Quédate aquí, conmigo, pegado a mi piel,
envuelto en mis brazos.
Nos cubrirá el silencio
y no dejaré de acariciarte.
Dejaré retazos de cielo
en tu tibieza y volaré,
sigilosa, dentro de ti
para amarte...
Fer
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Tus Manos
Tus manos, suaves plumas en mi piel,
tu risa, melodía que alegra mi ser,
cada momento contigo es un edén,
nuestro amor, eterno placer de querer.
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No serán mis manos las que te toquen, no serán mis labios los que te besen, no será mi piel la que sientas, pero me recordarás en otras manos, en otros labios, en otra piel...
@teatro-magico-solo-para-locos
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Tu alimentas mi alma y mi paz y motivas mi morbo y locura.
Sabes ser angel que me cuida y me brinda cariño y tambien demonio que sacia mis deseos insitandome a la lujuria, haciéndome pecar con el roce de piel con piel entre locura y pasión...
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Te abrazo y te sostengo junto a mi, acaricio tu piel y te veo a los ojos.
Veo a tu verdadero ser, te veo con amor profundo. Me pierdo entre tus besos mientras haces sentir a mi corazón más amado y cálido que nunca.
healygt
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Necesito de ti... De tus caricias en mi piel, que tú también me desees a mi con desenfreno y con locura. Déjame descubrir la luz que irradias cada que nos entregamos al amar. Yo prometo ser sol e iluminar los contornos de tu cuerpo, para ser ese faro al que deseas llegar, a ese puerto al que quieras anclarte y ya no separarte.
Leregi Renga
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ah yes skincare, o como yo le llamo, lavarme la cara con agua a la mañana y a la noche
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Si el egoísmo o el yocentrismo va siempre en cabeza, no es amor, tan solo un interés transaccionista, de estos tan de moda hoy en día.
Cometí un error, pues no pienso cegar mi concepto de querer y amar al razonamiento ni comprensión colmena. La sociedad sigue siendo como era: centrada en monoexperiencias y monotemas, en las avariciosas portadas y compraventas. Premiada dentro de su propia coherencia y garantizada en la aceptación de su existencia. Me dejé llevar por querer formar, aunque aquello implicase acomodarme ciertas etiquetas con tarjetas rojas, reproches y exigencias. No, no quiero depender de un like, ni de exponer mi vida para sentirla real, sincera.
Me cegué, pues apliqué sus valores y maneras, incluso los argumentos individualistas que descentralizan nuestra naturaleza sin remordimientos, completamente sesgados del núcleo vincular. Amiga, siento haberte castigado y cerrarte la puerta por sangrar sobre mí, de la misma herida abierta. La vida no es misericordiosa, apunta sin titubeo y atesta un golpe directo, con violencia. Más, aún sigo manteniendo el fallo en tu sentencia, pues yo también respiro, vivo y sufro. Fue así que me enseñaste a no mantener lo que merece sepultura. Pero también, me recordaste que estoy aquí para vivir tus alegrías y penurias. Las aventuras están bien, pero hay que trabajar lo que perdura. Entender, tolerar y aceptar son tres verbos ejercidos desde orígenes muy distintos y adversos, y el amor no tiene cabida más en uno de ellos. Y no, no pienso dejar la puerta abierta a menos. Pero tampoco pienso tolerar en convertirme en uno de ellos.
Gracias, amiga. Tu presencia ya hace tiempo que yace marchita. Más tu espíritu me enseña día a día dónde erré, dónde no paso y lo que por nadie cambiaría. A partir de ahora seré yo, sentiré a flor de piel, remataré en mis escrituras, desataré mi dulzura y locura. Y, aunque hace tiempo decidí no arder en mi propia furia, nunca seré de andarme con florituras.
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