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#museo de antioquia
fromsouthtodown · 4 months
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Even as excitement fills the entire city of Santa Fe de Antioquia, it's the quiet Museo Rojas that hosts the most significant meeting of all. Fate has guided two men here to meet the humble curator Piero Rojas, marking an unassuming encounter that would soon spiral into a great adventure...
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homomenhommes · 6 months
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"El beso de Judas", 2011. Óleo sobre lienzo.
Entre los años 2010 y 2011, Fernando Botero trabajó en la serie "Viacrucis", conformada por un total de 40 óleos sobre lienzo y 35 dibujos sobre papel, de los cuales donó 27 óleos y 34 dibujos, al Museo de Antioquia, Medellín.
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Museo de Antioquia, Martín Rodriguez e hijos, 1937. Medellín, Colombia.
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un-espacioarq · 3 months
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Exposición permanente de la maqueta realizada para la @gobantioquia en el museo del túnel Guillermo Gaviria Echeverri. Antioquia 2040
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cinquecolonnemagazine · 5 months
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Botero: le opere dell'artista colombiano in arrivo a Milano
Le opere di Fernando Botero protagoniste di una mostra a Milano. Fino al 4 febbraio 2024 sarà possibile visitare la mostra "Via Crucis. La passione di Cristo" presso il Museo della Permanente del capoluogo meneghino. Sarà la prima mostra postuma, realizzata dopo la morte dell'artista avvenuta a Montecarlo lo scorso 15 settembre. Una collezione, questa, che mostra un altro aspetto dell'artista colombiano. Via Crucis. La passione di Cristo Tra il 2010 e il 2011, Botero realizzò un ciclo di dipinti dal titolo "Via Crucis. La passione di Cristo": 27 olii e 33 opere su carta. Nel 2012, poi, per i suoi 80 anni, decise di donare questa collezione al Museo de Antioquia di Medellin, sua città natale. I dipinti della collezione, che ripropongono il tratto distintivo dell'artista colombiano, rappresentano una svolta nella produzione artistica di Botero. L'ironia e la leggerezza che in genere trasmette l'abbondanza dei suoi corpi qui comunica dolore per la tragedia e pietas. Di forte impatto la simbologia utilizzata nei dipinti. Il primo elemento simbolico che colpisce è sicuramente il colore dei corpi dipinti. Il Cristo vivo è rappresentato con i colori tipici della pelle, mentre da morto la sua carnagione ha i toni del verde. Verde è anche il corpo di Giuda nel dipinto in cui tradisce il suo maestro. Il secondo elemento è l'inserimento di elementi di modernità. Giuda è rappresentato con abiti contemporanei: pantaloni, camicia, orologio e anello con brillante. Durante il tragitto che lo porta al Golgota, Cristo è picchiato con un manganello da un soldato in divisa verde, tipica delle milizie sudamericane. Il quadro della crocifissione, infine, è ambientato a Central Park di New York invece che sul Golgota. Il pittore dei volumi A 24 anni, Botero dipinse una natura morta con mandolino. Nel quadro aumentò sensibilmente le dimensioni di un elemento enfatizzandolo. Da lì iniziò ad applicare questa amplificazione dei volumi ai corpi. Una scelta che rappresentò la sua strada, la sua cifra stilistica. Il pittore colombiano amava dire: "Non dipingo donne grasse, dipingo volumi". Attraverso quell'abbondanza così tranquilla e sontuosa riuscì a creare un universo di sensualità reinterpretando in modo molto personale opere di artisti occidentali come Paolo Uccello, Peter Paul Rubens, Diego Velázquez, Paul Cézanne e Pablo Picasso. Le opere di Botero in mostra a Milano La mostra ha preso il via il 23 novembre e sarà visitabile fino al 4 febbraio 2024. E' prodotta da Next Exhibition in collaborazione con Associazione Culturale Dreams. La curatela, invece, è affidata a Glocal Project e ONO arte. La mostra rappresenta anche l'inizio di una nuova collaborazione culturale internazionale: mette in comunicazione il Museo di Antioquia, a Medellin, e il Museo della Permanente di Milano. In copertina immagine da Depositphotos Read the full article
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takaakikjfoto · 3 years
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Takaaki KJ
Reside en Bogotá y Tokio. Doctor en Historia del Arte de la Universidad de Kansas, EE.UU.; Magíster en Antropología Cultural de la Universidad de Osaka, Japón.
