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#diáspora gitana
afrofeminas · 5 years
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Lo que me destroza de ti Rosalía
Lo que me destroza de ti Rosalía
Lo que me destroza de ti Rosalía no es que en un mundo ideal sin racismo sí podría existir tu música, sino el hecho de que, en nuestro mundo, uno hasta las trancas racista, ninguna gitana puede existir con tu éxito.
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Rosalía en la Gala de los Goya
Siendo gitana te corresponde el asiento trasero, esto es, musicalmente hablando, el acompañamiento vocal de fondo. Tú por delante de ellas, a…
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kiro-anarka · 4 years
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La muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis en Estados Unidos desató una ola de indignación frente al racismo de unas instituciones que se cobran vidas negras a diario. Esta indignación no tardó en extenderse en forma de protestas antirracistas a nivel mundial. En paralelo, Trump amenazó con designar “organización terrorista” al movimiento Antifa, que lucha contra el fascismo y la ultraderecha. Gesto que Mark Bray, historiador experto en antifascismo y autor del libro Antifa, describió como “un acto de distracción para no hablar sobre las raíces del asesinato de Floyd”.
En España, las protestas organizadas por las comunidades no blancas y centralizadas bajo el recién surgido movimiento Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en España (CNAAE), señalaron que no hace falta mirar al Atlántico para denunciar un racismo que aquí también empobrece y mata. En los últimos seis meses, Imad Eraffali y Daniel Jiménez han perdido la vida bajo custodia policial, los dos en la misma comisaría de Algeciras, los dos tras supuestos suicidios. Sus nombres no son los únicos, Ilias, Mame, Manuel, Bouderbala, Marouane, Samba, Idrissa… la lista es larga.
A pesar de ello, la discusión sobre el racismo también ha encontrado resistencias en una izquierda que no tardó en criticar la forma y el fondo de las movilizaciones en territorio español, apuntando al contexto de pandemia para argumentar “que no era el momento”. Una crítica que no se vertió sobre las protestas que se dieron contra el cierre de industrias automovilísticas en Barcelona o la metalúrgica en Alcoa, ni sobre las multitudinarias manifestaciones antirracistas en Francia que se suceden de manera ininterrumpida. Este cuestionamiento vino acompañado de la premisa “España no es EEUU”, en alusión a una supuesta ausencia de racismo, que esconde un interés en negar el carácter estructural y sistémico de la raza. Todo en un contexto de auge de la ultraderecha a nivel político y social que nos lleva a preguntamos sobres las alianzas entre antirracismo y antifascismo.
“Al antifascismo le queda un trabajo importante en reconocer a las comunidades racializadas y a las organizaciones que conforman, como sujetos políticos con los cuales conversar en igualdad política”, señala Yeison García López, politólogo y activista antirracista. En esa línea se sitúa Susana Ye, periodista y autora del documental Chiñoles y bananas, quien comenta que el antirracismo es colocado “a la cola” de las luchas sociales. “Se ha visto como un tema cuya urgencia se postergaba y, aunque lo políticamente correcto es que la izquierda española se proclame antifascista y antirracista, la realidad es que no se practica ni incorpora en el día a día ni en las grandes movilizaciones”, añade. Para Silvia Agüero, activista gitana y coordinadora del blog Pretendemos gitanizar el mundo, el antifascismo actual no es antirracista “porque no quiere”. No porque no crea en la necesidad de intersección, sino porque como pasa con en el feminismo, “grandes sectores de estos movimientos creen que les hace perder fuerza y concentración”.
Una postura que para García López responde a la forma en la que se relega el racismo a una cuestión secundaria, “cierto antifascismo busca articular todo bajo una cuestión de clase, que esconde muchas veces una protección de los intereses de la clase obrera blanca al plantear proyectos comunitarios en los que la clase obrera migrante y no blanca se quedan fuera”. Así lo describió el militante y teórico decolonial Sadri Khiari al señalar que en los barrios populares no solo están los proletarios, trabajadores que se oponen a las clases superiores, “también los proletarios blancos que defienden sus privilegios frente a los proletarios surgidos de las colonias”. Para Khiari, la izquierda, por ser compañera indispensable de las comunidades históricamente colonizadas, es su primer adversario, porque “a pesar de sus postulados de emancipación humana que nos aproximan a ella, no asume que la colonización no fue un proceso pasado desvinculado de la actualidad, sino que hay que entenderla bajo el ángulo de las relaciones sociales que ha desarrollado”. Y cuya característica fundamental es “la construcción de una jerarquización social mundial basada en la idea de raza”. Lo que sitúa al antirracismo como lucha contra la supremacía blanca y los privilegios surgidos de esa dominación.
