[…] le madri come prime interpreti e traduttrici del mondo, che esplorano e poi esprimono ciò che non è nemmeno lingua, anche i gesti e le smorfie e i diversi significati del pianto, quando il pianto è inarticolato e non equivale alle parole, o le esclude, o le intralcia.
Javier Marías, “Domani nella battaglia pensa a me” (1994; trad. di Glauco Felici, Einaudi)
Quizá la felicidad no se puede buscar directamente, sino que resulta cuando uno busca las cosas que verdaderamente le interesan. Cuando tiene proyectos que lo arrastran, que lo mueven a uno, y lo consigue. En la medida en que lo consigue se siente feliz, es decir, más bien la felicidad es como una especie de premio inesperado que se encuentra cuando se realizan los proyectos, pero esos proyectos tienen que ser proyectos profundos, tienen que ser proyectos auténticos, proyectos que emerjan del fondo de la persona, de lo que uno quiere ser, de lo que uno necesita ser para ser quien es, y esto es quizá la raíz más profunda de la crisis de la felicidad.
El problema está en que precisamente haya una renuncia a lo más personal. La mayor parte de los hombres se contentan con ciertos placeres que se mueven precisamente en los planos relativamente superficiales de la vida y esto deja una profunda insatisfacción. Yo creo que la mayor parte de las personas no se atreven a ser felices. Esto es gravísimo y no se atreven a ser felices por lo siguiente, tienen miedo a la inseguridad, tienen miedo a la infelicidad. Si yo me pongo, me pongo a una carta, puedo ganar, pero puedo perder.
El hombre en general tiene miedo a eso, esa pasión de seguridad que tiene el hombre actual, la seguridad social y todas las demás seguridades hace que no quiera exponerse, que no quiere exponerse a la infelicidad y el que no se expone a la infelicidad no tiene felicidad. No es capaz de alcanzar la verdadera felicidad profunda, esto me parece capital. Yo creo que es mucho más importante atreverse a ser feliz, aunque no se sea, aunque no se consiga, aunque la felicidad se frustre. Siempre hay en el hombre una capacidad de renacimiento, una capacidad de rebrotar, si la felicidad se frustra en unas condiciones puede brotar de otro modo.