La verdad es que con este frío solo se antoja estar en casa, dentro de la cama, con la compañía de tu mascota, leyendo un libro, degustando un café o te y admirando el paisaje desde tu ventana; que aunque esté helado el viento, nunca deja de ofrecernos un espectáculo bonito. Ya que la vida sigue, el mundo gira, la gente va y viene e incluso en algunas partes si salió el sol.
Aprovechar estos momentos de nuestra propia compañía, haciendo lo que mas nos gusta, sin duda es un regalo grandioso.
Hace un tiempo atrás cuando se murió mi perrita hice un cómic en su honor, eso realmente me ayudó a superar la pena que tenía por perderla. Ahora hago lo mismo para mi gatita quien falleció hace unos días de una enfermedad, luchó por una semana y se fue estando a mi lado mientras le hacía cariño, supongo que al hacer este cómic y subirlo siento que ayudo a su memoria y hace que más gente sepa que existió una linda y regalona gatita llamada Baby que me alegró mucho la vida a mí y a mi familia. También siento que es posible que el cómic pueda ayudar a alguna persona que esté pasando por lo mismo y de esa forma, tal vez, la muerte de Baby está ayudando a alguien más.
Entonces con la voz apagada grite que no te fueras pero extrañamente ni un sonido se escapó de mis secos labios.
Ya no respirabas, era ilógico querer aferrarse a la esperanza de que quizás mis ojos miopes no estaban viendo de manera correcta, tu pancita ya no se movía, ya no había nada que hacer.
Lo cierto es que hace tiempo nos dejaste, tan leal, tan tú, mi gran amigo, amado amigo, que hasta el final luchaste por estar cerca.
Creeme que aunque pasen mil años te amare, te agradeceré por tu tiempo aquí y te pediré perdón por no haber sido suficiente para salvar tu valiosa vida.
Hasta la otra vida, está vez espérame, está vez haré bien las cosas mi gran amigo perruno.