“El antirracismo es una lucha contra un poder omnímodo que es estructural y sistémico: el poder blanco y payo”, por lo que “romper sus estructuras es de por sí antifascista”, señala Agüero. Opinión compartida por García López, quien sostiene que la lucha contra el racismo es antifascista siempre que se plantee desde “una crítica a un sistema capitalista construido bajo la legitimidad de discursos que jerarquizan a grupos sociales”. No obstante, alerta sobre los peligros de postulados esencialistas en un antirracismo que para huir de ellos “ha de tener una estrategia política, un proyecto de interpelación directa contra el capitalismo racial”.
Al hablar de esa alianza, se remonta años atrás a la lucha contra la violencia neonazi en las calles de Barcelona y Madrid. En ella jugaron un papel fundamental las organizaciones integradas por personas negras “en una articulación directa con el antifascismo”. Sin embargo, este marco ha cambiado, según el politólogo “la nueva generación de sujetos políticos no blancos interpela señalando la necesidad de esa intersección, pero antes hay que cambiar las formas en las que se da”. Una alianza que según su experiencia es más fraguable en espacios libertarios y anarquistas que con una izquierda institucionalizada, que “no solo no reconoce al sujeto político no blanco, sino que impide que las personas racializadas que integran sus organizaciones lleguen a espacios de poder”. Un desacuerdo que también se observa en la construcción de la memoria histórica antifascista,  en medio del debate sobre la violencia simbólica del legado colonial español, “dejan fuera los planteamiento del antirracismo que discute los ideales de la memoria histórica desde un punto de vista anticolonial”.
Para Agüero, las alianzas son siempre difíciles debido a que “cualquier movimiento en el estado español, que históricamente han liderado payas y payos blancos, cis, ateos y católicos etc… es racista”. Como ejemplo sitúa su experiencia en La Rioja también con esa izquierda institucional, “creen que las gitanas deberíamos llevar las cosas de gitanos y nada más, además, somos sospechosos en cualquiera de esos espacios, por si robamos las ideas o abanderamos una lucha que ellos piensan que no nos corresponde”. Cita al “tío Pepe Heredia”, quien fuera profesor de la Universidad de Granada, poeta, dramaturgo y flamenco, para proponer como solución “una mirada limpia”, es decir, “tener una mirada consciente y esforzarse en quitar nuestros prejuicios”, concluye.
El antirracismo asiático Dentro del antirracismo también se plantean intersecciones por resolver, una de ellas es la forma en la que se articula la lucha con las comunidades asiáticas. Todo ello en un contexto donde esta población ha sido objeto de ataques racistas y criminalización por parte de la ultraderecha a consecuencia de la COVID-19. Para Susana, es “normal” que la comunidad asiática haya sido ignorada, puesto que su lazo y presencia ha sido relativamente menor respecto a otras comunidades migrantes, aunque eso está cambiando, “hoy día proliferan plataformas de activistas de la diáspora asiática a quienes hay que dar voz para que conciencien a los más jóvenes sobre antirracismo, incluyendo el antirracismo asiático”. Preguntada sobre las fake news y los bulos empleados por la ultraderecha, la periodista comenta que estas técnicas son tan viejas como el ser humano, “lo que ha cambiado es su capacidad de alcance” y apela a la responsabilidad individual de cada persona, “no podemos impedir que se difundan mentiras, pero sí, no contribuir a que parasiten nuestro ya de por sí escaso tiempo. Nosotros también somos parte del problema si no actuamos como debemos”.
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jgmail · 5 years
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Sobre el Corazón
Joaquín Albaicín *
¿Qué es la sagrada piedra negra venerada en la Kaaba sino un símbolo del corazón del hombre? Cuenta la tradición oral del desierto que en un principio la roca era blanca, y que fueron los pecados de los millones de hombres que hasta La Meca han peregrinado para besarla los que la volvieron negra, de igual modo en que negro se asevera metafóricamente desde antiguo que es el corazón del impío. De ahí el hadith que nos relata cómo el ángel Gabriel, para dejar limpio a Mahoma de la mancha del pecado original, abrió el pecho del Profeta y frotó su corazón con nieve. 
