(1)
No quiero hablar de eso
Pero sí te acuerdas ¿Verdad?
¿Para qué quieres saber esto?
Porque yo no recuerdo casi nada de ese día
Es... Yo estaba en el tren cuando me llegó tu mensaje. Venía saliendo de trabajar. Y primero solamente fueron confusos, decías que te sentías mal, que las cosas estaban saliendo mal, no sé, pues lo... lo...
Lo de siempre, sí entiendo
No quise decir eso
Pero sí, ¿Luego?
¿Y si me dices qué es lo que quieres saber? Para no estarte contando todo, porque además a mí me pone...
Quiero todo lo que recuerdes
Te intenté llamar, pero ya ves que hay muy poca señal en el tren ligero, entonces me bajé y cuando te llamé me dijiste que te habías tomado un bote entero de pastillas
...
Te estabas riendo, por cierto. Nunca había escuchado tu voz así, y luego sabe qué tanto dijiste y como que dejaste el teléfono a un lado o no sé, pero ya no me contestabas. Luego colgaste.
No recuerdo eso
Yo sí
Perdón
No... Perdón yo, sé que ya te disculpaste por eso, yo ya te perdoné y... No quiero convertir esto en un reclamo. Pero es que recordarlo me hace sentir tanto enojo y tanto miedo y tanto... Creo que por más que lo he pensado, que he tratado de... Solo no entiendo cómo es que alguien puede desear con tantas ganas morirse.
Créeme que yo tampoco lo entiendo del todo.
Fue ahí cuando llamé a Fabiola para que fuera a verte, a revisar cómo estabas.
...
De entre todos tus amigos...
Perdón
De entre todos tus amigos tenías que llamarme a mí, al único que sabías que estaba en otro estado
Creo que...
Yo no había hablado con Fabiola desde la fiesta de Gabi. Y le llamo ¿y qué le digo? Hola Fabiola, soy Juan, ya sé que te rompí el corazón y que no me he disculpado ni hemos hablado desde hace meses pero necesito que vayas a casa de Hugo, te cueles por la ventana, y le metas los dedos a la garganta para que vomite todas las pastillas que se chingó.
Lamento mucho si...
Agradezco que confiaras en mí para pedir ayuda, pero... Pero no estabas pidiendo ayuda. No querías que te ayudara.
Lo siento
Sí... Esto igual ya estaba superado ¿No? Solo es que... Cuando vuelvo a acordarme vuelvo a sentirlo todo con la misma fuerza.
Cuando te llamé... ¿Escuchaste algo más? ¿A... alguien más?
¿Había alguien contigo?
No. O no sé. Por estoy preguntando.
¿Cómo no sabes, Hugo?
No sé. Ha habido algunas cosas que me han hecho... Solo quiero estar bien seguro de lo que pasó esa noche
Esa noche pasó hace casi seis meses, ¿Qué más cosas han pasado?
Hay algo que recuerdo y que quizá fue que aluciné. Alguien vino y me levantó, y me estuvo ayudando a respirar.
Fue Fabiola
No, es que era... ¿Escuchaste algo?
Te escuché balbuceando mucho rato. A veces soltabas ruidos como ronquidos. Luego colgaste. Eso fue todo.
¿Cómo colgué?
¿Qué?
¿Cómo le hice para colgar?
_________________________________________
(2)
Hola
Holis
¿Cómo has estado?
Bien, ya mejor.
Apenas acostumbrándome otra vez a la universidad jaja.
Me alegro :3
Pues a echarle ganas jajajajaja
¿Y cómo siguen los perros?
Mejor
Oye, Fabiola
Dime
¿Te acuerdas de cuando fuiste por mí a llevarme al hospital?
¿Estás bien?
Sí, sí, todo bien. No te preocupes.
Es que me estaba acordando y creo que nunca te pregunté.
¿Cómo entraste ese día?
Estaba la puerta abierta
¿Cómo abierta?
¿Emparejada?
No, abierta por completo.
¿Segura?
Hugo, te juro que ese día no se me va a olvidar
¿Por qué?
¿Qué pasa, Hugo?
Nada
Está todo bien
Oye, una pregunta muy tonta, pero
¿Te acuerdas si había alguien más en la casa conmigo?
?
Solo estaba yo, ¿Verdad?
Te voy a llamar
_________________________________________
(3)
Ya dime qué pasa
No es nada, Fabi
Me estás asustando, dime qué pasa
Hay cosas que recuerdo de ese día y que no estoy seguro de que hayan sido así
¿Crees que alguien se metió a tu casa?
