Tumgik
#padreehijo
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Relato gay. Alan: La primera vez que vi a mi padre usar tanga parte 3.
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Habían pasado ya varios años desde que comencé a idear un plan para lograr que mi padre siguiera andando solamente en tanga mientras estuviera en casa. Y para lograr eso tuve que abstenerme de seguir pidiéndole tocarle su verga y jugar con sus bolas.
Me fue muy difícil. De pequeño me seguían comiendo las ganas y la curiosidad. Por un tiempo dejé de verle y de espiarle, para en unos meses después papá me preguntó si ya no tenia curiosidad y le respondí que no. Poco a poco se fue sintiendo más en confianza conmigo. 
Papá ya dormía solamente en tanga, lo cual me fascinaba, por que los fines de semana, que eran los únicos donde podía quedarme a escondidas sin dormir para poder espiarle. En esos momentos me conformaba solamente con verle ese hermoso cuerpo semi desnudo. De ver como sus bolas estaban compactadas en esas pequeñas tangas y me fascinaba cuando en mitad de la madrugada su verga comenzaba a despertar. Me aguantaba las ganas de tocarlo. De frotar su verga y de comprimir sus bolas con mis manos. 
Cuando andaba en casa solo lo hacía con un short. Pero con el paso del tiempo, al ver que ya ni siquiera le miraba el paquete su confianza aumentó y por fin podía verle por toda la casa solamente usando sus maravillosas tangas. 
No puedo decir que sucedió lo mismo cuando entré a la secundaria. Mi libido así como mis sentimientos hacia mi padre crecían mucho más. Verlo en tanga cuando estaba en casa me calentaba mucho. Me pajeaba cada que podía. 
En tercero de secundaria le dije a mi padre que ya no quería usar boxers, que quería usar tangas, como él. Papá puso cara de sorpresa y me miró extrañado. Le dije que se veían muy cómodas y muy frescas y si por algo las usaba él de seguro eran por cómodas, por que incluso las usaba cuando iba a trabajar. Papa al ser abogado, todo el tiempo tenia que usar traje, así que debajo de esos finos trajes siempre había una diminuta tanga, negra. Los cajones de las tangas de mi padre estaban divididas en 4, las que usaba a diario en casa, las que usaba cuando hacía ejercicio, cuando nadaba o tomaba el sol y las completamente negras que usaba solamente debajo de los trajes. 
Papá me dijo que no eran apropiadas para un adolescente, que se trataban de ropa interior para adultos y que además no habría de mi talla. 
Tercié. 
No acepté un no por respuesta. Le dije que era lo que yo quería. Papá solo se quedó en silencio por unos minutos y me dijo que me daría el permiso si solamente las usaba dentro de casa y para dormir, que no debía ir al instituto con ellas ni salir a la calle. Me fue suficiente. 
—De acuerdo. Buscaré de tu talla, pero la verdad no creo conseguir. Las tangas no son para adolescentes, no son apropiadas y me metería en un lío si se enteran que las usas y más si te he dado el consentimiento. Aparte, no es una prenda que suelen usar todos los hombres, muchos las rechazan. 
—No te preocupes papá, solo las usaré en casa. Y hablando de eso… ¿Cuándo podré usarlas en todas partes?
Papá rió.
— Cuando cumplas dieciocho años y seas un hombre ante la sociedad. 
Sabía a lo que se refería. Había buscado en internet y encontré que los gay eran los que más las usaban por tema de fetiche entre otras cosas y que a algunos heteros les gustaba el morbo de usarlas. No sabía con exactitud cuál era el caso de papá. 
No sabía si mi padre era gay. Pero en ese entonces pensaba que no lo era. Por qué veía porno hetero todas las noches y se daba sus buenas pajas. Lo sabía por que varias veces lo espié y veía cómo se mataba a pajasos al ver como se la metían a esas mujeres. 
Papá jamás me hablaba de mujeres que le interesaban. Una vez le pregunté si alguna vez tendría una mamá a lo que él respondió que no sabía, que no le gustaban los compromisos, pero si yo quería una haría lo posible, pero respondí que no, que quería que solo fuéramos él y yo si se pudiera, solo respondió que el tiempo lo diría. 
— Espérame aquí. Buscaré una tanga que se pueda acoplar un poco a tu cuerpo.
— No creo que tengas una, mírate, eres enorme.
Papá rió.
— Veré.
Me dijo y subió las escaleras. No le hice caso, lo seguí después de un rato. 
Papá estaba buscando en sus cajones, sacaba una, luego la examinaba y luego volvía a meterla en el cajón, fue así por un buen tiempo, hasta que se quedó pensativo y caminó hacia su armario, lo abrió y sacó una caja del fondo, pude notar que había más cajas. Tenía una pequeña cerradura. La abrió y comenzó a buscar dentro. Sacó varias tangas de diferentes texturas y colores y eran más diminutas aún que las que él usaba, imaginé cómo sería verlo usándolas, de seguro sus enormes bolas estarían muy comprimidas y eso me gustaba. Tomó una color celeste y luego metió las demás a la caja, la cerró y luego la metió dentro del armario. 
Bajé las escaleras rápidamente pero con cuidado de no hacer ruido. 
Cuando papá bajó yo fingía ver la televisión.
— Ten. 
Me dijo y luego me la arrojó. 
— Pruébate está, a ver qué tal te queda y cómo la sientes, por mientras que buscó la forma de conseguirte una de tu talla. Anda ve a tu habitación. 
Puse una enorme sonrisa y me fui directo a mi habitación. Me desvestí muy rápido. Examiné la tanga, estaba toda arrugada y compacta. Me la puse.
Me quedó algo holgada, no como se le veían a papá, pero me sirvió.
Bajé a la sala. Papá veía el programa que yo había fingido estar viendo. 
— y qué tal?
Papá dirigió la mirada hacia mi y puso ojos de sorpresa. No esperaba que bajara con ella puesta. Me examinaba con la mirada, del pecho hacia abajo y de regreso, luego se centró en mi paquete, que ni siquiera lucía, no se marcaba como a papá, con sus tangas ajustadas. 
— Se… se … se te ve … bien.
Me dijo tragando saliva de los nervios. 
— Te queda un poco grande y es la más pequeña que tengo. 
— Si. ¿Por qué no la había visto antes? ¿Por qué no la habías usado? 
Papá se puso nervioso.
— Eres muy joven para saberlo. Además a mi se me ve muy muy pequeña. 
— Son muy cómodas, ya veo por que te gustan. 
Pero papá me seguía examinando con detalle de arriba a abajo y tenía una expresión en su mirada que me gustó. 
Tosió y luego se levantó del sofá. 
— Bien, ve y cámbiate y alístate para ir a cenar. 
Pero antes de que me fuera me detuvo y me dijo que me quitara la tanga y la guardara y que usara boxers para la cena. 
— Nos vamos en una hora, yo… tengo que tomar una ducha fría.
— ¿fría? ¿Por qué ? 
Pregunté confundido.
— Por qué …. Tengo calor. 
Ambos subimos la escalera y nos fuimos a nuestras habitaciones.
Me duché, me cambié y me acosté un rato en mi cama a jugar con mi juego portátil.
En eso papá entró, aún traía el cabello mojado y solo una una de sus tangas color negro. 
— creí que ya estabas listo. 
Le dije 
— me entretuve. Me ha llamado Octavio (un amigo de mi padre) rob, su hijo se ha inscrito a prácticas de béisbol y me ha dicho que te preguntara si te interesa. 
— ¿practicar béisbol?
Puse cara de desagrado.
— si, pero veo que no te interesa. 
—no, es solo que jamás he jugado, solo me has llevado a partidos.
— Desde niño mi padre decidió que era mejor estar bien educado y adiestrarme en sus negocios que practicar algún deporte. 
Se sentó a un lado de mí.
— bebé, me siento culpable de no ser el mejor padre, un padre que te haya inculcado a practicar algún deporte, o ponerme a jugar contigo. 
— no digas eso papá. 
Dejé el juego portátil a un lado, me puse de rodillas en la cama y lo abrace por detrás.
— eres el mejor padre que se puede tener. A mí no me afecta, porque realmente no me interesan los deportes. 
— si, pero quiero que al menos lo pruebes, eso y otras cosas. Todo lo que puedas probar.
— ok, lo intentaré.
Papá me besó una mano. 
— bueno, me iré a cambiar. 
Se levantó de la cama.
— papi... 
— si?
Giró hacia mí.
— Te quiero mucho. 
Papá sonrió.
— Yo te quiero más.
Abrió los brazos y yo me arrojé a él como un niño pequeño.
Mis nalgas casi rozaban su bulto.
— ya no debería hacer esto. Ya no soy un bebé, ya tengo 13.
— para mí siempre serás mi bebé. 
Me besó la frente.  Luego me dejó suavemente en el suelo. 
— me iré a cambiar. 
La cena estuvo agradable y acepté ir a las prácticas de béisbol. 
Papá estaba contento y me gustaba verlo así. 
———Dos semanas después———
Habían pasado ya dos semanas desde que decidí meterme a entrenar béisbol. Al principio no me gustaba, pero lo hacía por papá, pero una semana después cuando me llevaron a comprar el equipo que tenía que utilizar me quedé maravillado con una prenda que era muy sexy y caliente y que además, a mi edad de 13 años me quedaba. 
Los jockstrap o suspensorios cómo también son conocidos.
Papá tenía unos cuantos pero jamás lo había visto con uno puesto, lo sabía por qué en su cajón tenía varios.