Gabriel practicó el divino arte conocido como cirugía del alma. ¿Tan importante es el corazón que nos es esencial para vivir no sólo en este mundo, sino también en todos los demás? ¿Es un corazón limpio la más alta pureza? ¿Es lícito pasar por alto todas las figuras ideológicas del Sistema y hablar, como Julius Evola lo hace, de "una antropología que no se detiene, como la de los tiempos más recientes, en el simple binomio alma-cuerpo, sino que conoce las modalidades sutiles e incluso trascendentes de la conciencia humana"? La verdadera pregunta, más directamente formulada, es: ¿se pueden fundir los hielos que rodean al Paraíso, impidiendo al hombre la entrada en él? ¿Se puede descongelar un espíritu, lo mismo que un plato de macarrones? Y, una vez descongelado, ¿puede -al revés que la pasta- volver a ser helado sin malograrse? Sí. Se puede La comida no, ya que es corruptible. Pero el Espíritu -el atman de los hindúes-, como se distingue por la incorruptibilidad propia de su divina naturaleza, siempre está y siempre estará, en su estado original, ahí. Naturalmente que, dadas las particulares condiciones que a este fin de ciclo son propias, si por desdicha hay algo fácil es su congelación cuasipermanente. De ahí que, aquel que haya sido bendecido por la fortuna de poder sorber el rocío del Grial, y después haya sido privado del sagrado don, tenga mucho más difícil volver a gozar de ese tesoro. Es muy sencillo lanzarse en bicicleta cuesta abajo desde la cima de una montaña. Volver a subir después, ya es otro cantar (por siguiriyas como mínimo, si se me permite barrer para casa). Pero arduo no es sinónimo de imposible. Así pues, hay en el hombre algo que "no está sometido a las condiciones que determinan la individualidad, y aun en sus relaciones con esta, permanece inafectado por las modificaciones individuales" (René Guénon), una segura potencialidad de transfiguración de la que no es plenamente consciente pero que nunca le abandona. Es "el ser perfecto que te habita" de Krishna, el "otro Cristo" que, como Juan Pablo II resalta, se decía en tiempos de la Patrística que es el cristiano: el "hombre interior oculto en el corazón". La residencia de ese "algo", de ese hombre interior, es, por tanto, el corazón, puerta por la que según las Upanisads el espíritu vital -llegado el momento de la muerte del individuo físico- abandona el cuerpo. Todos los avataras del Verbo y todos los grandes profetas, e incluso el más humilde de los chamanes, lo han enseñado así: desde Sankara, Guru Nanak o Kabir en la planicie del Ganges a Jesús en las orillas del Jordán; desde Mahoma en los desiertos de Arabia al Toro Sentado orante en las Colinas Negras. "El rey de todos los seres, oh Arjuna, mora en el sitio en que está el corazón", se canta en el Bhagavadgita. Para Ibn Arabi, el corazón del hombre es el lugar "donde se ve a Dios, donde Él se manifiesta, donde se desarrolla íntima conversación con él". Otro hadith, asimismo comentado por el mencionado Sheykh Al Akhbar, dice: "En el cuerpo hay un trozo de carne. Si está sano, todo el cuerpo está sano. Pero si está corrompido, todo el cuerpo está corrompido: es el corazón". "¡Oh Padre!, tú estás en mi corazón y nadie puede conocerte, sino yo, tu hijo", meditaba Akhnatón. Según el Popol Vuh de los mayas, el nombre de Dios es Corazón del Cielo. Para los talmudistas, orar no es sino practicar el culto del corazón. "Yo duermo, pero mi corazón vela", dicen los hesicastas del monte Athos... El Corazón: no ese músculo tenso, carnoso, doliente, mil veces sangrante, traspasado por los hierros del amor, de la angustia sostenida y la traición, que se pudre en la tumba, sino ese recipiente de luz por él simbolizado, esa copa llena de firmamento, ese ojo flamígero, esa ventana al Infinito que, abierta en el centro del Ser y del Universo, bien podemos llamar Dios... Ese templo y morada al que un prominente hombre-medicina sioux, Alce Negro, refirióse de este modo: "El corazón es un santuario en cuyo centro se encuentra el pequeño espacio donde habita el Gran Espíritu ... Cuando el corazón no es puro, el Gran Espíritu no puede ser visto, y si morís en esa ignorancia no podrá vuestra alma retornar inmediatamente junto a Él, sino que deberá purificarse mediante peregrinaciones a través del mundo. Para conocer el Centro del Corazón, donde reside el Gran Espíritu, debéis ser puros y buenos, y vivir conforme a la manera que el Gran Espíritu