro y se dirige donde se encuentra tu doctor. Acabará con tu dolor él mismo, no quiere ver más lágrimas por culpa de ese maldito. Bi Han lo ve y quiere torturarlo de formas inimaginables. Lo hace y no se arrepiente. Sufriste por ese hijo de puta y merece lo que le están haciendo.
No se da cuenta que caminas con una mirada desconectada y observas la escena con sorpresa. Escuchas cómo admite sus crímenes y que esa noche hizo algo maligno con tu hermana. Bi Han te ve con mirada seria y le apuñala el corazón para finalizar su trabajo. Miras el cuerpo sin vida de tu doctor y Bi Han pasa al lado tuyo. “Tenía que enfrentarme a él. Era mi pelea Bi Han, no tuya.”
“Sufriste por culpa de él. Destrozó todo lo que tenías, fue él quien causó tu locura, que tuvieras quemaduras y fueras a un manicomio. No iba a dejar que se atreviera a dañarte de otra forma o tomara más cosas de ti”
Estás enojada por lo que hizo, porque era un asunto que tenías que resolver sola y Bi Han no tenía que intervenir. Vuelven juntos a los territorios del clan y sientes que hay paz después de toda tu búsqueda.
Por tus esfuerzos al estar tanto tiempo en el País de las Maravillas quedas noqueada en los aposentos del Gran Maestro y no te das cuenta que te observa. Te ama profundamente y ahora solo busca que logres encontrar tu felicidad. Te da un beso en la frente y Bi Han continua con su día siendo Gran Maestro de los Lin Kuei.
Kuai Liang:
Tumblr media
Kuai Liang entiende tu dolor. La pérdida de tu familia fue un golpe muy duro para ti, pero no sabe cuan duro fue ese golpe. A veces se consuelan durante momentos extremadamente duros.
Odia ver cada recaída que tienes. Le rompe el corazón las veces que te mueves incómoda en la cama por una pesadilla, escuchar los nombres de tu familia cuando te despiertas del mal sueño y tus llantos incontrolables. Siente que el pecho se le estruja las pocas veces que no logras recordarlo.
Kuai Liang comprende que necesitas ayuda médica para controlar tus emociones. No le gusta que alguien estudie sus emociones o su mente (las emociones las tiene que asimilar él y no otro. Sí, tiene una mente cerrada como Bi Han y lo mismo con Tomas). No le agrada que tu médico diga que hay que olvidar los sucesos y menos que se lo diga a niños. A pesar de eso, siempre te espera después de las sesiones.
Sabe que quieres buscar los recuerdos de aquella noche y descubrir la verdad, porque tu País de las Maravillas peligra por una corrupción. Sientes que algo está roto y no quiere ser encontrado.
Kuai Liang no entiende a que te refieres con País de las Maravillas. No cree que sea un reino desconocido, porque varias veces te refieres a algo tuyo. Siempre repites frases de los habitantes del País de las Maravillas, como si estuvieran presentes.
“No todos los cambios son buenos.” “¿Es de locos rezar por tener mejores alucinaciones?” “Otro día, quizás un sueño diferente. “¿Quién elegiría estar solo, aprisionado por sus recuerdos rotos?”
Teoriza que es una habilidad que te permite ver fantasmas y despertó producto de la pérdida de tu familia y a lo que te refieres País de las Maravillas es el mundo paranormal, pero eso queda desmentido poco tiempo después. Cuando te ve saliendo de las tierras Shirai Ryu, con una mirada desconectada y no escuchas a tu amado decide ver hacia donde te diriges.
Mientras caminabas pérdida en tu mente, Kuai Liang se da cuenta de que el paisaje nipón cambia lentamente por flores extremadamente gigantes, dados y figuras de ajedrez enormes cubiertas por maleza y arbustos. Cerca estaba una pequeña laguna en la que te sumerges y Kuai Liang sigue tus pasos. Antes de acompañarte aparece un gato de aspecto inquietante con una sonrisa enorme y le dice: “Todas las cosas cambian con el tiempo. A menudo no para mejor”
Eso deja a Kuai Liang pensando en las acciones de su hermano, pero quedan calladas cuando escucha tu voz. Por tu tono parecías un poco disgustada y dices: “Todos tienen una excusa para no hacer nada, me recuerda al psiquiátrico.”
Ni siquiera sabe qué es un psiquiátrico, pero seguramente no debe ser algo bueno. “Es de mala educación escuchar conversaciones a escondidas” Por los dichos del animal te das la vuelta y ves a tu amado. Te sorprende que este aquí.
“Kuai Liang, bienvenido al País de las Maravillas. Te presento al Carpintero y Morsa” Se sorprende por todo lo que ve. Todo el paisajismo le resulta tan único algo que no ha visto en todos los reinos que ha visitado. Vuelves a mantener conversación con el Carpintero y la Morsa y te piden que hagas las tareas para su espectáculo.
A regañadientes lo haces y Kuai Liang te acompaña en hacer los favores que te pidieron. El ninja necesita respuestas del lugar en el que se encuentra ¿Cómo lo creaste? ¿Quiénes son los demás habitantes? ¿Este era el lugar que tanto decías que peligraba?
“Es un lugar que yo hice hace tiempo, me hace sentir segura. Cuando mi familia murió este lugar me ayudó a enfrentar el dolor, aunque sufrió muchos cambios y ahora hay una nueva corrupción” Kuai Liang no puede creer que este sitio fue un lugar que creaste con tu propia mente. Sumamente hermoso.
Mientras van cumpliendo los favores tu amante se asombra por el País de las Maravillas. Descubren las memorias de tu pasado, algo que no pensaba ver, era algo tan personal y tan tuyo… le mostraste lo más vulnerable de tu persona.
Kuai Liang vio la relación estrecha que tenías con tu hermana (con nostalgia, pensó en su infancia con sus hermanos). Las tantas veces que pasaste con tu padre acompañándolo a tomar fotografías y las ocasiones que estabas en la biblioteca con tu madre. Tus hilarantes fiestas de té, las rosas blancas que pintaste de rojo para evitar que la Reina Roja cortara cabezas y entre tantas buenas memorias.