¿Tú sí lo crees?
...
Solo quiero que me cuentes lo que pasó, para poder recordarlo bien. Todo eso es muy confuso en mi memoria
¿Por qué llamaste a Juan en vez de a mí?
Fabi...
Yo vivo a diez minutos de tu casa y te conozco desde secundaria. ¿Por qué...? Es más, no a mí, a Sergio. ¿Sabes que él no se enteró hasta el día siguiente?
No quería... No sé, no quería que supieran que me sentía así
Eres un pendejo, Hugo
¿Qué viste cuando entraste?
La tele estaba prendida, había mucha ropa sucia regada por el piso y tú estabas en el baño, sentado en el suelo, todo pálido y sin responder. Pensé que estabas muerto. De verdad creí que ya te habías muerto. Aparte estabas muy frío y... ¿Pensaste en qué pasaría si llegaba y te encontraba muerto? Todo lo que pensé en ese momento, si hubiera agarrado mi bici en lugar de pedir uber, que tardo tanto tiempo en pasar por mí, hubiera llegado antes y te hubiera encontrado todavía vivo. Si hubiera notado que tenías intenciones de matarte...
No tenías ninguna obligación, Fabiola
Cállate el hocico, pendejo. Qué fácil lo dices.
¿Cómo fue que llegué al baño?
Yo creo que fuiste allá para vomitar o no sé.
...
Llamé a emergencias y me dijeron que hacer. Mandaron a una ambulancia y yo no podía ni tomarte el pulso porque me temblaban muchísimo las manos.
¿Viste algo más? Cualquier cosa, algo que te pareciera...
¿Qué cosa te contó Sergio?
¿Qué?
Por eso preguntas ¿No? Sergio te contó del chango
¿Cuál chango?
Cuando estaba intentando hacerte vomitar, ví que algo se movía en la sala y primero pensé que era un gato, porque era oscuro y muy peludo, como gato callejero, despeinado y muy sucio.
¿Y?
Y no era un gato, porque se paró en dos patas, pero sin equilibrio, como un bebé. Parecía un bebé.
¿Como un chango?
Sí, pero también como un pájaro porque más que tener pelo parecían plumas, y también como un perro porque las patas de atrás parecía que se doblaban al revés t, no sé cómo decirte, lo ví muy poquito tiempo y de lo único que estoy completamente segura es de que sus ojos no eran de chango. Brillaban y sentí que... Que entendían lo que estaba pasando.
¿Qué hizo?
No sé, lo ví nomás un segundo, luego empezaste a vomitar y revise que ahí estuvieran las pastillas y cuando volví a voltear ya no estaba. En algún lado leí que esas cosas suelen pasar en situaciones extremas, la gente jura haber visto cosas rarísimas, pero es solo su cerebro procesando el trauma
¿Y ya no lo volviste a ver?
Creo que no volví a pensar en eso hasta el día siguiente. ¿Lo has visto tú también?
¿Podemos vernos luego, Fabiola?
Hugo, no me vayas a
_________________________________________
(4)
Vienes bien sudado
Ya sé, venía corriendo
¿Todo en orden?
¡Sí! Si, está todo en orden, papá ¿Y mamá?
Salió a desayunar con sus amigas. Desayunar a las tres de la tarde, cómo ves
Okey, el ropero, el que está en mi casa, era de mi abue Rosa, ¿verdad?
Sí, ese mueble ha de ser hasta más vieja que ella. ¿Por qué? ¿Lo quieres vender? Si necesitas dinero dime, pero no vayas a vender el mueble
No, escúchame. Cuando mi abuelita se puso senil, decía que la visitaban...
Chaneques, sí. Pero no fue solamente cuando estuvo senil. Ella siempre tuvo platos con fruta y con dulces y con dinero para ellos, para que no le fueran a esconder sus cosas. Muy excéntrica mi suegra.
Y ¿Alguien los vio?
¿Qué cosas estás diciendo Hugo?
Solo... ¿Alguien además de mi abuelita, los vio alguna vez?
En la familia de tu amá todos tienen una historia en la que se encontraron de frente con un chaneque. Pero ya ves que todos son bien verbos.
¿Como quién? ¿Quién lo vio?
¿Has estado yendo con la psicóloga?
Sí, papá
Sabes que entiendo bien esos bajones de ánimo y aunque a mí no se me da eso de ir con psicólogos y todo, aquí estamos si quieres contarme lo que sea
Gracias, papá. Estoy bien. Solo quiero saber que cuentan sobre los chaneques de mi abuelita.