Cuando papá me llevó a comprarlos estaba muy nervioso. Le preguntaba a cada rato el por qué, pero no me decía nada.
Cuando el vendedor de la tienda deportiva le dio el jockstrap a mí padre para que me lo trajera al probador y poder medírmelo papá actuaba raro.
Papá estaba muy serio. No decía ni una palabra y no dejó que nadie se acercara. 
Abrió un poco la cortina del probador.
— ten 
Me dijo.
Me dio un paquete y dentro estaba el jockstrap blanco.
— te diré cómo se usa. 
Carraspeó. 
— Es como un traje de baño, ropa interior, etc. Es parecido a ... 
Tosió.
— como...
Se aclaró la garganta y susurró.
— como una tanga. Tus nalgas estarán descubiertas. La funda es cómoda y se acopla a tu bulto... Bueno a tus genitales. 
— ¿Lo debo usar?
Pregunté ocultando lo maravillado que estaba al poder usar una prenda así de sexy. 
— si. Verás... Tiene espacio para colocar esto. 
Me puso algo en las manos. 
— esto se llama concha y lo pondrás en tus bolas, va debajo del jockstrap, es para protegerlas.
Me parecía fascinante. Por un momento imaginé a mi padre usando uno, y me gustó. 
— póntelo y también la concha y dime si te queda.
Luego cerró la cortina. 
Me quité la ropa y examiné con detalle esa pequeña prenda. Me la puse y la sensación era riquísima. No podía usar tangas como las que usaba mi padre por qué me aseguraba que no había de mi talla, pero ahora podía usar una prenda tan caliente como los jockstrap. 
Papá se puso aún más nervioso cuando me lo vio puesto.
Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue preguntarle.
"No quería que nadie viera a mi bebé" me dijo mientras preparábamos la cena. 
Después de una semana decidí usar el jockstrap todo el tiempo.
Me dormía solo con el jockstrap y me producía mucho morbo, dejaba la puerta entreabierta, con el fin de que papá pasara por mi habitación y me viera. Eso me calentaba mucho.
Una noche mientras jugaba con mi juego escuché ruidos en el pasillo, inmediatamente apagué el juego y me acosté bocabajo y fingí que dormirá, minutos después escuché que papá estaba afuera de mi habitación, debió quedarse viendo un rato por qué ya no escuché ruido. Pasaron aproximadamente cinco minutos y la puerta se abrió, después papá se acercó, yo estaba muy nervioso y al mismo tiempo caliente de saber que mi padre me estaba viendo las nalgas. 
Papá se acercó más pero se quedó quieto un rato. Me estaba observando. Sentí como su mano me tocó una nalga y la quitó rápidamente, después lo volvió a hacer, acariciaba despacio hasta que me dio un apretón, luego sentí como me cubría con la sábana, luego salió de la habitación y cerró la puerta. 
Papá me había tocado una nalga, fue lo mejor, no pude resistirlo más y comencé a pajearme.
———Un mes después———
Papá ya se había acostumbrado a verme en casa solamente con el jockstrap. Me miraba disimuladamente y a veces de reojo veía como se agarraba el bulto y lo frotaba, me calentaba mucho. Papá entró varias veces a mi habitación pero solo en dos ocasiones me tocó mis nalgas. Fuera de eso todo seguía normal, hasta una noche que salía de la ducha y papá me habló al acercarme a él  mi toalla se cayó al suelo y me dejó con las pelotas al aire. 
Papá puso una mirada extraña, en ese entonces no sabía que era una mirada lasciva. 
Me puse la toalla y papá se puso rojo, le pregunté que era lo que ocurría pero solo dijo que necesitaba una ducha fría.
Me fui a mi habitación a dormir.
Me desperté a las 2 am por unos ruidos. Eran unos gemidos que provenían de la habitación de mi papá.
Salí teniendo cuidado de no hacer ruido, papá tenía la puerta entreabierta.
Papá estaba desnudo, todo sudado, boca arriba e introducía algo en su verga, era como un tubo (en ese entonces no sabía que era un fleshlight) lo agarraba con una mano y básicamente se estaba masturbando. 
Papá tenía una cara de placer, gemía y gruñía. Sus enormes bolas rebotaban con cada metida de su enorme verga en el fleshlight. 
Se levantó de la cama con el fleshlight en la verga, de lo grande que la tenía y dura el fleshlight se mantuvo sin que lo estuviera sosteniendo con las manos.
Caminó hacia su armario y sacó una de las cajas que tenían seguro y de ellas sacó un trasero enorme.
Luego se fue de nuevo a la cama. Se quitó el fleshlight y pude ver ese enorme trozo de carne jugoso.
Estaba bien erecto, bien gorda y venuda y bien pelada. Mi verga comenzó a despertar. 
Vi que debajo de su almohada sacó un jockstrap mío y se lo ponía a las nalgas de plástico. Luego lo puso en la cama, empezó a nalguear las nalgotas de goma y luego le metió la verga. 
Era la escena más caliente y lujuriosa que había visto. 
Papá separó las nalgas, escupió y le metió la verga. 
Mi verga comenzó a escurrir un poco.  Papá embestía duro, gemía de placer, un placer delicioso. 
— ayyy ... ayy que rico.
Gemía.
Yo quería que me hiciera eso, papá se veía muy feliz haciéndolo y yo quería hacerlo feliz.
— bebé… bebé que rico….
No lo podía creer. Papá se estaba cojiendo ese trasero de plástico y le decía bebé.
— oooh bebé… extraño que me toques las bolas. 
Se giró dándome la espalda y luego volvió a darle duro. 
Sus bolas chocaban con las nalgas de plástico. Se veían riquísimas, rebotaban mucho, y de lo fuerte que la metía se escuchaba como chocaban y parecía que iban a explotar. 
Yo quería ser ese trasero de plástico. Quería que papá me hiciera lo mismo. 
— aaaay bebé, mi bebé....
Volvió a girarse y ahora lo veía de frente. 
La cara de placer de papá era lo máximo. 
— bebé ya no puedo más, mis bolas me van a estallar, me vengoooooooooo!
Le sacó la verga y comenzó a jalarsela y le llenó el ano con varios chorros de leche.
Le quitó mi jockstrap y luego se echó para atrás para acostarse y comenzó a olerla. 
Papá aún seguía bien erecto, con la verga bien pelada y brillosa y aún escurriendo  leche que bajaba por ese tronco grueso hasta sus bolas grandes, rojas e hinchadas por las embestidas. 
— ¿Qué estoy haciendo? 
Se dijo a sí mismo. 
—Es mi hijo, estoy fantaseando con mi bebé. ¿Cómo puedo hacerlo? Es mi bebé, si este juguete fuera mi bebé real ... .o no, no, le hubiera destrozado el ano, lo hubiera lastimado, soy una escoria. 
Dejó el jockstrap aún lado.
— pero…
Se acarició sus enormes bolas un momento hasta que se las apretó fuertemente.
— extraño que me aprietes las bolas… que digo … no.
Se lamentó.
—soy un mal padre. 
Se empezó a levantar de la cama. Yo corrí a mi habitación con el corazón palpitando. 
De rato entró. Se acercó a mí y me besó la frente y me acarició un cachete. Luego me cubrió mis nalgas expuestas con una sábana y salió de la habitación.
Sentía que mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho. 
A la mañana siguiente cuando bajé papá preparaba el desayuno solamente con una de sus tangas color verde.
—Buenos días.
Le dije.
Él se giró y cuando me vió me dijo — Buenos… días… 
Me miró de abajo hacia arriba y comenzó a ponerse nervioso. 
Me había puesto la tanga que me dio.
— ¿dormiste bien? — le pregunté.
Sonrió.
—si y tu bebé?
—si. Soñé que andábamos juntos en un parque—le mentí. —y que me abrazabas y me dabas un beso en la frente.
Papá entrecerró los ojos.
Bostecé.
Luego papá sonrió.
—Mi bebé quiere un abrazo y un beso?
Extendió los brazos. 
—papi... Solo te cuento lo que soñé.
— entonces no quieres?
Sonreí y me fui hacia él para abrazarlo. 
Lo abracé tan fuerte que su verga y sus bolas se aplastaron en mi pecho. Eso me gustó. Comencé a moverme lentamente y a restregar mi cara en su abdomen. papá comenzó a moverse un poco y sentí como su verga palpitaba. Me acarició el pelo y me tocó con un dedo la cabeza para que lo viera. 
Me dio un beso en la frente. 
—tienes hambre? Hice ... —sonrió — huevos... Con tocino y hay pan.
Pero hice una mueca.
— ¿Qué pasa bebé? ¿No quieres? 
Lo miré fijamente.
—Quiero leche.
Papá me miraba a los ojos. Con una mirada tierna pero mezclada con deseo. 
— ¿que? — me dijo sin dejar de verme.
— quiero leche — repetí. 
Papá aún me tenía rodeado en sus brazos. 
— leche? ... Cómo... ¿Cómo quieres la leche? ¿Con chocolate?
negué con la cabeza.
— sola.
— muy bien, la sacaré del refri.
— no, la quiero caliente.
Papá abrió más los ojos y miraba mis labios. Fue así un momento, luego sacudió la cabeza y carraspeó. Cerró los ojos y luego arrugó la frente.
— ok te calentaré leche.
Me besó la frente y me soltó. Me dio una nalgadita.
— Siéntate, yo te la llevo. 
Papá estaba poniéndose rojo y nervioso y comenzó a sudar. 