Pero Kuai Liang vio lo que pasó luego de la pérdida de tu familia. Observó vívidamente la noche del incendio, cómo intentaste ayudarlos y tuviste que huir del calor de las llamas. Fue testigo del dolor y la culpa que te absorbieron hasta la locura y por eso te enviaron al manicomio. Observó como te mantuviste callada por todos esos años metida en el País de las Maravillas, para evitar los horrores del manicomio. Descubrió como los doctores usaban métodos horribles (sanguijuelas, terapia de electro shock, etc) para que volvieras a estar cuerda y que los enfermeros siempre te robaban a la fuerza tu conejo de peluche… tu único consuelo.
Kuai Liang verdaderamente quiere matar a esos malditos médicos por lo que te hicieron. Su furia acrecentaba con cada memoria que descubrías y le dolió que tuvieras que pasar por esa tortura. Quiere saldar cuentas por lo que te hicieron, pero le dices que fue hace mucho y aunque sigues enojada por sus maltratos no ibas a asesinarlos. Tu amante lo acepta a regañadientes.
Además de terminar los pedidos del Carpintero y la Morsa, Kuai Liang se quedó estupefacto por las armas que ibas consiguiendo en el camino. No pensó que un cuchillo llamado Espada Vorpal sirviera para arrasar con enemigos o un molinillo de pimienta se usase como arma de largo alcance. Le asquea los enemigos que enfrentan, le dijiste que los llamas ruinas seguramente debe haber muchos más durante su viaje.
Después de haber terminado los favores se dirigen a ver al Carpintero y la Morsa y te muestran una puerta que detrás de esta hay flamas ardientes. Entras sin dudar y Kuai Liang espera tu regreso con paciencia. Apenas intercambiaron palabras con el ninja.
El espectáculo dio comienzo, pero toma un camino rotundamente siniestro. Kuai Liang presencia cómo el Carpintero convierte al público en la comida para la Morsa y el ninja se prepara para combatir contra ese par. En ese instante sales y al ver la destrucción acusas al par de destruir el País de las Maravillas y el Carpintero solo dice: “Las cosas no son blancas o negras.”
Al mismo tiempo, la corrupción que tanto decías arremetió el teatro y tuvieron que correr sin mirar atrás. El Carpintero y la Morsa se quedaron atrás de ustedes, no pudieron salir y apenas ustedes dos lograron salir con vida y volver a la superficie.
Te sentias muy cansada por todo lo que presenciaste y necesitabas reponer fuerzas para la aventura que ibas a comenzar. Kuai Liang ve tu cansancio y antes de caer rendida al sueño te carga hasta el recinto Shirai Ryu. Te acomoda en la cama y te observa dormir, él se siente como un tonto por las teorías que tenía del País de las Maravillas. Ahora solamente quiere saber qué encontraste detrás de la puerta por la que pasaste y ayudarte en todo lo que pueda.
Descansaste por varios días y Kuai Liang te esperaba con un poco de comida para que recuperes fuerzas. Tenía una nueva perspectiva de ti ahora, una mujer que sobrevivió a un infierno y todavía quiere buscar la verdad sobre la causa del dolor. Le comentas sobre lo que encontraste detrás de la puerta. “Es una parte de mis recuerdos de lo que ocurrió la noche del incendio. Esa noche dicen que la lámpara de aceite estaba en la biblioteca con los elementos tóxicos, pero sé que estaba en el pasillo donde estaban nuestros cuartos”
Kuai Liang tiene duda, quizás fue una equivocación y algún miembro de tu familia lo puso en la biblioteca después de que te durmieras. Le aseguras que ellos tenían un sueño pesado y era imposible.
Durante tu reposo hacías algunos favores y ayudas a Kuai Liang sobre los asuntos del clan. También con el reclutamiento de Hanzo, está asombrado por las frases que dices y que fueron dichas por los habitantes del País de las Maravillas. El joven admira mucho cómo le cuentas sobre ellos y las cosas que hacías, hasta incluso le enseñas a tomar el té, jugar cartas y literatura. Kuai Liang está orgulloso de ti cada vez que logras disipar tu dolor pasando tiempo con su recluta, te ve como una madre fuerte y llena de luz.
Se sumergen al País de las Maravillas y caen en la Fortaleza de Cartas. Los guían hacia otro lugar dónde tú te alzaste con la victoria hace tiempo, los territorios de la Reina Roja. Kuai Liang está sorprendido por lo fuerte que fuiste durante tu batalla, porque dejaste un lugar destruido. La vegetación está podrida, la infraestructura apenas puede mantenerse en pie, pero sigue resaltando que es un lugar donde todavía hay mucho poder.
Se enfrentan a los seguidores de la gobernante y en varias ocasiones resultas mal herida en la batalla. Antes de que Kuai Liang pueda hacer algo para ayudarte ve que tus ojos se convierten rojos y emanan lágrimas de sangre. Tu piel se vuelve blanca como la tiza al igual que tu vestido, excepto tus manos que estaban cubiertas por sangre. Sueltas un grito aterrador y comienzas atacar a los enemigos hasta que no queda ninguno en pie, solo hay avistamientos de la destrucción que provocaste. Kuai Liang intenta que recobres la conciencia y tu aspecto vuelve a la normalidad.
Tu amado no sabe que decir sobre lo que acaba de ver. Te disculpas por lo que presenció y le dices que es algo que se activa cuando estás muy malherida. Se curan mutuamente y siguen con su búsqueda.
Después de derrotar a los Guardia Carta entran al palacio. A Kuai Liang le repugna cómo se parecen al interior de una boca con sus lenguas y a veces ven corazones palpitantes y ojos que se mueven sin cesar. Entran al salón del trono donde recide la Reina Roja y le preguntas si puede ayudarte con tus recuerdos. Ella solamente dice: “Tu no conoces tu propia mente.”
“Entonces déjame conocerla, déjame ver la noche del incendio. Así puedo salvar el País de las Maravillas” La Reina Roja con una mirada capciosa te muestra la puerta y entras con paso firme. Se queda hablando con Kuai Liang y no para de decirle los poderosos que eran sus Guardia Carta, las abundantes rosas rojas que se hallaban en los jardines y el color que irradiaba el palacio antes de tu enfrentamiento con ella.
