La generación cristalina de hoy en día está débil, como nunca les han puesto límites, no saben cómo gestionar sus emociones porque siempre les han tratado bien, entonces cuando ven que alguien los trata como no quieren, se derrumban o se ponen agresivos.
Al final y al cabo, ningún padre o madre sabe criar, solo replican enseñanzas vistas por televisión, libros etc.