Desde 2016, con base en su residencia en las dos contienes, ha dirigido diversos proyectos curatoriales. Las muestras con artistas contemporáneos de Japón realizadas en Colombia incluyen, Post 3.11-Felicidad: Seis videoartistas del Japón contemporáneo (Museo Universitario de la Universidad de Antioquia, 2018); Línea Interrumpida: Fotografía  y videoarte del Japón contemporáneo (Centro Colombo-Americano Medellín, Universidad de los Andes y Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2018), Layover: Salas de espera en el aire (Centro del Japón, Universidad de los Andes, 2022)
Realizó muestras con artistas latinoamericanos en Japón, en el Instituto Cervantes Tokio (2018) y Art Trace Gallery (2019) entre otros. Así mismo, desde 2018, dirige proyectos que promueve escenas locales de arte en Bogotá, mediante su colaboración con espacios independientes e institucionales tales como Maleza Proyectos, CASADUCUARA y Universidad de La Salle, entre otros.
Lista completa de los proyectos curatoriales realizados (2016-2021)
Desde 2018, retomó su trabajo como fotógrafo. Ha mostrado sus obras fotográficas en varios exposiciones colectivas en Colombia, Japón y Estados Unidos. En 2021, lanzó #salidafoto Nodo51 – Área cultural, colectivo de experimentación que desafía nuevas fronteras dentro de la teoría fotográfica contemporánea desde situaciones aleatorias generadas alrededor de las tomas fotográficas como una acción de intervención en espacios públicos. Presentó los resultados de dicho proyecto en diversos eventos , incluyendo la muestra en Art Space Tetra (2021), A/R/P (Art, Research, Practice) la conferencia internacional organizada por Tokyo University of the Arts (2021), Zona Turística, laboratorio organizado por la Maestría en investigación y creación arte y contexto de la Universidad de Nariño (2022), y conferencia en Masterclass 2023 organizado por la revista Enfoque Visual. 
Fue invitado a presentar su investigación doctoral sobre el pintor japonés Kitagawa Tamiji (1894-1989) en diferentes conferencias internacionales realizadas en México, Colombia y Ecuador. Sigue trabajando en proyectos que cuestionan fronteras teóricas y practicas entre el arte y la etnografía a nivel local e internacional.
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fromsouthtodown · 5 days
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A trip From South To Down
Visiting Santa Fe last year was truly incredible, someday I'd like to return and bring along my friends so they can experience it as well.
All four pieces were actual photos I've took while I was there, I got to to do more of this style again.
Chapter 3 is still currently being worked on, but until then go ahead and read the first two chapters if you haven't already, you wont regret it.
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medellinadvisors · 7 months
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The Life & Death of Medellín’s Renowned Maestro – Fernando Botero
Discover the life and art of Medellín's legendary maestro, Fernando Botero. Celebrate his legacy and explore the Museo de Antioquia.
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carlosprietoblog · 7 months
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Adiós, papá (Por Juan Carlos Botero)
Estas fueron las palabras de despedida de Juan Carlos Botero, escritor y columnista de este diario, a su padre, leídas en los homenajes que se le rindieron esta semana en su patria, Colombia, en el Museo Botero en Bogotá y en el Museo de Antioquia en Medellín.
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Mi padre siempre trabajó solo y en silencio. Él sabía que el silencio no es tanto la ausencia de sonidos como el vacío necesario para la creación de los sonidos propios. Y en medio de aquel silencio este artista incansable creó un universo. Un mundo propio y original, poblado de cientos de personajes, la inmensa mayoría inspirados en su tierra de nacimiento, todos salidos de este país tan bello y sufrido que es Colombia, torturado por la pobreza y atormentado por la violencia, que él amó con todo su corazón hasta el día de su muerte.
Lo vi pintando a solas muchas veces. A menudo, de niño, espiándolo a través de una ventana, y en otras ocasiones, ya de adulto, mientras le ayudaba en su estudio con un discurso o a resolver problemas con su computador, porque la tecnología fue un potro que nunca llegó a domar del todo. Y siempre me fascinó verlo durante ese proceso de creación, porque era algo mágico. Tan pronto mi padre empezaba a ordenar sus pinceles y preparar los colores, ingresaba como en un estado de trance, de plenitud existencial, de una felicidad profunda y serena, y desconectado del resto del mundo. Se olvidaba incluso de su propio cuerpo, y por eso él podía durar horas de pie, acercándose al lienzo, aplicando una pincelada de color y retrocediendo unos pasos para juzgar el efecto, una y otra vez, una y otra vez, sin mostrar la menor señal de fatiga ni cansancio. Y la alegría que él sentía al crear es la misma que uno siente al contemplar sus obras. Por eso he dicho que el arte de mi padre tenía una finalidad esencial, que era —y es— recordarnos lo que Octavio Paz resumió como “el olvidado asombro de estar vivos”.