Pobre Kuai Liang, no sabemos como pudo sobrevivir durante la larga espera charlando con la reina, pero lo hizo. Te ve salir de la puerta y tienes una mirada confusa y asustada. “¿Qué recordaste, amor?”
“Esa noche mi gato estaba conmigo, no en la biblioteca. Además, mi hermana odiaba las puertas cerradas, alguien más estaba aquella noche.”
Te sentías agobiada por lo que descubriste y necesitabas buscar la verdad… faltaba tan poco, lo percibías. Kuai Liang y tú se dirigen a la salida del salón y antes de marcharse escuchas las palabras de la Reina Roja: “Haz que tu supervivencia signifique algo o estaremos todos condenados.”
Se alejaron de las tierras y llegaron al lugar más espantoso a ojos de Kuai Liang, la Casa de Muñecas. No sabe cómo pudiste crear este lugar de pesadillas, extremidades de muñecas por todas partes, las cabezas tenían una mirada fija y le daban una mala espina. Las casas eran lo que mayor le repugnaban, miles de extremidades y lo que parecía trozos de carne.
Llegan a un fuerte y aparecen unos niños sumamente maltratados. Kuai Liang les tiene miedo, aunque no lo admita y se mantenga imperturbable, un niño se acerca a ustedes y habla: “Los inestables son más que simplemente locos: tienen 'otras partes'. El Fabricante de Muñecas los privará de lo que queda de sus almas trastornadas. ¡Necesitan cuidados!”
“¿Quién es el Fabricante de Muñecas? ¿A qué te refieres con privarles sus almas?” El niño se da la vuelta y los demás los instigan a ambos a seguirlo hasta llegar a la última puerta de tu aventura y la verdad. Antes le das una mirada a Kuai Liang y lo besas dándole las gracias, te ve desaparecer detrás de la puerta.
Los niños miran y estudian fijamente a Kuai Liang. Entablan conversación del cómo se creó este sitio y cada vez que le cuentan del que llaman Juguetero percibe que es un ser de pesadillas y horrores. De repente, una muñeca de porcelana gigante asesina a los niños y Kuai Liang se lanza al ataque contra la muñeca. La incinera y con su kunai logra dejarla sin cabeza y sin corazón.
Toma un respiro debido a la adrenalina y apareces detrás de la puerta. Tu mirada está cubierta por lágrimas y de tus ojos irradia la ira. Buscas los brazos de Kuai Liang y le aterra tus palabras: “Todas esas mentes… corrompidas y retorcidas. Es un monstruo. Lo vi y me cegué por mi dolor. Fui una tonta”
“¿Quién fue el que ocasionó el incendio, querida?”
“Mi doctor”
Kuai Liang no lo podía creer, el hombre que tenía que ayudarte a que pudieras recuperar tu estabilidad estaba ocasionándote que tu mente quedara retorcida y tus recuerdos fueran al olvido. La venganza consume a tu amado por segunda vez y quiere tomar el asunto en sus propias manos, pero te ve tan decidida a acabar con lo que creaste que no va a intervenir a menos que sea sumamente necesario.
Siguen adentrándose por la zona hasta encontrarse con el Juguetero y lo confrontas furiosa, algo que Kuai Liang jamás vio en ti. Guardaste muchas cosas en tu interior y estaban explotando. “¡Tú abominación mal engendrada! ¡Asesino! ¡Tú parásito chupa sangre! ¡El daño que les has hecho a los niños, el abuso!”
“Ellos están muertos y tú también deberías estarlo.” Te pones en posición de combate y Kuai Liang hace lo mismo, pero lo detienes, le dices que es tu lucha y no debe intervenir. Se retira no sin antes darte un beso y ánimos para tu combate. Te ve que le das la espalda y estás enfrentando a tus pesadillas.
Vio a los diferentes habitantes con los que se toparon y dicen cosas sobre el viaje que hicieron. La Reina Roja dice que ocurrió algo más oscuro en la noche del incendio, mientras que el Gato Sonriente dice: “Colecta y atesora cada recuerdo sin importar el precio.”
Kuai Liang no intervendrá, pero lo que va a hacer es preparar a tu doctor para que lo confrontes y admita lo que hizo. Fue al consultorio de tu doctor y cuando ve la figura de tu amante echa a correr como si viera al diablo. Kuai Liang usa su kunai para detener al doctor y espera tu retorno.
Por otra parte, caminabas con una mirada desconectada, pero en tu mente librabas una batalla con el Juguetero. Esquivabas cada ataque de tu enemigo con audacia, usabas tu arsenal de la mejor manera y debilitabas a tu contrincante. Cuando sientes que el cansancio y tus heridas empiezan a cobrarte factura, tu Modo Histeria te inunda y es tu última esperanza para derrotar al enemigo. Con ese movimiento logras derrotarlo.
En el mundo real, te confrontas con tu doctor exigiendo las respuestas que tanto necesitabas. “¿Por qué lo hiciste?”
“Brindo un servicio. En la grande y terrible metrópoli hay que satisfacer apetitos de todo tipo.” Repugna demasiado a Kuai Liang que lo que hace es activar su poder para que la herida de tu doctor le duela más de lo que ya la tiene.
“Ocurrió algo más esa noche ¿Verdad?” El kunai de Kuai Liang ejerció presión en la herida y el médico solo intentaba salirse de la situación.
“Tu hermana era una verdadera flor, siempre jugaba conmigo. Solamente le hice un favor esa noche” Colérica, con la Espada Vorpal le cortas la garganta a tu doctor y sientes que todo termina en ese instante. Kuai Liang te toma por los hombros y te lleva a casa.
Tu amado se da la vuelta y ve a tus habitantes del País de las Maravillas observar el cuerpo de tu doctor. Mientras se dirigen, Kuai Liang incinera el cuerpo del maldito y los habitantes del País de las Maravillas lo ven arder con miradas fijas.
Llegan a los aposentos, donde lloras la pérdida de tu familia y descubrir la verdad. Kuai Liang te consuela hasta que te duermes y hace vigilia para ver que no tengas pesadillas. Se siente tranquilo al ver que encuentras paz y piensa que podrás salir adelante. Te besa la frente mientras estás sumida en tu mundo y promete cuidarte de todos los males.
