Definitivamente, todos pasamos por esto. Amamos con vehemencia y sin condiciones, y nuestros latidos son exclusivos de una sola persona. Nos enfocamos tanto en que vean nuestro amor, que llegamos a cambiar para obtener, aunque sea, la más mínima oportunidad. La verdad, la manera de amar es muy única e intensa, pero seamos honestos, todos la hemos vivido.
Cuando nos empecinamos en que nuestro amor sea correspondido, no nos damos cuenta de las heridas que nos causamos. No podemos cambiar los sentimientos de la persona amada y obligarles a que nos quieran. Con dolor debemos aceptar que a veces el problema no es uno mismo, sino el corazón. El amor es un camino repleto de altibajos, el cual se debe caminar con cuidado para no caer en desvíos ni en dolores que lastimen tanto el cuerpo como el alma.
Esta escena transmitía la desesperación y el dolor en el que el corazón pasa intentando ser correspondido. Sin poder encontrar respuesta a su amor, no le queda más que aceptar con resignación que a veces el problema no es uno mismo, sino más bien el corazón que nunca responde a la misma altura que el de aquel que lo ama tan intensamente.
Al final, lo único que resta es dejar ir a esa persona amada. Mientras que en nuestro corazón suenan las siguientes palabras:
"Creo que te casarás, creo que hallarás a alguien y lo amarás. Vivirás y morirás por él, porque así eres y lo harás, y yo lo veré."
“Posees talento y muchas virtudes, pero no hay necesidad de que los exhibas. La vanidad echa a perder las mejores cualidades. El talento y la bondad nunca pasan inadvertidos y, aunque así fuera, la conciencia de tenerlos y hacer un buen uso de ellos debería bastar. Las virtudes quedan ensalzadas por la modestia.”
Han sido muchas veces las que me he parado frente al espejo y no termina de gustarme lo que veo en él.
Me empiezo a cuestionar sobre mi objetivo en este mundo, en esta vida, y no lo encuentro, me pongo a pensar que quizás como yo varias chicas se sientan igual o incluso peor y es que en definitiva estamos en una batalla constante por aceptarnos, por amarnos y vivir de una forma correcta.
Hoy, esperando aparecer en tu inicio te digo "aquí estoy yo, no estás sola". Al igual que a ti a mí me ha costado bastante quererme y amarme así que acompañemos a crecer y confiar a nuestra chica interior y a todas a las que al igual que tú, que yo, se sienten con demasiadas inseguridades.