Cuando me entregó el vaso con la leche tibia me preguntó si quería pan, pero respondí que no. 
Tenía tantas ganas de probar la leche que le salía a papá, pero no podía decirle, de verdad deseaba probarla. Me imaginaba que estaba caliente y que salía de su enorme verga hacia mi boca. 
Cada que le daba un sorbo a la leche tibia y atravesaba mi garganta imaginaba que era la leche de mi padre. 
Papá me miraba con fascinación, pero al mismo tiempo se ponía nervioso y acalorado. 
Al terminar el vaso pedí otro. Papá estaba muy nervioso, la mirada que tenía era indescriptible al verme tomar la leche.
— se que no quieres lo que preparé de desayunar pero puedo hacer otra cosa bebé, también hay galletas...
— no — dije rápidamente — no tengo ganas, solo quiero leche. 
Papá se sorprendió por qué me acabé el cartón de leche. El último vaso me lo empiné todo que varias gotas me escurrían por la boca y me manché el pecho. 
Aún recordaba la escena de la noche y no sabía cómo decirle que yo también quería apretarle sus bolas con mis manos, quería que me hiciera lo que le hizo a ese trasero.
Papá me dijo que me fuera a duchar pero le dije que tenía ganas de nadar. 
— ¿Quieres que cancele todo para que la pasemos en la piscina? 
— no papá, no quiero que no vayas a tu trabajo solo por qué ...
— pero lo quiero hacer, quiero pasar tiempo con mi bebé, para eso tengo a muchos asistentes, ellos pueden solos y si no es asi los despido. 
— ¿de verdad ? ¿Te quedarás ? 
Le sonreí.
— solo hago unas llamadas. Anda vete al patio, ahorita saco las cosas para pasarnosla bien.
Me fui corriendo y entré a la piscina en un clavado. 
Anduve nadando un ratito, papá ya salía de la casa, traía una tanga de piel de serpiente muy ajustada. Traía una canasta con varias cosas y la dejó en el césped. Luego regresó para traer una hielera. 
Volvió a casa y cuando volvió a salir traía su celular y su tableta. 
— Estaré contestando unas llamadas y unos correos, solo será un rato, luego voy a ser tuyo todo el día. 
Mientras yo nadaba papá estaba con la tableta y cómo lo veía de frente su enorme bulto estaba comprimido en esa diminuta tanga queriendo salir. 
En eso se me ocurrió una idea.
Salí de la piscina y entré a una  habitación  que estaba en el patio que se usaba para dejar la ropa, también era donde papá solía hacer ejercicio, tenía muchas máquinas y pesas, fui por un aceite y por un bloqueador. Regresé a la piscina y me acerqué a papá.
— papi, tú trabajas mucho.
— Lo sé bebé pero solo será un momento.
— Lo sé, así que te voy a consentir, hoy es tu día de descanso, puedes seguir trabajando en la tableta pero te voy a consentir.
— ¿de verdad bebé? Y como harás eso ?
— Primero dejaré esto aquí, es un aceite y un bloqueador, para ir a la cocina.
Salí corriendo hacia la cocina y abrí el refrigerador y saqué varias cervezas. Las puse en una hielera y regresé con papá.
Le abrí una y se la di.
— Vaya bebé, gracias. — me sonrió.
— de nada papi, te dije que te iba a consentir. 
Papá comenzó a beberla. 
— tu relájate papi. 
Abrí el aceite, me puse detrás de él y comencé a frotarle el pecho. 
— pero que hice para que me consientas así bebé? 
— haces muchas cosas por mi todos los días papi, eres el mejor papi del mundo. 
frotaba suavemente su pecho y papá lo disfrutaba mientras seguía revisando su tableta. Pasé ambas manos sobre sus pezones y comencé a frotarlos. Papá hacía unos pequeños gemidos y cerraba sus ojos en señal de que lo estaba disfrutando. Después de un rato dejó la tableta a un lado para disfrutar del todo el masaje. 
Me coloqué a un costado y le masajeé los brazos. Luego me puse frente a él y empecé con sus piernas. Papá tenía los ojos cerrados. Yo frotaba sus piernas y veía ese maravilloso bulto comprimido en esa hermosa tanga. 
Empecé a subir más por sus piernas, le masajeaba sus muslos, papá seguía dando pequeños gemidos de satisfacción.  Empecé a subir más, a masajear sus piernas rodeando su bulto. En ese momento papá gemía más fuerte y abría poco a poco sus piernas. Se estiraba y su bulto crecía. Su verga comenzaba a palpitar, podía verlo. En eso papá dijo.
— Creo que ya es suficiente bebé. 
—ok. —dije fingiendo que no había problema. 
— ahora toca la espalda. —me dijo sonriendo. 
Se dio vuelta. Ahora tenía enfrente su hermosa espalda y sus enormes nalgas. 
Comencé a masajearle las piernas, pero esta vez no me acerqué a sus nalgas para evitar que papá dejara de masajearlo. Disfruté mucho masajeando su espalda, bajaba hasta casi sus nalgas y luego regresaba, después de un rato le dije que ya había acabado.
— no —dijo modorro, se había dormido un rato. — y las nalgas de tu padre no van a tener aceite? después no se van a broncear y se verá raro. 
— ok. —le dije ocultando mi felicidad. 
Volvió a mirar hacia el frente así que no vio la enorme sonrisa que yo tenía. Le tiré un buen chorro de aceite en cada nalga y comencé a frotar, lo hacía despacio, la verdad me tomé mi tiempo, además papá lo disfrutaba. Después de un rato masajeaba más fuerte y apretaba y papá gemía de relajación.
— bueno, ya estoy bien así. —me dijo de repente. — lávate las manos y entra a la piscina, ahí voy contigo. 
— te espero. 
— no — me dijo rápidamente — no puedo en este momento... este ahorita voy anda. 
Me lavé las manos y entré de un clavado. Papá se levantó pero hizo lo posible por que no lo viera de frente. Fue hacia las regaderas que estaban a un costado para quitarse el aceite, estaba prohibido entrar a la piscina con aceite. Yo hacía como que nadaba, papá se lavaba la cara, en eso giró hacia donde estaba yo y pude ver que traía la verga despierta, luego se dio la vuelta. Estuvo en la regadera un buen rato hasta que cerró la llave y caminó hacia la piscina. 
— ¿Quieres que meta la pelota? — me preguntó.
Le respondí que sí.  La trajo, me la arrojó y luego entró conmigo a la piscina. Jugamos un buen rato. Acabamos cansados. Papá me habló para que me acercara a él. Lo hice. 
— Ven, quiero abrazar a mi bebé. 
Me abrazó de frente. De nuevo sentía su bulto aplastado por mi pecho. 
— Yo se que ya estás creciendo y que te sigo diciendo bebé y se que en algún momento no te gustará que te abrace, por eso quiero hacerlo todo el tiempo mientras pueda.
— papi, no me importa que me digas bebé y me gusta mucho que me abraces, quiero que lo hagas todo el tiempo, aunque crezca. 
— por supuesto que si, tu siempre serás mi bebé y nada me gustaría más que seguir abrazándote. 
Duramos abrazados mucho tiempo hasta que papá me preguntó.
— ¿A dónde quieres ir a comer? ¿Quieres pizza? o …
— no —le interrumpí — quiero leche. 
Esperaba que papá entendiera la referencia. 
— bebé —susurró — tomarás leche, la que quieras, pero te pregunto que quieres comer? 
— no quiero comida, solo quiero leche, leche calientita. 
Papá me miró serio. 
— ¿Tienes algún problema? tienes miedo de no crecer? o es por el béisbol ? ¿el entrenador te ha dicho algo? 
— no papi, es solo que me gusta la leche calientita. 
— ok, lo entiendo, aunque es muy repentino. De acuerdo, tomarás toda la leche que quieras, pero debes comer... de acuerdo? 
— ok — suspiré — Papi creceré así de grande como tu.
Papá sonrió.
— si mi bebé, pero debes alimentarte bien. 
Salimos de la piscina. Yo derrotado porque mi padre no lo había entendido. 
Nos vestimos y salimos a comer. Comimos pizza y la mesera se extrañó de que le pidiera leche sola y caliente para beber. Le dijo a mi padre que tenía un buen hijo, porque la leche era sana y me ayudaría a crecer y que sus hijos siempre la rechazaban. 
Después de comer fuimos a un parque y anduvimos caminando y dándole de comer a unos patos, mientras íbamos caminando papá recibió un mensaje y después de leerlo me dijo que me tenía un regalo. Insistí en que me dijera de qué se trataba pero no lograba que me dijera, lo único que me decía era que tenía que verlo. 
Dejamos el parque y fuimos al cine y después a cenar, pero donde cenamos no tenían leche así que tuve que tomar refresco. 
Al llegar a casa estaba un paquete en la entrada. Era una caja cubierta de plástico negro. 
Papá lo agarró y entramos y me dijo que era mi regalo. Nos fuimos a la sala y papá sacó una navaja de su cinturón y comenzó a abrir la caja, cuando estaba abierta me dijo que viera de qué se trataba. 
Eran varios paquetes y dentro había algo de tela. En los empaques decía "Little boys sluts".
En ese entonces no sabía qué significaba y le pregunté a papá. Se puso muy nervioso y rojo y solo me dijo que quería decir ropa para adolescentes. 
Abrí un paquete y mi sorpresa fue ver que era una tanga, una tanga muy chica.
— Son tus tangas bebé, te las pude conseguir. 