Tomas Vrbada:
Tumblr media
Tomas sabe lo que es perder a la familia y entiende perfectamente tu dolor. Por eso se consuelan mutuamente, pero cuando escucha que intentas recordar el incendio de tu familia, tiene sentimientos encontrados. Él nunca quiso volver a Praga, no quiere recordar cómo perdió a su familia y solo quiere matar a Jarek.
Comprende por qué quieres hacerlo, ya que tienes dudas de aquella horrible noche. Quiere ayudarte en todo lo que puede, pero estás pérdida en lo que llamas País de las Maravillas. No paras de soltar frases sobre lo que dicen los habitantes y que peligra por una corrupción.
“Mi País de la Maravillas destruido. Mi mente está destrozada” “La locura no es un estado de mente. Es un lugar” “¡Fuego! ¡Esto es un infierno!” “No puedo. Estoy atrapada... en mi pasado” Mi país de las maravillas está roto. Para mí está muerto”
Tienes ayuda de tu psicólogo para que olvides los malos recuerdos y siempre dice: “El cambio es bueno. Es el primer eslabón en la cadena de olvido” Tomas siempre que te acompaña a tus sesiones y escucha esas palabras siente duda. Ve a muchos jóvenes como tu que también quieren olvidar y asisten a las terapias de tu psicólogo, eso le genera extrañeza y confusión.
No cree en la existencia de tu País de las Maravillas, piensa que es algún invento tuyo que hiciste para lidiar con la culpa. Pero cuando le muestras tu mundo verdaderamente se siente como un tonto. Es tu compañero en tu búsqueda de los recuerdos del incendio y por primera vez ve cómo es tu mente.
A veces encuentran memorias sobre tu estancia en el psiquiátrico. Vio cómo el dolor te llevó a tu límite y te encerraban en una pesadilla. Cómo estuviste callada por mucho tiempo y pérdida en la culpa, por la muerte de tu familia. Observó cómo los doctores y enfermeros del psiquiátrico te hacían tratamientos sumamente crueles, te quitaban a tu conejo de peluche que era tu consuelo y estabas en tu País de las Maravillas para afrontar tus horrores.
También presenció las memorias de tu familia. Los dichos de tu madre, padre y hermana. “Papá, tu entusiasmo por la fotografía ha hecho que la biblioteca huela a fruta podrida. ¡Y creo que esas soluciones son tóxicas!” Momentos lindos con ellos, viéndote saltar, estar con tu gato y visitar un mejor País de las Maravillas.
Tomas sintió muchas emociones, viendo una parte tan importante de ti y se recordó a sí mismo. Rememoró la vida que tenía con su madre y hermana, esos momentos compartidos que tuvo con ellas, incluso los dolorosos y admiró tu fuerza de voluntad por estar de pie. Piensa que tienes verdaderas convicciones al creer que no fue un mero accidente y te cree.
Mientras recorren el lugar, ven a sus habitantes y tu amado descubre de quienes son algunas de las frases que dices a veces. “El cambio no es ni bueno ni malo, simplemente no es lo mismo”
Esas palabras fueron dichas por el Gato Sonriente. Al ver a Tomas (se sorprende por el aspecto que tiene la criatura, pero verte a ti tan tranquila le da un buen visto) y hablar con él solamente dice lo siguiente: “¿No sabías que la confianza en uno mismo es una virtud? Pues ya lo sabes” Se siente alagado por eso y le agradece al animal antes de que desaparezca.
Algo que sorprende a Tomas son las armas que te llevas para tu búsqueda. Nunca creyó que una tetera o un caballito de juguete sirvieran para repeler a un enemigo, menos un cuchillo. Lo que lo deja más atónito son los enemigos que se encuentran en tu País de las Maravillas, esas cosas con rostros de muñeca le provocan asco y verte decidida a acabarlos le da el valor suficiente para enfrentarlos.
Visitan al Sombrerero loco y Tomas le impacta la altura del Sombrerero, además de sus frases. Cuando intentas buscar tus recuerdos sobre el incendio solamente suelta: “Bueno, aquí estamos todos locos y es una buena excusa para irse al infierno en una tetera, pero no para olvidar lo que has visto.” No entiendes a qué se refiere, pero te muestra una puerta donde se ven flamas naranjas y entras sin dudar.
Mientras te espera, intenta tener una conversación con el Sombrero. Le invita al ninja un té y diferentes masitas para la espera y apenas Tomas le cuenta de que Bi Han lidera el Lin Kuei (además de decirle que lo tratan mal) dice: “La ley...es solo un susurro... que lleva a preguntarte, quien... ¿Quién mide las reglas?” Sigue sin entender muchas de las cosas que dice, pero se revuelve el cerebro para poder encontrar una forma de darle sentido. Es en vano y más cuando el Gato Sonriente aparece algunas veces y cuando se encuentra con Tomas solamente dice:
“Solo los estúpidos creen que el dolor es el inconveniente por ser diferentes”
Después de que desaparezca, sales de la puerta y estás con una mirada confusa. “Mi gato estuvo conmigo en el incendio. No lo pudo haber iniciado” Eso deja a Tomas confundido, no puede creer que alguien haya estado en tu casa.
Necesitas volver a la realidad ya que te cansas demasiado al estar en el País de las Maravillas y necesitas reponerte. Son esos momentos en los que Tomas puede mostrarte lo que vales para él y te ayuda en buscar tu verdad con los reportes del incendio y algunos testimonios de los más cercanos a tu familia.
Después de unos días de descanso, marchan a los territorios de la Reina Roja y le sorprende la cantidad de enemigos que siguen defendiendo ese sitio en ruinas. Luchan de la mejor manera posible, pero en un momento tus heridas te están cobrando factura. Tomas te ve en ese estado débil y antes de que pueda ir a ayudarte, tu aspecto repentinamente cambia.
