No esperes qué te repita las cosas más de una vez, tus jodidas decisiones hacen parte de tú vida ¿Cierto? Bueno, aquí te espero cuando vengas a darme la razón, pero saca también un aprendizaje de las pestes que marcan el camino a donde vayas.
Ya no me parecen inútiles las lágrimas que derramo cuando el mundo se me viene encima, tampoco me recrimino por la sensibilidad que insiste en salir todos los días, a veces a lentitud y en otras ocasiones como un relámpago; cuando me veo en la necesidad de trasladarme de un sitio a otro por simple placer o hablar en momentos (in)oportunos, aprendo a hacerlo sin juzgar la fuerza de mi voz; y si escucho mi canción favorita sonando en la radio o cuando pongo mi playlist en aleatorio, me permito escucharla aunque su lírica sea triste, pues de eso se trata, de disfrutar cada experiencia como si fuera la última...
Todos somos un pueblo necesitado. No somos perfectos. No somos máquinas. Cometemos errores. Necesitamos de la gracia. Necesitamos la dicha. Necesitamos compasión. Necesitamos ayuda a veces. Necesitamos de otras personas. Y eso está bien, es humanidad en todo su esplendor.
"Que curioso como las personas no se analizan a si mismas cuando das por terminado el libro, y continúan sin preguntarse si tuvieron parte de la culpa para que el autor principal colocara punto final a la historia, procediendo a destruir aquello que con esfuerzo intento escribir"
De verdad el amor real seguirá existiendo hoy día? Una persona que te ame, que solo tenga ojos para ti, que tenga responsabilidad afectiva contigo, que sea tu equipo, que te haga sentir lo mejor que le ha pasado, que te ha sentir segura y nunca dudes de ti, porque cosas tan sencillas que nacen al amar una persona, la humanidad no las ha hecho ver irreales...
"La dificultad no es exactamente sentir tristeza, sino el estupido desespero de sentirla de manera persistente y hacer lo que tengas en tus jodidas manos, pero no encontrar más que un alivio a medias."
Hay mucho dolor en el mundo gracias al dolor de la gente que lo habitamos. No obstante, esto no debe llevarnos por el lado de la dejadez o la locura. El dolor debe ser trabajado con valentía y, sobre todo, humildad, pues no es fácil aceptar que tenemos un problema. Nadie nos libramos de estar heridos ni de cargar con sufrimientos heredados o aprendidos. Nadie somos perfectos. Nadie estamos exentos de doler tanto a quienes amamos como a los que apenas conocemos, es por eso que debemos ser prudentes con nuestro dolor, pues nadie tiene la culpa de nuestro sufrimiento, es algo que hemos de sanar a consciencia y en privado, evitando caer en juegos insanos. Recordemos que todos somos seres humanos y nuestra humanidad avala a nuestra imperfección. Aceptando esto dejaremos de creernos por encima o por debajo de los demás. Nos daremos la oportunidad de vernos como lo que somos: un compendio de luz y oscuridad.