Me alegré mucho y lo abracé y le bese un cachete y le agradecí mucho.  Me recordó que solo podía usarlas dentro de casa. Yo estaba fascinado, porque eran muchas y de varios colores. Debajo de todos los paquetes había una imagen de un chico como de mi edad, estaba de rodillas en una cama y traía una tanga negra con una mirada provocativa. 
— mira papi, un chico como yo trae puesta una tanga.
Papá al verlo comenzó a toser.
— em ... si bebé... em porque no vas y.... am ...y te pruebas una para ver si te queda.
Salí corriendo hacia mi habitación. Me desvestí y me la puse. Me quedaba muy bien, ajustada así como las usaba mi papá. 
Papá entró a la habitación con la caja y me miró sorprendido.
— mira papi, me queda muy bien. 
— amm sii... —me miraba del pecho hacia abajo y de regreso, se mojó los labios y sonrió — si bebé.... te... te queda bien. Guardas las demás yo... yo necesito una ducha fría bebé. 
— te gustan mucho las duchas frías verdad papi?
— si... no... digo em... si a veces las necesito. Guárdalas y prepárate para dormir. 
Salió de la habitación, yo guardé las tangas en un cajón cuando terminé papá entró de nuevo, traía una tanga amarilla y el cabello lo traía peinado hacia atrás pero aun estaba mojado.  
— Listo bebé a dormir.
Me vio por un momento que seguía con la tanga puesta. 
— ¿dormirás con la tanga puesta? 
— si papi, es muy cómoda. 
— De acuerdo ya métete a la cama. 
Una vez que estaba acostado le dije.
— Papi, quiero lechita calientita para dormir bien. 
Papá seguía mirándome de una forma que aun no podía descifrar. 
— yo —dijo y luego se miró el bulto — yo... —dejó de ver su bulto y me miró fijamente— yo te la traigo. 
Salió de la habitación. Papá de nuevo no había entendido. Cuando regresó me dio un vaso muy grande, comencé a beberla, de nuevo imaginando que era la leche de mi papá entrando por mi garganta. De vez en cuando lo veía y tenía esa mirada, una mirada de lujuria, de morbo. Cuando terminé de tomar, le di el vaso, me besó la frente y me deseó buenas noches y salió de la habitación. 
fingí que dormía. jugué con mi juego portátil y después de una hora salí de la cama con cuidado para ver si papá estaba en su habitación, pero no estaba desnudo ni haciéndole cosas a las nalgas de plástico. La tele estaba encendida, papá dormía boca arriba, tenía una erección que estaba comprimida en esa diminuta tanga. Como no podía tocarlo solo quedé mirándolo por un buen rato hasta que me dio sueño y me fui a dormir. 
---------- 3 semanas después ----------
Habían pasado tres semanas desde que mi papá me había dado mis tangas. Las usaba a diario estando en casa, los dos andábamos con mucha naturalidad. Pero cosas interesantes pasaron durante la noche. Papá seguía dándole placer a unas nalgas de plástico en lugar que a mi. Pero todo cambió un día que en clase de biología tocaron el tema de la sexualidad. Ahí descubrí que lo que le llamaba leche a lo que le salía a papá de su verga era semen y que con el semen se hacían bebés. Y que se producía desde tal edad, pero a mi no me salía nada aún. 
Cuando llegué a casa armé un plan, un plan para que papá me pudiera dar de su semen, de su leche, tenía muchas ganas, demasiadas, ya no podía más, la leche que tomaba para imaginarme la de mi papá no era suficiente.
Ese día era sábado. Papá me dijo que si quería ir a comer a un pueblo cerca de donde vivíamos. El viaje duró dos horas. Comimos muy a gusto y anduvimos haciendo muchas actividades. Papá se había preparado con varios termos con mi leche, tenía una mochila llena, como si fuera una pañalera, por que la leche que consumía no me era suficiente. 
De regreso a casa estaba anocheciendo. En el trayecto me acabé la última botella de leche. 
— Necesito comprarte más leche bebé, ya no tienes. 
— ok — le dije sin tener ningún problema.
— Me gusta darte leche bebé... bueno, comprartela. Me hace sentir como si tuviera un bebé muy pequeño y que estás tomando tus biberones. 
— te gusta que tomé leche papi? 
— si bebé es lo mínimo que puedo hacer por que no puedo darte ... digo... es buena la leche, te va a ayudar en tus huesos, pero necesito llevarte al médico, para ver si no te hará daño tanta leche. 
Le dije que no pasaría nada, que todo estaba bien. 
Ya no podía más, necesitaba seguir insinuándome, hacer algo para que papá entendiera que deseaba de su semen. 
— un amigo dice que los hombres hacemos leche.    
Papá frenó de golpe y me asusté.
— que? — me miró con sorpresa.
— dije algo malo? — me asusté.
— que fue lo que dijiste?
— que un amigo dijo que los hombres... hacemos leche.
— quien te dijo eso? cual amigo? y por que te lo dijo? 
Papá estaba muy serio.
— David y me dijo por que en clase de biología nos hablaron sobre eso y me dijo que a nosotros los hombres tambien nos sale leche. 
Papá seguía sorprendido. Se llevó una mano a la cara y se froto haciendo un gesto. 
— quiero — me miró muy serio — que a partir de ahora, cualquier duda que tengas respecto a eso y a otras cosas me las preguntes a mi bebé, a nadie más solo a mi. Ya llegó el momento de empezar ha hablarte sobre todo eso. 
— entonces si nos sale...
— es semen bebé, supongo que en tu clase sabes para que sirve y como es que sale.
— si —le dije — por el pene. Pero por que sale? 
— cuando tienes sexo llegas .... am en un momento de éxtasis ... am y sale. Bebé dame tiempo de explicarte esto, pero no aquí en el coche, cuando lleguemos a casa. 
En el transcurso de lo que restó del viaje hablamos de otras cosas. Al llegar a casa papá me explicó con mas calma y a mas detalle. 
Me pidió que me fuera a dormir, de rato me llevó el vaso del leche calientita y me besó la frente.  Ya no podía más. Me armé de valor.
— Papi... quiero que me des leche...
Papá abrió los ojos sorpresivamente.
— pero ya te la tomaste to...
— no, papi, quiero que me des de tu leche.
— que? bebé no... que? — me miraba consternado.
— papi por favor, la leche que tomo no es lo mismo, no es lo que quiero, quiero que me des de tu leche, por favor papi...
— no! bebé no...
— Papi por que no? que tiene de malo? papi dame de tu leche papi, por favor...
—No bebé que cosas dices, para ya...
— Papi — me levanté de la cama — papi por favor, poquita, quiero de tu leche, por favor.
Le agarré el bulto que escondía su tanga roja.  
— bebé no... 
Comencé a acariciar y a apretar.
— bebé no, bebé no basta... —comenzó a gemir.
Apreté fuertemente.
— Alan basta! —dijo enojado.
Le dejé de agarrar y las lágrimas me salieron rápidamente. Comencé a llorar fuertemente. 
— bebé no, no llores bebé — intentó consolarme.
— ya no me quieres! 
— te quiero mucho! te amo mi bebé! por que dices eso? eres todo para mi!
— no es cierto papi, por que no quieres darme de tu leche, es lo que mas quiero, siempre me porto bien. — lloraba mucho.
— bebé espera, escúchame, mira... no puedo hacer eso, eres mi hijo, eso no se hace, esta mal, es algo que no se debe hacer.
— No le diré a nadie papito — sollocé — nadie se va a enterar, por favor dame de tu leche, ya me quitaste jugar con tus bolas, no sabes como sufrí todo este tiempo, ya no me quieres! quieres mas a esas nalgas de plástico a esas si les das leche y metes tu pene en ellas y les dices bebé, las quieres más! yo te quiero mucho papi y me porto siempre bien pero no me quieres igual como a esas....
— bebé no, no bebé no! — me abrazó. — no sabía que me estabas viendo, perdóname soy un mal padre. Jamás digas eso, yo te amo mi bebé hermoso, te amo mucho. 
— solo quiero eso papi, solo quiero tu leche —  decía a llanto — no es nada malo, no le diré a nadie, pero por favor papi te lo pido.
papá seguía abrazándome por un buen rato hasta que me dijo al oído. 
— esta bien bebé, te voy a dar de mi leche. —me dijo con una mezcla de dolor y tristeza. 
— de verdad papi — le miré de frente. 
— si, pero solo una vez  ... dios ... estem... ok
— que tengo que hacer papi.
— me la tengo que jalar, para que salga.
— yo te ayudo papi. 
Se levantó, me miró fijamente y comenzó a quitarse la tanga. Me dijo que me hiciera aún lado. Se acostó aún lado mío. 
— que hago papi?
— juega con mis bolas, como lo hacías antes
Yo estaba feliz. Comenc�� a jugar con sus bolas, las frotaba, las apretaba, papá gemía de placer y poco a poco su verga crecía. 
— espera bebé, tengo que traer algo 
Papá se levantó y salió de la habitación, de rato entró, con la verga semi erecta y traía una botella.
Era lubricante, me dijo que le pusiera mucho en las bolas y que siguiera jugando. Pasó un rato y su verga creció más.
— por que me estoy poniendo duro? — susurró — no debería ponerme duro.
Yo estaba fascinado, estaba haciendo algo que me gustaba mucho. Apretaba mucho sus bolas, las comprimía con mis manos y papá no dejaba de gemir. 
— papi tú pene está muy grande y gordo — le dije con una sonrisa. 
— si bebé es por que estoy excitado. 