Tus ojos se tornan rojos y de ellos salen sangre. Tu piel y vestido se vuelven blancos como la tiza, pero tus manos tienen sangre. Comienzas a atacar a diestra y siniestra a los enemigos que los rodean, no dejas más que cadáveres a tu paso. Tu mirada es de furia y Tomas siente que sus huesos se le hielan al ver tu estado. Tomas intenta hacer que cobres la conciencia y al hacerlo le explicas lo que presenció: “Es lo que llamo Modo Histeria. Es algo que me ocurre cuando estoy mal herida y es lo único que me queda como defensa”
No sabe cómo reaccionar a la forma que tomaste, pero prefiere cuidarte las espaldas. Tras eso, conocen a la Reina Roja e infunde un respeto muy enorme a Tomas. Le preguntas sobre la puerta para poder recobrar tus recuerdos y dice: “No se debe preguntar lo que ya se sabe, no es de buena educación”
“No sé nada, solo quiero respuestas. Luego nos marchamos” Ambas se enfrentan en duelo de miradas y vas hacia la puerta. Una vez más, Tomas aguarda a que salgas y escucha a la monarca hablar de las tantas veces que mandó a cortar cabezas, cómo gobernaba de forma “soberana y justa” y de cómo la derrotaste con los opositores.
Al salir, tu mirada vuelve a estar confundida. “Mi hermana odiaba tener la puerta cerrada, pero recordé que hubo alguien esa noche que entró a su habitación y al salir cerró la puerta” Esperaba esas palabras, pero a su vez no, porque ahora quieren saber quién fue el responsable de tu dolor. Antes de volver a la realidad, el Gato Sonriente vuelve aparecer:
“Colecta y atesora cada recuerdo sin importar el precio.”
Toman unos días de descanso, fue mucha información para digerir y procesar. A pesar de eso, sientes la culpa por no ayudar a tu familia, por no ser lo suficientemente fuerte. Tomas dice: “No fue tu culpa, no podías hacer nada ante esa situación. El responsable de la muerte de tu familia va a pagar por lo que hizo. Te prometo que te ayudaré en cualquier cosa.”
“Promete solamente lo que puedas cumplir.” Tus palabras lo dejan en duda sobre sus dichos, pero igual quiere mantener lo que te prometió.
Al volver al País de las Maravillas, se encuentran en la Casa de Muñecas. Tomas no le gusta este sitio, ve maldad, una muy oscura y maligna, peor que la de los brujos. Avanzan y se encuentran con unos niños en lo que parecía ser un castillo hecho con bloques gigantes. Una de ellos se acerca a ti para hablarte:
“Bastante loca. ¿Lo estás viendo? Las semillas de tu destrucción se plantaron hace mucho y ahora él recogerá la cosecha. Tu mente le pertenece; solo la has tenido en alquiler. Debes saldar tu deuda con él”.
“¿A qué te refieres niñita? ¿Con quién debo saldar deuda?”
La niña los permite entrar al castillo y a ti te deja pasar por la puerta. Por tercera y última vez, Tomas espera en el castillo y quiere saber la causa del por qué estos niños están ocultos. No esperaba que dijeran que huían y peleaban contra un monstruo. De repente, sale una muñeca gigante con tijeras y elimina a los niños que se revelaban contra lo que ellos le decían el Juguetero.
Se enfrenta a esa muñeca enorme hasta hacerla perder sus armas, luego corta las extremidades y por último apuñala su corazón. Nunca imaginó que unas muñecas satánicas y costara muchísimo derrotarlas. Aparece el Gato Sonriente y solo dice: “La libertad es tan valiosa para algunos que pagan por ella con sus vidas.”
Retornas de tu viaje de recuerdos y esta vez no llevas una mirada de confusión, sino de dolor y en tus ojos solo había furia. “¿Qué descubriste, amor?”
“Fue él. Todo este tiempo, las mentes que retorció y cambió. Lo negué todo, no lo reconocí. Mi hermana… todo es su culpa. Destruyó inocencias”
“¿Quién hizo qué cosa?”
“Mi doctor, fue él.”
Las palabras que dijiste dejaron mal a Tomas (entendió las tantas del Gato Sonriente que dijo durante el viaje). Pensaba que un doctor debía ayudarte con tu dolor, no hacer que olvidaras para fines oscuros. La ira lo invade y quiere con todas sus fuerzas matar a ese maldito.
Avanzan por la Casa de las Muñecas encuentrandose con el Juguetero, una personificación de tu doctor y solamente dice: “El coste por olvidar es alto.”
“¿Abandonar el recuerdo de mi familia?” Pasabas por un sinfín de emociones. Vergüenza, ira, tristeza, culpa. Era todo o nada la batalla que estaba por comenzar.
Tu amante quiere ayudarte a enfrentarlo, pero lo detienes. “Gracias por acompañarme en mi viaje Tomas, pero quiero encargarme yo de esta batalla. Gracias por todo” Le das un beso antes de enfrentarte al causante de tu dolor. El beso es tierno, le transmites todos los sentimientos que tienes, lo feliz que eres con él a su lado y tu roca para superar todo.
Antes de irse, Tomas vio cada personaje del viaje. Al Sombrerero Loco, que decía de tu falsa búsqueda y a la Reina Roja, que hablaba de que tu hermana sufrió antes de morir. El ninja quería matar a toda costa ese doctor. Mientras te enfrentabas a una personificación de él, hizo lo que estuvo en su poder encontrarlo. Aguardó con paciencia y esperanza que tu combate terminara.
Esperó y esperó, te vio dirigiendote hacia donde se hallaba tu doctor. Tomas simplemente fue tu sombra y comenzaste a enfrentarlo por todo lo que hizo, el abuso hacia los niños, retorcerles la mente hasta olvidar, prostituirlos e incluso lo que iba hacerte. Solamente mostró orgullo por sus acciones y te presumía que ibas a ser su obra maestra si hubiera hecho que olvidaras. “Una pequeña ramerita sin recuerdos de lo que le ocurre”
Tomas está al borde de la cólera y con intenciones asesinas hacia tu doctor, más cuando expuso la obsesión que tenía por tu hermana y lo que le hizo la fatídica noche del incendio. No soportas eso y usas el karambit de Tomas para apuñalarlo en el ojo de tu doctor.
El miedo brota de lo mas profundo de ti y sueltas el cuchilo. No sabías qué habías hecho y Tomas te consuela, llevándote lejos del horror. Te dice que hiciste bien en acabar con ese monstruo, que merecía ese destino o uno mucho peor y merecías paz.