Porque el arte de mi padre no se proponía comunicar el tormento individual de un Francis Bacon, ni la angustia existencial de un Edvard Munch, sino más bien enaltecer y glorificar el mayor privilegio de todos, que es estar vivos. Por eso él afirmó tantas veces de manera enfática: “Uno tiene que vivir enamorado de la vida”. Aquella frase siempre me sorprendió, porque la decía un hombre que perdió a su padre a los cuatro años, que vivió durante décadas en la pobreza, que perdió a su hijo —mi hermanito— también cuando tenía apenas cuatro años de edad, y que luchó contra todo y contra todos sin renunciar jamás a sus convicciones, y sin saber si algún día iba a conocer un mínimo de bienestar o aceptación. Así lo decía y repetía mi padre, una y otra vez: “Vivir enamorado de la vida”.
Se ha dicho con frecuencia que los artistas casi nunca disfrutan su éxito. Y es cierto. Y también es cierto que Fernando Botero fue una excepción en ese sentido. Pero su caso fue aún más excepcional, porque mi padre hizo algo que pocos artistas hacen cuando alcanzan las cumbres de la fama y del reconocimiento, y es aprovechar su éxito para el beneficio de otros. Para enriquecer al pueblo colombiano, que tanto adoró; para denunciar atrocidades inaceptables en este país y en los calabozos infernales de Abu Ghraib, para quitarles laureles inmerecidos a los dictadores de este continente mediante la sátira, para recordarnos a todos la necesidad de rescatar la gran pintura del pasado y para ayudarnos a recordar que la finalidad del mejor arte de todos los tiempos es ennoblecer el espíritu del espectador y engrandecer el alma de los pueblos. “El arte moderno perdió su norte”, me dijo más de una vez. Y él hizo cuanto pudo por enderezar el camino del arte, por volver a darle prioridad a lo prioritario, y por volver a brindarle honor y prestigio “al noble arte de los lápices y los pinceles”, como él lo señaló tantas veces.
Mi padre solía decir que él se tuvo que ir de Colombia para tener exigencias desmesuradas. Para elevar la barra de la calidad, porque vivir cerca de los museos más importantes del mundo, donde él podría contemplar los grandes cuadros de los grandes maestros, lo obligaría a trabajar más allá de sus posibilidades. Él no quería ser el mejor pintor de su vecindario ni el mejor pintor de su país. Él se proponía ser el mejor pintor de su tiempo. Y lo que le aplaudo no es que lo haya logrado o no, porque semejante juicio depende de la opinión de cada uno. Lo que le aplaudo es la exigencia. El hambre por triunfar. Aspirar a lo imposible y asumir todos los costos, incluyendo la pobreza, la incomodidad, la burla y el rechazo, con tal de trazar un camino propio, hecho de acuerdo con sus principios y convicciones, para en seguida tener el coraje de recorrer ese camino… y hacerlo a solas.
En ese sentido, fue justamente su coraje lo que más le admiré. Porque lo que hizo mi padre cuando era joven y anónimo, y lo que hizo cuando era mayor y famoso, son cosas que delatan un carácter formidable. Porque se necesitó mucho valor para mofarse de la Iglesia católica en Colombia en los años 50, se necesitó mucha osadía para pintar cuadros satíricos de la aristocracia criolla y de las dictaduras de América Latina en los años 60 y 70, y se necesitó mucho temple para denunciar a los grupos violentos de Colombia en los años 80 y 90, incluyendo a la guerrilla, el narcotráfico y el paramilitarismo; y se necesitó mucha audacia para condenar los horrores de la infame prisión de Abu Ghraib en 2004, las torturas por guardias norteamericanos a sus presos iraquíes, y exponer esos cuadros en los Estados Unidos y durante el gobierno de George W. Bush; y se necesitó mucha valentía para nadar a solas, siempre en contra de las corrientes de moda del arte, como Fernando Botero lo hizo toda su vida, y para defender la belleza, la sensualidad y el placer estético como metas supremas de la creación artística.