Puso su mano sobre la mía, apretó su mano para que apretara más sus bolas y apretó muy fuerte. 
— en mis bolas se hace el semen o bueno la leche y las tengo bien llenas.
— si papi están muy grandes.
— pero la leche saldrá por mi verga y ya está lista, ya esta bien dura y bien caliente. 
Me dijo que le pusiera mucho lubricante en la verga. Luego me llevó mi mano hacia su verga, me la acomodó y me enseñó cómo jalársela. 
Yo estaba súper feliz, la pelaba y luego la encapuchaba de nuevo. Papá gemía.
— ay que rico bebé, se siente muy rico.
— estas feliz papi? 
— ayy si bebé me estás haciendo muy feliz.
Jalaba con fuerza y veía como sus bolas brincaban, era lo mejor. Tuve ganas de pasarle la lengua para saber a qué sabía. Lo hice.
— bebé no, no bebé con la lengua no. — decía gimiendo. 
— No te gusta papi? 
— si me gusta bebé pero … no … 
Le pasé la lengua de nuevo.
— ay bebé… — gemía.
Se la jalaba y al mismo tiempo le pasaba la lengua.
— jálame más fuerte bebé.
Lo hice y sus bolas chocaban con mi mano. 
— aaayyy bebé que ricooo bebé — gemía de mucho placer. 
Me detuvo para verme con morbo y mucha lujuria.
— abre la boquita bebé — me agarró la cabeza y me empezó a empujar hacia su verga.
Abrí la boca y poco a poco me fue entrando su enorme, gorda y caliente verga. Chupaba como si fuera una paleta. Papá gruñía y gemía de placer. 
— ya traigo las bolas bien duras bebé, ya están bien llenas, se me van a reventar. 
Me detuvo. Me pidió que me pusiera de rodillas en el suelo y que abriera la boca. Lo hice. Papá se la jalaba frente a mi con fuerza, gruñía y gemía, sus bolas rebotaban y chocaban en su mano.
— abre bien tu boquita bebé, ya tengo tu lechita bien caliente…. Hai va bebé! Hai te va mi leche ! 
Gritó al mismo tiempo que siete chorros de leche salieron disparados hacia mi boca. Me estaba atragantando con los primeros 3 chorros. Papá se acercó y me metió la verga en la boca y los demás chorros de leche caliente viajaron por mi garganta hacia mi estómago. 
Fue lo mejor que había probado. Esa leche deliciosa y caliente era la mejor que había probado. 
La tragué toda. Papá sacó su verga de mi boca y me salió una lágrima. Estaba de rodillas con semen aún en mis labios y en la cara.
Papá me vio y jadeó diciéndome.
— soy un mal padre.
Me levanté del suelo, me acosté en la cama y le hice un espacio.
— ve…. — me atragante un poco, tenia aún semen en mi garganta — ven papi…
Papá se acostó aún lado. 
Me quité el semen de mi cara y me lo metí a la boca y lo tragué. 
 — eres el mejor padre del mundo, me gustó mucho, quiero que me des leche todo el tiempo.
Me agaché y empecé a lamer su verga aún dura. Me la metí a la boca como si fuera un biberón. 
Esa noche papá me llenó el estómago de su leche cuatro veces más, hasta que quedé completamente dormido.
Continua parte 4
🖥️Redeses: 💻 Tumblr: elchicodelatangaroja 🐦 Twitter: @joeblackthong
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fansdeviggo · 11 months
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Viggo de bebé con su padre. ✨
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israel-34 · 1 year
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Deberíamos saber la verdad sobre nuestra naturaleza pecadora innata y nuestra necesidad de volver a nacer, y muy menudo no lo hacemos. Nuestro orgullo nos presiona a creer, almenos de modo subconsciente, que de alguna forma podemos ganarnos el favor de Dios, que Él estará complacido y nos aceptará si somos suficientemente buenos. Este es el núcleo de toda religión falsa, y de todo lo contrario a la verdad. Dios es Santo; no puede soportar el pecado. Esta es la razón precisa de porque no podemos ganarmos su favor.
Mentiras que los hombres creen - Robert Wolgemuth
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magneticovitalblog · 1 year
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Dia Del Padre
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Padre mío, eres el sol de mi infancia, el viento de mis sueños, el agua de mi sed.
Padre mío, me enseñaste a volar con las palabras, a navegar con la imaginación, a crear con la pasión.
Padre mío, hoy te recuerdo con nostalgia, con amor y con gratitud. Eres mi maestro y mi amigo.
Padre mío, te dedico este poema en tu día especial. Feliz día del padre.
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eliavelandria · 2 years
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En algún universo paralelo, en algún lugar de la galaxia, un pensamiento o algún sueño, Draco Lucius Malfoy Black, se vizualizaba feliz, sin Lord Voldemort obligándolo a hacer cosas por el simple echo de que su padre falló y fue prácticamente vendido a ese ser tan vil. En la mansión Malfoy -la cuál tenía un aspecto menos lúgubre- junto a su padre y a su madre, sin odio, son rencores, una familia que se amaban entre sí. Lucius no tiene el afán de tener al hijo perfecto, le gusta como es Draco, de cualquier forma que actúe su hijo, lo ama, sin importa qué o quién. Draco se acerca a su padre y le dice 'No sabes cuanto me alegro de la relación que tengo contigo, eres el mejor hombre que conozco, en serio, te lo digo de corazón, te amo, papá', Lucius siente su vista nublosa por las lágrimas que amenazan por salir, por las palabras que le esta dedicando su hijo, se acerca a él y lo abraza fuertemente, como si fuera la ultima vez que lo fuera hacer. 🖤.
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Algo que se me ocurrió sobre Draco y Lucius siendo padre e hijo felices <3 donde solo hay cariño y felicidad. Saludos😁.
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felinoarts · 2 years
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Padre e hijo Trabajo realizado en @artemdq_oficial ________________________________ 📍 @arte_guemes ________________________________ ➡️También podes comunicarte por WhatsApp o mensaje privado para coordinar un turno . ________________________________ #blackandgreytattoo #blackandgrey #tattoo #tatuaje #ideastattoo #tattoomardelplata #tattooargentina #padreehijo #padreehijotattoo #realismo #reloj #relojtattoo #tatuajereloj #watchtattoo #mardelplata #argentina (en Arte a Flor De Piel Guemes) https://www.instagram.com/p/Ci5bl_dLYAE/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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girl-confunse · 1 year
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Creo que no tiene nada de malo tratar de ser empatico con tus propios hijos, si bien son tus hijos y tienes muchas expectativas en ellos...no quiere decir que vayan hacer perfectos
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morganarts-blog · 1 year
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⚜️Padre e hijo⚜️ ⁣⁣ ¡Agenda abierta ! Haz tu cita! ⁣⁣⁣ Sígueme @sotomorgantattoo y mi cuenta alterna @morgansotoarts ⁣⁣⁣ ⁣⁣⁣ ⁣⁣tatuajes finos y precisos. ⁣⁣ #tattoofamilia #familiatattoo #familytattoo #Bcntattoo #tatuajebarcelona #realistictattoo #fatherandson #padreehijo #barcelonaart #barcelonatattoocomunity (at Barcelona, Spain) https://www.instagram.com/p/CqVCflBtfeM/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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ramirollona · 1 year
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bernilost · 2 years
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De esto que te vas con tu padre a por unos calamares para la cena, y se lía la cosa y acabas tomándote una caña con él. Por más momentos así. . #conpapá #padreehijo #family #familia #caña #beer #cerveza #momentos #moments #papas #patatas #agrios #enjoy (en Santa Pola Playa Llisa) https://www.instagram.com/p/Cgu1Pf9odxX/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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lebronanaya · 2 years
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🙌🏽☕️ Agradecida de una mañana productiva. 🌟Inhala Amor • Exhala Gratitud. Te invito a ti también a hacer comunidad conmigo en este esfuerzo de agradecer. Toma una foto de tu café o tu té mañanero [o de tu vino del atardecer] y súbela a tus redes sociales con el hashtag #cafecongratitud y etiqueta a Café con Gratitud, para que juntos demos intención y propósito a ese acto de agradecer. 🤩Si aún no me sigues en @holistikarma, invito a seguirme. 💫Gracias Gracias Gracias 💫 #puertorico #amorpropio #soygratitud #diseñografico #pasion #educar #padreehijo #cafecongratitud #holistikarma #coffee #agradecer #gratitud #gratitude #creatividad #abundancia #todoestaenperfectoordendivino #vivirengratitud #mdla (en Museo De Las Américas) https://www.instagram.com/p/CgSFT4yLR8B/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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Julio: Mi Tío Cachondo En Tanga Parte 2.
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A la mañana siguiente desperté de golpe. Quería confirmar que lo que pasó en la noche no fue un sueño.
Salí de la habitación y me alegré al ver a mi tío en la cocina y usando una de las tangas que le había comprado. Se había puesto una rosa que le quedaba muy ajustada.
Al verme me examinó con la mirada. Una mirada lasciva. Yo hice lo mismo, pero me centré en su enorme bulto.
— cómo amaneció mi nenita?
Me dijo mirándome muy morboso.
— bien.
— estoy preparando el desayuno.
— déjalo.
Le dije rápidamente.
— yo soy tu nenita, yo te debo de hacer el desayuno.
Mi tío sonrió y seguía viéndome muy morboso.
— de acuerdo.
Pasó aun lado mío y me acaricio una nalga.