¿Tus perros sí se aliviaron?
Sí, los perros están bien. Yo estoy bien. Solo quiero saber sobre los chaneques. Tengo curiosidad.
Pues tú tío Beto cuenta que fue a orinar allá en el árbol grandote de mango que tenía tu abuelita en el patio. Que ya andaba bien borracho, y que estaba miando y en eso siente que algo le jala el pantalón, y voltea y ve a un señor así chiquitito, y que le sonríe y tu tío sale corriendo en chinga todavía con los pantalones desabrochados y se mete a la casa y grita que vio un chaneque.
¿Y no sería por lo borracho?
¡Claro que fue por lo borracho! Si por como se pone tu tío hasta brujas ha de ver el cabrón.
¿Y nadie lo vio estando sobrio?
Dice tu mamá que los escuchaba hablar.
¿Hablar? ¿Qué dijeron?
Pregúntale a ella
Cuéntame tú
Dice que nomás repetían cosas, como pericos. Que después de una reunión familiar ahí en casa de tu abuelita, escuchaba vocecitas ya en la noche diciendo cosas como "¡Salud!" y una risita, "jijijiji", o "por mi mamá" o cosas así.
¿Cuándo?
Desde que era niña, dice ella. Pero también tú, acuérdate. Te la pasabas jugando con un niño fantasma en casa de tu abuelita.
Como con un niño fantasma
Decías que ibas con tu amigo y empezabas a corretear y a hablar solo en el patio, viendo para arriba.
¿Y hace seis meses?
¿Hace seis meses qué?
Cuando estaba en...
Hugo siéntate, me desespera que estés así nomás dando vueltas
En el hospital
¿Qué tiene?
¿Vieron algo?
¿Crees que lo que te pasó fue por culpa de unos duendes?
No, papá
Dormí junto a tu camilla todas las noches y siempre me levanté en la madrugada porque sentía que se metía un animal, que algo llegaba corriendo por el piso. Muchas veces lo pensé y hasta llegué a pensar que era una rata, pero nunca ví nada.
Me tengo que ir
¡Hugo! Espera a tu mamá, ya no ha de tardar. Hace mucho que no se ven. Salúdala, aunque sea.
Perdón, papá. Me tengo que ir
Al menos tómate un vaso de agua
Papá, gracias por haberte quedado conmigo esa vez, y perdón por... Por todo, de una vez.
¿Vas a querer del garrafón o de limón?"
_________________________________________
(5)
Me voy a volver loco
Tranquilo, Hugo, tranquilo, ¿Dónde estás ahorita?
Estoy en la calle, voy camino a mi casa
¿Puedes buscar un lugar seguro? Donde puedas sentarte a calmarte
No, no tengo tiempo, tengo que llegar a mi casa
Por favor intentemos buscar un lugar donde podamos sentarnos
Okey, ehm...
Tómate tu tiempo, yo seguiré aquí
....
....
....
Listo
¿Estás en un lugar seguro?
Sí
¿Puedes decirme cinco cosas que veas a tu alrededor?
Árboles, postes, un perro, una resbaladilla y un bote de basura.
Bien, ahora intenta contarme qué pasó. ¿Les pasó algo a tus perros?
No. Los perros están bien, ya se aliviaron. Escúcheme por favor: hay cosas que se supone que no existen, y creo que ví una. No solo la vi, creo que convivo con una. Y yo sé que es real, lo sé porque por fin salí de mi casa y hablé con Fabiola y con Juan y con mi papá y por fin hablé de ese día y estoy seguro de que lo que está pasando es real.
Hugo, despacio, despacio. Vamos por partes ¿Sí? ¿Cómo te sientes de haber por fin confrontado eso que te inquietaba?
¿Decepcionado? No sé, creo que esperaba que me gritaran, que se enojaran más.
¿Por qué esperabas eso?
No sé, hablamos de esto luego, ahorita necesito que me responda esto: usted me conoce, en este tiempo de tratamiento ¿Usted cree que yo esté loco?
No uso esa palabra
Bueno, ¿Usted cree que haya posibilidad de que sea esquizofrénico o algo?
No es tan fácil dar diagnósticos, Hugo
¡Pero así, al tanteo! ¿Presenté algún síntoma de esquizofrenia?
No. Pero podemos hablar de este miedo el jueves.
Le llamo luego
¿Te sientes mejor?