Mi padre era un hombre sencillo. De ambiciones profesionales desmedidas, pero de gustos personales más bien modestos y poco extravagantes. Jamás permitió que el éxito, la fama o el reconocimiento mundial se le subieran a la cabeza, porque él sabía que todo eso era efímero y pasajero, y que lo único que importaba, después de los aplausos, las entrevistas, las fotos y las exposiciones, era lo que él iba a hacer al día siguiente, encerrado en su estudio desde temprano, ordenando los pinceles, preparando los colores y trabajando nuevamente a solas y en silencio. “Buscando soluciones a los eternos problemas del arte”, como él lo decía.
No se me ocurre un mejor ejemplo que mi padre. Una persona que se fue de su país a los 19 años, pero que nunca sintió que pertenecía a otro, que siempre se mostró orgulloso de ser colombiano, y siempre encontró tiempo, mientras creaba una obra titánica, para enriquecer la vida de los demás. Este museo es un buen ejemplo de esa voluntad. Algunas personas piensan que mi padre regaló una parte de su colección privada de otros artistas. Pero no es cierto. Él regaló absolutamente todo, y descolgó de cada una de sus propiedades cada obra que poseía, y no guardó ni siquiera un boceto para sí mismo. Más aún, no sé si ustedes lo saben, pero mi padre formó su colección privada a lo largo de 35 años por su propio placer individual, y por eso él no había comprado las obras de algunos artistas de fama mundial, por simples razones de gusto personal. Sin embargo, él entendió que para que la donación fuera realmente representativa de las mayores expresiones del arte moderno, era importante que esos artistas también figuraran aquí. Y en ese momento él se dedicó a comprar sus mejores cuadros. Al final, alrededor de la tercera parte de todas las obras que mi padre le regaló a Colombia en el año 2000 las adquirió después de haber tomado la decisión de hacerle la donación a su querido país. Y desde entonces todas estas pinturas y esculturas tan preciosas se encuentran aquí, expuestas en este hermoso museo de Bogotá y en el hermoso Museo de Antioquia, en Medellín, para deleite de todos y para siempre, y ante todo de acceso permanente y gratuito. Por eso he dicho muchas veces que esta donación fue la mejor idea de mi padre. La mejor idea de toda su vida.
Quisiera concluir estas palabras resaltando una sola. Una palabra que en mi opinión resume y capta la esencia de mi padre. Y esa palabra es grandeza. Porque grandeza fue lo que más demostró Fernando Botero a lo largo de su vida. Grandeza en su talento, en su disciplina y en su admirable capacidad de trabajo. Grandeza en sus ideas y convicciones. Grandeza en lo prolífico y en su asombrosa producción artística. Grandeza en su conocimiento portentoso y enciclopédico de la historia del arte, y en su deseo de nutrirse de las mejores tradiciones plásticas, desde la incomparable pintura del Renacimiento italiano, pasando por la mejor pintura del resto de Europa, incluyendo también lo mejor del arte moderno, hasta las piezas más bellas del arte colonial, precolombino y popular. Grandeza en su honestidad e integridad. Grandeza en sus exposiciones colosales. Grandeza en su generosidad y en su desprendimiento, y en sus incontables proyectos de filantropía. Grandeza en su amor por Colombia. Grandeza como miembro de familia. Y más que nada, grandeza como padre excepcional.
Gracias por todo, querido y adorado papá. Sé que ya estás acompañado de Pedrito y de Sophia, pero solo quiero que sepas que aquí te estamos recordando y aplaudiendo, y que nos haces mucha falta. Demasiada falta, en realidad. Y que haremos lo posible por seguir tu ejemplo tan noble y sabio, empezando por vivir enamorados de la vida.
Muchas gracias.
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Descubriendo la Magia de Medellín con Elegantes Damas de Compañía
Introducción
Medellín, la ciudad de la eterna primavera en Colombia, ofreceunamezclafascinante de cultura, paisajes y energíavibrante. En medio de estametrópolisllena de vida, las damas de compañíaen Medellín se presentancomoacompañantesexcepcionales, dispuestas a guiarte a través de unaexperienciaenriquecedora y auténtica. Enesteartículo, exploraremoscómoestasdamas de compañíabrindan un toque de elegancia y autenticidad a tutiempoen la encantadora ciudad de Medellín.
Explorando la Ciudad de la Eterna Primavera
Medellín esuna ciudad llena de contrastes y belleza, y las damas de compañíaen Medellín estánlistas para ayudarte a explorarlaentodasumagnificencia. Desde el bulliciosocentro hasta lostranquilosparques y jardines, estasacompañantesteguiarán a través de lospuntos de referenciamásicónicos y loslugaresmenosconocidos, compartiendohistorias y conocimientos que enriquecerántuexperiencia.