Le preparé huevos fritos con tocino. Mientras cocinaba el estaba sentado en la mesa leyendo el diario y bebía cerveza y de vez en cuando me veía y sonreía.
Desayunamos y platicábamos sobre cosas de la familia hasta que dijo que me alistara por qué saldríamos a correr. Le pregunté si saldríamos a correr usando las tangas y sonrió de forma sucia y dijo que si.
Ambos nos fuimos al baño, nos lavamos los dientes y la cara y salimos rumbo a la puerta, pero antes de salir me detuvo.
— No. No saldremos. Estarás aquí pocos días y quiero disfrutárte.
Me tomó de la mano y me puso frente a él.
— eres mi nenita por estos días.
Me agarró una nalga y la apretó.
— Si. Soy tu nenita tío.
—no, nenita, no soy tu tío, soy tú macho soy tu ...
Quería decir algo, pero al mismo tiempo luchaba por no decirlo.
— mi novio?
Él solo abrió más los ojos.
— digamos que soy tu pretendiente. Me apretó más mi nalga. Me miraba super sucio.
— pero quiero que seas mi novio.
Le dije al tiempo que le tocaba las bolas.
Soltó un grmido de placer.
— no, yo soy un macho yo no...
— pero yo quiero que seas mi novio. Si? Mi macho.
Me acerqué más a él y solo dibujó una sonrisa.
— de acuerdo, lo que pida mi nenita, estos días cumpliré todo lo que mi nenita pida, para eso soy su macho para complacerla.
Me estaba calentando mucho.
— pero, mi macho ...
— dime, mi nenita.
— no me lo has pedido.
— pedir que ?
Preguntó con intriga.
— pedirme ser tu novia.
Desvió un poco la mirada, pero la devolvió a mí. Me soltó mi nalga y me agarró ambas manos.
— mi nenita, quieres ser mi novia?
Me beso ambas manos.
— si.
Le respondí.
Me sonrió y me tomó de la cintura.
— vez, te dije que iba a cumplir todo lo que mi nenita me pidiera.
— entonces, puedo pedir todo lo que quiera?
— todo lo que quieras.
— ok. Quiero que hagamos cosas sucias.
Me miró de una forma pervertida.
— por supuesto que le daré a mi nenita lo suyo, cómo buen macho le voy a cumplir, pero no aún, lo haré en la noche, quiero disfrutarte cómo mi nenita.
Yo era activo, pero cuando estaba con él así, y jugando a qué yo era su novia me hacía palpitar el ano. Jamás me habían penetrado pero deseaba que mi tío lo hiciera. Que me diera como una puta.
— quiero que me cojas, que me cojas muy fuerte.
— te voy a dar como todo un macho. Pero hasta la noche.
— puedo pedirte otra cosa?
— lo que quiera mi princesa.
Al decirlo me calentó aún más.
— bésame, quiero que me metas la lengua hasta la garganta.
— ya me estaba muriendo de ganas mi princesa.
Acercó sus labios. Abrí mi boca esperando su contacto. Sus labios se pegaron con los míos su barba y bigote se sentían muy bien. Poco a poco fue metiéndonme su lengua caliente a mi garganta. Comencé a gemir. Empecé a gemir y a hacer ruiditos como una mujer, como una puta.
Su cuerpo estaba pegado al mío y sentía su calor, nuestros cuerpos comenzaban a sudar.
— que ricos labios tienes mi amor. Muy ricos.
Me decía de forma caliente.
— pero abre más tu boca y que tú lengua juegue con la mía. Mueve tu lengüita mi amor.
— ay... Aah, si. Así ? La mue... vo así ?
Le decía gimiendo.
— si, así.
También gimió.
— ay mi amor, sigue jugando con mi lengua. Tus labios están riquísimos. Me encanta que seas mi hembra.
— y tú mi macho, mi macho fuerte y varonil.
— soy tu macho cachondo, todo para mí reina.
— me estás calentando.
Gemí.
— te estoy calentando? Tu me tienes hirviendo. Me provocas mucho, quiero hacerte cositas que se le hacen a las novias. Puedo, mi reina?
— házme lo que quieras, soy toda tuya.
— me estás haciendo que no te respete mi amor.
— hazme lo que quieras.
Dije y luego abrí más la boca. Él aprovechó y metio toda su luengo hasta mi garganta. Luego me empezó a acariciar la cara para ir bajando hasta mi pecho. Me comenzó a tocar un pezón, luego a frotarlo.
— quiero hacerte muchas cosas sucias, mi amor.
— házme lo que quieras, soy tu hembra.
Me apretó más un pezón luego conbas manos tomó mis nalgas y las apretó muy fuerte. Estuvimos besándonos y tocandonos un buen rato hasta que sonó el teléfono y tuvo que responder pero antes me dijo que le sacará una cerveza del refrigerador y se la pasara.
Comenzó a hablar, al parecer era un hombre con el que trabajaba. Seguía hablando y bebiendo y yo me daba un gusto al verlo de arriba a abajo. Cuando terminó la llamada se sentó en una silla y me hizo una seña para que me sentará en una de sus enormes piernas cuál hice.
Me senté dándole la espalda. Le dio un fuerte trago a la cerveza y luego me agarró de la cara y me volvió a besar. Jugueteaba con su lengua, yo estaba súper excitado y muy caliente.
— mi princesa está bien rica.
Me dijo gimiendo.
— hazme tuya mi macho.
Le dije gimiendo como una puta.
— en la noche te daré lo tuyo mi princesa. Me estoy calentando, estoy llenando las bolas de leche para darte una buena preñada como un buen macho.
— pero quiero que me hagas más cosas sucias, quiero que te des placer conmigo.
— ay! Mi princesa! Eres bien caliente, eso me gusta mucho. Vamos a la cama a hacerte más cositas.
Me levanté, el lo hizo también, pero me tomó de la cintura, me giró hacia el y luego me cargó. Puse mis brazos en sus hombros y mis piernas cruzadas en su espalda.
Me volvió a meter su lengua caliente en mi garganta y comenzó a caminar hacia la habitación de él.
Me acostó en la cama y se me quedó viendo, observandome todo el cuerpo.
Él estaba bien erecto, la tanga parecía que iba a reventar. Yo también estaba muy erecto y muy caliente.
De la punta de su verga comenzó a salirle líquido pre seminal y comenzó a mojar la tanga.
Quería probar de ese delicioso jugo.
Comenzó a subirse a la cama a gatas mirándome muy pervertido. Puso su cuerpo contra el mío y de nuevo comenzó a besarme.
Se puso de lado y comenzó a acariciarme el cuerpo. Yo hice lo mismo.
Tocaba su espalda, sus nalgas peludas al momento que sentía su cuerpo lleno de ese bosque negro comprimiendo el mío.
Me empezó a besar el cuello. Me lamía y mordía mis orejas. Fue bajando hasta mi pecho y su lengua comenzó a jugar con mis pezones.
Yo me retorcia de placer y gemía como su puta.
— te gusta mi amor?
— si! Si! !mi macho!
Comenzó a succionar mis pezones como un becerro. Quería que me saliera lechita de mis pezones.
Mis pezones estaban muy dilatados y rojos y de vez en cuando me los mordía y me miraba y sonreía muy morboso.
— le está gustando a mi princesa?
— si! Si mi macho! Me encanta!
— me vuelves loco.
Me decia y luego seguía chupándome los pezones.
Después de un largo rato se detuvo, me dio un enorme beso y me dijo que debía ir a trabajar, pero que al regresar su macho sería todo mío.
Nos levantamos de la cama pero antes de que se comenzara a vestir me tomó de la cintura fuerte mente, me atrajo a su cuerpo y mi verga tocó la suya, me empujó hacia el más fuerte y nuestras vergas estaban comprimidas.
Se empezó a mover un poco. Podía sentir como su líquido escurría y me llenaba mi tanga.
— tengo que irme a trabajar, para poder complacerle a mí reina en todo lo que le pida a su macho.
Se quitó la tanga y al verle la verga muy erecta y escurriendo quise meterla en mi boca, pero me detuvo volviendo a repetir que esperara hasta la noche.
Se puso unos boxer muy ajustados, luego el pantalón de mezclilla y una camisa acuadris color azul y terminó de vestirse.
Antes de salir de la casa me dio otro beso.
— espérame en la noche mi reina, que le voy a complacer en todo lo que me pida cómo buen macho.
Salió y subió en su camioneta y se perdió en el camino.
Yo estaba que reventaba.
Volví a la habitación y tomé la tanga que se quitó y la comencé a oler y con la lengua eecojia lo que podiande su líquido pre seminal.
No pude resistirlo más y me quité mi tanga y comencé a jalarmela.
Recordaba como me besaba, cómo si lengua caliente llegaba hasta mi garganta y jugaba con mi lengua, como me chupaba los pezones.
Me puse en cuatro y me la jalé. Imaginaba que mi tío me estaba muriendo si grande, gorda y peluda verga por mi ano virgen.
— si! Siiii! Así mi macho! Así! Métemela toda! Dame fuerte cómo todo un macho!
Mis bolas comenzaron a hincharse y luego a ponerse duras.
— si! Mi macho! Fuerte! Fuerteeeeeeeeeeeeeee!
Terminé sacando varios chorros de leche mojando la cama.
Me acosté llenándome el pecho de mi leche. Me había pajeado muy rico.
Sentí que mi ano palpitaba y no entendía por qué si siempre me había considerado activo. Pero con mi tío quería ser su puta, quería que me penetrara y me preñara.