Sí
Por favor mantenme informada. Mándame mensaje
Sí
_________________________________________
(6)
Les traje mangos. No sabía qué fruta les gusta o qué fruta les daba mi abuelita, pero No sé. Y aquí hay dulces. Ya sé que me van a decir son de los que nadie quiere en la piñata, pero es que son los que había. Sé que están ahí. Los he escuchado, creo que hasta los he visto. Jugábamos juntos antes ¿Verdad? Cuando yo estaba morro Creo acordarme de cosas sueltas, como... ¡Oh! Okey, entonces aquí están. Okeyokeyokeyokey, entonces... Ahí también les dejé un vaso de agua, no supe si.. ay, son varios ¿eh? Jeje, bueno, solo No voy a hacerles daño, quería agradecerles. Gracias por... Por mantenerme con vida. Primero creo que estaba enojado. Me enojaba pensar en que no me dejaron morir... Pero ahora... Gracias. Eso es todo, creo. También quería asegurarme de que no me fueran a hacer daño ustedes, o a la gente a mi alrededor. Solamente díganme que voy a tener que prenderle fuego a este ropero.
¿Estamos bien?
Okey, no sé qué significa ese sonido. Dos golpes para sí, un golpe para no. Bien. Okey. Estamos bien entonces. Supongo que si fueron a ayudarme cuando estaba Si fueron a ayudarme fue porque vieron lo que pasó y quizá hasta ustedes tampoco entiendan cómo es que alguien puede desear tanto estar muerto. Yo tampoco entiendo. También deben conocer a los güeros entonces, los encontré en una zanja e iba a llover y los salvé y luego pues ustedes vieron, les dió parvovirus y ya se me andaban muriendo y yo los veía levantarse y tomar agua y casi no podían mantenerse en pie, les temblaban las patas, pero se levantaban e iban a tomar agua y tardaban muchísimo, primero nomás mojaban el hociquito, y luego daban lengüetazos pequeños, lentos. Sabían que iban a vomitarla en seguida, pero tomaban agua, se estaban aferrando con todo a la vida Yo no sé si tenga fuerzas para aferrarme así. Si me estuviera muriendo creo que me dejaría morir. Pero pero ver una ansia tan fuerte por vivir, ver a un ser vivo tan desesperado por seguir con vida me pareció nunca había sentido tanta ternura quisiera tener esa misma ansia. Quisiera saber qué responder cuando preguntan por qué quise matarme ese día. Quisiera saber por qué quise matarme ese día.
A lo que voy es que gracias y voy a intentar dejarles comida todos los días. Y procurar que estén siempre agusto aquí y que nadie los moleste.
Justo ahora estoy muy lejos de todos. Dejé de hablarle a todos mis amigos por ahora solo los tengo a ustedes
Mañana les consigo más comida
Buenas noches
2 notes
·
View notes
Duas pessoas morreram após se casarem com Padilha. E eu temo que essa seja a minha vez.
Duas pessoas morreram após se casarem com Maria Padilha, não é por um acaso que ela ficou conhecida como viúva negra em nossa cidade. Todos a olhavam como uma ameaça, seja temendo seus casamentos ou suas vidas. Ela nunca me causou medo, no momento em que a vi pela primeira vez, sabia estarmos destinados a ficar juntos.
A conheci na cerimônia de seu primeiro casamento, o noivo, Raphael — descanse em paz — era meu amigo da faculdade, me convidou para ser seu padrinho, não sabia ao certo com quem ele ia se casar, ouvira dizer que seria com uma estrangeira, aceitei sem hesitar. A cerimônia foi linda, sem nenhum defeito, o casamento dos sonhos.
Contudo, algo me incomodava desde a entrada da noiva na igreja. Os seus olhos, a maneira com a qual ela andava lentamente — sem se preocupar haver alguém esperando por ela no altar —, seus cabelos sido claramente arranjados meticulosamente para a ocasião.
E novamente, seus olhos, escuros como a noite mais escura do ano, samhain, sem deixar de ser brilhantes, tão brilhantes que tive o mórbido sentimento de que seria cegado por eles.
Não fui, às vezes, me pego pensando que, se tivesse ficado cego, talvez uma parte da desgraça pudesse ser evitada.
Após a lua de mel, me tornei intimo do casal, uma amizade sincera, e aparentemente ideal, pura, exceto pelos olhos dela, cintilantes, aquele brilho me comunicava algo, um aviso, um sentimento. Seria tristeza? Ódio? Até hoje não sei dizer, a única coisa que tenho certeza, é que ela não queria ele ali, Raphael. Não gostava mais dele. Queria o divórcio? Talvez, eram jovens, relacionamentos imprudentes ocorrem com frequência nessa idade, são quase inevitáveis.