Apenas Tomas vislumbra el cadáver y los habitantes del País de las Maravillas miran amenazante al Juguetero débil antes de abalanzarse sobre él y desmembrarlo. Tomas te lleva a que duermas y puedas procesar tus emociones. Se promete que no va a dejar que nadie te lastime, te manipule o haga olvidar lo que te ocurrió. Tus recuerdos te hicieron lo que eres ahora y no va a permitir que los destruyan.
25 notes · View notes
chiquititamia · 17 days
Text
Make you feel better
Tumblr media
Enzo vogrincic x reader Primera parte de mi segundo fanfic 💕Enzo es tu mejor amigo y entiende que necesitas sentirte mejor con la regla ❤️‍🔥warnings: de momento el smut es leve, pero la segunda parte será explícita. 💬Agradecería mucho vuestras opiniones. Os leo!
Make you feel better
Nunca te había dado tan fuerte. Es decir, sí, la regla normalmente te daba más hambre de lo normal o náuseas, según el mes. Algunas veces también experimentabas dolores de cabeza muy profundos, que te tenían en la cama durante tardes o días enteros.
Otros meses sin embargo…los síntomas eran otros.
Una especie de celo, de heat, se apoderaba de tu cuerpo; a menudo te despertabas con una sobreestimulación que había transcendido de un sueño y te había hecho meter tu mano entre tus piernas. Después de trabajar, a veces incluso antes de prepararte la cena te tumbabas en tu cama para aliviar la calentura que habías arrastrado durante el día.
Aquel día habías tenido que cumplir con varios mandados desde por la mañana: que fuera tu día libre en el trabajo no quería decir que pudieras descansar, al fin y al cabo, vivías sola y tú eras la única que se iba a encargar de las tareas de la casa como limpiar, cocinar e ir a la compra.
Muy para tu desgracia tu healthy you era quien había ido al supermercado, comprando todo tipo de comida sana, que, además, implicaba una elaboración, la cual no estabas dispuesta a realizar en ese momento. Matarías por un poco de tu chocolate favorito.
Te apresuraste a meterte a la ducha, debías estar algo presentable: tu mejor amigo, Enzo, vendría a pasar el rato contigo y quizá ver una película.
Ya tenías puesta ropa cómoda para andar por casa: una camiseta que te quedaba gigante y unos shorts. Te habías puesto un sostén al salir de la ducha, pero tus pechos se notaban tan hinchados que decidiste quitártelo, dolorida.
Te estabas peinando tu largo cabello mojado hacia atrás cuando el ruido del timbre te sobresaltó.
-Cómo vas, chiquita? -Enzo te saludó con dos besos.
- Podría estar mejor… - te lamentaste.
- Y eso? – Enzo pasó a tu lado y colgó su chaqueta en el colgador de detrás de la puerta.
-No es nada…
-Ah, bueno, mira lo que te traje – Enzo sacó del bolsillo un par de kit-kats de fresa-tus favoritos-y los agitó delante de ti.
Si fueras un dibujo animado se verían estrellas brillantes sobresaliendo de tus ojos.
Sin mediar palabra se los arrebataste de las manos y le abrazaste.
- ¿Che, qué bicho te picó? - dijo Enzo divertido.
Ignorándole corriste hasta tu cuarto con la chocolatina en la mano dispuesta a sentarte en tu cama.  Estaba anocheciendo, así que iluminaste la habitación con la guirnalda de lucecitas que colgaba en el cabecero de tu cama, en adición con la lámpara de lava que casi siempre estaba encendida.
Era viernes de películas: el mejor día de la semana. Desde hacía un tiempo, os habíais propuesto ver una película de terror cada fin de semana. A veces de horror clásico, como El exorcista o La Matanza de Texas, y otras, sobre todo cuando las eligías tú, de terror ‘elevado’, como Hereditary o Babadook. Enzo era, como siempre le decías para molestarle “un viejito en cuerpo joven”, y tenía debilidad por el cine del siglo pasado. Ambos cedíais en vuestros gustos con el fin de pasar un buen rato. Aunque os gustase joder, en realidad erais muy buenos amigos.
¿Amigos? “Sí, amigos”- te tenías que recordar a ti misma de vez en cuando, cuando te despertabas totalmente excitada por haber soñado que hacíais todas esas cosas que no hacen los amigos. Enzo era innegablemente atractivo, sobre todo cuando le mirabas con esa sopa de hormonas que era tu cuerpo en esos días. Pero atractivo o no era tu amigo, y eso se respetaba. Además, ¿qué pasaría si un día hicieras un comentario o un movimiento fuera de tono? Toda vuestra amistad se vería arruinada por algo tan mundano. Ni hablar.
Enzo no era el único que había traído un detalle. Esa misma mañana, en la universidad habías ido a hablar con el “proveedor” oficial de vuestro grupo de amigos y te había dado hierba de la mejor calidad.
La tarde transcurría entre el humo del porro que os estabais pasando mientras veíais la película Déjame salir de Jordan Peele.
-Ese chabón está muerto- comentó Enzo intentando adivinar el destino del pobre protagonista.
Tú apenas le estabas prestando atención a lo que dijo, ni a la película, tu mente se estaba perdiendo por unos lugares absurdos de los que nada bueno podía salir. Te sorprendiste a ti misma saboreando la boquilla del pucho, por el simple motivo de que se encontraba mojado con su saliva. De repente estabas visualizando su boca, sus labios. Despierta, pendeja, ¿qué te pasa?. Te pateaste a ti misma mentalmente por si quiera atreverte a explorar esos terrenos.
Tal y como si fuera un castigo divino por tus pensamientos impuros una tremenda punzada te atravesó el bajo vientre haciendo que contrajeses la expresión de tu rostro y gimieras de dolor por lo bajo. Aunque trataste de disimularlo, tu amigo se dio cuenta mirando un par de veces para cerciorarse de que te había visto retorcerte por el rabillo del ojo. Rápidamente alcanzó el control remoto de la televisión y paró la película.
-Bo, qué tenés? -su expresión contenía más gravedad que la que el asunto requería, por la cara que su amiga ponía podría estar sufriendo un ataque al corazón- Habláme!