nos ha enseñado. El hombre que de ese modo es puro contiene el Universo en la cavidad de su corazón". Rueda de Ruedas, el Corazón es silencio ritmado, martinete alado, sangre divina de Cristo, aurora que amansa y lima los gualdos dientes del alma. Ojo Que Todo Lo Ve, el Corazón es La Puerta. Este artículo fue publicado en Próximo Milenio nº 34, Abril de 1996. JOAQUÍN ALBAICÍN (Madrid, 1966) Escritor, conferenciante y cronista de la vida artística, sus artículos y relatos, así como sus críticas de arte flamenco -que han contribuido positivamente al presente resurgir del género- han aparecido en diarios como ABC, El País y Reforma (de México), y revistas como El Europeo, Vogue, Sur-Exprés, Axis Mundi, Letra y Espíritu, La Clave, Generación XXI, Debats, Amanecer, Web Islam, 6 Toros 6, El Ruedo, MAN, Próximo Milenio, The Ecologist, Más Allá, Omarambo... El esoterismo de las grandes tradiciones espirituales, la geopolítica, la tauromaquia, el espionaje, el Imperio Mongol y el mundo de los últimos Romanov son algunos de los principales focos de interés de este escritor nacido en una familia de artistas de raíces gitanas. Contertulio habitual del programa de TV El Faro de Alejandría, dirigido y presentado por Fernando Sánchez Dragó, ha publicado en España la novela La serpiente terrenal (Anagrama, Barcelona 1993), el cuaderno de viajes Diario de un paulista (El Europeo, Madrid 1995) y los ensayos Gitanos en el ruedo: el Indostán en el toreo (Espasa Calpe, Madrid 1993), En pos del Sol: los gitanos en la historia, el mito y la leyenda (Obelisco, Barcelona 1997) -única obra escrita sobre la materia desde la perspectiva de la Philosophia Perennis-, El Príncipe que ha de venir (Muchnik Editores, Barcelona 1999) y Monteras de aquí y de allá (Castilnovo, 2006), así como el libro de cuentos La Estrella de Plata (Manuscritos, Madrid 2000). Dos relatos suyos inéditos en castellano han sido recientemente publicados en Suecia en la antología de literatura gitana coordinada por Gunilla Lundgren Svarta rosor/Rosas negras (Tranan, Estocolmo 2003). En la actualidad está concluyendo una nueva novela, un ensayo sobre la leyenda medieval del Reino del Preste Juan, otro sobre el misterio de la Gran Duquesa Anastasia y un tercero sobre la controvertida figura del Barón Ungern-Sternberg. Su cajón guarda además un libro de cuentos inédito. En la web www.svabhinava.org, creada por Sunthar Visuvalingam y dedicada al modelo indio de aculturación, Joaquín Albaicín coordina la sección Roma, consagrada a la diáspora indo-gitana. Los interesados encontrarán más información tanto en dicha web como en la de International Romani Writers Association (www.romaniwriters.com), de la que este autor es miembro. Entrevista con Joaquín Albaicín en: "Opinión y Toros"
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jgmail · 5 years
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Armaggedón en el Islám
Joaquín Albaicín *
Voces como las del Pseudo-Metodio, Nilo, Ireneo, Orígenes, Martín de Tours, Paracelso, Lutero, Fiore, Arnau de Vilanova o la recién beatificada Anna Katherina Emmerich han dejado constancia durante dos milenios de la preocupación íntima del corazón humano por la batalla prometida para el Fin de los Tiempos entre el anti-Cristo de pestañas albinas y el Enviado de Dios, lid que -enrollando el mundo como un pergamino- dará cerrojazo al ciclo de esta humanidad. Sir Robert Anderson y un servidor, incluso pusimos idéntico título -El príncipe que ha de venir- a nuestros respectivos libros en torno al Fin... Inevitable, referirse a uno de los tratados cimeros sobre el tema: El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos, de René Guénon. O a La Hora Undécima, de Martin Lings, de próxima aparición en castellano. Ahora, por gentileza de la Fundación Cultural Oriente y con matasellos de la lejana Qom, tan vinculada a la historia de los Reyes Magos, llega a nuestro buzón el nuevo libro del ayatollah Ya´far Subhânî: La doctrina del Islam Shi'ah a la luz de las enseñanzas de Ahl'ul Bait. Nada más abrirlo, se despliega ante nosotros un hadith de Muhammad referente al Mahdi, compañero de Jesús en la guerra apocalíptica contra las fuerzas de la perversión universal: "Aunque no quedara en el mundo más que un solo día, Dios alargaría ese día hasta que surja un hombre de mi descendencia que lo llenará de justicia y equidad, tanto como lo habrá estado de injusticia e iniquidad". 