En mi celular busqué una farmacia cerca y luego pedí un taxi. El plan era comprar para hacerme un buen lavado de culo para estar listo en la noche y recibir a mi macho y darle placer. También compré lubricante y otras cosas.
El vendedor de al menos dos años mayor que yo me miraba sucio al ver todo lo que llevaba.
— llevarás condones? Hay unos en oferta. Te van a dar duro e?
Me sonrió.
— por aquí hay puro hombre trabajador, mecánicos, camioneros, constructores, y los he visto, he visto como son su cuerpos, si es uno de por aquí creo que los de oferta no te servirán, es mejor que te lleves unos de marca M.
Le sonreí.
— ok dame unos.
— que textura?
— dame uno de cada uno.
El vato sonrió y se saboreo.
— vaya cogida que te van a dar.
— te han cojido?
— no, yo cojo. Es más. Toma.
Tomó un pedazo de papel y escribió su número.
— cuando se te ofrezca, doy buenas cogidas.
Tomé el papel, pero en mi mente solo estaba mi tío.
Salí de la farmacia, pedí otro taxi y cuando estaba a mitad de camino se me ocurrió una idea muy sucia.
— disculpe... Sabe de alguna sex shop cerca de aquí?
El taxista me miró sorprendido por el espejo restrovisor, pero luego sonrió y me miró sucio.
— hay uno en el centro, pedo está a media hora.
— de acuerdo, lléveme.
Rumbo a la sex shop me comenzó a sacar plática y entre la la charla le mentí diciendo que tendría una noche se sexo con mi novia, la cual no existía y parecía que le gustaba hablar sobre el tema.
Al llegar a la sex shop , el taxista me recordó que tenía que tener mi identificación. Le dije que tenía 17, el chófer me dijo que por ser un evento especial con mi "novia" el podría comprarme lo que le pidiera.
Le dije que quería un par de baby doll, uno negro y otro rojo.
El taxista sonrió.
Le dije que también quería unas medias con liguero que mi novia era de mi misma estatura y más o menos de mi complexión delgada.
Pero no pregunto más, no se le hizo raro, estaba tan caliente por el acontecimiento que se supone que iba a tener.
Antes de que se bajara le dije que también quería unas esposas y que esperaba que vendieran todo. Le di una de mis tarjetas de débito, las que usaba para comprar en internet en lugares que nonefan mucho de fiar. Solo tenía depositado cinco mil pesos mexicanos.
Entró a la tienda y esperé con ansias. Quería ser una puta completa para mi macho. Se me había ocurrido hacer más grande aún la fantasía.
De rato me llegó una notificación al celular por una compra en la sex shop.
Después de un rato regresó con una bolsa muy grande y me la pasó. Si no al taxi y me devolvió la tarjeta.
— había todo lo que me pidió. Es un pícaro. Vaya diversión que va a tener cuando su novia se ponga todo eso.
— soy muy caliente y muy pervertido.
El seguía sonriendo.
— así lo va a calentar mucho hasta lo puede hacer padre.
Me siguió contando experiencias que había tenido, pero que su esposa no era tan caliente como el deseaba y por eso buscaba putas que lo satisficieran.
Le pregunté si podría detenerse en un centro comercial que estaba en el centro lo cual accedió. Le pedí que esperar.
Dentro fui directo a los zapatos para mujer. Vi unos rojos que podrían quedarme. Los compré y pedí que los envolvieran para mí "novia" con una tarjeta. Las empleadas no sospecharon.
Cuando regresé al taxi el hombre pregunto que a dónde había ido y se fascinó al saber que había comprado unos tacones rojos para mí supuesta novia.
— quiero que se vea como una puta, y sentir que me cojo a una puta.
Le dije. Él solo sonreía y decía que iba a ser una experiencia muy rica.
Al llegar a casa de mi tío le pagué y me felicitó y se despidió diciéndome…
— Coja rico.
Si supiera que lo que planeaba hacer era que me cogieran rico a mi.
Entré a la casa y comencé a preparar todo para el lavado de culo. Tuve que buscar por internet cómo hacerlo.
La verdad fue muy incomodo, pero por mi tío lo terminé, hasta que quedó muy limpio.
Me puse a guardar todo lo que había comprado.
Esperé hasta la hora de salida de mi tío. Me puse a ver televisión mientras esperaba. Cuando escuché su camioneta miré por la ventana para asegurarme que venía solo y así fue. Corrí rápidamente a la cocina y tomé una cerveza del refrigerador y lo esperé en la entrada.
— princesa! Ya llegó tu macho!
Dijo al entrar pero luego al verme sonrió.
Me había opuesto una tanga color roja muy ajustada.
— mi princesa me espera en tanguita y con una cerveza.
Cerró la puerta y caminó hacia mi sonriendo y mirándome sucio.
— quiero hacer feliz a mi macho.
— tengo la novia más hermosa y caliente.
Me dio un beso y luego abrió la cerveza.
— vístete, que llevaré a cenar a mi princesa.
Eso no me agradó, ya me había hecho el lavado y no debía comer nada.
Me vestí y salimos de la casa.
— a donde quiere que la lleve mi reina?
Me dijo en la camioneta y me agarró una pierna.
— a donde quiera mi macho.
— no, mi princesa decide.
— al lugar al que fuimos ayer.
— al bar? No prefieres que te lleve a otro lugar, puedo pagar lo que sea por mi reina.
— me gustó el bar y a demás está cerca.
— lo que quiera mi reina.
De camino al bar le toque las piernas y las bolas.
— no mi reina, me vas a poner muy duro y se me va a notar, espérate a qué lleguemos.
Cuando llegamos al bar tuvimos que abstenernos de tocarnos y decirnos cosas sucias.
Al momento de ordenar solo pedí refresco.
Mi tío se acercó a mi y me preguntó que era lo que me pasaba. Que si me encontraban enfermo. Respondí que no y le dije de la forma más sucia que me preparaba para darle placer a mi macho.
Dibujó una sonrisa muy pícara.
En eso tres hombres se nos acercaron.
— Gustavo
Dijo uno de ellos.
Mi tío se levantó y los saludó. Eran casi de la complexión que mi tío. Uno de ellos me miraba y me sonreía.
Mi tío comenzó a reír por algunas cosas que no llegaba a escuchar, hasta que el hombre que me veía habló.
— y quién es el jovencito? Mi estimado Gustavo.
— Julio, mi sobrino, el más chico, está pasando unos días conmigo de visita.
El hombre se acercó a mi.
— Antonio.
Me dio la mano. Lo saludé.
— Julio.
— gustas una buen fría?
Me ofreció una cerveza.
— aún es menor.
Dijo mi tío en tono seco. Antonio me miraba casi como lo hacía mi tío.
Los otros hombres empezaron a charlar con mi tío mientras Antonio me seguía sacando plática.
— y que dice la novia?
Le dió un sorbo a su cerveza.
— todo bien.
— cómo es tu novia? Esta tetona y nalgona?
Volvió a beber.
— así es.
Mentí.
El solo sonrió.
—Así debe ser, que estén bien sabrosas. Y ya te la echaste?
— ya, desde el primer día.
— que rico. Bueno Julio un gusto. Gustavo nos vemos en el trabajo.
Los demás se despidieron.
Mi tío se sentó frente a mi y parecía molesto.
— que te dijo?
— me preguntó sobre sintenia novia.
— y que respondiste?
Me dijo serio.
— que si, claro, mentí.
— bien hecho. Vi como te miraba, te quieres comer con los ojos.
Se acercó y me susurró:
— estuve a punto de golpearlo, si te molesta dime y le parto el hocico. Nadie molesta a mi reina.
— ya me quiero ir, quiero que vayamos a casa a ...
Moví las cejas. Mi tío sonrió.
— pago y nos vamos.
Dejamos el lugar. En el camino me iba agarrando las piernas, hasta que tuvibque detenerse a la orilla de la carretera solitaria y oscura.
— pasa algo?
Pregunté confundido.
— ya no aguanto más.
Y se vino contra mi. Me comenzó a besar, me media su lengua hasta el fondo, me acariciaba los pezones.
— estoy ardiendo.
Me dijo en un gruñido.
— ya quiero llegar y quitarte la ropa y hacerte mia, darte bien duro y rico como un buen macho.
— conduce más rápido, yo tampoco aguanto ya.
Me soltó y piso el acelerador a fondo, al llegar a casa nos bajamos muy rápido de la camioneta y entramos a casa cómo si nos estuvieran oersiguiendonos.
Me quito la playera y comenzó a besarme. Y luego chupó mis pezones. Yo estaba ardiendo de placer.
Le desabitone lo que faltaba de su camisa y la arrojé al suelo. Dejó de besarme y comenzó a quitarse las botas. Luego el cinturón y al final el pantalón.
— me voy a poner una tanga.
Me dijo de forma muy sucia.
Yo me desvesti quedando solo en tanga esperándolo.
Cuando regreso traía puesta la tanga de camuflaje que tanto me había gustado.
— te gusta tu macho?
— si.
Corrí hacia el y lo besé. Lo acaricie, el pecho luego baje hasta su bulto y le apreté las bolas enormes y peludas.
— sientes mía bolas? Sientes que están bien rellenas?
— si.
— estuve acumulando leche para ti mi reina, para darte tremenda preñada. Solo para ti. Vamos a la camita.
— espera, te tengo una sorpresa, espera aquí, no entres a mi habitación, espera hasta que yo salga.
El se sentó en el sofá con las piernas abiertas y con su verga bien erecta.