Hiciste un gesto con la mano y negaste con la cabeza, dándole a entender que no sucedía nada y que ibas a estar bien, pero su cara decía todo lo contrario, a juzgar por sus ojos aún fuertemente cerrados.
-Contáme qué tenés, boluda, me estás asustando!
-Es solo un…calambre- gruñiste tú luchando por mantener la compostura. Si no lograbas recomponerte le tendría que explicar en detalle lo que le pasaba y, además de la pena que te daba, no tenías ningunas ganas de hablar con aquel dolor apuñalándote.
-¿Comiste algo malo? -se alarmó- ¿fueron mis chocolates?- Sus ojos se habían encendido como dos alarmas de incendio, era hasta adorable el repentino miedo que su amigo estaba sintiendo por ella.
¿Qué te pasa, tarada? ¿Cómo puedes estar disfrutando que tu mejor amigo se preocupe por ti y la pase mal? - te mortificaste.
-Che, Enzo, tranquilízate, sólo es mi periodo … - trataste de sonreír.
Él pegó un resoplido digno de un caballo de carreras, aliviado. Sólo era eso.
-Dale, mirá que sos dramática nena, por un poco de sangre de nada El moreno se rio sin ser consciente de la mirada asesina con la que le estabas fulminando. Si tuvieras poderes ahora mismo tu amigo habría estallado en llamas y estaría corriendo en círculos por tu pieza.
-No…voy a opinar. Seguí con la peli- trataste de respirar profundo como te había enseñado tu terapeuta, no había caso de comenzar una pelea con tu amigo, y menos en esa situación. Tu apartamento podría convertirse en La casa de las dagas voladoras.
-No, dale, chiquita, no podemos seguir viendo la peli como si no pasase nada, no soy tan así, te estaba jodiendo.
Buscaste un atisbo de diversión en su mirada, anticipando que se fuese a burlar de ti una vez más. Algo que en realidad te hubiera dolido. Pero no lo encontraste, parecía hablar en serio.
-Lo que te duele es la panza, ¿no?
Bajaste la mirada y asentiste.
-Mirá, no tienes que avergonzarte ni preocuparte, me he criado con mi madre y mi hermana, y también he tenido novia, sé de qué va
-No me digas -respondes sarcástica. Como si haberlo contemplado le pudiera hacer entender qué era lo que carajo sentías.  
-Bueno, a ver, nunca lo podré saber, soy un varón, pero si que puedo intentar ayudarte. – al decirle esto le puso una mano en su bajo vientre, el cual notaba arder por dentro. Al notar su mano grande y cálida te estremeciste, cosa que pareció asombrarle. No le había sonado exactamente a un sonido de dolor por tu parte – ¿qué más te duele, chiquita?
Estaba claro que Enzo no era consciente del impacto que un solo roce y un solo nombre podía significar para ti viniendo de él, especialmente en ese momento tan hormonal del mes. Sentías que tu aliento era tan cálido que te quemaría la garganta y qué él notaría esa temperatura saliendo de tu interior si llegabas a exhalar cerca de él.
-Y bueno, los senos – dijiste en un tono bajo, aunque intentabas sonar confiada. Con lo que no habías contado es con que ese comentario habías dirigido su mirada directa hacia Tus pechos, que, para más inri estaban desprotegidos de una capa protectora extra de un sostén. ¿Se adivinarían demasiado tus pezones a través de la gastada camiseta que estaba vistiendo?
-E-eso es normal- Enzo tampoco estaba haciendo un gran trabajo sonando casual- ¿querés que te traiga una infusión o algo?
-No, eres muy dulce, pero eso no me ayudaría.  ¿¿Qué?? Ahora le llamás dulce a tu mejor amigo. No, nena, estás perdida. Además, ¿para que le dijiste que te dolían las tetas?
-Está bien, pues no se me ocurren más ideas, nena.
-Sigamos viendo la peli, de veras que estoy… casi bien.
-Si vos decís…
Pasaron unos minutos, quizá una media hora y continuaste viendo la película, que estaba llegando a su punto más álgido de tensión, aunque eso poco te importaba.
Otra oleada de dolor inevitable te inundó nuevamente, y, aunque trataste de disimular, esta vez había sido un pinchazo aún más fuerte que el anterior. Sentiste como si alguien hubiera logrado meter la mano en tu vientre y estuviera estrujando tu útero con el puño como quien escurre una esponja. Además, podías jurar que notabas tus pechos como dos globos a punto de estallar, y, a la vez como si la superficie de estos se encontrase cubierto de hematomas, como si realmente te hubieran dado una paliza.
Enzo, sin apartar demasiado la mirada de la pantalla – al menos que tú hubieras visto- pasó uno de sus brazos por tus hombros, acercándose más a ti, para después empezar a acariciar tu panza con una mano y tu hombro derecho con la otra. Tras un par de caricias de tanteo, su diestra comenzó su arriesgado viaje hacia tu pecho. No podías creerlo, te habías congelado y no querías hacer ningún movimiento, por leve que fuera, que pudiera ser malinterpretado, no querías parecer ofendida y que parase. Lo que más deseabas que sucediera estaba ocurriendo. Un deseo nublado por las hormonas revolucionadas que parecían salir de tus poros y por el dolor, sí, puede ser, pero en ese momento no se te ocurría ninguna buena razón para pedirle que parase.
Sin mayores miramientos, su manó abarcó tu pecho con cuidado, su pulgar y su índice rozaban tu pezón con delicadeza, mientras que el resto de sus dedos masajeaban el resto de tu seno.
-Enzo… -comenzaste por lo bajo
-Shh…- te mandó callar como si la película fuera lo más importante de ese momento.
De alguna forma que no supiste explicar, el calor de tu entrepierna estaba sustituyendo más pronto que tarde al dolor que hasta hace unos minutos estabas sintiendo, lo cual te avergonzó, ¿no era que te dolía tanto?
Continuó ejerciendo la presión necesaria para que tu sufrimiento se suavizara. Estabas usando todas tus fuerzas para no gemir de placer, el volumen de la televisión no sería la suficiente para tapar el sonido que luchaba por salir de tu garganta.