No es ajena al Islam, en efecto, toda la escatología relativa al aquilón, los dos testigos y la "fuerza que lo retiene", habiendo destilado sus doctores -en paralelo al Apocalipsis sinóptico, las Cartas a los Tesalonicenses y la revelación de Patmos- toda una tradición magisterial relativa tanto al hijo de iniquidad (Al Dajjal) como al paladín celestial (Al Mahdi). Como dice Subhânî sobre éste: "La existencia de tal Reformador mundial en el futuro de la humanidad es ... asunto categórico sobre el cual no es factible la duda. Aquello objeto de discrepancias es si ya ha nacido y ahora mismo se encuentra con vida, o si es que vendrá en el futuro". Los shiíes creen que advino en el año 225 de la Hégira, vive aún y no es otro que el XII Imam. ¿Por qué permanece oculto? ¿Para -como resaltara el Imam Bâqir- no ser asesinado al manifestarse antes de darse las condiciones requeridas? Esto, escribe Subhânî, constituye "uno de los secretos divinos". Se asegura, en cualquier caso, que su ocultación "no equivale a la separación del Imam respecto de la comunidad", pues es "como el sol que se encuentra detrás de las nubes, al cual no alcanzan las miradas, pero de cuya luz la gente de la Tierra se beneficia". ¿Cuándo vendrá? Aunque muchos relatos se refieren a las señales mayores y menores anunciadoras de su aparición, Subhânî reitera que nos hallamos ante otro secreto divino y que "no se puede aceptar las pretensiones de aquellos que invocan conocer el momento de la manifestación del Imam o especifican un tiempo para su manifestación". Hay, por supuesto, disenso sobre la cuestión, en especial ahora, cuando por doquier se advierte en cada ciudadano de Occidente un signo andante del Fin de los Tiempos. Así, un maestro espiritual sunní, el sheykh Al Haqqani, aseguró en 1985 -en su obra Misterio de los misterios detrás de los misterios- que el Mahdi había nacido en la década de 1930 en Wadi Fatimah, una aldea a medio camino entre Medina y Jeddah, siendo en su adolescencia retirado del mundo por sus padres. Hoy, viviría a resguardo de toda mirada en los Cuarteles Vacíos, gruta que da alojamiento a "la iglesia de la Felicidad ... construida por ángeles", en un desierto de arenas movedizas entre Yemen y el Hejaz. Según Al Haqqani, también el anti-Cristo -cargado de cadenas en una isla inaccesible- respira ya en la Tierra, encarnado en un cuerpo particular. Armaggedón, explicó, será una gran guerra desatada a fines del siglo XX o principios del XXI entre el Este y el Oeste, la última de la Tierra y en la que morirán seis de cada siete hombres. El Mahdi la detendrá. Surgirá después un gran tirano: el anti-Cristo. Jesús y el Mahdi comparecerán entonces en Damasco, junto a la tumba del Bautista y a la hora de la plegaria del amanecer. A su proclamación de: "¡Allahu Akhbar!", todo el poder de la tecnología sufrirá un colapso. Acto seguido, el Mahdi se enfrentará en Constantinopla al anti-Cristo, llegado de Khorassan. Consumada su derrota, la Tierra conocerá cuarenta años de paz absoluta -equivalentes al refrigerio de los justos de la tradición profética cristiana- al cabo de los cuales los demonios iniciarán su contraataque. Jesucristo morirá diez años después, es decir, cincuenta después de Armaggedón. El reinado del Mahdi -patente homólogo del Último Emperador del profetismo cristiano- durará siete, y Jesús pronunciará la oración en su funeral. El sheykh Ad-Daghestani, maestro de Al Haqqani, comunicó en su día vaticinios complementarios en los que, con independencia de que toda profecía sea siempre, y más en los Últimos Tiempos, un espejo quebrado, no es difícil reconocer la facultad visionaria auténtica: árabes e israelíes, predijo, firmarían tras el desplome del comunismo la deseada paz duradera por mediación de América. Las guerras entre todos los países irían siendo sofocadas poco a poco bajo el liderazgo americano (ya el Pseudo Hipólito, allá por el siglo IV, advertía de que el dúplice anti-Cristo "ayudará a las viudas, protegerá a los