Recuerdo muy bien el día que te conocí, recuerdo muy bien que estaba emocionado por volver a mi lugar seguro, un poco roto, un poco lastimado, pero ese día estabas ahí... Recuerdo muy bien el día que te conocí, recuerdo la primera vez que te ví a los ojos, y recuerdo muy bien que esa fué mi perdición, al día de hoy son los ojos más hermosos que he visto, no son nada excepcional, no son verdes o azules, tampoco son muy oscuros, pero tampoco muy claros, son como el equilibrio perfecto de un tono café apenas perceptible para que me quiten el sueño... Esos ojos, en conjunto con tus pestañas tan largas y unas cejas tan anguladas, hacen en tu rostro una mirada tan única y tan perfecta... Recuerdo muy bien el día en que te conocí, llegué a mi casa con una sensación tan extraña pero tan hermosamente satisfactoria que me es tan difícil explicar con palabras, y por si fuera poco, tienes además un cabello rizado y una sonrisa tan bella que me hicieron considerar si de casualidad eres un ángel en cubierto, no sé que efecto tan extraño lograste causar en mí, pero esque hasta tu nombre me hace ruido en la cabeza... Recuerdo muy bien el día que te conocí, solo que no sabía en ese momento, que me ibas a enamorar, y no sabía en ese momento el daño que te iba a causar.
Te pido perdón, no sabía que tú también te enamorarías de mí, y que a pesar de mis sentimientos hacia tí, no te iba a poder corresponder, perdóname por ser una espina en tu corazón, y perdóname por lastimarte con este amor que no te puedo expresar, ojalá en otra vida podamos darnos la oportunidad de coincidir y corresponder, el amor nos la debe.
Te amo desde el corazón, desde el alma, desde las miradas, desde las llamadas, desde los suspiros, desde los desvelos, desde los sueños, desde las entrañas, desde los secretos, desde las caminatas, desde los silencios, desde las peleas, desde la complicidad, desde las sonrisas, desde los defectos, desde los sacrificios...desde toda tú.
Después de varios días de convencerme a mi misma que el contacto cero era la clave para poder dejarte ir, y deje de verte desde mi balcón cuando pasas de tu trabajo todo ha cobrado sentido, ya no espero nada de ti, sin embargo le pido al destino que nisiqueira nos cruce los caminos por casualidad, porque aunque la herida está cerrada, aún no cicatriza
El proceso de la tristeza no es fácil, algunos días estoy abajo, otros días arriba, y otros tantos muy muy abajo casi llegando al subsuelo, pero siempre cuidándome de no caer en un hueco, porque a fin de cuentas la única perjudicada soy yo.
El dolor aún no cicatriza, siempre me preguntó que estarás haciendo, si aún me extrañas, si está nueva persona en tu vida es a causa del despecho, o por evadir la soledad, o quizás porque no me lo dijiste y enfrentaste la situación. Son tantas cosas que cada día me ayudan a decepcionarme y a verte como lo que eres, una persona común y corriente que sobre idealice...
Hay personas que te miran como si nunca antes se hubieran enamorado y la verdad es que han amado tantas veces que su mirada se ha convertido en un fantasma.
Nunca creí realmente encariñarme de alguien tan rápido como lo hice con él, siento una atracción tan grande, un cariño tan grande, recuerdos tan bellos con él, y una nostalgia por lo que un día fué y dejó de ser... No sé cómo explicar la sensación de sentirme tan atraída por alguien y sentir a la vez un enorme cariño pero que no llega a ser amor, querer tanto a alguien, pero a pesar de sentirme atraída por él no sentir ese cariño de manera romántica... Lo quiero mucho, y quiero de vuelta esas noches de conversaciones sin final, realmente lo extraño mucho.
Para tí que no vas a leer esto, a pesar de que ya no hablemos más, no tengo más que agradecerte por cruzar una parte de tu vida con la mía, y solo tengo buenas palabras para cuando toque hablar de tí, en otras circunstancias me hubiese gustado ser algo más que solo amigos, pero las cosas son así, la vida es cruel y yo también pago la cuota, tal vez en otra vida, el amor nos dé la oportunidad de coincidir y nos permita darnos una oportunidad.