Parte de madurar también es aprender a soltar cosas o personas que por más cariño que les tengas, mantenerlos cerca te producen mas infelicidad qué felicidad.
Es de las que se entregan sin medidas,de las que no saben amar a medias, de esas que se atreven aun teniendo miedo a perderlo todo.
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Y no, no es perfecta, pero así se quiere y se acepta, sabe lo que vale y lo que da, por eso no cualquiera puede tocar su corazón y ella dejarlo entrar,así que si te da la oportunidad, cuídala, porque un amor como el de ella sucede una sola vez en la vida.
¡Sí, ese eres tú!
Esa rareza que te vuelve un individuo único,
esa complejidad atrincherada por los barrotes
de un cuerpo que guarda el brillo de tu especial alma.
¡Sí, ese eres tú!
Esa amnea insomne
que rompe paradigmas asomando el rostro
por entre las cortinas de las pestañas.
Sí, ese eres tú!
Quien rompió el molde
y se volvió fuerte bajo el azote
de la brisa en su cara cada mañana.
¡Sí, ese eres tú!
Genio y figura de una deidad humanizada
que bordó con algunas de sus lágrimas,
una camisa de fuerza también con alegrías forjada…
¡Sí, ese eres tú!
El que usa su propia magia
para abrir puertas hacia dentro haciendo escala,
entre la agonía de su oscuridad y la luz del alma…