Elevando la Conversación y la Compañía
Más allá de subelleza visual, Medellín tambiénes un centro cultural y educativo. Las damas de compañíaen Medellín estánpreparadas para elevar la conversación y brindarteunacompañíaintelectualmenteestimulante. Desdediscusionessobreartecontemporáneoen el Museo de Antioquia hasta explorar la ricahistoria de la ciudad en el Museo de la Memoria, estasacompañantestebrindaránunaperspectivaúnica y enriquecedora.
Saboreando la Gastronomía Local
La gastronomía de Medellín esunacelebración de sabores y tradiciones, y las damas de compañíaestánansiosasporllevarteen un viajeculinarioporlosplatosauténticos de la región. Desdedegustar la famosabandeja paisa en un restaurante local hasta explorar las opciones gourmet en el barrio El Poblado, estasacompañantestebrindaránunaexperienciagastronómicainolvidable y deliciosa.
CompañíaSofisticada y Auténtica
La elegancia y autenticidad son las marcasregistradas de las damas de compañíaen Medellín. Su presenciasofisticadaañade un toque de distinción a cadaexperiencia. Ya sea que estén a tuladoeneventossocialesen la Zona Rosa o compartiendomomentostranquilosenlosparques de la ciudad, estasacompañantestebrindaránunacompañíapersonalizada que enriquecerácadamomento.
Conclusión
Las damas de compañíaen Medellín son guíasexcepcionales que tepermitendescubrir la verdaderaesencia de esta ciudad vibrante. Con suconocimiento, pasión y elegancia, transformantutiempoen Medellín en un viaje de autenticidad y enriquecimiento. Al elegirdisfrutar de sucompañía, tesumergirásen un mundo de conversacionesestimulantes, momentosmemorables y experienciasauténticas que tepermitiránexperimentar Medellín de unamaneraúnica y especial.
Para obtener más información, visite aquí: -
Damas De Compañía Medellin
Damas De Compañia 24 Horas
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reportajexx · 9 months
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Reportaje completo
La prostitucion en el siglo XX medellin
La prostitucion ha sido un fenómeno social que ha existido toda la vida pero en medellín a mediados del siglo 20 empezó a aumentar cada vez más por el surgimiento de diferentes barrios y calles como Lovaina el cual era una calle ubicada en la parte norte de medellín por los sectores de laureles justo al norte del museo de san pedro no muy lejos de la universidad de antioquia, la cual no tardó mucho tiempo en convertirse en un lugar clave para el negocios de la prostitucion asi atrayendo a personas de toda la ciudad que quisieran adquirir estos servicios, según distintos autores tuvo un gran esplendor en 1940, “lo que le generaría una bohemia y un tipo de sociabilidad que atrajo profesionales e intelectuales”.
Ya que sabemos como fue incrementando este fenómeno en el siglo XX debemos saber de las nuevas y los nuevos trabajadoras sexuales que empezaron dedicarse a ello a medida que se fueron dando a conocer sectores como la calle lovaina mencionado anteriormente; es importante conocer el cómo llegaron allí, como empezaron en este negocio y porque.
Hace poco entrevisté a dos personas quienes nacieron a mediados del siglo XX las cuales decidieron dar su punto de vista sobre el tema. una de ellas es un graduado de filosofía él a lo largo de su carrera se ha dedicado a ayudar mujeres y hombres que han dedicado una gran parte de su vida a la prostitucion vendiendo sus servicios sexuales para tener algo de comer. él comenta que todas y todos quienes se dedican a estos servicios lo hacen por real necesidad no porque realmente lo deseen muchas y muchos de ellos ni siquiera pudieron tener estudios, terminar el colegio o siquiera tener una oportunidad para entrar a la universidad, por lo cual la mayoría empezó a dedicarse a esto desde una muy temprana edad incluso en muchos casos siendo aún menores de edad teniendo alrededor de la edad de 15, 14 o 16 años.
Este fenómeno es una realidad para millones de personas alrededor del mundo, la prostitucion es el trabajo que día a día mujeres y hombres ejercen, lo cual por mas que lo llamamos un fenómeno es básicamente la vida de muchas de estas personas; una realidad que para muchos no tiene escapatoria de la cual no se encuentra oportunidad de dejarlo, de la cual no pueden salir como si estuvieran amarradas como si no tuvieran escape, ha sido lo único que les ha dado para tener con qué vivir con qué comer y con que poder mantener a sus hijos a las cuales los tienen
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ursula8a · 10 months
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Invitados a leer mi reseña/ comentario sobre la actual muestra en el Museo de Antioquia.
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