Saneamento básico: de corpo e alma
No andar vagaroso
Feito sob medida
Medidas, por mim, esquecidas
De um tempo que, por Deus, não voltará mais.
Saneamento básico: de corpo e alma
No andar vagaroso
Feito sob medida
Medidas, por mim, esquecidas
De um tempo que, por Deus, não voltará mais.
Meu jeito de ser, que tanto incomoda
Incômodo, por mim, experimentado
Sigo incomodando os incomodados
Deus me livre viver sob suas medidas !
O motivo principal de sermos egoístas
É que adoramos impor aos outros as nossas regras como verdades…
Ter tempo,fazer a diferença,os que tem tempo não querem fazer a diferença na vida de alguém,e os que querem fazer a diferença, infelizmente não tem tempo,ambos só pensam em si mesmos, reflitam.
Alguien me explica como se puede decir amar a alguien, y poder pisotear su confianza y lealtad en cuestión de segundos???, por qué realmente no me cabe en la cabeza esa maldita idea tan estupida y vacía.
Qué profundamente triste me parece ver a seres humanos encontrar tesoros valiosos en su andar y no poder ser capaces de cuidarlos ni valorarlos, porque les puede no poder adueñarse de ellos y, como no pueden hacerlo, prefieren perderlos para vagar en el mar de un vacío atascado de pobreza. Pareciera que quisieran ser dueños del sol, de esos atardeceres frente al mar, de las nubes grises y la llovizna que riega las áridas planicies después de una larga sequía… o del vuelo de una mariposa al buscar alimento entre las flores que mira al pasar entre ellas. Y es que no se puede ser dueño de la belleza que otorga la naturaleza en su estado más puro. Lo mismo sucede con el poeta y su talento, pues hay seres humanos queriendo apoderarse de su virtud, como si del canto de un ave se tratase, cuando la realidad es que dicho talento no puede ser esbozado por nadie más que por ese ser humano… ¿Por qué no leerlo libremente sin desear poseer lo imposible? ¿Por qué no abrazarlo y hacerlo personal sin soñar con encerrarlo en una cárcel en donde se dedique a versarnos en exclusiva? ¿Por qué no admirarlo desde la belleza que le ofrenda la libertad? ¿Por qué quererlo atrapar para arrancarle las alas y ponerlo a llorar, sólo por el anhelo egoísta de hacerlo nuestra marioneta personal?
How deeply sad it seems to me to see human beings find valuable treasures in their wanderings and not be able to take care of them or value them, because they may not be able to take possession of them and, since they cannot do so, they prefer to lose them to wander in the sea of an emptiness clogged with poverty. It would seem that they would like to own the sun, those sunsets in front of the sea, the gray clouds and the drizzle that waters the arid plains after a long drought… or the flight of a butterfly looking for food among the flowers that it looks at as it passes among them. And the fact is that one cannot be the owner of the beauty that nature bestows in its purest state. The same happens with the poet and his talent, because there are human beings who want to take possession of his virtue, as if it were the song of a bird, when the reality is that such talent can not be outlined by anyone else but that human being… Why not read it freely without wishing to possess the impossible? Why not embrace it and make it personal without dreaming of locking it up in a prison where it will dedicate itself to versing us exclusively? Why not admire it from the beauty that freedom offers it? Why want to trap it to tear off its wings and make it cry, just for the selfish desire to make it our personal puppet?
Te das cuenta de muchas cosas cuando te alejas de las personas que no te aportan, como de que salir de ahí no era egoísmo, sino un acto de amor propio.
En las profundidades del alma humana, se encuentra un rincón oscuro que algunos llaman "el mal". Es una fuerza sutil, un eco silencioso que puede manifestarse de maneras insidiosas. No es siempre un monstruo aterrador con garras afiladas y colmillos amenazadores; a menudo, es más sutil, más astuto.
El mal no tiene una forma concreta ni un rostro definido. Se esconde en los rincones de la envidia, en las sombras de la codicia y en la frialdad del desprecio. Es una presencia insidiosa que puede nublar el juicio y empañar la pureza del corazón. Se alimenta de la debilidad humana, del egoísmo y de la falta de empatía.
A veces, el mal se disfraza de justificación, convenciendo a aquellos que lo acogen de que sus acciones están motivadas por la necesidad o el derecho. Se insinúa en las decisiones que desgarran la armonía social, en las mentiras que tejen una red de engaño, y en la indiferencia que deja cicatrices invisibles en el tejido de las relaciones.
El mal puede surgir en pequeños actos cotidianos o manifestarse en atrocidades monumentales. Es la sombra que oscurece la luz de la compasión y la bondad. Sin embargo, a menudo, el mal no se presenta como una fuerza externa, sino como una semilla que germina dentro de cada individuo, esperando las condiciones adecuadas para florecer.
La lucha contra el mal no es solo un enfrentamiento con fuerzas externas; es una batalla interna que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. Reconocer la capacidad del mal dentro de uno mismo es el primer paso para contrarrestar su influencia. La autoevaluación, la empatía y el cultivo de la bondad son antídotos que pueden debilitar su poder.
El mal, en última instancia, es una elección. Aunque puede ser tentador ceder a sus susurros seductores, cada individuo tiene la capacidad de resistirse y optar por el camino de la virtud. En la dualidad inherente a la naturaleza humana, la elección entre el bien y el mal sigue siendo una encrucijada fundamental que define la trayectoria de la existencia.