Entre a mi habitación y me puse rápidamente el baby doll rojo, unas medias con liguero negras y me puse los tacones.
Caminar me due complicado.
Cuando salí de la habitación mi tío quedó boquiabierto.
— mi ... Mi reina
No lo podía creer. Me miraba más extasiado aún.
— mi reina. Ven.
Me pidió.
Fui con cuidado de no caerme. Me pidió que me sentará en sus piernas.
— cuando compraste todo esto princesa?
— hoy, después de que te fuiste a trabajar. Descuida, fui muy discreto, dije que era para mí novia.
— mi reina que rico. No lo puedo creer aún. Te ves hermosa. Me estás volviendo más loco.
Comenzó a besarme. Me acariciaba todo. Las piernas, la cintura, el cuello, mis pezones.
— quiero pedirte algo mi macho.
— pídeme lo que quieras mi reina, lo que quiera le va a dar su macho.
— quiero que me hagas tu esposa.
Mi tío dejó de besarme y me miró con sorpresa. Me dio un beso de pico luego se apartó.
Me quedé quieto. Lo había echado a perder. Mi tío entró a su habitación y de ratito salió, traía consigo algo en una mano.
Se acercó a mi y se arrodilló.
— mi reina, quieres ser mi esposa?
— si!
mi tío sonrió, me puso uno de sus anillos en mi dedo luego me besó.
— me encantas amor.
Me dijo muy morboso.
— quiero hacerte el amor, quiero darte la tremenda cojida de buen macho.
Me cargó y me llevo a su habitación.
— me hice un lavado de culo, lo tengo muy limpio.
Mi tío sonrió.
— muy bien, es hora de dilatarte ese ano con mi lengua.
Me puse en cuatro. El se acercó a mis nalgas. Las comenzó a acariciar y luego a apretar. Pasó su labios por ellas y luego su lengua.
— lista mi esposa? Te voy a dar placer, te dejare la vaginita buen dilatada.
— si papi
Me apartó la tanga hacia un lado y me abrió las nalgas y comenzó a lamerme. Se sentía delicioso, jamás había sentido algo así.
Su lengua estaba hirviendo. La metía en mi ano virgen. La novia y yo gemia, gemia como una puta.
— así papi, así que rico se siente, aaaaay papi aaaayyyyy.
— que rica vajinita tienes mi amor, bien estrechita. Te gusta como mi lengua entra por tu vaginita?
— aaaay siii siii papi
Mi tío comenzó a lamerme más rápido y desesperado y gruñía.
— nalgueame papiiii
Me comenzó a nalguear mientras seguía chupando.
— ayy siii papiiii asiii déjame las nalgas rojas papi
Gritaba extasiado al tiempo que me retorcia. Estuvo lamiendome una hora. Una hora de intenso y cknruo placer que me estaba volviendo loco.
Dejó de lamerme, me nalgueó fuertemente varias veces y luego me dijo que le mamara la verga.
Se la mamé con la tanga puesta, solo saqué su verga.
Había esperado mucho para ese momento. Casi me ahogaba con su verga grande y gorda y peluda, sentía los pelos en mi boca. Me la metí hasta la garganta, completamente solo para complacer a mi macho.
Luego jugué con sus bolas. Sus enormes bolas rellenas y muy peludas.
Me dijo que parará, se acostó boca arriba y me dijo que hiciéramos un 69. Mientras le mamába la verga el me chupaba el ano y me nalgueaba. Duramos así media hora hasta que dijo que no aguantaba más, que quiera penetrar a su esposa. Yo seguía con mi disfraz de puta.
Me abrió las piernas, apartó la tanga un poco, me escupió el ano, lo cual me excitó más y luego me miró de forma salvaje.
— por fin te voy a dar placer como te mereces mi amor, tu macho te va a cumplir. Quiero ver tu cara cuando te entre mi vergota.
— si amor.
— te la meteré despacio, luego que tú vaginita se acostumbré te daré como todo un macho.
— si mi amor.
Puso su cabeza en mi ano y comenzó a entrar. Empecé a quejarme, estaba muy gorda y me dolía, no fue como cuando me metió la lengua.
— ayyyy.
Me quejé pero también gemí.
— te duele mi amor?
— si, pero sigue, la tienes muy grande amor.
— si, tu macho es todo un hombre, y mi vergota es solo para ti mi amor.
Comenzó a meterla más hasta que entró la cabeza.
Yo me quejaba, gemía.
— ya entró la cabeza, amor, ya te la empezaré a meter.
— hazme lo que quieras amor, ni importa, duele pero se siente rico, quiero complacer a mi macho cachondo como buena esposa.
Sonrió y la metió más.
— te gusta? Te gusta sentir como tú vergota entra por mi ano virgen?
— si amor.
Gimió.
— te gusta haberme desvirgado?
— ayy si mi amor.
— te gusta estar cojiendote a alguien menor de edad?
— me encanta, amor.
Gimió y me la metió un poco más.
— te gusta estar cojiendote a tu sobrino?
Dije gimiendo.
— siii me excita mucho amorrr.
Me la metió hasta que entró toda.
Sentía que me me partía en dos. Pero al mismo tiempo se sentía delicioso.
— ya no puedo más amor, quiero darte fuerte!
— dame fuerte amor! Todo lo que quieras para que sientas rico, soy tu esposa y te voy a complacer en todo.
— ayy amooorrrr
Comenzó a darme más fuerte. Comencé a gritar, me dolía pero el saber que era mi tío el cachondo, el perverso, el que me volvía loco me gustaba.
El gruñía y empujaba rápido. Jadeaba y me apretaba los pezones.
Yo gemia y gritaba como una perra en celo. Gritaba de placer, me dolía pero era un dolor rico.
— te gustó que me haya vestido como una esposa puta? Papii
— si mi amor, siiii me volviste loco, me calentaste más.
— papi dame de a perrito.
— cómo tú quieras mi amor, aquí tu macho te complace en todo.
Me puso en cuatro pero antes de que me la metiera le dije:
— métemela de golpe papiiii, toda hasta dentro, sin piedad.
— haré lo que me pidas mi reina. Aaaaahhhhhhh gimió.
Me la metió de golpe hasta el fondo.
— aaaaaaaaaaaaayyyy
Grité de dolor y al mismo tiempo de placer. Sentía sus enormes y peludas bolas comprimidas en mis nalgas. — te gustó? Amor te gustó toda dentro?
— si amor, que buen macho, dame fuerte que tus bolas me gulpeen las nalgas.
Comenzó a darme fuerte, muy salvaje. Gruñía y gemía de placer.
De lo fuerte y rápido que me daba sentía que me iba a venir.
— me voy a venir papi, me voy a venir amor!!
Y ni siquiera me estaba tocando la verga.
— te daré más fuerte para que te vengas amor.
Le dio más fuerte y rápido.
— papiiiiiiiiiiiiiii
Me vine dentro de de la tanga y solté varios chorros de leche.
— que rico mi amor, te hice venir a pura ensartada.
Yo me moría de placer, se sintió delicioso, jamás había sentido algo así y quería seguir sintiéndolo.
— te haré que te vengas toda la noche amor.
Duramos una hora, yo ya sentía solamente placer. Me dominaba y me gustaba.
— quiero sentarme sobre ti amor.
Se acostó boca arriba y me senté sobre él.
Comencé a darle sentones, me encantaba ver su cara de placer.
Le tocaba su enorme pecho mientras daba sentones.
Comencé a gemir y a gritar como una puta, como una perra en celo.
— ayy papi, ayyy te gusta sii? Aaayy Sii? Ay
Grité más fuerte por qué volví a venirme dentro de la tanga.
— mi amor, me encanta.
Mis nalgas rebotaban en sus bolas, luego las comprimia con mis nalgas.
— házme aaaaahh, házme el revienta huevos amor. Dame fuerte, brinca fuerte hasta que me revuebyes las bolas.
Comencé a brincar más fuerte y más recio y seguía gritando como perra.
— ay mi amooooor que rico, déjame darte, tu macho te quiere hacer tener muchos orgasmos.
Me quité. Me dijo que me abriera de piernas.
Me la metió de golpe. Empujaba con fuerza y salvajemente. Me besaba ñ, luego jugaba con mis pezones.
— ya siento las bolas duras, ya están bien llenas de leche, me van a explotar los huevos amor.
— preñame amor ! Preñame papi!
Comenzó a darme más fuerte.
— te voy a preñar! Aaaaaaah amor!
— sii amor ya no puedo más, mis huevos van a reventar.... Ahí te van mis hijos !!! Gritó de placer.
Soltó varios chorros de leche. Sentí como mi ano se llenaba y aunque ya se había venido me seguía bombeando.
Soltó un gruñido y luego puso su cara en mi pecho.
— que rica esposa tengo.
Dijo jadeando.
— y yo un macho cumplidor y preñador.
— mañana te vuelvo a cumplir mi esposa hermosa.
Nos quedamos dormidos, habíamos gastado todas nuestras energías.
Me dolía el ano, pero me gustaba, me gustaba la sensación de la leche de mi tío escurrime desde mi ano.
Mi tío me había hecho muy feliz y de seguro al siguiente día me vería a hacer su esposa.
Fin de la parte 2.
continua parte 3 .

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jurgan-jacobo · 2 years
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ofertazos · 1 year
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mgomezc1 · 2 years
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juventudcelestial · 3 years
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Tu partida me dejó un gran vacío, que tal vez no pueda llenar con nada papá, pero me quedo con lo mejor de ti y siempre te amaré con mi alma, porque el alma es infinita.
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