Padilha não se divorciou. Poucos meses após o casamento, Raphael veio a óbito. Aparentemente por insuficiência respiratória.
Padilha ficou muito fragilizada, me senti na obrigação de ficar ao seu lado durante o luto. Luto, que não durou muito. Exatamente cinco meses após a morte de meu amigo, ela aparece com uma nova amante, Sabini. Simpática, parece uma boa pessoa. Não demorou muito para outro casório acontecer, dessa vez, optou por algo menos cristão. Fizeram um ritual pagão de união numa praia, usando fitas para atar nós, me lembrava um pouco os casamentos indianos. Sem a parte das roupas cerimoniais e das músicas, era quase a mesma coisa.
O casamento não parecia tão pacífico, elas brigavam muito. Sinto que muitas dessas brigas, tenham ocorrido por conta do ciúme de Sabini em relação a mim e Maria. Ela não entendia, ingenua, o amor que sentíamos um pelo outro, era meramente platônico, pelo menos era o que eu achava. Mesmo com um novo casamento, Padilha continuava com aquele olhar, um pouco diferente agora, soava desiludido, corrompido, frustado.
Morta. Sabini também faleceu, pelos mesmos motivos de Raphael. Maria desabou numa melancolia desoladora, o luto e a tristeza a pegaram desprevenida dessa vez. Permaneci ao seu lado. Como um bom amigo.
Durante nosso tempo juntos, nessa sua fase difícil, Padilha começou a demonstrar alguns sinais de que talvez, o que sentia por mim, estava se desenvolvendo em algo romântico. Durante um momento de fragilidade de ambas as partes, acabamos nos entregando para a luxúria e para o coito. Não vou mentir, foi algo de outro mundo. Profundo, sensível e malicioso.
Repetimos a dose algumas vezes, mas, a situação só ficou séria quando sua menstruação atrasou, e não veio mais. Após alguns testes, era certeza, ela estava gravida. Não vimos outra opção além de nos casarmos, dessa vez, sem plateia, sem cerimónia.
Um simples casório oficializado no papel. Ela era minha, finalmente minha. Inteira, eu iria protegê-la. Os seus antigos parceiros não eram dignos o suficiente, eu sou, sei disso!
Nossa união se manteve estável, entediante, mas não problemática. Parei de enxergar aquele estranho brilho em seus olhos. Tudo estava bem, o único problema era a cama. Dormíamos numa cama queen, a maior da loja de departamentos. Toda vez que deitávamos nela, no meio da noite, achava que ela diminuía, fica minuscula, apertada. Era como um abraço mortal, me levando para as profundezas dos meus próprios pensamentos e de meus sonhos. Tenho até a impressão de que há outras pessoas na cama. Suspeitei de que Maria levava alguém para nossa cama todas as noites, nunca realmente abro meus olhos e verifico para tirar essa ideia idiota da minha cabeça basta eu abrir os olhos, mas não abro, nunca, é como a certeza de que se eu não saber que existe algo de errado, não haverá nada de errado.
Após algum tempo, perto do nascimento de nosso filho, percebi que isso tem que acabar. Sei que Padilha está me traindo, nunca imaginei que ela fosse capaz de fazer algo tão profano, e acho inconcebível a ideia de ela estar fazendo isso na nossa cama enquanto eu durmo.
Um dia, cultivei toda a minha coragem, para que, de madrugada, abrisse os olhos e fosse confronta-la. Já de noite, tive a mesma intuição familiar de a cama ficar menor.
Conto até três e tomo uma atitude.
Eu os abri. Abri meus olhos.
Não há amante. Percebo que há um enorme espaço entre nós dois, tanto físico quanto psicológico. Tal espaço, agora ocupado, por uma imagem turva de Raphael e Sabini. Seus olhos brilham, tão intensamente. Como os de Maria já brilharam. Me assombrando, ainda indecifráveis, mas percebo um certo ódio neles. Uma mágoa.
Achei ter colocado o veneno de Cerbera odollam em suas refeições sem ninguém perceber, é injusto terem raiva de mim. Tudo que fiz foi para te-la comigo, e agora eu a tinha, só para mim.
Gostaria de dizer que acordei no outro dia percebendo que tudo não passou de um sonho, eu estaria mentindo. Não acordei, por insuficiência respiratória.
12 notes
·
View notes