Uno de los proɓlemas de las redes sociales es que nos sentimos responsables. Creemos ser responsables de cada opinión que leemos, surge un sentido del deber de hacernos cargo de cada cosa que suceda allí.
Es de locos.
No tenemos porqué sentirnos responsables del mundo.
En la mente de los que me rodean soy cosas distintas, es como si todos conocieran a una persona diferente pero yo soy solo yo, lo cual es confuso y divertido al mismo tiempo. Ea tan curioso porque soy como miles de personas en un solo cuerpo: para unos la malvada, para otros demasiado buena, para unos la calmada, para otros la impaciente, la sentimental y la más dura que el hielo, la nerd y la…
Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otra persona. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir tu propio corazón y tu intuición.
Amo Tumblr, porque ningún conocido me sigue, entonces puedo expresar libremente todo lo que siento, sin recibir juicios de nadie. Tampoco veo en esta red social que haya hate como en otras, o que la gente se disfrace de puras apariencias. Y vos ¿qué pensas de esta plataforma? ¿qué es lo mejor de Tumblr?
¿Qué piensan de los avatar generados con MidJourney u otras inteligencias artificiales? A mi me vienen espectacular, ya no me tengo que preocupar por encontrar el físico perfecto. || También me gustan, especialmente para crear ambientes, escenarios, interior de edificios, etc. Me parecen una herramienta muy útil que merece el desarrollo que le están dando y que jamás llegará a reemplazar a los artistas humanos. Mi partner, que es artista gráfico, me dio un excelente ejemplo de esto último: "Esto es como cuando se hicieron populares las ilustraciones hechas con tablet directamente en la computadora. Todo el mundo decía que no era lo mismo que las ilustraciones hechas a mano y que no eran legítimas. Con el tiempo, la gente se acostumbra", y yo agregaría que no sólo se acostumbra, también aprende a diferenciar y desarrolla preferencias. Nunca dejará de haber gente que prefiera a un artista a mano, a uno digital o a una I.A. así como existen diferentes contextos adecuados para cada cual.
Otro buen punto de vista. ¡Gracias por tu opinión!
Creo, pienso, me parece. Siento que estas palabras escasean peligrosamente. Noto una abundancia de imposiciones, de órdenes, de opiniones que no admiten apelación. Veo estampidas que huyen de los debates respetuosos, se alejan lo más posible de los argumentos, la información o de algún dato fehaciente. Las sentencias parecen caer una tras otra lapidarias, filosas y puntiagudas, porque buscan clavarse y cortar en el camino. La sangre de los heridos chorrea, patinamos en ella, apenas se puede caminar en este matadero de ideas. La empatía se fue por la cloaca arrastrada por la última tormenta de mierda que cagó el extremista de turno.
“Vos sos esto y aquello” gritan lxs dueñísimxs de la verdad, echando mano de su archivo de prejuicios usados por última vez en la Edad Media. Esta gente, con medidas geométricas impolutas, jamás cree, nunca piensa, en ningún momento les parece. Esta gente sabe, solo saben que saben y tampoco buscan comprobación de su sapiencia, solo cómplices. Y una vez formada su pandilla, atacan, marcan la agenda, porque tal vez no puedan decirte qué pensar (les fastidia esa limitación) pero al menos podrán decirte sobre qué pensar, ocupando todo el espacio en las noticias, en las redes, en cualquier vivo o streaming. Porque mientras todos los flujos de información estén ocupados con los temas que ellxs quieren usar a su antojo, invisibilizan los demás.
Por eso cada vez que hablo con alguien insisto en decir creo, me parece o pienso. Y me fijo en los titulares, en las tendencias de Twitter, en los videos más vistos, en lo que sale de la boca de cada políticx, en la publicidad. Luego, con una lupa, busco todo lo que omiten, y ahí me meto, en esa ausencia, para conocer el mundo que no muestran, a ver qué es lo que les interesa tapar con el mismo dedo que usan para acosarme.
*acusarme.
«No hay, pues, que extrañarse (señalemos también esto de paso) de que hayan surgido entre los hombres tantas controversias como las que experimentamos, y a partir de ellas, al fin, el escepticismo. Porque, aunque los cuerpos humanos concuerdan en muchas cosas, discrepan, en cambio, en la mayoría. Y por eso lo que a uno le parece bueno, a otro le parece malo; lo que a uno ordenado, a otro confuso; lo que a uno agradable, a otro desagradable; y así de las demás cosas que paso por alto, tanto porque no es este el lugar de abordarlas de forma directa, como porque todos tienen de ellas suficiente experiencia. Pues está en la boca de todos: hay tantas opiniones como cabezas, cada cual abunda en su propio sentir, las discrepancias entre los cerebros no son menores que entre los paladares. Estos dichos bastan para mostrar que los hombres juzgan de las cosas según la disposición de su cerebro y que más bien las imaginan que las entienden. Ya que, de haber entendido las cosas, estas (testigo las Matemáticas), aunque no atrajeran a todos, al menos los convencerían.»
Baruj Spinoza: Ética demostrada según el orden geométrico. Editorial Trotta, págs. 72-73. Madrid, 2000.
Solamente se puede confiar en los sistemas creados por la Naturaleza. Los sistemas creados por el hombre están condenados a fracasar porque sus diseñadores son seres falibles y propensos a actuar de acuerdo a deseos personales. Aunque... pensándolo bien, podríamos decir que se puede confiar en que los sistemas humanos fallarán eventualmente.