La verdad es que con este frío solo se antoja estar en casa, dentro de la cama, con la compañía de tu mascota, leyendo un libro, degustando un café o te y admirando el paisaje desde tu ventana; que aunque esté helado el viento, nunca deja de ofrecernos un espectáculo bonito. Ya que la vida sigue, el mundo gira, la gente va y viene e incluso en algunas partes si salió el sol.
Aprovechar estos momentos de nuestra propia compañía, haciendo lo que mas nos gusta, sin duda es un regalo grandioso.