huérfanos, amará a todos, hará que los enemigos hagan la paz", siguiéndole Soloviev con su anuncio de que el tentador "revestirá con el brillante velo del bien y de la justicia el misterio de la absoluta iniquidad"). Mas, cuando nadie espere una nueva contienda, las bases americanas en Turquía serán atacadas por un país vecino y el conflicto se extenderá por todo el orbe. En ese tiempo, vendrá el Mahdi. También predijo Ad-Daghestani el fraccionamiento de China en pequeños países tras la conclusión con los Estados Unidos de un acuerdo de renuncia a las armas nucleares. "Veo a Inglaterra entrando en el Islam", agregó el sheykh, anticipando de algún modo la protección dispensada por la familia real británica al Islam europeo y su interés por diferentes religiones, lo cual, a no ser que Camilla Parker-Bowles resulte una Magda Lupescu, tiene bastante lógica a la luz de los retiros del Príncipe de Gales en el Monte Athos, sus visitas al manantial griálico de Glastonbury, su decidida oposición a la comida transgénica, su defensa de la arquitectura tradicional o su afición a la lectura de obras de Guénon o Titus Burckhardt... Naturalmente, estas profecías de la familia abrahámica hallan su paralelo en las budistas sobre el XXV Kulika de Shambhala, las hindúes sobre Kalki, las zoroastrianas sobre Saoshyant... Y es que la configuración aparentemente heteróclita del corpus profético intertradicional no priva a este de consistencia simbólica –enorme- ni enmagrece en modo alguno la solidez de su esternón, que es uno. JOAQUÍN ALBAICÍN (Madrid, 1966) Escritor, conferenciante y cronista de la vida artística, sus artículos y relatos, así como sus críticas de arte flamenco -que han contribuido positivamente al presente resurgir del género- han aparecido en diarios como ABC, El País y Reforma (de México), y revistas como El Europeo, Vogue, Sur-Exprés, Axis Mundi, Letra y Espíritu, La Clave, Generación XXI, Debats, Amanecer, Web Islam, 6 Toros 6, El Ruedo, MAN, Próximo Milenio, The Ecologist, Más Allá, Omarambo... El esoterismo de las grandes tradiciones espirituales, la geopolítica, la tauromaquia, el espionaje, el Imperio Mongol y el mundo de los últimos Romanov son algunos de los principales focos de interés de este escritor nacido en una familia de artistas de raíces gitanas. Contertulio habitual del programa de TV El Faro de Alejandría, dirigido y presentado por Fernando Sánchez Dragó, ha publicado en España la novela La serpiente terrenal (Anagrama, Barcelona 1993), el cuaderno de viajes Diario de un paulista (El Europeo, Madrid 1995) y los ensayos Gitanos en el ruedo: el Indostán en el toreo (Espasa Calpe, Madrid 1993), En pos del Sol: los gitanos en la historia, el mito y la leyenda (Obelisco, Barcelona 1997) -única obra escrita sobre la materia desde la perspectiva de la Philosophia Perennis-, El Príncipe que ha de venir (Muchnik Editores, Barcelona 1999) y Monteras de aquí y de allá (Castilnovo, 2006), así como el libro de cuentos La Estrella de Plata (Manuscritos, Madrid 2000). Dos relatos suyos inéditos en castellano han sido recientemente publicados en Suecia en la antología de literatura gitana coordinada por Gunilla Lundgren Svarta rosor/Rosas negras (Tranan, Estocolmo 2003). En la actualidad está concluyendo una nueva novela, un ensayo sobre la leyenda medieval del Reino del Preste Juan, otro sobre el misterio de la Gran Duquesa Anastasia y un tercero sobre la controvertida figura del Barón Ungern-Sternberg. Su cajón guarda además un libro de cuentos inédito. En la web www.svabhinava.org, creada por Sunthar Visuvalingam y dedicada al modelo indio de aculturación, Joaquín Albaicín coordina la sección Roma, consagrada a la diáspora indo-gitana. Los interesados encontrarán más información tanto en dicha web como en la de International Romani Writers Association (www.romaniwriters.com), de la que este autor es miembro. Entrevista con Joaquín Albaicín en: "Opinión y Toros"
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