La película termina.
Enzo se aparta de ti suavemente para volver a alcanzar el control remoto y parar la reproducción automática de Netflix.
-Y, ¿qué querés hacer ahora? – preguntó como si nada.
-La puta madre, Enzo, ¿¿cómo que qué quiero hacer ahora?? – estabas entre divertida e indignada
-Sí, ¿querés ver otra peli? Nos queda pendiente Midsommar, eh.
-Enzo, ¿vos me estás jodiendo? ¿Hace dos segundos me estabas tocando una teta y ahora me decís que quiero hacer? – intentabas que no te temblase la voz.
-Y, sólo quería ayudarte, vi que te estaba doliendo.
Eso te desarmó parcialmente, ¿qué podías responder a eso? Guardaste silencio.
-Nena, yo no quiero que estés mal, y si te puedo ayudar, ¿qué tiene?
-…
-Yo sé que hay ciertas cosas que pueden ayudar a las mujeres cuando se sienten así – dijo mirándote a la cara, clavando sus ojos negros en los tuyos. Ahora, por fin, podías notas un ligero tinte en sus mejillas, al menos un atisbo de igualdad de condiciones.
-¿Ciertas cosas? -Sí, bo, seguro que tus ex noviecitos te intentaban hacer sentir mejor, ¿no?
Ouch. Eso había escocido. No, ni mucho menos tus anteriores parejas habían movido nunca un dedo por hacerte sentir mejor acerca de eso (ni acerca de nada en general). ¿Y por qué ese tonito burlesco y eso de decir “ex noviecitos”?
Enzo pudo adivinar por tu expresión que no había sido así, pero decidió no hurgar más en la herida.
-¿Querés que te haga sentir mejor?
Notabas tus mejillas y todo tu cuerpo arder, notabas tu pulsación tan fuerte que creíste que se podía advertir a simple vista en tu piel, que todo tu calor y excitación era visible, pero no se lo querías dejar ver.
-¿Y qué pasa con nuestra amistad? Se arruinará todo y yo no quie-
Enzo te calló posando su dedo índice estirado en tus labios.
-A mí no me vas a perder nunca.
Suficiente. Eso fue suficiente para romperte y que se formaran lágrimas en tus ojos. Bastante sensible estabas ya como para que se le ocurriese ser así de lindo. A Enzo siempre le había gustado molestarte. En honor a la verdad, tú también le molestabas a él, pero siempre habías sabido que te quería a su manera, después de todo, eran muchos años los que habías compartido juntos.
Él se dio cuenta de que tus ojos estaban vidriosos y se acercó para abrazarte en la cama.
-Hey, no… no llores
En ese momento te liberaste de su abrazo para besarle. No en la boca, aún no tenías el coraje, si no en su perfecta mandíbula, entre otras cosas, para hacerle saber que aceptabas su oferta.
Él entendió el mensaje y acarició tu cara, limpiando tus lágrimas con delicadeza.
-Te voy a hacer sentir bien, chiquita.
Entonces, te dio un beso en la frente y separándose levemente puso sus manos en tus hombros y te presionó hacia atrás, para indicarte que te recostaras.
Tú obedeciste y miraste al techo que estaba iluminado por tus luces azules de ambiente, era vuestro cielo particular.  
Díganme si tienen ganas de que suceda!!
Parte 2
58 notes · View notes
solxs · 1 year
Text
Carta Para Mi Más Grande Amor
Querida y amada, mujer:
Te escribo esta carta desde lo mas profundo de mi corazón, con toda mi honestidad, sinceridad y con todo mi amor.
Hoy al igual que estas últimas semanadas te extraño. Te extraño tanto que no he conseguido cesar mi dolor y sufrimiento. No consigo cesar mi llanto por las mañanas y noches; mañanas en las que despertaba a tu lado; noches que pasábamos juntos.
Mentiría si te dijera que no puedo vivir sin ti, pues ya vivía mucho antes de conocerte, de cruzar una mirada, de intercambiar una palabra y tener algo especial.
Sabes perfectamente que mentir no es lo mío. Las mentiras nunca nos gustaron a los dos. Y como no me gusta mentir y a ti no te gusta que te mientan, permíteme decirte la verdad. Permíteme decirte todo lo que intente, trate y procure por no perderte:
Durante todo el tiempo que tuve la dicha y fortuna de compartir mi vida contigo, intente y procure cuidar de ti. Eras, eres y serás por un largo tiempo lo más bonito, hermoso y valioso que la vida me ha dado.
Intenté dar, ser y demostrar todo lo que era capaz de hacer por ti, todo lo que merecías e incluso hice más de lo que pudieras imaginar. Duda de ello no te quedo, hice de todo por verte feliz a mi lado. Contigo lo tenía todo, no me hacia falta nada en la vida. Yo te quería y amaba mucho. ¡Y todavía lo hago!.
Ese mismo intento, sin darme cuenta me orillo a demostrar mis miedos e incertidumbres. Miedos que, estúpidamente salieron y pudieron más que yo.
Mi mayor miedo no es la soledad. Mi mayor miedo era perder a la persona que más quiero y amo en esta vida; miedo a perderte.
Te pido infinitas disculpas si en algún momento mis miedos te incomodaron, te hicieron dudar, te frustraron o aburrieron de mí, que al final, fue el declive de nuestra separación.
Me es muy atroz el saber que todas mis inseguridades y miedos alejaron al amor de mi vida. Pero me es aún más atroz el saber que ya no existe y existirá un “nosotros”.
Hoy, con todo el dolor de mi alma y corazón he de aceptar que nada es para siempre. Mi mayor miedo salió y obtuvo lo que quiso, lo consigo.
Hoy, con todo el dolor de mi alma y corazón he de aceptar y aprender a vivir sin tu compañía, sin tu presencia, sin tu amor y sin ti.
Te deseo lo mejor hoy y siempre, espero tu vida siempre este llena de alegrías, felicidad, bendiciones y amor.
Te deseo siempre lo mejor, amor. Incluso si conmigo no lo es.
Te llevare toda la vida conmigo, como lo mejor que he vivido; pues más que un recuerdo es nuestra historia.
- Axel
326 notes · View notes